Nota: antes de comenzar con este capítulo, que por cierto me demore una eternidad por publicar, disculpas a tod@s 🙏, estaba algo despreocupada, no le había puesto juicio, pero ahí les dejo alguito jajajaja.

He hecho esta nota con un propósito muy especial.

Es para felicitar a mi Tati, que en el día de hoy nos cumple quince añitos.

Ya se nos creció 😭😭😭😭.

Tati quiero decirte que me alegra mucho por ti, aunque me da melancolía que crezcas tan rápido, aún así te digo lo que le digo a Caro.

Para mí siempre serán mis niñas.

Te deseo lo mejor.

Que te den una fiesta inolvidable y que todo sea para la gloria de Dios.

Y pase lo que pase, nunca jamás, jamás, te olvides de tu creador, que te ha sustentado hasta el día de hoy.

Te quiero mucho.

Esto es para ti.

Santa Biblia Reina Valera 1960 - Proverbios 4
7 Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría;
Y sobre todas tus posesiones adquiere inteligencia.
8 Engrandécela, y ella te engrandecerá;
Ella te honrará, cuando tú la hayas abrazado.
9 Adorno de gracia dará a tu cabeza;
Corona de hermosura te entregará.

Santa Biblia Reina Valera 1960 - Proverbios 15
31 El oído que escucha las amonestaciones de la vida,
Entre los sabios morará.
32 El que tiene en poco la disciplina menosprecia su alma;
Mas el que escucha la corrección tiene entendimiento.
33 El temor de Jehová es enseñanza de sabiduría;
Y a la honra precede la humildad.

Felicidades, muchas felicidades.

No olvides que te quiero 😍😍😍😍.

Cuantos la felicitan?.

Cuantos le van a dar regalo?

Jajajaja

Besos a tod@s😘😘😘😘😘

Ahora si disfruten el capítulo.

Santa Biblia Reina Valera 1960 - Job 4
6 ¿No es tu temor a Dios tu confianza?
¿No es tu esperanza la integridad de tus caminos?

Cuando reaccione e intente cogerla, ya era demasiado tarde, ella se había caido y estaba inconsciente en el suelo.

El pastor se acercó y me ayudó a levantarla, a diferencia de Jak que estaba atónito, observando la escena, con el ceño fruncido, sin entender nada.

Luego de llevarla a la habitación y recostarla, volví a la sala con el pastor, el cual me dijo que la dejara descansar y que no me asustara.

Aunque si se me hace bastante extraño, mamá no es de desmayos, las únicas veces que ha pasado, fue cuando vio al señor Fares y hoy que vio a Jak.

Veo a Jak y este está parado en el mismo lugar, que cuando mi mamá se desmayó, no se ha movido ni un centímetro, y sigue con el ceño fruncido, luce como pensativo, preocupado.

Nunca lo había visto así, quisiera saber que es lo que está pasando por su mente.

Ahora la preocupación por mi mamá pasa a segundo plano y me preocupa Jak, no pensé que le fuera a impactar tanto distinguir a mi madre.

—todo bien? —pregunto acercándome.

El niega con la cabeza.

—ya es tarde —dice mirando al pastor —sera mejor que nos vayamos.

Me da una mirada triste, que refleja muchas cosas que no logro a entender, luego sin decir ni una palabra más, se va, dejándome hecha un mar de preguntas y de dudas.

Quedé totalmente confundida con su comportamiento, no logro a entender exactamente qué fue lo que pasó.

—Dios la bendiga hermana Emily —me dijo el pastor despidiéndose, también se veía confundido por el comportamiento de Jak.

—amén —respondí en un susurro.

Narra Jak:

Quedé sin palabras, quedé desconcertado, aturdido al ver a la mamá de Emily, por un momento pensé que solo era mi imaginación, pero luego de ver su cara de miedo y que se desmayó, hizo que mis sospechas aumentaran.

«sera que es lo que creo que es?»

«no»

«quiero creer que no»

Yo ya había visto a la señora Raquel antes, a través de fotos, cuando me dediqué a averiguar más de Emily, pero nunca le preste atención.

Al verla en persona, se me hizo recordarla de algún lado, relacionada con alguien que no es precisamente bueno, solo que no recuerdo bien con quién fue, ya que fue hace muchos años.

«Será que mi memoria me está jugando una mala pasada?»

«tal vez sea otra persona»

Seguramente me he confundido, pero qué tal si es la persona que creo que es, acaso no sería un gran problema?.

Si llegaré a ser así, como voy a casarme con Emily.

