30. BUSCA LA VOLUNTAD DE DIOS
Santa Biblia Reina Valera 1960 - Cantares 8
6 Ponme como un sello sobre tu corazón, como una marca sobre tu brazo;
Porque fuerte es como la muerte el amor;
Duros como el Seol los celos;
Sus brasas, brasas de fuego, fuerte llama.
Después de que Jak volvió a su lugar, el pastor continuo con la dirección del culto.
Hice todo lo posible por estar atenta, pero no les voy a negar que por ratos me distraía, pero cuando eso pasaba, recordaba que Jak era casado y me volvía a meter en el devocional.
Aún así hay varias cosas que no comprendo, por qué si es casado me sonríe, y siempre que se acaba la oración y lo veo, el también me está viendo a mi, eso me tiene bastante confundida.
Quisiera hablar con el y preguntarle muchas cosas, pero sé que no es correcto, ya que es un hombre casado, aún cuando me duela aceptarlo, pero es la verdad.
Después de la dirección, el pastor le entrego el micrófono a otro pastor, el cual se encargó de la predicación.
El tema era: BUSCA LA VOLUNTAD DE DIOS.
basado en el libro de Génesis, sobre Isaac y Rebeca.
Decía que era muy importante buscar la voluntad de Dios y no dejarse llevar por los sentimientos, ya que podrían hacer que termináramos descarriados.
También dijo, que después de tener la confirmación de Dios, no era correcto huir de su beneplácito, que debíamos ser entendidos y acatar la bendición de Dios.
Muchos decían amén, otros glorificaban a Dios y otros simplemente guardaban silencio, como Viky, que solo habría la boca para molestarme con Jak.
Yo decidí hacer de cuenta que Jak no estaba, para poderme concentrar y efectivamente lo logré.
La gloria de Dios cayó de manera poderosa, todos los jóvenes queríamos estar en el altar, la ministración fue tan gloriosa que no podíamos parar de llorar.
Finalmente todo lo bueno tiene que acabar.
Todos volvimos a nuestros puestos y otro pastor comenzó a dar los anuncios, luego oro por las peticiones y para ser despedidos.
—Dios los bendiga, nos podemos saludar en el amor del Señor —dijo el pastor, dando por terminado el servicio.
No me pude aguantar las ganas de mirar hacia donde estaba Jak, así que miré, pero me fue imposible mirarlo, ya que multitudes de jóvenes estaban ahí, eran como una avalancha, todos querían interactuar con el.
—vamos a saludarlo —dijo Viky enganchandose de mi brazo.
—nooo —respondi de inmediato —como cree.
Me moría por saludarlo, pero que se supone que le diga, que lo felicité por su boda y luego termine hecha un mar de lágrimas.
«No, de ninguna manera».
Lo que debo hacer es irme lo más pronto posible, para no seguirme torturando.
—pués si tú no quieres, yo si —dice Viky —así que vamos —comienza a jalarme.
Comenzamos a luchar, ella a querer llevarme hasta allá, y yo resistiendome.
Los hermanos que pasaban por nuestro lado, nos miraban como si estuviesemos locas, y no era para mas, con el numerito que estábamos haciendo.
—ya, suficiente —la regañé, soltandome finalmente de su agarre —he dicho que no, no puedes obligarme.
Ella me dio una sonrisa pícara.
No entendí por qué lo hacía, ya que la acababa de regañar, pero al instante lo entendí.
—hn Emily —escuche la voz de Jak, tras mis espaldas.
Me quedé sin aliento.
«No puede ser, viene para acá».
—creo que voy al baño —dijo Viky, giñandome un ojo.
Yo le di una mirada de súplica para que no me dejara, pero más rápido lo hizo.
No me quedaba otra opción, que saludar a Jak y ni siquiera sabía cómo tratarlo, o como hablarle, estaba hecha un desastre por los nervios, todo mi cuerpo temblaba y las manos me sudaban.
Poco a poco me fui volteando para verlo, el venía caminando con elegancia hacia mi dirección, con las manos en los bolsillos, el lucía bastante relajado, no como yo, que parecía que en cualquier momento iba a caer desmayada.
Entre más se acercaba, más difícil me era para mi controlar la respiración, muchos se atravesaban en su camino para saludarle, pero los escoltas no los dejaban acercarse.
