66. TIENES QUE DEJARLA IR
Santa Biblia Reina Valera 1960 - Proverbios 22
3 El avisado ve el mal y se esconde;
Mas los simples pasan y reciben el daño.
Fares siguió su camino, yo me quedé parado por unos cuantos segundos, procesando todo lo que me había dicho.
El es una persona muy culta, nunca me ha mentido, pero si ocultado.
«Ahora entiendo porque Emily es así».
Fares por su familia es capaz de todo, incluso hizo un contrato con mi papá de privacidad, para poder ocultar todo lo que quiera.
Aún me cuesta entender porque mi padre firmó ello.
Supongo que lo apresiaba demasiado.
Fares para mí padre era mucho más que un simple escolta.
Eran mejores amigos, su relación era bastante estrecha.
Según mi abuela, mi padre pudo haber llegado mucho más lejos si no hubiera tenido esa amistad, ella nunca la aprobó.
Ellos fueron amigos desde la juventud, antes de que mi padre se casará, incluso fue Fares el que apoyo a mi padre para que se casará bajo la desaprobación de mi abuela.
Creo que eso fue el detonante para que mi abuela lo odiara tanto.
Es tanto el odio que le tiene que ni siquiera lo pude mirar en persona.
Bueno, ahora que todas las fichas están en su lugar, aún hay algo que no me cuadra.
Si Fares me oculto que Emily era su hija para poder protegerla, ¿Por qué me lo dice ahora abiertamente?.
Es como si ya no necesitará protegerla.
Eso quiere decir que hay algo que no me ha contado.
Me apresuró a alcanzar a Fares, este ya va entrando al ascensor, con todos sus escoltas, pero no había rastro de Emily.
Quise impedir que se fuera pero ya el ascensor se estaba cerrando.
Ahora capto una cosa más.
Fares no le ha dicho toda la verdad a Emily, porque de haberlo hecho, ella no se hubiera imaginado una película con Annie.
Corri a la habitación en busca de Emily.
Entré, pero ya era demasiado tarde.
Mientras que Fares hablaba conmigo, sus hombres se encargaron de crear el caos.
Emily no estaba por ningún lado, la cama estaba totalmente vacía, lo único que había eran cables regados y cosas tiradas por el suelo, hasta las sábanas de la cama estaban arrancadas.
Es como si al llevársela no hubieran tenido para nada cuidado, como si la hubieran arrancado de los cables.
—quisimos impedirlo —hablo una doctora con voz temblorosa —pero ellos tenían armas.
Me gire a verla, ella estaba con dos compañeras más, arrinconadas en una esquina, una de ellas está inconsciente.
—¿Que le pasó? —pregunté.
—ella quizo aponerse a qué se la llevarán y uno de los hombres le ha pegado en la cabe...
No espere a escuchar más.
Salí corriendo y tome el otro ascensor, la desesperación y preocupación por Emily me carcomen por dentro.
Llego al primer piso y también este estaba un caos, el vigilante se había llevado la peor parte y mis hombres habían sido engañados por Fares.
Camino al parqueadero, pero ya no había nadie.
Me pase la mano por la cabeza.
«¿Que se supone que haga?».
Ahora que no está Fares me siento un poco desarmado.
En situaciones así, yo lo llamo y el soluciona todo en cuestión de segundos.
Eso solo quiere decir algo, al no estar él, de alguna forma me encuentro imposibilitado y aún peor cuando contra la persona que estoy luchando es él.
Aún así no pienso quedarme de brazos cruzados.
Tome mi teléfono y localicé la cajita indescifrable por medio del GPS.
Subo a mi auto y sigo las indicaciones, pero vaya sorpresa horrorosa la que me lleve al ver dónde se encuentra la cajita indescifrable.
Esta justo en el lugar donde mis padres murieron.
Fue cuando entendí que a Emily le habían quitado la cajita, ya que en estos momentos ella está enferma.
Es imposible que ella halla llegado a ese lugar.
A no ser que halla recuperado el conocimiento.
Pero aún así es imposible que se escapara de los escoltas de Fares.
O también hay la posibilidad de que ellos mismos la hallan llevado allá.
Pero... ¿Por qué? Y ¿Para qué?.
A medida que me acercaba a ese lugar, mis manos comenzaron a sudar y mi corazón se aceleró.
Todo lo que sentí la primera vez cuando vine a ver la accidente, vuelvo a sentirlo ahora.
Es como si fuera a llegar y lo primero que fuera a ver es el auto de mis padres ardiendo en llamas.
Lágrimas ruedan por mis mejillas al recordar ese momento tan trágico.
Hay veces que incluso desee haber sido yo el que muriera en lugar de ellos.
Minutos después.
Llego al lugar pero no hay nadie.
Solo había una cruz al borde del abismo, la cual hacia memoria de la trágica muerte de mis padres.
Lo único diferente que había era la cajita indescifrable que yacia ahí.
Camine con pasos temblorosos, a mi mente llegaban todas las imágenes de ese día.
