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24. MI MADRE ES LA MEJOR

Santa Biblia Reina Valera 1960 - Cantares 5
6 Abrí yo a mi amado;
Pero mi amado se había ido, había ya pasado;
Y tras su hablar salió mi alma.
Lo busqué, y no lo hallé;
Lo llamé, y no me respondió.


—y bien, que es aquello que tenías que decirme? —le pregunto a Zuar.

El me dio una sonrisa de medio lado y se rasco la cabeza.

—creo que lo olvidé —respondio.

«Tan gracioso el, solo me hace esperar por nada».

—entonces creo que ahora sí me voy —dije parandome.

El se recostó en la silla y sonrió.

—cuidate por favor —dijo —no seas tan confiada, a veces la persona que uno menos espera, le puede clavar el puñal en la espalda.

—okey —dije tomando mi mochila —lo tendré en cuenta.

El clavo su mirada en mi mochila, se puso de pie y se acercó, mire mi mochila a ver si tenía algo raro o si era que estaba abierta, pero ella estaba intacta.

—lindo llavero —comento, tomando en sus dedos la cajita indescifrable.

—gracias —respondi —nos vemos.

Comencé a caminar hacia la salida y de pronto sentí una punzada en mi pecho, como un mal presentimiento.

Sentí que pronto no volvería a ver a Zuar y eso me dolió, voltee a verlo.

El me miró y movió su mano en modo de despedida.

Yo sonreí y volví la vista al frente.

«Presentimientos tontos».

Camine lentamente, no tenía muchos anhelos de llegar a casa, ya que lo más seguro es que Viky le allá informado a mamá, de que estaba con Zuar y no tengo ánimos de que me regañe.

Aunque se que por muy despacio que camine, tarde que temprano llegaré y ella me regañara.

Lo único que estoy haciendo es atrasar lo inevitable.

Tengo miedo de que mamá de pronto se enoje y cambie de parecer acerca de lo de Jak.

«Será mejor que cuide bien mis pasos y no vuelva a tratar con Zuar».

Aunque solo pensarlo me da tristeza.

«Creo que mejor seguiré tratando con el, además casi no lo veo, es sólo una vez en cuando».

Llegó a casa y la puerta está entre abierta.

Entro tratando de no hacer ruido, pero de una me encuentro a mamá sentada en el comedor cenando.

—hola ma —saludo y me quedó mirándola a la espera del regaño.

—hola —contesto y siguió comiendo como si nada.

Pensé en seguir mi camino hacia la habitación, pero se que si lo hago ella va a detenerme, ya me la conozco, así que mejor espero.

—que? —levanto su vista del plato —que me vez? —pregunto al ver que no dejaba de mirarla.

«pues estoy esperando el regaño»

—nada ma —respondo desviando mi mirada.

Ella vuelve a seguir comiendo.

«Es que acaso no piensa regañarme?»

«seguro Viky no le dijo nada»

Aún así, porque no me ha preguntado el por qué de mi llegada tan tarde.

«Esto está muy extraño».

—sigues ahí parada? —volvio a preguntar —si estás esperando cena, yo no te guarde, Viky dijo que estaban comiendo hamburguesas.

—Viky?

—si, ella me llamó y me contó el porque estabas tan retrasada en llegar a casa.

—am entiendo —respondi.

Y me dirigí a mi habitación, sin entender ni “mu” de lo que estaba pasando.

Desde cuándo Viky llama y miente a favor mío, cuando en el puesto de comidas rápidas me amenazó con contarle a mamá.

«Que es lo que le pasa?, O que es exactamente lo que está tramando?».

Tanta amabilidad de ella, me comienza a asustar, creo que me está dando chance para luego darme un golpe mortal.

Entro a mi habitación y cerrada la puerta, me arrodilló a orar

Días después.

Finalmente he podido volver a ver a Jak, el corazón está por salirseme de la felicidad tan inmensa que estoy sintiendo.

