POV SAM

— Si Dylan, si aceptó ser tu novia. — Él me agarró de la cintura y me besó con ternura.

— ¡Escucharon! ¡Aceptó! ¡Aceptó ser mi novia! — Todos aplaudían, hasta que alguien gritó muy molesta.

— Después de todo sí fue por esta, por quién me dejaste.

— ¿De qué hablas Elisa?

— No te hagas Dylan. Me dejaste por querer estar con esta. — Me mira de pies a cabeza.

— Elisa, sabías muy bien que lo nuestro ya no iba para más. Te lo dejé muy claro.

— Eres un estúpido. — Le dice muy molesta a Dylan. — Y tu una zorra —. Esta vez va para mí y por alguna razón viene a golpearme.

— No dejaré que lastimes a Sammie. — dice Dylan poniéndome detrás de él, ya que yo estaba ahí de pie sin moverme. Aunque a inicio de año la bañé de jugo por ser una molesta, hoy no me sentiría bien si la golpeara.

— Señorita Vega, no permitiré esa falta de respeto entre ustedes, mis alumnos. Siempre se les ha inculcado un buen comportamiento y desde casa ya deben saber cómo respetar a los demás. Así que le pido que salga del salón, se dirija a la dirección. Y se quede hay hasta que termine mi clase y me reúna con usted, junto con la señora directora.

— Váyanse a la mierda. A la mierda tú y tú. — Nos señala a ambos —. A la mierda todos ustedes. — dice señalando a todos y agarrando sus cosas sale del salón.

¿Tanto odio pude crear en ella?

— Listo señor Donnet, ya le di suficiente tiempo para que diga todas esas cursilerías que a mi parecer fuera de lugar. Y que por la cual se hizo todo este alboroto. — habló la maestra —. Así que señor Donnet, se va por donde vino, porque continuaré con mi clase.

Al final Dylan tenía que irse, pero antes de eso me dijo que lo buscará en el receso y después un te quiero.

POV DYLAN

○○Una hora antes de la declaración○○

Hoy será el día en el que me declararé a Sammie, le conté a los chicos sobre lo que pasó el día de hoy, según ellos Sammie me dio a saber que le gustaba con el beso que nos dimos y bueno tampoco pienso lo contrario.

Aunque ese beso lo esperaba en realidad, y a pesar que quisiera negarlo, no puedo. Sammie besa muy bien, es muy linda y tierna a la vez, a pesar de que en cualquier momento puede golpearte.

— ¿Qué es lo que le dirás Dylan? — Me pregunta Cristian.

— No lo sé, nunca le he pedido a ninguna chica para que fuese mi novia. — digo levantando los hombros.

— ¿Y Elisa?

— Bueno, ella fue quien me pidió para ser enamorados y como yo no quería, puso la condición de tener una relación abierta.

— Como sea, busquemos en Google. — dice Marcos.

— Es una muy buena idea. — continúa Cristian, sacando su celular para buscar.

Después de un rato encontraron algo.

— Esto es lo que dirás Dylan, así que escucha porque debes apréndelo.

— "No tengo la menor duda de lo que te diré y aunque me aterra imaginar que me rechaces he decidido confesarte la verdad. Desde hace algún tiempo me he sentido diferente a tu lado y es que ya no puedo verte como a la chica a la que llamo mejor amiga" — dice terminando de leer. — En vez de decir a la chica a la que llamo mejor amiga, dirás... "A la chica renegona que siempre está a la defensiva, que por alguna razón me rompió la nariz". Debemos hacerlo realista, ¿Me entiendes Dylan?

Asentí a todo lo que Cristian decía. — "Eres todo lo que le pedí a la vida y cada día me demuestras que eres mi chica ideal, eres la primera chica que me roba el sueño y me hace suspirar. Creo que ha llegado el momento de decirte que estoy enamorado de ti y estoy seguro de que lo sabías"

— Ya después de eso, le agarras las manos, para que se sienta segura. Y después decirle lo que ella necesita escuchar. — dice Marcos —. "Me encantaría que fueses mi novia" Y así ella te aceptará y estarás a un paso de acostarte con ella antes de tiempo.

— Eres increíble Cristian, ¿Eso fue lo que le dijiste a Miranda, cuando le pediste para que sea tu novia? — Le pregunto divertido.

— No seas estúpido. — responde dándome un golpe, que en realidad si me dolió. — Ahora, apréndelo y luego ve al salón de Sam.

○○Después de la declaración○○

Sam había aceptado ser mi novia, el plan de Cristian me ayudó mucho. Aunque siento que no está bien, Sammie es muy linda, y sus besos son increíbles, siento que no merece que le haga una cosa como esta. Ella no merece ser una apuesta.

Sé que ha sufrido, me confió lo de Lorena, su mejor amiga que a decir verdad es una historia muy triste y sé que su hábito o la forma de vestirse antes no era común en ella, no me lo ha dicho, pero tampoco tengo dudas.

Tengo miedo, después de todo esto la decepcionare por completo y perderé todo el cariño que ella me ha mostrado.

Este sentimiento es uno indescifrable, quiero a Sammie en todos los aspectos, es la mejor amiga de mi hermana y no quiero dañarla.

Se que lo que siento no es amor, lo que siento por Sammie es preocupación. Me odiará después de esto.

Estaba en el campo de la escuela, después del escándalo que hizo Elisa, no me dieron ganas de volver a entrar a ninguna clase.

— Cristian, creo que deberíamos acabar con esto. — Le digo seguro de que quiero acabar con esta farsa. No quiero hacerla sufrir. No me importa que pierda mi título.

— ¿Acabar con qué? Sé específico Dylan. — responde.

— Con Sammie, con la apuesta, ya no quiero acostarme con ella.

— ¿Lo dices en serio Dylan? ¿Estás bien? Lo has logrado en cinco meses. Te costó mucho llegar hasta aquí. ¿Te echarás para atrás? ¿Ahora que estas a punto de lograr la apuesta?

Recapacité por la estupidez que dije, ella es la única chica con quien no he tenido nada y me ha costado mucho, así que seguiré teniendo mi título de haberme acostado con todas las chicas de la escuela.

Estoy perdiendo la razón, Sammie ha hecho todo esto. Me ha vuelto vulnerable y no tenia que haber pasado nada de esto. No debería sentirme mal.

— Tienes razón. Me ha costado mucho y ahora estoy más que seguro que Sammie será mía. Olvida lo que acabo de decir.

— ¿Y qué fue lo que dijiste? — ambos sonreímos.

— Bien, creo que deberíamos poner el monto. ¿No?

— Si, yo apuesto 200 dólares. A que Dylan, logra acostarse con Sam. — dijo Marcos.

— Yo igual. — dice a unísono dos de mis amigos.

— Bueno, si todos apuestan a que sí. Creo que, si yo apuesto a que no, pueda que gane. — dice otro de mis amigos.

Todos ríen. — Es obvio que ganaré.

— De acuerdo, la apuesta ya está. Dylan tienes que conquistar a Sam, aunque eso ya está hecho, ya son novios, ahora solo debes tirártela. — dijo Cristian riendo —. Tienes hasta este domingo para ganar la apuesta amigo mío.

— ¿Hasta el domingo? Pero me falta un mes, acordamos que durante seis meses tenía plazo y además no creo que Sammie quiera entregarse a mí, si apenas hoy hemos empezado.

— Si solo han pasado cinco meses, pero ya son novios mucho antes así que ya está dicha la apuesta.

Lo dudé un poco, pero no daré mi brazo a torcer. — Ya verán que Sammie será mía, ella podrá hacerse la difícil, pero ante Dylan Donnet. — dije señalándome —. Todas caen rendidas a mis pies y Sammie Robinson no será la excepción.

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La campana ya había sonado, dando a conocer que ya terminó el día de clases. Quedé con verme con Dylan en el receso, pero tenía examen después del receso y junto con las chicas decidimos quedarnos a repasar un poco.

Mi celular suena, lo reviso y es un mensaje. "Idiota", es Dylan. Así es, aún lo tengo agendado como siempre.

▬Idiota▬

Idiota: ¿Vamos por un helado bonita?

Yo: Ya sabes mi sabor favorito. 😂💕

Idiota: Lo sé, te espero en el estacionamiento.

Yo: Okay pequeño moco 😂😂😂

Idiota: Deja de llamarme así, Sammie.

Yo: No Dylan.

Idiota: Jajaja te espero guapa.

Estaba en dirección al estacionamiento, cuando escucho a alguien que me llama.

— ¡Robinson! ¡Espera!

Volteo a ver quién me está llamando. Es Elisa. Ahora que lo pienso, me siento muy mal por ella, ya que Dylan le terminó por celular, cuando yo se lo pedí. Y entiendo completamente las cosas que hizo en su momento y justo estoy en frente de ella y me siento culpable.

— ¡Felicidades por lo de Dylan! — dice.

— Gracias. — digo dudosa. Y como no, si ahora temprano nos insultó e incluso quiso golpearme.

— No deberías creer en él. — dice seriamente. — Dylan solo está jugando contigo.

— ¿De qué hablas? — Le pregunto, mi celular vibra, seguro es un mensaje de Dylan. Pero lo ignoro, quiero saber a qué se refiere.

— Eres una más en su lista de conquistas. — Me dice sin ninguna molestia. — Nunca debiste sentirte tan especial.

— No te entiendo, ¿Qué estás tratando de decir?

— Que Dylan no te quiere, bueno nunca te quiso y que en ti solo busca acostarse contigo, como lo ha hecho conmigo y con todas las chicas de esta maldita escuela. — dice molesta.

No puede ser cierto, hoy acaba de pedirme para ser su novia. No puede ser posible que todos esos momentos bonitos hayan sido parte de una farsa.

No puede ser verdad. Es imposible, es más no tiene ninguna prueba.

— Lo que pasa, es que estás ardida de que Dylan, este conmigo porque me quiere. — trato de pensar que así es. — Y que lo único que conseguía de ti era sexo. Y como eres una zorra que ni bien él te hablaba al oído, rápido ibas y te desnudas ante él.

— Estás muy confundida cariño, Dylan no quiere a nadie y mucho menos está con alguien por amor. — Está ríe y a mí me molesta —. Él, lo único que busca de una chica es solo sexo. Y bueno Robinson, tú para él no serás la excepción y no lo digo yo, sino el mismo. Para Dylan Donnet solo eres una apuesta.

— ¿De qué mierda hablas? — díganme que lo que ella acaba de decir no es cierto. Dylan no sería capaz de hacerme esto, no pude ser solo una apuesta para Dylan.

— No te alteres, tengo pruebas ante lo que estoy diciendo. Jamás vendría a levantarle falsos a Dylan.

Ella saca su celular y me muestra un vídeo.

— Tienes razón. Me ha costado mucho y ahora estoy más que seguro que Sammie será mía. Olvida lo que acabo de decir.

— ¿Y qué fue lo que dijiste?

— Bien, creo que deberíamos poner el monto. ¿No?

— Si, yo apuesto 200 dólares. A que Dylan, logra acostarse con Sam. — dijo Marcos.

— Yo igual.

— Bueno, si todos apuestan a que sí. Creo que, si yo apuesto a que no, pueda que gane.

— Es obvio que ganaré.

— De acuerdo, la apuesta ya está. Dylan tienes que conquistar a Sam, aunque eso ya está hecho, ya son novios, ahora solo debes tirártela. Tienes hasta este domingo para ganar la apuesta amigo mío.

— ¿Hasta el domingo? Pero me falta un mes, acordamos que durante seis meses tenía plazo y además no creo que Sammie quiera entregarse a mí, si apenas hoy hemos empezado.

— Si solo han pasado cinco meses, pero ya son novios mucho antes así que ya está dicha la apuesta.

— Ya verán que Sammie será mía, ella podrá hacerse la difícil, pero ante Dylan Donnet. Todas caen rendidas a mis pies y Sammie Robinson no será la excepción.

Es imposible, no puedo creer, lo que acabo de ver. Sentí unas ganas de llorar, pero no lo haría ahora, no enfrente de esta estúpida.

— ¿Ahora me crees? Al menos a mí no me enamoraron solo por 200 dólares. — Ella empieza a reírse y a mí a hervirme la sangre, así que le tiré una cachetada. — ¿Qué te pasa estúpida? — dice tocándose en el lugar que le pegué.

— Al menos a mí no me utilizaron, sabes que cuando yo le decía a Dylan que no, estoy segura que él iba directo a cualquier puta a desquitarse. ¿Y qué crees? Esa puta eras tú. Me das lástima. — La miro con repulsión. — Deberías aprender a respetarte y a darte un poquito de amor propio.

Salí de allí, dejándola completamente callada, ya que sabe que lo que le dije es verdad.

Me dirijo hacia el estacionamiento, había olvidado que el imbécil de Dylan estaría esperándome.

No quería verlo y menos hablar con él. Me siento como una tonta, me enamoré de Dylan, gracias a su apuesta.

Creo que, si no hubiera aceptado mis sentimientos hacia él, nada de esto estaría pasando.

Saco mi celular para llamar a Dylan, mientras me limpio una lágrima que caía por mi mejilla.

— Dylan, puedes venir al salón, tengo que decirte algo muy importante.

— Ya estoy en el estacionamiento bonita, solo ven y aquí hablamos.

— Ven por favor, es importante. — Le digo, para después colgar.

Él sale corriendo y se dirige hacia el salón.

Voy hasta dónde está mi moto y salgo de ese lugar con lágrimas en los ojos, ya no aguantaba más todo esto.

Y pensar que lo peor que me pasó fue hace un año. Esto solo lo complementa.