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44. UNA GRAN SORPRESA

Santa Biblia Reina Valera 1960 - Hechos 12
13 Cuando llamó Pedro a la puerta del patio, salió a escuchar una muchacha llamada Rode,
14 la cual, cuando reconoció la voz de Pedro, de gozo no abrió la puerta, sino que corriendo adentro, dio la nueva de que Pedro estaba a la puerta.
15 Y ellos le dijeron: Estás loca. Pero ella aseguraba que así era. Entonces ellos decían: ¡Es su ángel!


Descendí del avión victoriosa, con una gran sonrisa en mis labios y comencé a caminar en busca de la salida del aeropuerto, lo bueno de ser privado, es que no le toca a uno dar papeleo.

A veces pienso que Dios es demasiado bueno conmigo, que me ha dado muchos privilegios que otras personas no han podido tener, pero yo si.

Cuando ya estaba a punto de salir, me choque con la persona que menos debía encontrarme y que jamás se me pasó por la cabeza.

—¿Está bien? —me pregunto.

Fue tanto el impacto del choque, que tuvo que sostenerme para que no me cayera.

—si, lo estoy —dije un poco avergonzada —que pena —me disculpe.

Por andar distraída casi me lo llevo por delante.

Hace tiempo que no lo veía, desde el funeral de mi padre, para ser más precisos.

—disculpeme a mi señorita —dijo él —que por andar con los afanes no me fijé por dónde iba.

Yo negué con la cabeza.

Sabía que el estaba siendo educado, claro estaba que la que lo había atropellado, era yo.

—la culpa fue mía —respondí.

—de ninguna manera —volvió a hablar —insisto en que es mi culpa.

Decidí no discutir más el tema y le entregué toda la culpa.

—de acuerdo, —me rendí —como usted diga.

—es una agradable sorpresa, tenerla por aquí, señorita Emily —dijo cambiando de tema.

—muchas gracias señor Fares —conteste —yo también me alegro de verlo, sólo que no me esperaba encontrarmelo hoy y solo, generalmente usted siempre anda con Jak.

El me dió una sonrisa de boca cerrada.

—el joven Xian me mandó a arreglar unos cuantos asuntos aquí en el aeropuerto privado —comento arreglando su corbata —creo que el sorprendido aquí debo de ser yo, ya que no la esperábamos tan pronto, según el joven Xian, usted llegaría pasado mañana, no hoy y mucho menos en un avión privado.

Eso sí que me tomo por sorpresa.

No sabía que decirle, ya que decirle algo a él, es como decírselo a Jak y no se cómo se lo tome él, ya que no se mucho de Zuar.

Suspiré y sonreí e hice mi mejor cara de inocencia.

—la verdad es que no quiero que Jak se entere, porque la idea es darle una sorpresa —hable sin dejar de sonreír.

El asintió en silencio y se quedó pensativo durante unos segundos que parecieron eternidad.

«Lo más seguro es que llamará a Jak y le avisara».

—si de verdad quiere darle una sorpresa —dijo de manera lenta —permitame un minuto su teléfono.

No entendía exactamente para que lo quería, pero instintivamente metí la mano en la cartera, lo saqué y se lo entregue sin encenderlo.

El lo tomo en sus manos y luego de encenderlo, tardo exactamente un minuto y me lo entrego.

—ya está —dijo entregándomelo.

Lo mire y no ví nada diferente, lo que si tenía era varios mensajes del señor Fares, lo cuales sabía que eran de parte de Jak.

—y no se preocupe, no le voy a decir nada al joven Xian —dijo alisando su traje, el cual lucía impecable  —me voy primero.

Hizo una pequeña venia la cual siempre acostumbra a hacer cuando me saluda y cuando se despide.

Luego partió adentrándose al aeropuerto, mientras que yo me dirigí a la salida y luego de cambiar el dinero que tenía tome un taxi hacia el edificio donde vivía antes.

Solo espero que no lo hayan arrendado, porque de ser así, tendré que buscar otro.

Mientras iba en el auto, el aire de los Ángeles California entraba por la ventana del taxi y llegaba a mis fosas nasales.

Una sonrisa genuina apareció en mis labios.

«No lo puedo creer, finalmente estoy en los Ángeles California»

Por un tiempo pensé que sería imposible, incluso había perdido las esperanzas, pero ahora estoy aquí nuevamente, y lo mejor de todo es que voy a poder estar cerca del hn Jak.

Suelto un suspiro, mientras contemplo, los imperiosos edificios de las calles.

Poco a poco nos vamos alejando de la elegancia y finalmente comenzamos a llegar a los barrios pobres, hasta llegar al mío.

