𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 6
POV DYLAN
Desde el viernes pasado, Sammie me ha estado ignorando, trato de hablar con ella, pero se aleja cada vez que me acerco, creí que el decir que me gustaba haría que se ablande un poco, pero en vez de acercarse, se aleja más. Todo esto, me está resultando muy difícil. Le envío WhatsApp, pero no me responde, siempre me deja en visto.
En fin, no dejaré de insistir para poder ser amigos nuevamente, bueno, no lo hemos sido del todo amigos, pero al menos con lo que había avanzado.
No me daré por vencido. Desbloqueo mi celular y empiezo a escribirle una vez más, de tantas veces que lo he hecho.
▬Bonita▬
Yo: Hola, Sammie.
Yo: ¿Seguirás enojada conmigo?
Yo: No sabes el gran daño que le haces a mi corazoncito. 🥺
Bonita: Deja de molestar, Dylan.
Yo: Seamos amigos Sammie, quiero llevarme bien contigo. Sé que hice mal al decir que me gustabas. Pero ¿Qué podía hacer? Los sentimientos se mandan solos.
Bonita: Ya fue Dylan. Déjalo. Y deja de andar diciendo que te gusto. ¡Es una gran idiotez! ¡No seas pendejo! Además, tienes novia. 👊😒
Yo: Ya, si tengo novia, pero ¿Qué puedo hacer yo? ¡Tú me gustaaaaaas!
Bonita: 👀👀👀
Bonita: Eres peor que un grano en el culo. ¡Te bloquearé, definitivamente! No sé por qué no lo hice antes.
Yo: Jajajaja ¿Un grano en el culo? Al menos sé que es en el tuyo.
Bonita: ¡Eres un...! Ahhhhh....
Bonita: Jodete.
*Bonita te ha bloqueado.*
Yo: ¿En serio, me bloqueaste?
Yo: ¿Bonita?
Yo: ¡Mierda!
Yo: 🤦♂️
Mierda, si me bloqueo. Bueno no esperaba más de ella. Pero aun bloqueándome no se liberará de mí.
Hoy es sábado y su madre se encuentra en casa, ella me comentó que ni sábado ni domingo trabajaba. Así que, si voy a las seis no habría problema ¿No?
Le llevaré su helado favorito, como una disculpa.
POV SAM
Decidí bloquear al imbécil de Dylan, de una sola vez.
Se ha vuelto tan molesto, que no lo soporto.
Lanzo mi celular al sofá frustrada, viendo que este rebota y sin la oportunidad de atraparlo, cae al suelo. Lo revisé rápidamente y suspiro al ver que no pasó a mayores.
Esta vez lo pongo en la mesa de centro y voy a la nevera por helado.
~Te traje tu helado favorito.~
La estúpida voz de Dylan, retumba en mi cabeza. Me tiro una cachetada verbal. ¡Reacciona Sam!
Dejo de pensar en ese idiota y después de tomar el helado prendo la televisión, estaba en sintonía La Cenicienta, además de amar a Bob Esponja, todas las películas de las princesas me encantan. Son las mejores.
El timbre empieza a sonar.
— ¿Quién será? — dejo el helado en la mesa y voy a abrir la puerta. — Juro que sí eres tú Dylan, te lanzo agua helada, que tengo guardada en la refrigeradora. — La puerta es abierta y la sorpresa se apodera de mí. — ¿Tú? — dije después de abrir la puerta. No era Dylan, sino el idiota que me chocó hace un mes.
— Hola. — El individuo saluda.
— ¿Qué haces aquí?
— Vine a saber si estabas bien. — dice apenado.
— Después de haber sido golpeada por tu auto y causarme rasguños en el cuerpo, y arruinar mi bicicleta y que después de un mes aparezcas en mi casa como si nada, sí digamos que sí, ¡Estoy Bien! — dije con un poco de sarcasmo.
Bueno un poco demasiado.
