67. SOLDADO AVISADO, NO MUERE EN GUERRA
Santa Biblia Reina Valera 1960 - Proverbios 29
1 El hombre que reprendido endurece la cerviz,
De repente será quebrantado, y no habrá para él medicina.
Narra Jak:
Una semana después.
Siete días que no he podido saber nada de Emily, la he buscado por cielo y tierra pero nadie me da respuesta.
Fares tenía todo fríamente calculado para alejarla de mi, mis noches ahora son una tortura, no puedo dormir por estar pensando en ella, cuando me doy cuenta estoy de rodillas elevando una oración a Dios por ella, y lo peor de todo esto es que tengo que hacer como si nada pasará.
Lo más importante es que entendí que está batalla yo no la puedo ganar, pelear contra Fares, es batalla perdida.
Al principio me desespere, por poco y pierdo el control de todo, hasta que decidí recurrir a Dios, se que El es el único que puede ayudarme, es contra quién Fares no podrá ganar, y si la voluntad de Dios es que Emily este a mi lado, aunque todo se levante en contra, lo estará.
Miro el reloj, este marca las 4:00pm, ya es hora de que me vaya.
Quisiera quedarme por más tiempo en la casa de Dios ayunando, pero eso no me es posible, ya que tengo que ir a revisar unos documentos en la empresa y luego debo de volver a culto, el consuelo es que ya dejé al hermano Jorge encargado de la alabanza, es de la única forma que puedo venir a ayunar.
«¿Quién me diera el privilegio de poder pasar mucho más tiempo en la presencia de Dios?».
La única forma de hacer eso posible, es renunciado a la empresa y a todo lo que tengo, pero se que si lo hago, ya no podré ayudar la obra del Señor económicamente de la misma manera.
Aún así si Dios me lo pidiera, entonces no tendría problema en hacerlo, ya que El es el que me ha dado todo y me tiene en la posición en que estoy.
Cierro mis ojos, levantó mis manos y comienzo a elevar una oración para salir de este lugar.
—gracias Señor por el privilegio tan grande que me das de estar en este lugar, cuántas personas quisieran hacerlo pero no pueden, pero yo por la muchedumbre de tus misericordias entraré en tu casa, mi alma te exalta, te adora, alaba y te da todo el honor y el reconocimiento por los siglos de los siglos, y en esta hora quiero entregar este ayuno delante de tí, quiero rogarte que todas mis súplicas sean respondidas, en especial mira la vida de Emily, donde quiera que esté yo te pido que la guardes, y no permitas que nada malo le acontezca, concédeme volver a verla.
Lagrimas rodaron por mis mejillas.
Dios sabe cuan importante es ella para mi, y lo mucho que anhelo estar a su lado.
—también Señor quiero pedirte por el grupo de la alabanza, para que seas tú al frente de el, guardando a cada miembro para que viva en santidad, también pido para que tomes en tus manos el ensayo de hoy y dirijas cada cantico que se va a entonar.
Ser líder de la alabanza es un gran privilegio que Dios me dio, yo no soy líder porque sea el mas sabiondo o apuesto de la iglesia, es porque Dios así le ha plácido en su infinita misericordia, a pesar de todos los errores que cometí en mi vida pasada.
—pido por último por este grupo de jóvenes, tu sabes la necesidad que hay, y las batallas que libran muchos de estos jóvenes por vivir para ti, te ruego que los ayudes y que afirmes a aquel que está cojeando.
Terminó de orar, guardo mi Biblia y camino a la salida.
Ya varios del grupo de la alabanza estan en posición, incluido el hn Jorge.
Les saludo con un movimiento de mano a la distancia.
—amén —respondieron.
Llegó al parqueadero y cuando estoy a punto de subir a mi coche, veo a la hn Elisa, está viene con una sonrisa de oreja a oreja.
Se supone que sonreir no es malo, pero presiento que su sonrisa no se debe a que estuvo evangelizando.
Ella al verme inmediatamente dejó de sonreír.
—Dios lo bendiga hno Jak —saludo a la distancia.
Camino hacia ella.
—amén hna Elisa. —contesto.
Me quedo mirandola fijamente y algo no me cuadra, y mis sospechas son confirmadas al percibir el olor de su perfume.
No es que quiera suponer cosas, pero ese perfume que tiene en su ropa es un perfume muy pegajoso y único.
Es la fragancia de Fabricio.
Ella mira hacia otro lado, incómoda por mi mirada.
—cuide sus pasos hn Elisa —le advertí antes de volverme al auto.
Ella se quedó parada meditando en mis palabras, como si no entendiera o mejor aún como si no lo quisiera aceptar.
—¿A que se refiere hn Jak? —preguntó.
«Por lo visto no quiere darse por entendida, será mejor aclararle las cosas».