«Dios mio»

«¿Que haré?»

—esta todo bien? —pregunta el pastor, al ver que no he dicho nada durante toda la caminata hacia el coche.

—eso creo —respondí.

«Si es así como yo pienso, será que Emily está enterada de todo?».

«Si lo está, significa que todo fue una trampa».

El solo pensarlo me duele, ella sería incapaz de algo así, en sus ojos solo se ve inocencia, jamás he visto qué me mienta, trata de encubrir las cosas, solo cuando quiere defender a alguien, como en el caso de Shiney.

Pero que hay si me he vuelto un ciego por el amor que le tengo.

El olor a pescado putrefacto, hace que vuelva de golpe a la realidad, inmediatamente recurro a cubrirme con la bufanda, y aligeró el paso para llegar más pronto a la limusina.

«Esto es asqueroso, ¿Como es que hay casas por aquí?»

Finalmente llegamos a la limusina, entramos lo más rápido posible y cerramos la puerta, para evitar que el olor no entrara, aún así entro, es más, siento que todo yo, estoy impregnado de ese olor.

«apenas llegue al Jet, tengo que darme una gran ducha»

—como les fue? —pregunta la pastora —por qué llegaron tan pronto?

—la mamá de Emily se desmayó —responde el pastor, al ver que me quedé en silencio.

Ellos siguen hablando más, pero yo no les presto atención, mi mente está en otro lado.

No se que hacer exactamente, podría tomar el avión, irme y olvidarme de todo, pero que hay de lo que siento en mi pecho?, Como podré olvidarme de esta chiquilla?.

Tengo que hacer algo al respecto, no me voy a quedar con las manos cruzadas, necesito saber si mis sospechas, son verdad.

Media hora después.

—hemos llegado —anuncia el chófer.

Mis hombres abren las puertas, todos salimos, el Jet nos está esperando y es entonces cuando me debato en irme o en quedarme.

—disculpen —dije a los pastores —haré una llamada.

Tomé mi teléfono y me aleje de ellos, buscando privacidad, no quiero que imaginen cosas, aparte de la película que ya tengo en la cabeza.

Marco el número de Fares.

—si, Joven Xian —contesta la llamada, su voz suena tranquila.

Suspiro hondo.

—Fares, —me ahorro el saludo y voy al grano —hay algo que deba saber de la mamá de Emily?

El se queda en silencio, escucho que teclea en el computador.

Suspiro con impaciencia.

«responda Fares»

«¿Por qué se queda callado?»

Eso aumenta más mis sospechas.

—usted no me pidió que  investigará a Emily y su familia—responde cuando estaba a punto de perder la calma.

«¿Se atreve a poner a prueba mi paciencia?»

El tiene razón, yo nunca vi nada malo en Emily, jamás me atreví a hacerle una investigación profunda.

—pero si desconfía de Emily —sigue hablando Fares —yo mismo me encargaré de hacerle una investigación.

—no es eso —me apresuró a decir —yo no desconfío de ella.

—entonces es peor —dice Fares —desconfía de la voluntad de Dios.

—eso nunca —alzo la voz.

—entonces por qué quiere averiguar?.

«no lo había visto de esa manera».

Fin de la narración.

Narra Raquel:

Siempre he creído que uno mismo labra su propio destino, para bien o para mal.

Sé que si yo no le hubiera dado lugar al enemigo, mi vida fuera totalmente diferente, no estuviera en esta situación en el día de hoy, pero que puedo hacer?.

Quizás puedo arrepentirme, pero eso no impedirá las consecuencias de mi pecado.

Una de esas tantas consecuencias ha sido haber quedado en embarazo.

Sabía que dar a luz la hija de un asesino, uno de los hombres más codiciables de matar, por su larga trayectoria en el bajo mundo, me traería serios problemas. Aún así, me negué rotundamente a abortar, pienso que si lo hubiera hecho, sería peor la culpa.

Pensé que a pesar de mi error, podía ser feliz con Gustavo, pero me equivoqué, el cargo de conciencia, jamás me dejó ser feliz.

Además siempre vivía con miedo, con terror de que algo malo pasara.

Cuando estaba dando a luz, el parto se complicó, por un momento pensé que moriría y me iría al infierno por mi maldad.

Incluso le dije a Dios que si me ayudaba, yo confesaría mi maldad, no importando que Gustavo me dejara y tuviera que criar la niña sola, pero cuando di a luz y el temor a morir paso, no fui capaz de cumplir mis palabras.