— Discúlpame en verdad, ese día estaba hablando por teléfono y no alcancé a ver la luz roja y mucho menos me percaté de ti. — dice con nerviosismo. — Y también discúlpame por recién aparecer, estuve de viaje todo este tiempo.
— Tranquilo, me pediste disculpas hace un mes. Es más ya ni me acordaba de ti.
— Chica, eso sí dolió.
Rio. — Descuida, estoy bromeando. — digo tratando de no sonar tan amable.
Observo llegar a mi madre, había ido a comprar al supermercado unas cosas para la cena.
— Cariño, ¿Quién es el joven?
Él es, pensándolo bien aún no me sé su nombre.
— Mi nombre es Luke Anderson. — dice como si hubiera leído mi mente. — Mucho gusto.
— Así es Verónica, él es Luke. El que me atropelló.
— ¿Tú atropellaste a mi hija? — pregunta mi madre.
— Eh sí señora, pero le juro que jamás tuve la intención de atropellar a su hija.
— Soy Sam. — recuerdo que nunca nos presentamos, el día que me chocó estaba muy molesta con él, que le dirigí la palabra, solo y únicamente para que me traiga a casa, aunque estaba indecisa en aceptar o no, pero al final me decidí. Y claro recibió todos los insultos que merecía, ya que gracias a él me quedé sin bicicleta y mi madre me tenía que llevar a la escuela.
— ¿Quieres pasar? — Yo miro a mi madre, con los ojos muy abiertos, preguntándole que está haciendo, sin decir ninguna palabra.
Últimamente ella no me ayuda en nada, primero lo hizo con Dylan y ahora con Luke.
Ella me mira fijamente, peleando con la mirada. Después de todo, ella gana siempre.
— Claro, me encantaría.
Después de todo Luke entró a casa y para no ser mal educada le invité un jugo y preparé unas botanas con ayuda de mi madre.
Estuvimos hablando de cada uno, Luke tiene diecinueve años, es dos años mayor y es hijo único al igual que yo. Está estudiando Arquitectura, dice que le está yendo muy bien.
Luke es alto y según por lo que me dijo, mide 1.86. Su piel es blanca de un tono normal, su cabello es de un marrón oscuro y sus ojos son de color cafés.
Es muy sencillo y carismático. Quizás puede que me llegue a caer bien. Pero nunca bajaré la guardia ante nadie.
También hablamos de lo gracioso que fue la forma en la que nos conocimos. Claro estuve a milésimas de morir por su causa.
— ¡Eres un idiota! ¿Acaso no tienes ojos? ¡Que no pudiste ver por dónde vas! ¡Si no sabes manejar! ¿Entonces, porque manejas? — Luke estaba imitando la forma en la que le hablé ese día, el chico era gracioso.
No lo sé, pero Luke, me cae bien ¿Quién diría que puede que me lleve tan bien lo la persona que casi me mata?
Mi celular empieza a vibrar. Es una llamada, en la pantalla estaba "Idiota", era Dylan.
¿Acaso no lo había bloqueado?
Mierda, solo lo bloqueé del WhatsApp
Me pongo de pie, alejándome de Luke. Miro la hora y son las seis de la tarde.
— Ya estoy aquí, bonita.
— ¿A qué te refieres? ¿Creí que te había quedado claro cuando te bloqueé?
Suena el timbre y me imagino quien debe ser.
— Dylan, vete. No te quiero aquí. ¿Qué parte de no te quiero aquí no entiendes?
— Yo abro. — escucho decir a mi madre. La busco con la mirada y se está dirigiendo a la puerta.
— ¡Verónica! ¡No!
Demasiado tarde.
— Buenas tardes, señora Verónica.
— ¡Dylan! No te esperábamos.
Cuelgo la llamada y me acerco. — Así es, nunca te esperamos. ¿Qué haces aquí? Otra vez.
— Hola, bonita. — Se acerca para darme un beso, pero yo me alejo por enésima vez.
— No seas grosera Sam. — dice mi madre. — Puedes pasar, Dylan.