Meto mis manos en los bolsillos y camino hacia ella.
Es cierto que tengo muchas cosas en la cabeza, pero eso no significa que me he olvidado de liderar los jóvenes.
—hn Elisa —hablo con certeza —le aconsejo que marque distancia con mi primo, si no quiere salir lastimada y perder la salvación que es lo más valioso.
Al escuchar mi consejo se sobresaltó totalmente y me miró indignada.
Si tan solo agachara la cabeza y acatara el consejo, las cosas serían muy diferentes para ella en el día de mañana.
—sigo sin entender —alzo la voz —no se de que me habla, yo solo me limito a darle el saludo.
Pude percibir un mini temblor en su mano derecha, eso quiere decir que estoy más que en lo cierto.
Suspiré con molestia.
Si algo me enfada en que la gente niege lo obvio.
—he visto las miradas que le da a mí primo, hn Elisa yo no soy ciego. —le aclaré.
Ella se encogió de hombros indiferente.
Creo que me está sacando la paciencia, si tan solo entendiera que la estoy aconsejando para bien.
—es la misma mirada con la que lo miro a usted —se defendió.
—exacto —le di la razón, por fin estamos de acuerdo —la única diferencia es que yo no correspondo a esas miradas, pero mi primo si.
Me doy media vuelta y camino al coche, justo cuando iba a abrir la puerta, ella habló.
—usted no es quien para juzgarme, además no tiene pruebas.
Entre al auto lo encendí, arranque y al pasar por su lado baje el cristal de la ventana.
—sea lo que sea que tenga con mi primo, será mejor que lo deje y se arrepienta. —le insté —porque de lo contrario Dios la descubrirá y creame que será peor.
Subo el cristal y aumento la velocidad.
Se que posiblemente, después de esto la hn Elisa no vuelva a apreciarme de la misma forma, pero hay cosas que es necesario decirlas a tiempo, antes de que sea demasiado tarde.
Narra Fares:
Esto es un martirio, uno horrible.
Ya no soporto ver a mi hija debatiendose entre la vida y la muerte, una cosa es morir uno de un momento a otro, pero otra cosa es verla agonizar todos los días, esto me está doliendo mucho, creo que Dios me está cobrando todo lo malo que he hecho en esta vida a través de ella, porque ni mi madre que padeció de la misma enfermedad, sufrió tanto como ella.
Verla por la ventana de la puerta de su habitación de clínica, ver cómo se retuerce del dolor tan infernal que padece a causa del tratamiento, es demasiado.
Ni siquiera se porque lo permití, yo no quería ya que su enfermedad está bastante avanzada, pero Raquel insistió y al ver mi negación, se atrevió a decir que a mí no me importaba Emily y por esa razón termine trayendola hasta Japón, para que le hicieran el tratamiento.
Ya lleva siete días de tratamiento, todo esté tiempo se le ha tenido en un coma inducido, pero lo que se le inyecta es tan fuerte, que a pesar de estar en coma, su cuerpo se retuerce y sacude violentamente.
Uno de los doctores tuvo la idea de amarrarla a la cama, pero yo me negué rotundamente, así que unas enfermeras son las encargadas de sostenerla.
Nose hasta cuándo pueda soportar ver cómo le clavan e insertan cables por todo su cuerpo, la pobre ni siquiera puede llevar ropa como tal, solo tiene una simple vatola.
Estoy más que seguro que si se le hubiera pedido su opinión para esto, ella no habría aceptado, pero Raquel no lo permitió y desde el día que se desmayó en los brazos de Jak hasta el día de hoy sigue inconsciente.
El doctor que está atendiendo a Emily, luego de aplicar aquellos dolorosos medicamentos, sale de la habitación.
—y bien —lo miró —¿Cómo está ella?, ¿Si hay posibilidad de que se aliente?
El doctor agacha su cabeza y guarda silencio, como lo ha hecho todos estos días, cada vez que le pregunto.
Luego como siempre comienza a alejarse, pero está vez ya me agotó la paciencia.
Lo tomo del cuello y lo asoto contra la pared, haciendo que sus pies queden en el aire.
—no estoy dispuesto a esperar mas, —le digo —ahora dígame si va a mejorar.
Raquel que está sentada en una silla, corre hacia mi.
—sueltalo Fares, lo ahorcaras. —me pide.
Puedo ver el terror en sus ojos.
—la violencia no soluciona nada —sigue suplicando.
Yo no le hago caso, ahora solo quiero una respuesta.
Tengo el vago presentimiento de que esté dotorcillo no nos ha querido decir nada, para que sigamos pagando el costoso tratamiento.
—Fares por favor —insiste Raquel —ya se está poniendo morado.
Mibsan que observa la escena desde la comodidad de su silla se pone en pie y se acerca a Raquel.