Quedé totalmente cautivada con la belleza de aquella pequeña criatura que lloraba en mis brazos, se veía tan delicada tan frágil, que me prometí a mi misma protegerla, no importando si tuviera que sacrificar mi vida.

Pasaron los segundos, los minutos, las horas, los días, las semanas, los meses, incluso los años, como si nada hubiera pasado, incluso pensé que Dios se había olvidado de mi maldad y que no me pasaría la cuenta de cobro.

Pero estaba totalmente equivocada, ya que en la oscuridad, en las tinieblas, donde nadie puede ver, siempre hubo alguien, observando como esta pequeña crecía, inocente de todas las cosas.

Finalmente un día, mi peor pesadilla se hizo realidad, para ese entonces, mi niña tan sólo contaba con cuatro años de edad.

Ese día Gustavo llegó feliz a la casa, porque su jefe le había regalado unos tiquetes para viajar, por causa de los cumpleaños de Emily, quién iba pensar que esto era obra de él que fue la causa de mi perdición.

Llegamos a las islas de San Andrés, estábamos super felices, contábamos con todo pago, desde el hotel hasta todo lo que quisiéramos comer, que más podíamos pedirle a la vida?.

Me sentía como esposa rica.

Nos encontrábamos en la playa, disfrutando del sol, Emily no paraba de jugar con un balde y una pequeña pala, estaba construyendo castillos de arena.

—no te acerques al mar —le advertí —no sea que un tiburón te coma.

—si mami, lo sé —dijo con esa voz frágil y hermosa.

Me quedé mirandola trabajar en armar un castillo, que se desmoronaba en la mitad, a pesar de ello, ella lo volvía a intentar.

«Yo no le veo lógica».

Ni siquiera puedo disfrutar del sol con tranquilidad, por estarle poniendo cuidado.

—relajate amor —dice Gustavo a mi lado, el también está disfrutando del sol. —no le pasará nada.

—que tal si se pierde —le digo.

—no se perderá —dice con seguridad —tu solo disfruta del sol con tranquilidad, yo me ocuparé de vigilarla.

—¿Seguro? —pregunto.

—muy seguro —responde.

Fue así que confiada en sus palabras me relajé y termine quedándome dormida.

Grave error, porque cuando me desperté, Gustavo también se había quedado dormido y Emily no aparecía por ningún lado.

Su verdadero padre se la había llevado, estaba más que segura, comencé a gritar como loca.

—calmate mujer —dice Gustavo, despertando por mis gritos.

—mi hija —digo en un lamento.

El se percata de ello y comienza a asustarse, pero no lo está como yo, ya que hay muchas cosas que no sabe.

—no te preocupes, —dice en un intento por calmarme —no ha de estar muy lejos, la encontraremos. —pone sus manos sobre mis hombros.

Me lleno de rabia y quitó sus manos de sobre mi.

—no la encontraremos —grito con la respiración agitada —el se la ha llevado.

El me mira confundido.

Ya no me importa que se entere de todo, al fin y al cabo, Emily ya no está, que era lo que importaba.

—estas histérica —dijo haciendo que me sentara —incluso estás hablando cosas sin sentido.

Yo no paraba de llorar, tal vez el no sentía lo mismo porque no tenían el mismo ADN.

Llore desconsoladamente, porque sabía que ya nada se podía hacer.

Muchas gente se acercó a ver lo que estaba pasando.

—ya mujer —dijo acariciando mi cabello —ire por ella y la traeré —afirmó con seguridad.

Eso era imposible, la había perdido para siempre.

—mamá, mamá —escucho la voz de Emily que me llama.

Abro los ojos lentamente, volviendo al presente y recordando todo lo que pasó antes de que me desmayara.

—estabas delirando, incluso me llamabas dormida —dijo preocupada.

Me mande una mano a la cabeza, sintiendo dolor en la parte de atrás, supongo que es por el golpe.

—que me ha pasado? —fingo no recordar nada.

«Quizás así gane un poco más de tiempo».

—Jak vino —me informo —te desmayaste luego que el se presentará.

Hubiera deseado que no pronunciará ese nombre, pero que se puede hacer, tal parece que se le metió por los ojos.

Ya se me están agotando las estrategias, no se que mas hacer para separar ese par, tendré que acudir a medidas extremas, jamás imaginé que fuera a venir, me ha tomado con la guardia baja y no se que hacer y lo que más miedo me da, es que sepa quién soy yo.

Esa mirada que me dio, fue como si me recordara de algún lado, si es así, estoy totalmente acababa o peor aún, destruida si se pone a  investigar y le llega a decir la verdad a Emily, ella me odiara por el resto de su vida.

