21. LA HIJA MÁS FELIZ DEL MUNDO
Santa Biblia Reina Valera 1960 - Eclesiastés 4
3 Y tuve por más feliz que unos y otros al que no ha sido aún, que no ha visto las malas obras que debajo del sol se hacen.
Me quedé mirando el sobre por unos segundos hasta que por fin decidí tomarlo.
«Que se supone que debo hacer con el?».
Esta totalmente en blanco, no tiene remitente.
«Dios mío, me encuentro en una situación muy difícil».
Comienzo a jugetear con el sobre en la mano, mientras decido que hacer.
«Lo quemó?».
«No».
«Lo guardo?».
«No».
«Estaría tentada a leerlo».
«Lo votó?».
«Menos».
«Mi madre podría encontrarlo».
No se en que momento pasó, pero cuando me di cuenta ya lo había abierto, en una mano tengo el sobre y en la otra tengo una hoja doblada.
«Creo que es mejor que la lea».
«Además no sería desobedecer, porque yo no lo recibí, el apareció en mi mochila».
Por tanto soy inocente, libre de toda culpa.
Tomo aire y comienzo a desdoblar la hoja, mis dedos tiemblan mientras lo hago.
Tengo miedo.
Miedo de lo que pueda decir esa carta.
En qué momento me volví tan cobarde?.
Finalmente la abro y veo la letra.
Esa letra inconfundible, la recuerdo muy bien, siempre que Jak sacaba los apuntes yo solía quedarme con esas pequeñas hojitas.
La carta decía:
Dios te bendiga hermana Emily.
Ojala la estés pasando bien, lamentablemente yo no puedo decir lo mismo, desde el día que rompimos no he vuelto a ser igual, no he podido dormir en paz, ni tampoco comer en paz, cada día, cada hora, cada minuto, cada segundo te recuerdo, no puedo sacarte de mi cabeza y me niego a hacerlo.
Aunque yo no rompí, fuiste tú la que lo hizo y sabes que?
No acepto está rotura.
Si estás leyendo esto, debes saber que aún seguimos juntos.
No se porque estés pasando, pero quiero que sepas que sea lo que sea, jamás te dejare. Tu eres mi pedacito de cielo, la persona con la que quiero vivir el resto de mi vida.
Eres el regalo de Dios para mi.
Y no pienso perderte jamás.
Voy a luchar por ti, porque para mí tú no eres mi amor platónico, eres mi amor posible.
E intentado muchas maneras de comunicarme, por llamada, por Skype, por Twitter, por Instagram, por Yahoo, por wapsat, por Facebook, por Gmail. Pero por ningún lado respondes, estás totalmente alejada de las redes sociales, no me quedó otra opción que escribirte por carta, ya que tengo algo muy importante que decirte, algo que no puede esperar.....
Estaba tan concentrada leyendo, que olvide quién estaba a mi lado, la cual de un solo tirón me arrebató la hoja, tuve que soltarla para que no se arrancara
—damela —le exigí.
Ella me dio una mirada desafiante.
—en serio crees que te la voy a dar? —dijo mientras se ventilava con la hoja.
Estire mi mano para quitársela, pero ella me esquivó.
Me comencé a llenar de impaciencia, la rabia comenzó a surgir.
—he dicho que me la des —le dije con rabia.
Esta chica siempre está buscando provocarme, ya no la aguanto más.
—obligame —dijo con una sonrisa cínica.
Me olvidé de el autocontrol, me deje llevar por la ira, esa carta era muy valiosa para mi, ella no tenía derecho a meterse en mis asuntos, siempre está por ahí arrumandome, pero esto es intocable.
No voy a permitir que se meta en lo de Jak y yo.
Me abalancé sobre ella y comenzamos a forcejear.
No sé si a esto se le pueda llamar pelea, pero es que ya me saco de quicio.
Ella intento defenderse, pero como yo estaba encima tenía todas las de ganar, no le quedó de otra que esconder la carta en su espalda, yo metí la mano para sacarla, ella comenzó a empujarme, yo la tomé por las manos tratando de inmovilizarla.
—auxilio, auxilio —comenzo a gritar —Emily se está volviendo loca, ayud...
Le tape la boca para que dejara de gritar, con la otra mano buscaba la carta, pero ella no dejaba de retorcerse y manotear como loca.