—no se preocupe, hay más doctores aparte de él. —le dice a Raquel, restándole importancia. —además si Fares no se encarga, lo haré yo.
Cuando finalmente parece que el doctor va a morir, hace señas con las manos intentando hablar.
Lo suelto.
Este cae al suelo y comienza a toser.
Me quedo esperando a que hable, pero cuando lo va a hacer, mi teléfono timbra interrumpiendo.
Camino hacia la salida y contesto.
—hola jefe —habla Nick un escolta de Jak. —llamaba para avisarle que...
—cuantas veces tengo que decirte que ya no soy tu jefe —lo interrumpo.
—lo siento jefe —se disculpa en vano —pero lo que pasa es que el joven Xian está en serios problemas y el único que puede ayudarlo es usted, resulta que la...
—ya te dije que no soy tu jefe, yo ya renuncie y lo que pase con Jak me tiene sin cuidado. —volví a interrumpir.
—lo se jefe —volvió a hablar —pero es que la señora Xian le ha tendido una trampa a Jack, a organizado una junta en Japón a espaldas de él y si el no hace presencia lo destituira de la presidencia.
—¿Y es que acaso Jak no lo sabe? —preguntó molesto.
—Lo sabe, pero ya ha sido demasiado tarde y no quiere hacer nada al respecto, dice que será lo que Dios quiera, además la empresa está llena de informantes de la señora Xian, desde que usted se fue todo es un caos.
Suspiro con pesadez.
Abro mi boca para responder pero comienzo a oír gritos de lamento.
Inmediatamente cortó la llamada y voy hacia donde deje el doctor.
Raquel está llorando o mejor dicho gritando, Nina lo hace en silencio y Mibsan se limita a verlas llorar con una cara de decepción.
—¿Que paso? —pregunto temiendo la respuesta.
—Emily se nos muere —grito Raquel.
Miré a Nina con la esperanza de que está dijera algo diferente, generalmente Raquel es un poco exagerada, pero Nina asintió dando a entender que era verdad.
—ya se sabía desde un principio que el tratamiento no iba a servir —mascullo Mibsan —solo la sometieron a ello para hacerla sufrir, yo creo que sí uno se va a morir, que mejor que sea en paz.
Eso mismo pensaba yo, pero que más da, ya el tiempo no se puede volver atrás.
Narra señora Xian:
¿Alguna vez se han sentido en plena plenitud?.
Que nada ni nadie puede estorbar su camino.
Pues yo si.
Por primera vez, siento que he ganado la batalla, la enfermedad de esa escuincla me ha beneficiado mucho, incluso logro lo que yo nunca pude lograr, hacer en años, que Fares renunciará.
Ahora nadie me estorbará.
Finalmente seré la presidenta de la empresa Xian y aparte de ello de todos los socios.
Después de tanto sufrimiento lo he logrado.
Aquello que mi propio esposo se negó a darme, que ni siquiera se digno a cambiar de parecer cuando moría en mis brazos envenenado.
Finalmente lo he conseguido a precio de sangre.
Por fin voy a estar en la cúspide.
Me siento empoderada, me siento la dueña del universo.
Dentro de unas cuantas horas seré la mujer más influyente a nivel mundial.
Todos sabrán quien es la señora Xian, y yo si sabré aprovechar bien el poder, me encargaré de hundir a todos mis enemigos, uno por uno, comenzando por el señor Montreal, haré que me pida misericordia, pero ni aún así lo perdonaré, porque por su culpa yo no logré el poder desde hace tiempo.
He preparado una junta y le he notificado a todos, excepto a mi nieto, el cual se ha enterado demasiado tarde y aunque lo intente, no podrá llegar a tiempo, y al no estar aquí a horas, los socios lo calificarán como un incompetente que no tiene la capacidad de estar frente a una empresa.
¿No pensaran que soy mala verdad?.
Solo le estoy haciendo un favor.
Además así tendrá bastante tiempo para pasarlo al lado de su novia moribunda.
Entro a la sala de juntas y como era de esperarse, mi adorado nieto no está por ningún lado.
—señora Xian —habla el vicepresidente —¿A que se debe el milagro de tenerla aquí?.
Camino hacia la silla con altivez, mirando a todos por debajo del hombre.
—estoy aquí porque seguramente mi nieto no podrá estar y quién mejor que yo para reemplazarlo. —respondo.
—¿Está segura? —pregunta otro miembro de la junta alarmado.
—por supuesto que lo estoy —respondo enfadada.
—tal vez mando a un reemplazo —opino otro.
—no hay más reemplazos aparte de mi —le aclaro con una sonrisa victoriosa en los labios.
Pero esa sonrisa se desaparece al ver quién entra por la puerta principal.
—se equivoca señora Xian —dice con superioridad —el único reemplazo del joven Xian soy yo.
Es Fares.
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