—mamá —dijo Emily moviendo su mano frente a mi.

—si?

—si me estás escuchando?

—si —respondí cerrando los ojos —eso creo.

—te pusiste pálida, cuando nombre a Jak, pensé que volverías a desmayarte.

—no, —dije sin abrir los ojos, estaba pensando cómo actuar de ahora en adelante —la verdad es que no recuerdo haberlo visto llegar. —la voz me sonó débil.

—no lo recuerdas? —preguntó Emily un poco incrédula —pero si él estuvo aquí, además vino acompañado de el pastor de los Ángeles California. —me explico.

«lo recuerdo perfectamente»

Abro los ojos y la miró con enfado.

—que hacía ese sujeto aquí? —pregunto. —prometiste que te olvidarias de el, ¿Como es que lo has traído hasta aquí? —levante la voz.

Emily se puso nerviosa, pude ver como se sobresalto al ver mi drástico cambio.

—el...el... —trago grueso, su voz sonaba temblorosa —el ha... venido a...a...

—a que? —grito.

Se perfectamente a que vino, pero quiero ver si es capaz de decirmelo

Ella comienza a asustarse más, por causa de mi gritó.

«Tal vez si la intimidó lo suficiente, se olvidará de el totalmente».

Sus ojos comenzaron a cristalizarse.

Hacía lo imposible por no dejar salir las lágrimas, pero estas estaban al borde.

«no debí haberla dejado ir a la convención»

—será mejor que descanses —dijo con la voz temblorosa, tragándose las lágrimas.

Yo asentí dándole una mirada fulminante, ella se apresuró a salir de la habitación.

Bien, ahora tengo que pensar en un plan, ¿Que se supone que haré si ese sujeto vuelve?, Aunque cabe la posibilidad de que sepa quién soy y que piense que Emily lo sabe y que ha estado jugando con el todo este tiempo y decida irse para siempre sin pedir ninguna explicación y cortando para siempre la comunicación con ella.

Pero también está la posibilidad de que vuelva a pedir la mano por ella, incluso sabiendo la verdad, tal vez se de cuenta de que Emily no lo sabe y use eso en contra mía.

Pero eso sería algo muy bajo de su parte, no creo que se atreva a tanto, quizás el si tenga un corazón sencible.

Trato de dormir, pero es imposible, sabiendo que estoy al borde de la desgracia, lo único que hago es pensar en un plan y después de pensarlo tanto se me ocurre hacer lo último que haría en mi vida, pero que en este momento no me queda de otra.

Llamar al papá de Emily.

El siempre me dejó su número, en caso de que tuviera alguna emergencia, pero jamás pensé que lo necesitaría, siempre supe arreglarmelas por si sola, pero en estos momentos no creo ser capaz de enfrentarme a un Xian.

Tomé el teléfono con miedo, sabía que lo que estaba a punto de hacer, marcaría un antes y un después en mi vida, pero que se le iba a hacer.

Ni siquiera alcanzo a timbrar la segunda vez, era como si estuviera esperando mi llamada.

—pense que nunca llamarías —fue lo primero que dijo.

Sentí un escalofrío recorrer por todo mi cuerpo al escuchar su voz tan siniestra.

—Jak vino aquí —digo con voz temblorosa —creo que vino a pedir la mano de Emily.

Trago grueso, esperando su respuesta.

—eso ya lo sé —comentó con tranquilidad —dime algo que no sepa.

—¿crees que sabe quién soy? —pregunto con miedo.

—lo más seguro es que si —responde sin inmutarse.

El terror se apoderó de mí, ante sus palabras, si el decía algo, era porque era así.

—necesito tu ayuda —suplique.

El suspiro con satisfacción.

—¿que quieres que haga?.

—me temo que si Jak vuelve, no seré capaz de encararlo, haste cargo de Emily por favor —dije con lágrimas en mis ojos.

Sentí mi corazón comprimirse dentro de mi, le estaba entregando lo único que me quedaba, pero sé que en estos momentos el puede protegerla de los Xian.

Era lo último que quería hacer, pero no tenía más opciones, el único que tenía el poder de separarlos era el y la única forma de que lo hiciera, sería si se la entregaba.

—no sabes cuánto años espere por esto —contesto —ahora quiero que hagas todo lo que te voy a pedir.

—de acuerdo —dije con la voz quebrada —solo no la  destruyas, no le quites su inocencia, no la vuelvas un monstruo —pedí.

—lo intentaré.

Fin de la narración