Recuerdo que me iba a tirar, pero Fares no lo permitió y a pesar de odiarme tanto, desde ese día se convirtió en un padre para mí y veló por mi hasta ahora.
Me incline y tome la cajita indescifrable la cual tenía una nota que al leerla me dejó sin alientos, me destrozó más el corazón.
La nota decía:
TIENES QUE DEJARLA IR
Narra Elisa:
Tres días después.
Me siento la mujer más feliz del mundo.
Quiero decirles que en estos días me han pasado muchas cosas buenas, una de esas cosas es que ya supere a Jak definitivamente, ya no siento nada cuando lo veo con Emily, que por cierto hace días que no la veo, pero eso no me importa.
Otra de las razones que me tienen super feliz, es que me he ganado el corazón de J3, el chico más guapo y apuesto de todos los J5.
¿Quieren saber cómo me lo gane?.
Pues aquí les tengo la historia.
Todo comenzó con la sección de fotos y firmada de autógrafos de Fabricio, a la cual no me dejaron ir porque supuestamente mis padres dicen que eso no está bien, que es como idolatrear a alguien.
Pero yo no me quedé de brazos cruzados.
Conseguí el número de Fabricio por medio del teléfono de Erick y le envié un mensaje.
Pensé que nunca respondería mi mensaje ya que son muchas las chicas que le escriben, pero para sorpresa mía si me contestó y desde ese entonces seguimos hablando.
Al principio solo hablábamos de temas sin importancia, hasta que un día me pudo la curiosidad y le pregunté que si tenía novia.
El me dijo que no, cosa que me dejó totalmente impresionada, ya que él es muy guapo.
Me dijo que le daba mucho miedo enamorarse y que le rompieran el corazón.
Yo le dije que no todas las mujeres éramos malas y comencé a animarlo a qué se enamorara.
Así continuamos hablando, las primeras veces solo eran minutos, luego se volvieron horas y después hasta noches completas.
Cuando venía al culto el me miraba de una manera que solo yo y el lo sabíamos interpretar.
Cuando me di cuenta ya era demasiado tarde para reflexionar, me había enamorado perdidamente de él sin saber cómo o cuando.
No niego que desde un principio ya me gustaba pero esto es mucho más fuerte ahora.
Pensé que era un sentimiento unilateral, así que decidí dejarlo ir para no salir herida, pero vaya sorpresa mía cuando el me confesó que también sentía lo mismo por mi.
Fue así como terminamos siendo novios.
Al principio solo nos escribíamos sin parar por redes sociales, pero luego ya no fue suficiente, así que decidimos vernos a escondidas.
Al principio me sentía muy mal por ocultarle a mis padres mi relación, pero si se los digo, ellos no van a estar de acuerdo y no quiero que destruyan nuestro amor.
La conciencia me acusaba de tal modo que no podía dormir.
Cada vez que me paraba frente a los hermanos para dirigir una oración, me sentía super mal, pero después me acostumbré, al fin y al cabo no estaba haciendo nada malo, solo nos estábamos conociendo.
Recuerdo que una vez que nos vimos, el tomo mis manos entre las suyas.
Sabía que eso no estaba bien, que no era correcto, pero fui incapaz de quitar las manos.
El es demasiado guapo y no puedo resistirme.
Las cosas siguieron avanzando tan rápido que de pronto ya nos estábamos besando en los baños.
Sabía que tenía que parar esto, pero no puedo olvidarlo, lo amo tanto que lo único que quiero hacer es estar a su lado, pero si sigo con esto tengo miedo de que Dios me llegue a descubrir.
No quiero ni imaginar lo que pasará donde mis padres se enteren de esto.
Posiblemente me echen de casa.
Pensando en esto decidí cortar con Fabricio, para así poder estar en paz con Dios.
Era muy duro hacerlo, pero ya no soportaba que la predicación siempre me cayera a mi, era como si mi padre lo supiera todo.
Hablé con Fabricio y le expliqué la razón por la cual teníamos que terminar, pero el me dijo algo que hizo que cambiará de parecer.
Me dijo que el quería arrepentirse, también dijo que renunciaría a la actuación para siempre, y que hablaría con mis padres para casarnos, ya que lo único que quería era estar conmigo, pero el necesitaba tiempo para poder arrepentirse ya que estaba en mitad de grabación en otra película.
Al ver que el estaba dispuesto a renunciar a todo por mi, no tuve problema con seguir con esto solo por un poco más.
Iba camino a casa luego de salir de estudiar, cuando mi teléfono vibró, miró y es Fabricio.
Una sonrisa aparece en mis labios.
—hola —contesto.
—hola —saluda —¿Cómo está la mujer más hermosa de todo el universo?.
Cómo siempre él alagandome.
—super bien —respondí.
—que bueno, nos sabes lo mucho que te he extrañado.
—yo también te he extrañado mucho.
—¿Podemos vernos? —preguntó.
Pare de caminar.