Estoy en su casa o mejor dicho, Mansión.

Vive como un príncipe en un palacio, estoy anonadada contemplado todo lo que tiene, es la primera vez que vengo a este lugar y es simplemente hermoso.

—espere aquí señorita —dice un joven escolta, señalándome unos muebles —el joven Xian está atendiendo unos asuntos pero pronto la atenderá.

Yo asiento con la cabeza y me dirijo hacia los muebles, son hermosos, hermosísimos e impecables, jamás había visto muebles así.

«Mejor no me siento, no sea que los arruine».

Decidí mejor seguir paseándo en la sala, disfrutando la buena vista.

Luego de observar todo con detalle en la sala, no hallaba más que hacer y ya me dolían los pies.

Busque al escolta pero no lo encontré, seguí esperando pero nadie llegó, era como si estuviera sola en esta casa.

Me sentí agobiada y frustrada.

«Será que Jak no quiere verme?».

Espere un rato más, pero no veía nadie, pensé en buscarlo, en tocar alguna puerta, pero creo que eso sería exceso de confianza.

Será mejor que me vaya.

Camine hacia la salida, pero no encontré la puerta, donde hace unas horas atrás estaba la puerta, ahora solo había una pared.

«Acaso me están jugando una broma?».

No puede ser, no había ni el más mínimo rastro de una puerta.

«Tal vez me he perdido»

Pero todo está igual, como cuando entre, lo único que falta es la puerta.

No pueden haber dos lugares exactamente igual.

Me estoy comenzando a asustar, vuelvo a la sala y comienzo a buscar otra salida, pero no la hay, solo hay ventanas y están perfectamente cerradas.

«Como es posible que a una casa se le pierda la puerta?»

Eso es inaudito, yo entre por una puerta, como es que ahora no está?

Me cansé de caminar alrededor y no encontré salida, o esto es una broma bien planeada o yo me estoy volviendo loca.

—hola —comienzo a llamar —hay alguien aquí?.

Silencio total, un silencio que daba miedo.

«Ya no quiero ver a Jak, ahora lo que quiero es irme».

«Jak»

Eso es, llamaré a Jak.

—Jak —grito. —hn Jak.

Cero respuesta.

—Jaaaaaak —grito nuevamente.

Pero nada.

Comienzo a gritar y gritar su nombre, pero no responde, no me queda otra opción que subir las escaleras.

Llegó al segundo piso y sigo gritando su nombre y golpeando puertas, pero nadie me responde, ni siquiera se ve una empleada, nada, nadie.

La angustia se apodera de mi, ahora no solo golpeó las puertas, sino que también intento abrirlas, pero están con seguro, además son demasiadas.

Ya estoy cansada de intentar abrir y de llamar, sin éxito alguno y todavía me faltan muchas puertas por tocar.

Me recuesto en una que aún no e tocado para recuperar un poco el aliento, pero está se abre, haciendo que caiga dentro sentada.

Me paro torpemente y lo veo.

Es Jak, está parado dandome la espalda, frente a la ventana, lleva un traje negro y sus manos descansan en sus bolsillos.

«Porque no me contestó?».

«Es que acaso no me escucho?»

—Jak —lo llamo en un susurro.

El no responde y ni siquiera se inmuta.

—Jak —vuelvo a llamarlo más fuerte.

Pero tampoco me responde.

Mi corazón se llena de dolor, por lo visto ya no le importo.

—Jak —dije con la voz quebrada, al borde de las lágrimas.

Pero el siguió parado como si nada, ni siquiera se movió.

Camine hacia el, con pies temblorosos, pero cuando estaba a punto de tocarlo, el levantó su mano indicándome que me detuviera.

Me pare en seco.

—lo siento —dijo con frialdad, ni siquiera se molestó en mirarme —llegas tarde.

Todo se derrumbó, caí al suelo mientras lloraba, Jak no me podía estar haciendo esto a mi?.


Abro los ojos de golpe y quedó sentada en la cama, un sudor frío baja por mi cien, mis ojos están llenos de lágrimas y mi corazón late descontroladamente.

No entiendo porque tuve esa pesadilla y lo peor de todo es que se veía tan real, lo que más me duele es que Jak estuviera ahí y que me tratará de esa manera.

Me desprecio, dijo que ya era tarde, en su palabras no había amor, solo había dureza.

«Será que ya se olvidó de mi?»

Siento una punzada en mi pecho y lágrimas corren sin cesar por mis mejillas.

La puerta se abre bruscamente, levantó la mirada y veo a mamá, la cual me mira asustada.

—vine porque te escuché gritar —dijo acercandose.

Se sentó en la cama y me abrazo.

—fue horrible mamá —le digo llorando.

—tranquila —dice sobando mi espalda —solo fue una pesadilla.

—que tal se haga realidad —digo con horror.

—naahh —dijo sin dejar de abrazarme —eso solo pasa en las películas.

Fue tanto el impacto que causó en mi está pesadilla, que mi mamá le tocó quedarse a dormir conmigo consolandome.

Abro los ojos perosozamente, aún con mucho sueño, miro la hora y el sueño se me espanta.

Ya es medio día.

«Como pude dormir tanto?».

Es raro que mi madre no haya venido a despertarme, además hoy era mi turno de trabajo, recuerdo la pesadilla pero ya no me afecta tanto como anoche que lloraba como una niña desconsolada. Que bueno que mi mamá estuvo ahí.

Miro el calendario que está pegado a la pared y confirmo que hoy es el día, el gran día que finalmente podré volver a contactar con Jak.

Me tiró de la cama y tomo y toalla.

Minutos después.

Después de ponerme lo mejor que tengo, salgo de la habitación dando saltitos de felicidad, por fin el plazo se a cumplido, ya nada, ni nadie impedirá que esté al lado de Jak.

«Seremos felices y comeremos perdices».

Esperen...

«Que es eso?».

«Mejor no, comeremos otra cosa».

Llegó a la sala y me encuentro con mamá.

—hola mamá —digo abrazándola y dándole un beso en la mejilla —como amaneciste?

—bien y tú?

—bien, por que no me llamaste para ir a trabajar? —pregunto.

—porque hoy es un día muy especial, —respondio con una sonrisa —hoy se te cumplió el plazo, así que pedí el día libre.

—en serio mamá? —digo emocionada —hiciste eso por mi?

—por supuesto cariño —respondio sin dejar de sonreír —aparte de ello, te prepare un delicioso almuerzo, tu comida favorita.

No lo podía creer, mi mamá estaba actuando como la mejor mamá del mundo, o tal vez siempre fue así, solo que apenas lo he notado.

—gracias, mamá —le digo con lágrimas en los ojos —estoy muy feliz de que por fin hayas aceptado mi relación con Jak.

—cariño si eso te hace feliz lo aceptaré —contesto con delicadez —ya no seré la causante de tus lágrimas en la noche, al principio creí que era un capricho, nada serio, por eso me interpuse, pero al ver que todavía sigues insistiendo en querer verlo, no me queda duda de que realmente estás enamorada de él.

Había anhelado tanto escuchar esas palabras.

Volví a abrazarla fuertemente.

«Mi madre es la mejor».

—bueno, ya —dijo mamá soltandose de mi abrazo —deja de sentimentalismos y ponte a almorzar, para que llames a tu príncipe.

—si ma —dije con una sonrisa, mientras secaba las lágrimas que tenía en mis mejillas.

Mi madre me hizo sentar a la mesa y efectivamente me trajo mi plato favorito, lo único que le faltó fue cucharearme, se sentó al frente a mirarme comer con una sonrisa en sus labios.

Ella también estaba muy feliz, por lo visto mi felicidad, era también la de ella.

Minutos después.

—a donde vas? —pregunto mamá, al verme con la mochila puesta, abriendo la puerta.