—que es lo que está pasando aquí? —pregunta mi madre parada en la puerta.
Inmediatamente me quitó de encima de Viky y observo a mamá con temor.
Supongo que hasta aquí llegó nuestra buena relación.
Viky le contara todo.
—he hecho una pregunta, respondan. —dice mi mamá con una seriedad que hace dar más miedo.
Yo estoy temblando incapaz de pronunciar algo, además no sé que decir.
Viky se sienta en la cama y trata de peinar su cabello con los dedos ya que está hecho un desastre, parece una bruja, si no fuera porque estamos en una situación seria, me le burlaria.
—acaso estabas atacando a tu amiga? —me pregunta mamá.
Yo me quedo mirando las cobijas, mientras unas gotas de sudor frío bajan por mi frente.
—responde —grito mamá, roja de la irá.
Hace días que no la miraba así.
Yo me sobresalte con su grito, mientras tanto Viky me miraba con una sonrisa divertida.
«Se que lo está disfrutando».
—yo...yo...yo...—trato de responder. —yo...—trago grueso.
—yo que? —vuelve a gritar mi madre.
Viky no se aguanta más y suelta la carcajada, mi mamá la mira confundida.
—no se preocupe hn Raquel —dijo en medio de la risa —solo estábamos jugando.
Suelto un suspiro de alivio.
Mi madre se comienza a tranquilizar.
—pués no vuelvan a jugar así —nos regaña.
Luego se da vuelta y se va.
Nos quedamos en silencio, mientras respirabamos de manera agitada por el forcejeo
Estaba segura de que Viky le iba a decir de la carta, fue una gran cosa que no lo hiciera.
Un momento.
Y la carta?.
Mire a Viky con la intención de quitarsela, ella lo entendió y se tiró de la cama y salió corriendo, yo salí tras ella, gracias a Dios no nos topamos con mi madre, estaba a punto de alcanzarla, pero justo en ese momento pasamos por el baño y ella se encerró en el.
—abre la puerta Viky —le pedí mientras golpeaba la puerta —eso es privado, respeta —le dije al ver que no abría.
Pero nada de ello funcionó.
Por más que golpeé, le exigí, le pedí, le rogué.
Ella no quiso abrir.
—Viky por favor —le dije en un hilo de voz, ya estaba cansada de llamar.
Me senté en el suelo, de aquí no me iba a mover hasta que ella no saliera.
«ojalá no vaya a tirar la hoja por el retrete»
Aunque lo más seguro es que lo haga, si es que ya no lo hizo.
—que haces ahí? —pregunta mamá, que acaba de salir de su habitación.
—estoy esperando a que salga Viky —le respondí fingiendo normalidad.
—no entiendo porque se demoran tanto en el baño —se quejo mi madre, luego se dirigió hacia la cocina.
El baño permanecía en silencio, era como si ella también se hubiera ido por el retrete.
Si sigo aquí sentada me va a coger la tarde para hacer el desayuno, mejor me voy para la cocina.
Me pongo de pie con rabia, hubiera sido mejor no haber abierto ese sobre, ahora quiero saber que era ese algo tan importante que tenía que decirme.
Supongo que es un castigo de Dios, por haber desobedecido.
Me dirijo hacia la cocina, escucho la puerta del baño abrirse, me doy vuelta.
Veo a Viky pálida y con los ojos llorosos.
«Y a esta que le pasó?».
«Serán lágrimas de cocodrilo?».
Ella se acerca a mi y me ofrece la carta.
Esto es raro, muy raro.
Ella jamás haría algo así, ella no es buenagente.
—porque tanta amabilidad? —le pregunto sin recibir la carta.
—no lo hago por ti —dijo secándose las lágrimas. —lo hago por el pobre Jak que está sufriendo, eres un monstruo Emily, como puedes hacerle algo así?
La miró confundida y un poco culpable, ahora resulta que yo soy la mala, el escolta me dijo algo similar.
Extiendo mi mano para coger la carta, pero ni siquiera la alcanzó a tocar, ya que en ese momento apareció mamá y se la quitó a Viky.
Quedé estática viendo a mamá.
Ella comenzó a hojear la hoja, mi único consuelo era que la carta estaba en inglés.
—que es esto? —pregunto, mirándonos a mi y a Viky.
Sabía que estaba acabada, simplemente baje mi mirada.
—es una carta —respondio Viky.
—y para quién es la carta? —pregunto mi madre, fijando su vista en mi.
Yo no sabía que hacer, se que si le decía que era para mi, el problema que se iba a formar era...
—o mejor dicho —volvio a hablar sin dejar de mirarme —quien escribió la carta?.
Trague grueso, estoy segura de que mi mamá está sospechando de mi, y con justa razón.
—la carta es para mi —respondio Viky —la escribió mi novio.
—ha si? —dijo mi madre levantando una ceja —y supongo que tú novio es estadounidense verdad?
No entiendo porque Viky está mintiendo por mi, que es lo que está pretendiendo y lo peor de todo es que creo que mi mamá no se está comiendo el cuento.
—si, lo es —respondio Viky muy segura —nos conocimos por Facebook.
Mi madre le dedicó una sonrisa.
—tu novio es muy curioso —comento mi madre —pudiendo comunicarse contigo por teléfono, decide hacerlo por cartas, que interesante.
—el es muy romántico señora —dijo Viky con una sonrisa.
—y supongo que aparte de ser estadounidense también es coreano —hablo mi madre.
Viky frunció el ceño confundida.
—porque? —pregunto.
—porque la firma está en coreano —le explico mi madre.
Tenía ganas de salir corriendo, comencé a sentir un ambiente muy pesado, de repente sentí que no había aire aquí y necesitaba salir afuera.
—lo que pasa es que a él le encanta la cultura coreana y está aprendiendo a escribir en ese idioma —contesto Viky.
«Como rayos se le da tan bien las mentiras?»
Si yo hiciera ello, la conciencia me carcomería.
—ahora si es tan amable podría dármela —pidio Viky.
Mi madre nos miró indignada.
—no me crean tan pend***—grito con irá. —es que acaso creen que no me di cuenta de lo que estaban hablando, creen que soy tonta y que me pueden engañar —sus ojos se llenaron de lágrimas —en especial tu, Emily.
Me sentí horrible.
—como pudiste hacerme esto? —me pregunto secándose las lágrimas que caían por sus mejillas.
—lo siento —dije con la mirada puesta en el suelo —la carta apareció en mi biblia, ni siquiera se como llego hasta ahí.
—de acuerdo —contesto —como tú digas, yo ya me voy se me está haciendo tarde para el trabajo.
Comenzó a rasgar la carta frente a mis ojos, luego tomo todos los pedazos y los echó al fuego.
No pude evitar que las lágrimas fluyeran de mis ojos, en verdad quería leer la carta.
Pero ya no lo iba a poder hacer.
Aquello tan importante que Jak necesitaba decirme, jamás lo sabré.
A menos que...
A menos que hable con el.
—necesito llamarlo —pense en voz alta.
Mi madre ya iba de salida, pero al escucharme se dio vuelta.
—que necesitas que? —pregunto.
Me arme de valor.
—que necesito llamar a Jak, el tiene algo muy importante que decirme. —le respondí.
—que parte de que te he dicho que no te conviene no has entendido? —pregunto.
—por favor —le rogué.
Mi madre suspiro con fastidio.
Se que se está conteniendo, para no gritarme y pegarme.
—esta bien —dijo luego de unos segundos —si dentro de un mes, no te has decidido a olvidarlo, entonces puedes llamarlo y no solo eso, te doy el permiso de que te cases con el.
Quedé sorprendida ante sus palabras, la mire con incredulidad.
—lo digo en serio —dijo mi madre al verme tan sorprendida —dentro de un mes te preguntaré si aún insistes en querer buscarlo y si quieres hacerlo, me quitaré del medio incluso te llevaría al altar a entregarte.
No sabía si gritar o saltar de la felicidad.
En verdad esa era mi madre?
No la estarán suplantando?
—pero antes del mes te prohibido rotundamente tener contacto alguno con el —me advirtió.
—gracias mamá, gracias —dije abalanzandome sobre ella dándole un fuerte abrazo —te quiero tanto.
Viky nos dio una mirada de fastidio y se fue.
A leguas se notaba que le enfadaba mi felicidad.
—sueltame que me estás ahorcando —se quejo mamá.
Yo la solté pero comencé a besar sus mejillas.
Me acababa de hacer la hija más feliz del mundo.
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