—uumm —me quedé pensando.
Me moría de ganas por verlo, el problema es que mis padres me están esperando en casa y no quiero volver a mentirles.
—si no quieres venir está bien —habló desilusionado.
—no, no es eso —me apresure a decir —es solo que me siento mal mintiendole tanto a mis padres.
—solo será una mentira piadosa —me consoló —además es por una justa causa.
Comencé a debatirme entre dos pensamientos.
«Voy o no voy»
«¿Qué debería de hacer?».
De pronto me choque con alguien, haciendo que se cayera lo que llevaba en las manos.
Me agache y comencé a ayudarla.
—perdona —le dije —no fue mi intención.
—tranquila —contesto —fue mi culpa por no poner cuidado.
Inmediatamente reconocí su voz y la mire.
Ella también me miró.
Una sonrisa apareció en los labios de ambas.
Disimuladamente corte la llamada.
—Caroling —exclame poniendome en pie.
—Elisa —grito ella emocionada y se avalanzo sobre mi dandome un fuerte abrazo.
Caroling es mi mejor amiga desde que éramos niñas, ella también es hija de pastores, lamentablemente nos tuvimos que alejar porque a sus padres los trasladaron a otra ciudad, sin embargo nunca perdimos el contacto.
—¿Que haces aquí?, ¿Cuando llegaste? —le pregunto emocionada.
—pues como te parece que a mí padre lo volvieron a traer para acá —dijo con una sonrisa de oreja a oreja.
—aaaaahhhhhh —grite feliz extrechandola más en mis brazos, la había extrañado tanto.
Deje de abrazarla y ella se me quedó mirando de una manera que me hizo sentir un poco incómoda, es como si supiera lo que hay en mi corazón.
Sentí miedo, ya que ella me conoce muy bien y temo que se de cuenta de lo que estoy haciendo, la atmósfera se comenzó a poner pesada.
Yo no le he dicho nada de lo de Fabricio, porque ella es una chica que se toma muy enserio las cosas de Dios y temo que me descubra delante de mis padres si no cambio de parecer.
—¿Que pasa? —pregunto.
—nada —respondió —es solo que ya no tienes ese brillo en tu mirada que te caracterizaba, es como...—se quedó pensando como si buscará las mejores palabras —como si hubieras perdido la gracia de Dios.
Esas palabras me hicieron estremecer, pero no deje que lo notará.
Les dije que ella me conoce muy bien, por veces creo que tiene el don de disernimiento.
Reí restándole importancia.
—hay como crees —conteste. —si que eres imaginaria.
Ella no presto cuidado a mis palabras, solo seguía mirandome fijamente, no me quedo de otra que quitar la mirada.
—¿Haz hecho algo malo? —preguntó
Se los dije, ella parece vidente.
Esa pregunta me tomo muy desprevenida, no sabía que hacer, si le miento ella lo descubrira, y si le digo la verdad estaré acabada, ella jamás me alcahuteara un pecado.
Comencé a sudar frío, mientras ella no deja de mirarme a la espera de mi respuesta.
«¿Por qué tuve que encontrarme con ella hoy».
De pronto un auto paro frente a nosotras, haciendo que nuestra atención fuera hacia ahí.
Una sonrisa y de alivio apareció en mis labios al ver quién era.
Erick.
El se bajó del auto y me envolvió en sus brazos.
—hola hermana favorita —me dice —vine a llevarte a casa.
«Oh no, me temo que eso no se va a poder».
—lo siento hermano —dije saliendo de su abrazo —hoy tengo un trabajo en grupo.
Le mentí.
Se que no está bien, pero muero por ver a Fabricio.
Además si no lo hago hoy, no se cuándo podra ser, el es un hombre muy ocupado.
Espere a que Erick dijera algo, pero este estaba emvelezado viendo a mi amiga.
—ah por cierto —hable rompiendo la magia del momento —te presento a mi mejor amiga —mire a Caroling —amiga te presento a mi hermano.
Erick sonrió como nunca antes lo había visto sonreir, se acercó y con mucha delicadeza extrecho la mano de mi amiga.
«Creo que aparte de ser mi mejor amiga, también va a ser mi cuñada».
«Eso es bueno, muy bueno».
—mucho gusto soy Erick, para servirle —dijo con elegancia.
Solo le faltó besar el dorso de su mano y habría sido una gran escena romántica.
—el gusto es mío —dijo Caroling sonriendo un poco incómoda —soy Luna Caroling.
«Vaya, vaya, al parecer le agrado bastante mi hermano, ella no le da el primer nombre a cualquiera».
—¿De donde eres? —preguntó Erick entusiasmado —no te había visto antes.
Ella respondió a su pregunta y fue así como iniciaron una agradable conversación y decidieron ir por un postre.
Yo por mi parte miré que este era el momento de escapar ya que para ellos me había vuelto invisible.
Fue así como termine yéndome a encontrar con Fabricio.
Quién se imaginaría que esto solo me traería desgracia.
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