—heee, voy a llamar a Jak —respondo sonriendo con inocencia.

—no tienes que salir, yo le puse internet a mi teléfono, para que lo llames y así te ahorras la caminata —me dijo.

Me quedé atónita mirándola.

«Esta si es mi mamá?».

—no te quedes ahí parada —me regaño, tomo el teléfono y me lo ofreció —vamos, tómalo.

Me acerqué con timidez, tome el teléfono y la mire.

Mi mamá me estaba sorprendiendo demasiado.

—que? —pregunto al ver como la miraba —te da pena hablar con el frente a mi?

No respondí nada, ya que no era eso, era que estaba sorprendida por su cambio.

—entoces ve y encierrate en tu cuarto y habla el tiempo que quieras. —replico.

Asentí con la cabeza y me dirigí hacia mi habitación, apretando el teléfono en mi mano, cerré la puerta con seguro, no sea que llegue Viky y se me tiré el momento, aunque desde ese día en el puesto de comidas rápidas, no he vuelto a saber de ella, ni siquiera en la iglesia la he visto. Aún así, mujer prevenida vale por dos.

Me acosté en la cama y comencé a marcar el número de Jak con nerviosismo, mis dedos temblaban y sudaban.

Hace tanto tiempo que no escucho su voz, para ser más exactos, un mes que para mí ha sido como una eternidad.

Luego de escribir el número le doy llamar y lo pongo en mi oreja.

Ya estoy hiperventilando de la emoción tan grande, son tantas cosas las que tengo que decirle y aclararle, también tengo que pedirle perdón por todos estos meses que lo he rechazado.

—lo sentimos —dice la contestadora —el número que marcó no existe.

«Que?».

«No puede ser»

Pasó mis manos por el cabello y trato de estar tranquila, vuelvo a llamar.

—lo sentimos —vuelve a decir la contestadora —el número que marcó no existe.

Esto no me puede estar pasando a mi.

Estoy segura de que ese es su número, a no ser que halla cambiado de número, pero eso es imposible, ya que él es una persona muy influyente, tiene muchos contactos por tal razón, no se puede dar ese lujo, y si perdiera el teléfono, volvería a conseguir el mismo número, aunque lo más seguro es que recuperaría el teléfono.

«Entonces por qué la contestadora dice que no existe?»

Me paro de la cama y voy en busca de mamá, la encuentro en la cocina limpiando la estufa.

Ella me mira con extrañeza.

—que te pasa? —pregunto —estas pálida, salió mal la llamada?

—no, no es eso, —dije frustrada —lo que pasa es que dice que el número no existe.

Mi madre se quedó pensando.

—tal vez olvidaste su número —hablo.

—no, imposible —le contesto —lo recuerdo perfectamente.

Su ceño se frunció.

—estas queriendo decir que el se deshizo del teléfono. —comento

—no madre, eso sería imposible, el es un empresario, no haría algo así. —digo con desesperación. —y ahora que voy a hacer?, Si no puedo llamarlo.

Mi madre deja de limpiar la estufa y se acerca y me abraza.

—ya cariño —me dice con voz suave —hay muchas formas de comunicarte con el, aparte de llamarlo.

—pero como?.

—nose —dice —por Gmail, Twitter, Facebook, Instagram, Wapsat, que se yo, tu deberías saberlo.

Mi madre tiene razón, no solo por llamada puedo contactarlo.

—gracias mamá —digo con una sonrisa, ya más tranquila.

Y así fue como pase todo el resto de la tarde y de la noche, enviándole mensajes por todos los medios, pero ninguno, absolutamente ninguno, obtuvo respuesta.

Al final termine quedándome dormida a las 7:00 am.

Despierto a medio día, busco a mamá por toda la casa, pero no la encuentro, se ha ido a trabajar y estoy completamente sola.

Saco una manzana de la nevera y camino de vuelta a mi habitación.

—Emily —me llama Matías.