Él entra y se da cuenta de que no estamos solas.
— ¿Quién es él? — pregunta Dylan, con el ceño fruncido y literal los puños los tenía apretados qué pensaría que se está lastimando él mismo.
Luke se levantó algo incomodó y se presentó.
— Soy Luke Anderson. — dijo estirando el brazo como saludo. — Amigo de Sam.
— Dylan Donnet. — responde el saludo, el ambiente lo sentía tenso, todo gracias a Dylan. — Un gusto.
— No me dijiste que tenías novio, Sam. — dijo Luke dirigiéndose a mí.
— ¿¡Qué!? No, él no es mi novio. Es un compañero de escuela. — Dylan me queda viendo. — Es más, ni siquiera es mi compañero, no estudiamos juntos. Solo es un chico muy molesto.
— Bueno, creo que ya debería irme. — dice Luke.
— Si mejor.
Miro a Dylan molesta, él no puede ser así de grosero.
— No, no te vayas tan pronto. — dice mi madre, he venido de compras, para preparar algo rico en la cena, quisiera que ambos nos acompañen.
No puedo creerlo. ¿Qué le pasa a mi madre?
— Por supuesto.
— Me encantaría.
Hablan a unísono. Ahora no sé qué más podría pasar. Algo mucho peor que tener a dos hombres en mi casa. No lo creo. ¿O sí?
La cena ya está lista. Y me sorprende lo linda que está la mesa. Luke se ofreció a ayudar a mi madre para preparar la cena. Y bueno, Dylan no se quería quedar atrás. Yo también ayudé, pero solo preparé el postre.
— Todo está muy rico, chicos. No creí que cocinaban muy bien.
Yo tampoco lo creí y menos que Dylan lo haga.
— Soy hijo único y mi madre me enseñó a que aprenda a realizar cosas como estas. Y así no depender de nadie.
— Me alegra eso Luke.
— Bueno a mí, nadie me enseñó. Mis padres trabajan siempre. Y tuve que aprender por mí mismo y así enseñarle a mi hermana.
Amy no me contó nada de esto, es más nunca me cuenta de su familia.
— ¿Quieren postre? — pregunté para qué cambié el ambiente.
— Claro. — dicen todos. Dylan me mira y me sonríe e involuntariamente le sonrió también.
Les reparto a cada uno. — Creí que la crema volteada estaría muy bien, para esta ocasión.
— Si, cariño. Lo es, además de que está muy rica.
— Muchas gracias por la cena, Sam.
— ¿Qué dices? Gracias a ti, junto a Dylan y a mi madre, lo hicieron todo.
— La pasé muy bien, de todas formas. ¿En serio Dylan no es tu novio?
— No, claro que no.
— Entonces, ¿Por qué nos está vigilando desde la ventana? — observo la ventana y ahí estaba.
Este idiota.
— Discúlpalo, es un espeso.
— Veo que le gustas mucho. Y siento que él a ti.
Reí por lo que dijo. — No como porquerías. — Luke ríe también. — No, no me gusta para nada. Si no que es el hermano de una de mis amigas y se ha empeñado a molestarme, está loco. — hago un gesto de locura.
— Deberías darle, su estate quieto.
— Créeme que ya lo hice, le rompí la nariz. Literalmente.
Luke ríe a carcajadas. — ¿En serio? — asentí y ambos reímos nuevamente. — No esperaría menos de ti.
— Así es Sam Robinson.
Él ríe. — ¿Me das tu número? Digo para agregarte en WhatsApp y así hablar más seguido.
¿Darle mi número? No estoy muy segura.
— Mejor dame tú. Y luego yo te escribo.
— Claro. — Me sonríe.
Luego de dictarme su número, lo añado a mi lista de contactos, después de eso nos despedimos, él sube en su auto y yo entro a mi casa.
— ¿Quién era ese, Sammie? Como que mucho hablaban ¿No?
— ¿Perdona? Yo no tengo por qué darte explicaciones Dylan.