Su mirada estaba clavada en mi, igual que la mía en el, no podíamos dejar de mirarnos, se sentía una química bastante fuerte.
Por un momento sentí la necesidad de salir corriendo hacia sus brazos, pero tuve que poner mucha fuerza de voluntad, para abstenerme, ya que eso sería digno de disciplina.
Tampoco sé que hago aquí esperando a que llegue, viendo que ya el está casado. Debería de irme, lo malo es que mis pies no quieren moverse, y yo tampoco quiero que lo hagan.
Justo cuando ya iba a llegar a mi, se oye una voz.
—hn Jak, hn Jak —era la inconfundible voz de la hn Ximena llamándolo.
El pareció no escucharla, porque siguió caminando como si nada.
—hn Jak —insistio ella, tratando de llegar a el, pero los escoltas se lo impedían —el pastor lo necesita.
—ahora voy —contesto Jak con frialdad, ni siquiera se molestó en mirarla.
Quise saludar a la hn Ximena, pero para ella solo existía Jak.
—el pastor dice que lo necesita inmediatamente —volvio a hablar la hn Ximena.
El detuvo sus pasos, quedando a tan solo dos metros de mi.
Me dio una mirada dulce, haciendo que mi corazón se derritiera.
—esperame, por favor —dijo antes de darse la vuelta e ir hacia donde estaba la hn Ximena
Me quedé mirando como el paso de largo, dejando a la hn Ximena con la mano extendida y se dirigió hacia donde estaba el pastor.
Comenzaron a hablar, como estaban tan lejos, me era imposible saber de que hablaban, solo miraba a Jak asentir con la cabeza, una que otra vez volteaba a ver en mi dirección, para asegurarse de que no me hubiera ido.
Sentí una mano sobre mi hombro.
Gire mi rostro y me encontré con Matías.
—te estaba buscando Emily —me dijo —Dios te bendiga.
—amén —respondi, dándole una sonrisa de boca cerrada —como estás, que tal tu viaje?
—un poco fatigoso —respondio —pero aquí estoy —sonrio —y que tal estuvo el tuyo?
—lo mismo —le respondí.
El miro por encima de mi hombro y se puso tenso, fui a mirar para saber qué pasaba, pero el me habló.
—tenemos que salir de aquí —dijo —ya dieron la señal de evacuar.
Mire a mi alrededor y me di cuenta de que solo estabamos nosotros y el pastor que estaba en la plataforma hablando con Jak.
—ven —dijo tomándome del brazo y dirigiéndome a la salida.
Yo lo seguí.
Sentí un poco de dolor e impotencia por no haber podido hablar con Jak, pero creo que es lo mejor, ni siquiera sabía cómo tratarlo.
Termine volviendo con Matías al hotel, ya que no encontré a Viky por ningún lado, además Matías estaba muy afanado y no tuve tiempo de buscarla bien entre la multitud.
—Dios te bendiga —le di la mano a Matías despidiéndome.
—amén —dijo sin soltar mi mano.
Se quedó mirandome, como si quisiera decirme algo, pero no supe que era.
El ambiente se comenzó a tornar incómodo, yo trate de soltarme de su mano, pero el me lo impidió.
—Emily —dijo sin soltarme, sus ojos estaban cristalinos —prometeme que no vas a dejarme.
Me quedé en shock, al escucharlo decir eso, no entendía nada.
—solo prometemelo por favor —volvio a hablar —promete que no te irás con ese sujeto.
«A que sujeto se refería?».
Lo mire sin comprender nada.
En ese momento apareció Viky, salvandome la patria.
—oye que te pasa? —le grito a Matías, separando nuestras manos.
Matías la miró molesto, abrió su boca para responder, pero Viky no de dio tiempo, ya que me tomo de la mano y me llevo adentro.
—te deje sola, para que hablaras con Jak, no con Matías —dijo mientras entrábamos al ascensor.
Pensé en rebatir, pero mejor me quedé callada, no me placía ponerme a discutir con Viky en estos momentos.
Me sentía muy confundida, no entendía que era exactamente lo que Jak estaba tratando de hacer.
Salimos del ascensor y entramos a la habitación.
Me deje caer en la cama.
—no lo entiendo —pense en voz alta.
—Matias es un oportunista, que se aprovecha de tu nobleza, así como lo hace tu madre y como lo hago yo a veces o ese tal Zuar. —respondio Viky, acostándose a mi lado.
«Ahora sí que no entiendo nada».
—no me refiero a Matías, me refiero a Jak. —dije frustrada mirando el techo.
—que no entiendes de el? —pregunto mirandome.
Suspiré.
—no entiendo por qué me miró todo el tiempo, aparte de ello, me saludo en público y por si fuera menos, cuando se acabó el culto me llamó. —le respondí.
—es normal que sea así contigo —contesto Viky emocionada —el te ama demasiado.
La mire con enfado.
—si es así, entonces por qué se casó? —pregunte.
Ella cogió una almohada y me la tiró en la cara.
—acaso eres sorda —me reclamó —no escuchaste lo que dijo el pastor, acerca de su matrimonio.
Tomé la almohada y le pegue.
—claro que lo escuche —respondi —pero no entendí —hice un puchero.
Ella suspiró.
—pués si no entendiste, no seré yo la que te lo explique —contesto —tendras que hablar con Jak, el te sacará de tus dudas y ahora a dormir, porqué mañana iremos nuevamente por los primeros puestos.
Se puso la pijama, luego se tapó de pies a cabeza quedando profundamente dormida, en cambio yo no podía dormir por estar pensando y cada vez que cerraba los ojos, aparecía la imagen de Jak, tocando el piano.
Día siguiente.
Al ver que no podía reconciliar el sueño, me arrodille a las horas de la madrugada y comencé a orar.
Le dije a Dios que por favor tomara el control de mi vida, que no me dejara llevar por los sentimientos, que El se hiciera cargo de mi situación y me ayudara a comprender todo, ya que mi cabeza estaba hecha un lío, también le pedí que me bendijera de una manera muy especial en esta convención, ya que yo no quería solo conocer Medellín, o quizás solo hacer más amigos, yo había venido con un propósito y era que Dios me llenará de su Santo Espíritu.
Luego de hablar un largo rato con mi Padre celestial, finalmente pude dormir, aún en medio del calor que estaba haciendo, que ni siquiera el aire acondicionado lo podía opacar.
—Emily, Emily —me llama Viky, mientras me sacude.
—uumm —dije sin abrir los ojos.
Que hace que me quedé dormida y ya Viky me está llamando, eso es muy molesto.
—levantate —me dice —de lo contrario vamos a llegar tarde —comenzo a quitarme la delgada manta que me cubría.
Me senté en la cama, quitándome las lagañas, mi sueño estaba inconcluso, no había podido dormir casi nada.
Viky esta parada frente a mi, mirandome con preocupación.
No le prestó cuidado y sigo desperezandome.
—estas bien? —preguta —todavia sigues enferma?.
—estoy bien —respondo, tratando de arreglar mi cabello —solo que tengo mucho sueño, por qué?
—es que estás bañada en sudor —respondio.
—es normal por la calor —digo sin ponerle cuidado.
Ella se acerca y toca mi frente.
—Dios mío Emily —dice escandalizada —estas ardiendo en fiebre.
Toco mi frente que está llena de sudor, pero la siento normal.
—no es nada —dije tratando de tranquilizarla.
Aveces Viky forma una tormenta en un vaso de agua.
Me baje de la cama, ante la atenta mirada de Viky, que me veía como si me hubiera salido otro ojo.
Comencé a caminar hacia el baño, pero de un momento a otro, caí al suelo y por más que intente pararme, no pude hacerlo.
—Emily, ahora sí me tienes muy asustada —dijo Viky ayudándome a levantar.
Me llevo de vuelta a la cama y me recostó.
—ire a la farmacia —me informó —no te muevas.
Yo asentí.
La verdad es que tampoco podía hacerlo, ya que mi cuerpo estaba muy débil, yo creo que fue porque no pude dormir bien anoche, poco a poco mis ojos se vuelven a cerrar.
Horas después.
Abro los ojos, sintiendo una calor horrible, mi cabello está bañado en sudor, la sábana también, incluso mi ropa.
Me senté en la cama con mucho esfuerzo, ya que me siento bastante cansada, veo una nota y la tomo en las manos.
Era una nota de Viky, decía que me cuidara mucho, que ella se había ido para la convención, y que me tomara la medicina y la comida que me había dejado.
Tomé la medicina y la comida, volví a acostarme en el otro lado de la cama que estaba seco, volviendo a quedar dormida.
—Emily —escucho la voz preocupada de Viky.
—si —digo abriendo los ojos.
—como estás? —toco mi frente.
—creo que ya mejor —respondo, dándole una sonrisa —gracias por todo, no quería preocuparte.
—no es tu culpa, que te hallas enfermado. —contesto.
Me ayudó a levantarme y cambio las sábanas, luego me ayudó a cambiarme de ropa, ya que me sentía bastante débil y no pude hacerlo sola.
—alguien pregunto por ti —me dijo, mientras me acostaba.
—Matias? —pregunte cerrando los ojos.
—ese siempre pregunta —respondio —pero me refiero a otra persona.
Inmediatamente pensé en Jak, pero no creo, además por qué habría de preguntar?, Eso no tiene lógica.
—uno de los jóvenes de la iglesia? —pregunte nuevamente.
—no, —respondio —fue Jak —dijo con una sonrisa de oreja a oreja —después de que se acabó el culto se acerco a mi, ante la mirada atenta de todos y me saludo, me sentí la mujer más privilegiada del mundo, ese chico es súper guapo, luego de saludarme pregunto por ti.
Mi corazón que había estado un poco triste, comenzó a alegrarse al escuchar esas palabras, una sonrisa apareció en mis labios.
—que le dijiste? —pregunte abriendo los ojos, el sueño se había ido.
—le dije que estabas enferma y dijo que vendría a verte —respondio.
Me senté en la cama de una.
—que, que? —pregunte con el anhelo de haber escuchado mal.
Viky soltó a reirse, yo la mire molesta.
—solo estaba bromeando, el si quería venir, pero tenía ensayo, se ofreció a mandar un médico, pero yo le dije que no era necesario. —respondio
—en serio?
—siiii —dijo emocionada —deberias de sentirte muy afortunada, de tener un chico así a tus pies.
—deja de decir tonterías —la regaño.
—es la verdad —continuo —incluso me pidió mi número para llamarte.
Si sigue hablando, hará que no pueda dormir en toda la noche, me volteo para el otro lado, dándole la espalda y me tapo los oídos con la almohada para no escuchar sus palabras.
El teléfono comienza a timbrar.
—es Jaaaakkkk —canturrea Viky.
«Que este mintiendo».
«Que este mintiendo».
Me giro para ver y ella contesta.
—aló —pone el teléfono en alta voz.
—hola —escucho la inconfundible voz de Jak.
Mi corazón comienza a saltar de la emoción al escucharlo, eso quiere decir que Viky no estaba mintiendo.
—ya estás con Emily? —pregunta
Creo que me va a dar algo.
—si, aquí está a mi lado, escuchando —responde Viky.
—hola Emily —me saluda Jak.
La piel se me eriza, la lengua se me trava y soy incapaz de hablar, además no sé que decirle.
—parece que no quieres hablar —continuo Jak hablando —Viky serías tan amable de prender la cámara, ya que no quiere hablarme, al menos concédeme el privilegio de mirarla.
Sentí que iba a morir.
Le di una mirada suplicante a Viky, para que no lo hiciera, pero a ella le dio igual, porque fue a presionar la pantalla para prender la cámara.
—noooo —grite quitándole el teléfono.
—ahora si puedes hablar? —pregunto Jak con diversión en la voz.
Mi cara se puso roja de la vergüenza, solo con oírlo, se imaginan donde lo estuviera viendo.
—ya....ya...es ....tarde....pa..pa....para...ha... hablar —respondi tartamudeando.
Viky me miraba con una sonrisa divertida, por lo visto, lo estaba disfrutando.
Jak suspiro.
—hacía tanto tiempo que no escuchaba tu voz —comento de manera dulce.
Mi corazón se aceleró más, mis manos comenzaron a sudar.
Escucharlo decir ello, hacia que todo mi ser se pusiera feliz.
Sentía como si...
Como si....
Ash.....
No se como explicarlo.
—entonces hablamos mañana? —pregunto.
—umjum —dije sin aliento.
—mas te vale que cumplas y no salgas corriendo con ese sujeto, como ayer, de lo contrario iré a buscarte —dijo con seguridad.
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