«Oh no».

«al parecer no estoy sola»

—ah, hola —saludo —que....haces aquí?.

—yo... —dijo ruborizado —yo vine a buscar algo.

—uumm —digo —que bien.

—siii, súper —dijo mientras sonreía de manera tímida y me miraba de pies a cabeza.

Fue entonces cuando comprendí el porque estaba ruborizado.

Era porque yo iba vestida con tan solo un pijama que dejaba ver mucho de mi y hacia que mi figura se viera bastante pronunciada, por no decir sexy, porque eso no entra en mi bocavulario.

Mi cara comenzó a arder de la vergüenza, trato de taparme, pero es imposible, si me tapo los hombros y el pecho, entonces mis piernas quedan descubiertas.

«oh por Dios, esto es demasiado vergonzoso»

Y lo peor de todo es que Matías no deja de mirarme, no me queda de otra que correr hacia mi habitación.

—Emily —me llama Matías —Emily, por favor espera.

Yo no le hago caso y me encierro en la habitación echándole seguro.

Me tiró a la cama y me tapo la cara con Morfeo, creo que nunca podre volvé a mirarlo a los ojos, después de esto.

«Maldición».

«En qué estaba pensando cuando me puse este pijama?».

«O cuando lo compre?».

Un momento...

Yo no compre este pijama, el apareció en mi maleta, la vez que llegue a Colombia, junto con dinero y otras prendas de vestir que no sé de dónde salieron, pero que están sacadas de almacén y no son de cualquier marca.

Luego de superar un poquito la vergüenza, decido volver a seguir intentando hablar con Jak, reviso los mensajes y correos a ver si encuentro respuesta, pero no hay nada.

Me decido a contactar al señor Fares, pero tuve que poner mi pieza patas arriba, para encontrar la tarjeta que el me había dado.

Marco su número y también me dice la contestadora que tampoco existe.

Los únicos mensajes que encontré fue de los J5, no me quedó de otra que ponerme a responderles.

Son demasiados, casi que interminables.

Unos de los tantos dicen.

Deimond: hola perdida, como es que nos has olvidado, que mala eres.
Ni siquiera se para que me esfuerzo en escribir este mensaje, si de todos modos no lo vas a leer, como has hecho con el resto de masajes que te he escrito.
Aún así, si de pronto llegas a leer este mensaje.
Dime, por qué terminaste con Jak?
Que?.
Te diste cuenta de que yo era más guapo?
Si esa es la razón, aquí te voy a estar esperando.
Y si no, ni te aparezcas.
No mentira.

Me reía sola leyendo sus tonterías, este chico ya no tenía arreglo.

De Jason solamente tenía un mensaje.

Jason: vives o mueres?

De Fabricio me dolió la cabeza solo de contarlos, eran muchos.

Fabricio: porque rayos no contestas?
Así es como me pagas por mi grande y única amistad?
Eres una desagradecida.
Ya no te querré.
Le rompiste el corazón a mi primo.
Chica mala.

De Erick también habían hartos pero eran contables.

Erick: hola, te extraño.
No piensas volver?.
Que hayas roto con Jak, no significa que no te querramos.

Estos chicos son inolvidables.

Lo último que hago es leer los mensajes que Jak me escribió hace un mes atrás.

Son tan dolorosos, tan tristes, que terminó bañada en lágrimas.

Uno de ellos dice.

Jak: Emily, te extraño mucho, quiero verte, quiero que estés aquí, no sabes lo mucho que te necesito, por favor no me des la espalda, no me hagas perder la esperanza.

Ese es su último mensaje y eso fue hace un mes.

Decido responderles a los chicos.

Emily: hola chicos ya volví.
Yo también los he extrañado mucho.
Y no se preocupen, todavía sigo viva.
Por cierto alguien sabe algo de Jak?.

Envío el mensaje a cada uno de ellos.

«Que habrá pasado con Jak?».

«Porque no me responde?».


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