— Pero Sammie.
— Pero nada Dylan, tú y yo no somos absolutamente nada. Así que no te compite nada con lo que me pase o a quien conozca.
— Tienes razón.
— Pues claro que la tengo. Me molestas todas las mañanas, en la escuela. Y si no fuera poco, vienes a mi casa sin que te llame. En verdad tómate un descanso.
— Sammie, y-yo...
— Dylan, por favor vete de mi casa.
Después de lo que dije, Dylan se quedó en silencio.
— Está bien, Sammie. Me iré. Pero, quería decir que te traje helado.
— ¿En serio? — Hoy se me acabó el último pote. ¿Cuántos habrá traído?
— Sí, trate dos potes. Se los entregué a tu madre, temprano. Y bueno, solo quería disculparme por lo de la otra vez.
— Bueno, muchas gracias. Ahora sí, adiós.
— Solo eso te importa ¿Verdad?
— Ajá. — digo seriamente. — Ya vete que tengo ir a degustar del helado.
— No sé, creí que podríamos ver una serie juntos. — dice acomodándose en el sofá. — ¿Qué serie veremos?
— ¿Veremos? Eso me suena a mucha gente. Solo yo veré, tú te vas. — Él se acerca a mí y me queda mirando.
— ¿Qué?
— Sí, el helado es por ser un idiota y decir que te gusto aun teniendo novia. Te he disculpado. Pero no te quedarás. — Le dije golpeando su mejilla despacio, mientras me dirijo a la salida.
— Que mi madre te haya invitado a cenar, está bien, pero quedarte conmigo a ver series y comer helado, ya es avaricia.
— Pero Sammie.
— Adiós Dylan. — Le abro la puerta y este sale confundido.
— Creí que veríamos series juntos.
— Gracias por el helado. — Le cierro la puerta.
Me reí un buen rato por lo sucedido. Quizás hubiera dejado que se quede. Pero es darle muchas esperanzas y no quiero eso.
Dylan Donnet, aléjate.
POV DYLAN
Me subí a mi auto furioso, o sea me ofrezco a cocinar junto a su madre y al imbécil ese. Y traerle el bendito helado. Pero para ella no es suficiente.
Sé que ella nunca me pidió que haga ese tipo de cosas, pero se supone que son méritos.
Miro por el espejo retrovisor y veo como me alejo de la casa de esa chiquita.
Ahora más que nada haré hasta lo imposible para conseguir que se entregue a mí y sea mía.
Suena mi teléfono, la pantalla me muestra que Eli me llama. Y es el momento preciso.
— Eli quiero verte hoy ¿Puedo ir a tu casa? — estaba furioso quería desquitarme al sentirme usado por Sammie y justo está disponible Eli.
— Claro que si mi amor, justo mis padres han salido a cenar. — Me dice ella.
— Listo en veinte estoy llegando a tu casa. — Le cuelgo y continuó manejando.
POV SAM
— ¿Hacemos el trabajo en tu casa Sam? — La profesora de historia nos ha dejado tarea para todo el fin de semana y la debemos presentar el día lunes. No les digo que cada día nos acumulan con más y más tareas.
— Si está bien. Hoy en la tarde.
— Perfecto, podemos dormir en tu casa para poder terminarlo más rápido. — dice Amy.
— Sí, suena estupendo. — continúa Sandra emocionada.
— Debemos hacer el trabajo y nada más que el trabajo, no iremos a perder el tiempo.
— No seas aguafiestas Carolina, no haremos nada malo, lo prometo. — levanto mi mano prometiendo que no pasará nada. Sabiendo que así será. No soy de fomentar desastre.
Ya habíamos avanzado bastante con la tarea, eran ya las cinco de la tarde y ya estábamos exhaustas. Al menos yo si lo estaba, pero no sé las demás.
— ¿Descansamos un poco? Es demasiado para mi cerebro. — digo recostándome en mi cama.
— Si, por favor. — Me sigue Amy.
