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8

El constante aguacero, se volvió una tormenta torrencial. En la avenida, la autopista estaba completamente inundada y no había capacidad de automovilizarse. Era un caos, ya eran las 8 p.m. y ambos estaban dentro del carro hambrientos, fatigados, preocupados, cansados.. Izuku había olvidado llamar a su mamá, cuando lo hizo, la pobre señora había soltado el llanto creyendo lo peor para su pequeño hijo. Gracias al cielo, el peliverde estaba con vida.

- MALDICIÓN, DEKU!.- Izuku estaba consternado, no entendía porque le gritaban.- TODO ESTO ES TU JODIDA CULPA DE MIERDA.

- ¿Ehhhhh?, pero si haz sido tú quién me ofreció el viaje.- No quería discutir pero quería aclarar las cosas.

- Por eso mismo idiota, quieres que te lleve a tu estúpida casa cuando mi departamento queda a menos de una cuadra.- Katsuki realmente estaba frustrado.

- No quiero más líos, vamos a tu departamento.

- Qué fácil eres.

- Sólo busco soluciones!.- un tierno puchero se asomó en su boca.

....

- Entra. ¿O piensas quedarte toda la noche ahí?.- Katsuki lo invitó a entrar.

- Bien. - al entrar, percibió el suave aroma de canela y azúcar quemada. Toda la casa olía a él, a Kacchan. Era adictivo y agradable.

- Toma, imbecil.- le había tirado una toalla seca y nueva con una muda de ropa, al parecer nueva también.

- G-Gracias, ya vuelvo.

- Tsk, sólo vete y ya.

...

Izuku había tomado un buen baño caliente. Salió de la ducha dispuesto a vestirse. Luego de estar listo fue directo a la sala de estar donde también estaba su profesor.

Era incómodo. El silencio se hacía presente en todo momento. Hasta que finalmente el pecoso habló.

- M-Me temo que la tormenta no acabará por hoy.- juntó sus dedos indices en señal de timidez y vergüenza.

- Uhm, dormirás en mi maldita habitación. Ahora come, que la comida se enfriará.- Katsuki hablaba naturalmente, a él no le incomodaba.

- Gracias.. por la comida.. y el hospedaje.

Ambos comieron en presencia de una violentas lluvia que no acabaría en toda la noche.




Ochaco estaba en casa de Shoto. Después de clases había salido corriendo a tomar un taxi, y ahora estaba aquí. Abrazaba a Shoto como si fuese un oso de peluche. Besaba sus labios delicadamente. Y tocaba su torso lentamente. De un momento a otro el beso se volvió más rudo y sugerente, candente. En medio del beso la castaña dio un suspiro que sonó más como un gemido y el bicolor se paralizó. Observaba sus ojos brillosos envueltos en lujuria. Y la besó nuevamente, colocándose entre sus piernas y tocando su cuerpo. Besaba su cuello lentamente, paseaba su lengua por su pecho, hasta llegar a sus senos donde, comenzó a lamer y chupar. La castaña sólo suspiraba y gemía de vez en cuando. Se sentía tan bien que no alejó a Shoto, al contrario, abrió más su camisa y tiró su sujetador a un extremo de la cama. Ambos disfrutaban de su intimidad.


Izuku esperaba pacientemente un mensaje de su novia. Ya era el segundo dia que actuaba extraño. Eran ya las 9:30pm y aún no conciliaba el sueño por pensar en su castaña. Pensó que quizás su novia estuviera trabajando y aún no haya tenido suficiente tiempo para hablarle. Suspiró desganado, extrañaba a Ochaco. Quería abrazarla, hacerle mimos, invitarla a comer helado de menta y chocolate. A ella le gustaba mucho. Volvió a suspirar triste.

- ¿Qué demonios sucede contigo?.- ah, sí. Izuku está durmiendo en la habitación de Katsuki, al lado de él en una pequeña cama individual.

- N-Nada. Sólo cansancio.- Intentó mentir.

- No estuvieras haciendo como vaca exprimiendo leche.

- Oye, respeta!.- se sintió humillado, lo había llamado vaca.

- No seas idiota tonto Deku, te conozco mejor de lo que crees.- miró a su contrario con una sonrisita cínica.

- Mientes. No digas tonterías.

- Entonces, ¿por qué me negaste lo de tener novia?.- los ojos redondos de Izuku se hicieron más grandes por la impresión.

- E-Eso no v-viene al caso.

- Sabías que me reiría de eso, no?

- En parte.- estaba rojo por la vergüenza de ser descubierto.

- Entonces, ¿qué te hizo la cara redonda?.- Katsuki rió ante su propio apodo inventado.

- ¿Quién es cara red..?.- algo hizo click dentro del menor.- Oye, no la llames así!!!

- Jajajaja, te está siendo infiel, campeón.- Bakugo sabía jugar con las palabras y usar veneno en ellas.

- No veo las pruebas.

- Las tendrás.

Izuku observó por un momento el rostro tan relajado y tranquilo que tenía su antiguo amor y amigo, que por un momento, sintió su corazón latir fuerte dentro de su pecho. Katsuki también se sintió igual, quería que esos orbes verdes no dejaran de mirarlo, sólo a él y nadie más.


AY WEY

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