Solo aspiró encontrar respuestas a muchas preguntas de cuando me fui, aparte de ello quiero saber que hice con el resto de cosas que no aparecieron en mi maleta.

Cosas como: el computador, la moto, los trabajos universitarios etcétera.

—hemos llegado —anuncia el taxista.

Efectivamente ya estamos frente al edificio.

—muchas gracias —digo cancelando el pasaje.

El me ayuda a bajar la maleta, luego sube al auto y se va.

Abro la cartera y con lo primero que me topo es con el llavero de oro que me dió Zuar.

«Solo a él se le ocurre dar un llavero de oro».

Sonrió al ver la I.

«Zuar tiene razón, esto es un Inicio»

Volveré a iniciar de cero.

Sacó el teléfono y veo que tengo varias llamadas de Jak y también varios mensajes, los cuales dicen:

Fares: hola 🤗. Ayer 8:00 am

Fares: buenos días, Dios te bendiga 🥰. Ayer 9:00 am.

Fares: holaaaa. Ayer 10:00 am.

Fares: cuando leas este mensaje, procura estar más pendiente del teléfono 🥺, necesito saber si estás bien, please 🥺. Ayer 12:00 pm.

Fares: algo anda mal, ¿Por que aún no has encendido el teléfono?. Ayer 4:00 pm.

Fares: será lo que estoy pensando 😊. Ayer 5:30 pm.

Fares: bendiciones hn Emily ¿Cómo estás?. Hoy 7:00 am.

Sonreí mientras leía los mensajes.

«Quien iba a pensar que Jak iba a estar tan pendiente de mi»

Me siento afortunada.

Jak: estoy bien gracias a Dios 😊😊😊. Hoy 9:00 am.

Luego de enviar mi mensaje por medio del número de Jak, me dispuse para entrar al edificio.

La primera persona que encontré fue al vigilante de siempre.

«Gracias a Dios no lo han cambiado»

Estaba frente al mostrador, entretenido en su teléfono.

Justo en ese momento el teléfono de Jak vibró.

Supuse que era un mensaje de Jak, aún así no lo abrí.

—buenos días —salude.

El vigilante levantó su mirada del teléfono y al verme quedó atónito e inmediatamente palideció, se puso como un papel.

—es...es...está us...us... usted viva o...o...o solo es el...el... el esp...es...espíritu. —dijo tartamudeando.

Incluso se puso a temblar.

Frunci el ceño.

—¿Por qué debería estar muerta? —pregunte confundida.

Su teléfono comenzó a timbrar, el fue a contestar pero como le temblaban las manos, se le cayó.

Sé agachó rápidamente y luego de dos intentos lo tomo sin dejar de mirarme.

—si...si...si ho..hola —contestó.

Sé quedó en silencio y poco a poco se fue tranquilizando.

—si señor, como usted ordene —dijo antes de colgar.

Me sonrió ampliamente, como si no hubiera estado a punto de orinarse en la ropa por los nervios.

—es un gran privilegio tenerla de vuelta por aquí —me dijo.

Lo mire sin comprender nada.

«No entiendo su cambio repentino».

—¿Por qué se puso tan nervioso cuando me vio? —pregunte.

—es que estaba concentrado en el teléfono y usted me sorprendió —respondió —además no la esperába.

«¿Por qué tengo la sensación de que él me está mintiendo?»

Me rasque la cabeza.

Soy fatal diferenciando entre la verdad y la mentira.

—aquí están las llaves de su apartamento —dijo entregandomelas.

Estoy confundida, no comprendo nada.

Que feo es no recordar lo que pasó cuando me fui.

—disculpe, —dije —yo deje encomendando el apartamento cuando me fui? —pregunté.

—efectivamente señorita —respondio —¿No lo recuerda?

Negué con la cabeza.

—y, ¿Que hay del arriendo? —pregunté —hace ya casi un año que dejé el apartamento.

«Ahora para colmo de males, he de estar debiendo hasta el apellido».

—usted lo dejó pagando —respondió —incluso también el arriendo del año que viene.

Lo miré sorprendida.

«¿De dónde saque dinero para pagar tanto tiempo de arriendo?»

Ahora sí que estoy más confundida.

—¿Está seguro? —volví a preguntar.

—totalmente.

—pero... ¿De dónde saque tanto dinero? —inquirí nuevamente.

—eso si no lo sé —respondió —lo único que sé es que usted abrió su cartera y me entrego el dinero del arriendo.

«Sigo sin entender nada».

—¿Que sabe de mi moto? —seguí preguntando.

—fue lo primero que echó por delante —respondió.

«Seguramente la vendí, para cancelar el arriendo»

«Pero... ¿Por qué pague arriendo de dos años?, ni que supiera que me iba a quedar tanto tiempo».

—de acuerdo —dije sin saber más que decir, ya que mis preguntas no obtenían las respuestas que requerían.

Subí al ascensor que por cierto ya está reparado y marque el número de mi piso.

Me recosté en la pared, cerrando los ojos,. tratando de recordar algo de lo que él vigilante me dijo, pero nada me llegaba en absoluto, lo único que conseguí fue que me doliera la cabeza.

El ascensor se abrió y camine hacia mi puerta, en el camino me encontré una señora que jamás había visto.

«Supongo que es nueva por aquí».

Saludé pero no me contestó.

Da igual.

Esa es una de las razones por las que a veces no saludo.

Me ahorre la molestia de introducir la llave, mejor tecleé mi contraseña.

Cómo ustedes saben, tengo una puerta blindada, lo cual también es otro misterio, porque no recuerdo nada.

Aunque el vigilante aterca que yo se la mandé a poner.

Cosa que es inaudita, ya que no tengo tanto dinero para algo así.

Gracias a Dios, la contraseña sigue siendo la misma.

Por un momento tuve miedo de que también la hubiera cambiado, pero no.

Entre al apartamento y por poco se me cae la quijada de la impresión por lo que ví.

El apartamento estaba totalmente amueblado, y no era cualquier muebles, eran de los finos y costosos.

Aparte de ello todo estaba nuevo, incluso el piso era de otro color y parecía que acababan de encerarlo.

Las cortinas también estaban nuevas.

Camine lentamente hacia la cocina, con miedo de encontrar a alguien que me dijera que me había equivocado de apartamento.

La cocina también estaba remodelada, incluso la vajilla era toda nueva, aparte de ello también tenía sandwichera, cafetera, horno y otros electrodomésticos que antes no tenía, incluyendo la nevera que había sido cambiada por una nueva.

«Esto es demasiado extraño».

Abrí la nevera y está estaba llena de todas las cosas que a mí me gustan.

Aparte de ello, todas las cosas habían sido remodeladas a mi gusto.

Es como si yo hubiera escogido todo.

Me dirigí al baño y quedé sin aliento al ver lo inmenso que era ahora, aparte de ello tenía jacuzzi.

«Acaso me están jugando una broma».

«Creo que entre al apartamento equivocado».

«Pero... ¿Cómo es que tiene la misma clave?».

«Además, ¿Que hace un apartamento de esta clase en este edificio de gente humilde?».

«Esto no es normal».

«Esto es muy extraño».

«Será que me estoy volviendo loca?».

Salgo del baño y detalló mi habitación, la cual tiene todo nuevo, cama, colchón, tendido, closet, ropa, etc, y las cosas que no aparecieron en mi maleta, también se encontraban ahí.

«Creo que me va a dar un soponcio».

Corrí hacia la sala y tome el teléfono del apartamento y marque al vigilante.

Necesitaba una explicación.

Apenas contesto le pedí que viniera a mi apartamento urgentemente.

Siento que la cabeza me da vueltas y por más que pienso, no le veo lógica a esto.

Minutos después.

—y bien señorita, —dijo el vigilante al entrar —¿Que es lo que pasa?

—pasa...pasa esto —le señale todo a mi alrededor.

—¿Que? —preguntó sin comprender nada —no me diga que quiere volver a remodelar todo.

Creo que cada vez que hablo con el vigilante, me confundo más.

—¿Cómo así? —pregunte —no entiendo de dónde salió todo esto, explíqueme.

—pues de su bolsillo —respondió encogiendose de hombros, luego me miró como si yo fuera un bicho raro —no me diga que usted tiene ansaimer.

—nooo —negue rotundamente.

—entonces, ¿Por qué no se acuerda de lo que hace? —me reprochó —acaso no se acuerda la discusión que tuvimos por querer usted remodelar este apartamento, le dije que no estaba bien y usted se enfado tanto que incluso decidio hablar con el propietario del edificio.

No recuerdo nada de lo que me está diciendo.

—se da cuenta —dijo al ver mi cara de confusión —por eso digo que usted tiene ansaimer —aseguró, antes de salir por la puerta murmurando.

Cerré la puerta y me deje caer en el mueble, sin hallarle explicación coherente a todo esto.

«¿Por qué me atribuyen cosas que yo no he hecho?».

«¿Cómo voy a hacer remodelar un apartamento?, cuando ni siquiera tengo en dónde caer muerta».

«Eso no tiene lógica».

Si no halla la verdad de todas estas cosas, voy a terminar loca.

Tomo el teléfono, tratando de tranquilizarme y leo el mensaje de Jak.

Fares: me alegra que hayas respondido, ya me estaba preocupando, pensé que algo malo había pasado 😔. Hoy 9:05 am.

Sonreí y escribí una respuesta.

Jak: no te preocupes todo está bien. Hoy 9:30 am.

«solo que mi cabeza está un caos».

Trate de calmarme lo más que pude.

«Tarde que temprano le encontraré lógica a todo esto».

Nada ganó con matar cabeza pensando en algo que no voy a entender.

Cierro los ojos y me dejó llevar.

«¿Por qué siento que mi vida es a veces como un laberinto?»

Poco a poco el sueño llega y me vuelvo a quedar profundamente dormida, como si no hubiera dormido en toda la noche.

A los pocos minutos comienzo a soñar.

Me veo en una inmensa casa, entre más la veo, más familiar me parece, es entonces cuando me doy cuenta de que estoy en la mansión de Jak.

A mi lado se encuentra un diseñador, al cual le estoy dando órdenes de como quiero que remodele la casa.

Me veo con un hermoso vestido de ceda el cual se arrastra por el suelo de lo largo que es, aún así me queda precioso.

—¿Que le parece, si ponemos un cuadro aquí? —dice el diseñador, señalando la pared que hay al lado de las escaleras.

Niego con la cabeza, mientras desciendo por las gradas.

Me dirijo a la sala.

—quiero el cuardro aquí —le indico al diseñador, —así mis hijos podrán contemplarlo, sin peligro de caersen por las escaleras.

—buena elección —aprobó el diseñador.

No sé si lo hizo porque estaba de acuerdo o por la sencilla razón de que soy yo la que toma las decisiones acá.

De repente siento que alguien me abraza por la espalda, rodeando mi estómago, pero en vez de asustarme me relajo, disfrutando del abrazo.

—y, ¿Como va mi amada con la remodelación de la casa? —pregunta Jak, sin dejar de abrazarme.

—hasta ahora va bien —dije dandome vuelta y quedando cara a cara con él.

Sé sentía tan bien.

—estaba pensando en poner un cuadro ahí —señale la pared.

El sonrió mirando la pared, luego se acerco más a mi y depósito un casto beso en mis labios.

—lo que tú digas amor está bien.

Abrí los ojos y sonreí al recordar el sueño, es como si acabara de soñar el futuro.

Según como Jak me trataba en el sueño, es como si ya nos hubiéramos casado, además yo hablaba respecto a la casa como si ya viviera ahí, incluso hablé de hijos.

«Si así me va a tratar Jak, cuando nos casemos, entonces si me quiero casar».

Es curioso que sueñe con la casa de Jak, cuando jamás la he visto en la realidad, ni siquiera en fotos.

De pronto el teléfono comenzó a timbrar, mire la pantalla y era Jak

Suspiré antes de contestar.

—hola —salude.

Un suspiro se escuchó del otro lado.

—Dios la bendiga hn Emily —saludo.

El solo escuchar su voz, hacía que todo mi ser revolucionará, ¿Como será cuando lo vuelva a ver en persona?.

—amén —dije sonriendo.

—¿Cómo estás?

—bien —dije sin saber que más decir.

Cuando hablo con él, hasta se me olvidan las palabras.

El volvió a suspirar.

—se puede saber, ¿Por qué hueles tan bien? —preguntó.

Frunci el ceño.

—¿Yooo?

—si, tu. Hueles a flores —respondió.

Instintivamente olí mi blusa y si, olía a flores, era el inconfundible aroma de la loción que usaba.

—¿Cómo lo sabes? —pregunté alarmada mientras miraba por todos lados.

El soltó a reír.

—solo bromeaba —dijo parando de reír —lo que pasa es que mi oficina está impregnada del olor a flores, ya que la secretaria dejo un ramo de flores aquí.

—aaahhh ya —suspire aliviada.

—¿Sabes algo Emily? —preguntó.

—no, no lo sé.

—te amo con todas mis fuerzas, después de Dios, y quiero que pronto estés por siempre a mi lado.

Me quedé sin palabras ante tal declaración, no sabía que decir.

Ustedes, ¿Que responderían?.

Abrí mi boca para decir gracias, ya que no sabía que más decir, ni siquiera sé si es correcto decir te amo antes de casarse.

Pero entonces la llamada se cortó y no pude decir nada.

Esperé a que volviera a llamar, pero no lo hizo.

Esperé un mensaje, pero tampoco llegó.

Mire el reloj y me di cuenta de que ya se acercaba la hora de alistarme, así que para que no me cogiera la tarde decidí comenzar a alistarme desde ya para ir al culto.

«Quiero darle una gran sorpresa a Jak»

Y ante todo quiero ir a darle las gracias a Dios, por haberme concedido llegar sana y salva.








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