— Está bien descansemos y continuamos después. — dice Carolina.
Tomo mi celular, y reviso si tengo algún mensaje o llamada de mi padre, dijo que me llamaría. Había puesto en silencio para no ser interrumpidas. Y es donde veo en número de Luke en la primera fila.
Decido escribirle, pasó una semana desde que hablamos, literal desde que vino a mi casa, no hemos hablado, es decir no le he escrito.
Estoy aburrida y me encantaría salir un rato. Mi madre no está y no tendríamos como ir. Y bueno Luke está como segunda opción. Dylan también, pero no quiero molestarlo, además aún no lo desbloqueo.
▬Luke▬
Yo: ¿Luke, estás libre hoy?
Luke: ¿Quién eres?
Yo: Que feo que no sepas quién soy. 🙄 ¡Sam!
Luke: Creí que nunca me hablarías. Y como quieres que sepa, si quedamos en que tú me hablarías y bueno, mira lo has hecho después de una semana.
Yo: Jajajaja. Lo siento 😕 he estado cargada de tareas. Ya sabes. 😪
Luke: Está bien, te perdono. ¿Ahora que deseas?
Yo: Me tratas como si te molestara. 😭😭
Luke: Que dramática. 🙄
Yo: ¿Salimos? Estoy en casa con mis amigas y estamos un poco aburridas. 👉👈
Luke: ¿Voy a verlas? 😏
Yo: Si porfiii. Mi madre no está, y si vamos en taxi, nos cobrarán un montón. 😚
Luke: ¿Y quieres que sea su chofer?
Yo: No claro que no. Bueno sí. Ándale no seas malito.
Luke: Hace un mes me llamabas idiota. 😂
Yo: Eran otros tiempos. Ya hay que superarlo. 😅
Luke: Jajaja. Está bien. Alístense, que voy saliendo.
— ¡Chicas dejaremos los libros por un buen rato! ¡Nos vamos de paseo!
Todas me miraban confundidas.
— Luke vendrá por nosotras.
— ¿Y quién es ese? — responden al mismo tiempo.
— Un amigo que conocí, en estas últimas semanas, les caerá muy bien.
— Aún no terminamos la tarea.
— Tenemos mañana sábado y el domingo también está disponible. No seas así Carolina. — trato de convencerla.
— Bien, vayamos.
════ ೋ 🌸 ˚⋆。˚✿˚⋆。˚ 🌸 ೋ════
Estábamos en el parque de diversiones. Ya había venido aquí con mi madre cuando aún no entraba a la escuela.
— ¿Así que tú eres Luke? — Amy empezó a interrogarlo.
— Sí. — responde mientras pedíamos helados. Hasta que llegó mi turno.
— Menta con chispas de chocolate, por favor. — dije amablemente.
— No tengo ese sabor señorita. — dijo el heladero, escuchar eso es una decepción.
— Que mal.
— ¿Por qué Sam? — Me pregunta Luke.
— No está mi helado favorito. — hago un puchero.
— Sam puedes comer otro sabor de helado. ¿Por qué tu obsesión con la menta y las chispas de chocolate?
— Es un sabor único. — Le respondo a Amy.
Luego de eso nos vamos a sentar a unas bancas que estaban cerca de nosotros.
— ¿De dónde conoces a mi amiga? — pregunta Amy entrecerrando los ojos.
— Soy quien casi mata a Sam.
— ¡Tú fuiste quien golpeó a Sam! Pero eres idiota ¿O qué?
— Amy eso ya pasó, no tienes por qué tratarlo así.
— Pero Sam.
— Olvídalo, y trágate el helado que se está derritiendo. — Esta mira su helado dando un mordisco para que no se ensucie, dejando de insultar a Luke.
— Perdónala. — digo apenada
— No te preocupes. — Me dice él solo moviendo la boca sin hacer ningún sonido.
©MI AMOR MAS BONITO®
.█║▌│█│║▌║││█║▌║▌║
POR ✩⊱Docebesitos
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro