𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 11
POV SAM
Dylan en verdad es un idiota a más no poder. Él excede la idiotez que se maneja. Es que hacer que diga todas esas estupideces supera todo y por estas cosas hace que lo deteste mucho más.
Al llegar a casa recibí un mensaje de él "Te veo el sábado, bonita ❤". Y no sé, me molesta que sea así de intenso, muchas veces le he dicho que dejé de molestar, pero para él, es como si lo que le digo le entrará por una oreja y se le sale por la otra.
Ahora siento que aceptar salir con él, no es ni será buena idea eso significaría darle alguna pequeña razón para que intente algo más conmigo y no quiero darle esperanzas. Y si salgo con él es por lo que pasó y para que al menos me deje de insistir.
Ya son las ocho de la noche, estoy con mi madre cenando. El día de hoy, decidió trabajar desde casa y así no ir a la empresa.
Sin embargo, tengo que pensar en cómo ayudar a Luke con Amy.
— Hoy no ha venido tu compañero. ¿Cómo es que se llama?
— ¿Hablas de Dylan?
— Exacto.
No puedo creer que esté preguntando por ese idiota.
— No lo sé. Seguro está por ahí, perdiendo el tiempo. Como de costumbre.
— Se nota que tú le gustas.
— ¡Verónica no digas esa tontería! ¡Dios!
— ¡Ay, cariño! ¿Tanto lo detestas?
— Dylan me agobia, Verónica. Él es tan... — buscaba una palabra que lo describa tal cual. — Exasperante e insoportable. Créeme.
— Está bien cariño, no diré nada. Aunque deberías decirle como es que te hace sentir y así cambie, quizás es así, porque está tratando de llamar tu atención.
— No me importa, Verónica.
— Bien.
Terminamos de cenar, mi madre y yo continuamos hablando de temas triviales, entre cosas de su trabajo y mi escuela.
Junto a mi madre levantamos todo y lavamos lo que se utilizó esta noche.
Como es de costumbre aseguro todas las puertas y ventanas de toda la casa. Y luego subo a mi habitación, mi madre se quedó en la sala y puso algo en la televisión.
Dije que ayudaría a Luke en poder estar con Amy, en sí no haré nada solo les daré el empujoncito que ambos necesitan.
CHATS
Creaste este grupo
"Las más bellas y él"
Añadiste a Amy 💕
Añadiste a Sandra 🤗
Añadiste a Carolina
Añadiste a Mi Luke 💩❤
Yo: Hola 😁😽
Amy 💕😍: ¿Qué es esto?
Yo: Un grupo 🙄
Mi Luke 💩❤: Sam, ¿Qué es esto?
Yo: Es un grupo. Obvio. 😣
Mi Luke 💩❤: ¿Con la finalidad...?
Yo: Prometí ayudarte. ¿Recuerdas?😊
Mi Luke💩❤: Sam ¿De qué hablas?
Yo: Amy ¿Estás aquí?
Amy 💕: Sí, aquí estoy ¿Qué pasa?
Mi Luke💩❤: ¡SAAAMMM!
Yo: Si, no lo haces tú, lo haré yo.
Yo: Todo saldrá bien. Confía.
Amy 💕: ¿Por qué tan misteriosos? 🤨
Yo: Tengo algo que decirte Amy.
Sandra 🤗: ¿Qué es esto?
Yo: ¡¡¡¡¡Un grupo!!!!! ¡¡¡¡¡Chicas!!!!!
Mi Luke 💩❤: ¡Sam Robinson, no hables! 🙏🤧
Yo: No estoy hablando Luke, sino escribiendo. 😂😂
Mi Luke 💩❤: ¡Sam Robinson, no escribas*!
Amy 💕: ¿Qué es lo que sucede Sam?
Yo: Bueno tengo que contarte algo muy importante.
Sandra 🤗: ¡Suéltala, con todo!
Mi Luke 💩❤: ¡Saaaaam! ¡Noo! ¡Joder!
Carolina: Tengo miedo.
Luke: ¡Estoy enamorado de ti, Amy! Me gustas.
Yo: Jajaja me quitaste las palabras, querido mejor amigo. 🤣❤
Carolina: 😱😱😱😱😱😱
Sandra 🤗: ¿En serio? Te advierto que Amy solo se baña, tres veces por semana.
Amy 💕: ¡Eso es mentira, Sandra! No digas tonterías.
Amy💕: ¿Luke? ¿Es cierto lo que dices? 😳
Mi Luke 💩❤: Si Amy, no sabía como decírtelo. 🙊😳
Amy💕: Luke también me gustas. Y bueno, tampoco sabía como decírtelo o peor si es que debía decirlo.
Sandra 🤗: 😱😱😱😱
Carolina: 😱😱😱😱😱
Sandra 🤗: Reitero lo que dije.
Amy 💕: ¡¡Sandra!!
Sandra: Hay, cálmate. Ya no dije nada.
Yo: Creo yo, que los tortolitos deberían hablar, por separado
Mi Luke💩❤: ¿Te hablo al privado Amy? 🙈
Amy💕😍: Está bien. 🤭
Yo: Se respira amor jajaja.
POV DYLAN
Hoy es mi cita con Sammie y no sé qué pasará, quiero sorprenderla. Si, si es una apuesta, pero si quiero que se logre pronto, amerita el esfuerzo. Aunque a ella mis esfuerzos los lleva al tope...
Pienso llevarla a la playa, cocinar algo rico y llevarle cosas que le gustan. En el poco tiempo que la he tenido cerca, he podido observar muchas cosas de ella. Y es un punto a mi favor. Supongo.
— ¿Con qué sorprenderás a Sam, hermanito? — pregunta Amy.
— La llevaré a la playa, he pensado en cocinarle algo especial, pero no sé qué. — respondo.
— ¿Te ayudo? — pensé que nunca lo diría, estoy nervioso y cuando estoy nervioso mi cerebro no piensa como de costumbre.
— Si por favor. Hice todo por convencer a Sammie para que salga conmigo, hasta que lo logré, hoy es el día y no se me ocurre nada más que llevarla a la playa.
— Tranquilo. ¿Dices que la llevarás a la playa? — asiento a lo que dice Amy —. Ya, entonces debes tener una alfombra o algo parecido para que se sienten, porque en la arena no lo harán. — Me dice obvia y pensándolo bien tiene razón. — Debes comprar un vino, helado para ella, ya sabes cuál es su favorito. Le encantará si le llevas helado.
— También le llevaré fresas.
— Hasta sabes su fruta favorita. Me sorprendes.
Amy me dice las cosas que debería comprar y todos los ingredientes que necesitaremos.
Cuando regreso del supermercado le escribo a Sammie, la cena la empezaré a realizar a partir de las cinco.
▬Bonita▬
Yo: ¿A qué horas paso por ti bonita?
Bonita: ¿Sigues pensando en eso Dylan? Pensé que ya lo habías olvídalo. 🙄
Yo: Jamás, bonita. Ahora dime. ¿A qué horas te veo?
Bonita: Siete treinta ¿Te parece?
Yo: ¡Perfecto! 😘❤
Bonita: Si sí, ajá. 🙂
POV SAM
La cita con Dylan es hoy, acaba de escribirme, en verdad que ni me acordaba que iba a salir con él. Ahora no sé qué ponerme, literalmente no tengo nada bonito, tengo pura ropa holgada y sé muy bien que en la primera cita no debería ir vestida de esa manera.
¡Espera! ¡Espera! ¡Espera! ¿Por qué rayos me estoy preocupando por lo que voy a llevar?
¡Dios! ¡Esto no es normal en mí!
Corro al espejo a mirarme.
— Ni que me viera tan mal con la ropa que uso.
— Pues la verdad, así ni siquiera llamas la atención. — Mi subconsciente me habla a través del espejo, vestida con una falda y blusa manga acero.
— Eso es lo que quiero, no llamar la atención y es algo que no puedes entender.
— Debemos preguntarle a Verónica, ella sabrá qué hacer.
— No, no debemos.
— ¡Verónica! ¡Te necesito! ¡Ven a mi habitación, por favor! — suelto un grito obligado.
— ¿Qué pasó Sam? — sube corriendo y entra a mi habitación.
— Necesito tu ayuda. — digo cerrando la puerta.
— ¿Qué te parece estos outfits que elegí? — Antes había elegido dos, pantalones largos y anchos, junto a sudaderas grandes.
— ¿A dónde irás? ¿Por qué te preocupa tanto la ropa que usarás?
— No me preocupa, es solo que Dylan me invitó a salir. — respondo, levantando los hombros.
— ¿No me decías que era exasperante e insoportable?
— Si, sí. Sé lo que dije. Pero el tarado me hizo prometer a tener una cita con él, por un favor que me hizo.
Mi madre asiente. — Entonces si lo quieres sorprender, con esos trapos no lo lograrás.
— Pero yo no quiero sorpren... — No me dejó continuar.
— Iremos de compras, es tiempo que vuelva la Sam de antes, que no se esconde debajo de unos trapos más grandes que ella.
— Verónica, tú sabes la razón por la cual me visto de esta manera.
— Lo sé cariño y créeme que si lo hubiera sabido desde antes. No hubiera permitido este cambio en ti.
Siento como mi pecho se hace chiquito y una lágrima amenaza por salir, pero la seco rápidamente.
— Pero dejemos ese pasado atrás mi pequeña y la mejor manera es vestirte mejor. Y no quiero que pienses que lo harás por un chico que te ha invitado a salir. Si no que lo harás por ti y que eres tú la única que importa aquí.
Sé que tiene razón, pero tengo miedo a que me suceda lo mismo. No quisiera equivocarme de nuevo.
— Ahora vamos de compras, debemos comprarte ropa y maquillaje para que cuando Dylan te vea quedé maravillado.
— No quiero que se haga ilusiones, Verónica. — Ella gira los ojos y me jala de la mano.
— No harás eso. Solo le moverás el piso un poco.
— ¿Eso no es lo mismo?
— No, no lo es.
════ ೋ 🌸 ˚⋆。˚✿˚⋆。˚ 🌸 ೋ════
Han pasado casi dos horas y seguimos dando vueltas y vueltas, de una tienda a otra y mamá no se decide.
— ¿Qué te parece este? — asiento para ya poder irnos —. No, no me convence. — responde así misma.
— Entonces no me preguntes, Verónica.
— Estos te quedarán perfectos. — Había elegido varios conjuntos entre ellos vestidos y ropa ajustada, algo que no me gusta.
— ¿Ya nos podemos ir? — Le pregunto agotada.
— Ahora si podemos. — dice ella, vamos a la caja registradora para pagar las compras y luego regresamos a casa.
Estábamos en mi cuarto nuevamente, en el camino recibí una llamada de mi padre preguntando como estaba, decía que tiene mucho trabajo y todas esas cosas. Preguntó cómo estaba y que si estaba yendo a las terapias con la psicóloga.
Desde que mis padres saben lo que me pasó, he estado yendo a terapia. Ximena es una chica muy linda y me ha ayudado bastante, las pesadillas han sido menos desde que asisto con ella y eso ha sido muy bueno para mí, o eso es lo que dice Ximena.
— Pruébate este. — Me muestra una falda blanca, con una blusa rosa bajita de tiras junto con otra blusa manga larga de material tul transparente —. Te quedará precioso. — giré los ojos y agarró la ropa para probármela.
Gracias a mi mamá tuve que probarme tres outfits. Los otros dos eran igual con falda, una guinda con una blusa manga tres cuartos y la otra falda negra con la misma media, pero el diseño diferente de un color celeste pastel.
Me gustó el primero que me puse ya que la blusa larga cubría parte de mis muñecas, donde tenía las cicatrices.
— Ves con la blusa larga, te ayudará a cubrir tus cicatrices. — Sonrío por el mismo pensamiento que tuve. — Además, te queda precioso y combina a la perfección.
Ya llegó la hora de que Dylan viniera a recogerme.
El timbre sonó y después de unos minutos mi madre me grita desde abajo.
— ¡Sam! Dylan, ya llegó. ¡Baja!
Me miro en el espejo por última vez y sonrió nuevamente al ver lo que veo.
En verdad no pensé volver a vestirme de esta forma, es más nunca lo habría hecho. Pero creo que mi madre tiene razón, es tiempo de cambiar y pensar en mí y en nadie más.
Bajé hasta la sala, él estaba sentado en el sofá, al sentir que ya estaba abajo, él se levanta y voltea a verme. Tenía un hermoso ramo de girasoles.
Él se queda en silencio unos segundos observándome.
— Te ves preciosa, Sammie. — Me sonríe.
— Gracias, Dylan. — Le devuelvo la sonrisa.
— Ten. — Me entrega el ramo que traía consigo —. Son para ti.
— Muchas gracias. — Las recibo —. Son preciosas.
— Déjame ponerlas en agua, cariño. — dice mi madre pidiéndome el ramo.
— Gracias Verónica, era justo lo que te iba a pedir. — digo. Mi madre está muy contenta, incluso mucho más de lo que yo debería.
— Seguro que sí.
— ¿Nos vamos? — Me pregunta Dylan.
Miro a mi madre y ella me dice "diviértete" con el movimiento de sus labios.
Vuelvo a mirar a Dylan. — Vamos.
POV DYLAN
Estaba preparando la cena que le daré a Sammie, en serio espero que le guste, me estoy esforzando.
Compré fresas, el helado que le gusta a Sammie, preparé jugo de pera, sé que le gusta, ya que en la escuela siempre lo pide, pero hubo un día en que no habían preparado y prefirió no pedir ningún jugo.
Mi celular sonó. — Aló Amy ¿Qué tal te está yendo? — Ella está en el lugar que llevaré a Sammie, mientras lo arregla a su manera, yo preparo todo aquí. No me negué a que ella vaya allá, ya que soy muy malo en esas cosas.
— Perfecto hermanito, debes apresurarte a traer las cosas, pronto serán las siete y no tendrás tiempo para volver a casa y arreglarte. — Ella tenía razón, pero ya todo está casi listo, no tengo que preocuparme.
— Ya está todo, termino y me iré a duchar para estar listo y ver que ponerme.
— Está bien Dylan, sé que Sam quedará fascinada.
— Espero que sí.
— Bueno hermanito te veo aquí.
— Gracias Amy. — iba a colgar cuando de pronto grita.
— ¡Espera!
— ¿Qué pasa?
— Quiero decirte que estoy saliendo con Luke. — Y me corta ella misma.
¿Luke? ¿Acaso es ese Luke? El amigo de Sammie. Creí que cuando lo encontré en casa de Sam y la vez que la llamó, él estaba detrás de Sammie. Pero me doy con la sorpresa de que estaba detrás de mi hermana. Cuando termine todo esto hablaré con ella y con Luke.
Todo ya estaba listo, dejé a Amy en la playa con todas las cosas que llevé, volví lo más rápido posible y pude arreglarme a tiempo, voy de pantalón negro, un polo negro con un estampado, una chamarra de cuero y zapatos negros de cuero.
Faltan diez minutos antes de la hora que Sammie me dijo que fuera a recogerla, así aprovecho ese tiempo para el trayecto a su casa.
Salgo de casa y voy en busca de Sammie. En el camino encontré un puesto de rosas y es lo que le compraré a Sammie. Sé que sería un gran detalle.
— Venga joven, hermosos girasoles, para su novia. — dice la vendedora llamando mi atención. — Se dice que, en el lenguaje de las flores, el girasol significa: "Te admiro". El amarillo significa "Eres mi sol. Solo tengo ojos para ti, y como el girasol, yo me giraré siempre hacia ti" y el naranja "Es la fidelidad en el amor junto con la admiración".
"Solo tengo ojos para ti"
"Y como el girasol, yo me giraré siempre hacia ti"
Aquellas palabras me han dejado pensando. ¿Será correcto comprarle girasoles?
— Deme un ramo dos docenas de girasoles, por favor. — Le pedí a la señora, correcto o no, es a la finalidad que me llevará.
— A su novia le encantarán.
— Aún no es mi novia. — Solo sonreí.
— Oh. Entonces con este ramo, llamará la atención de ella hacia usted. — dice ella mostrando el ramo. — Tome. — Me lo entrega y yo le doy en dinero que costaron.
Llego a la casa de Sammie estaba nervioso a lo que pueda decir o hacer al respecto.
Toco el timbre y me abre la mamá de Sammie.
— Buenas noches, señora Robinson.
— Por favor no me llames así, ese apellido ya no me pertenece, dime solo Verónica.
— Vengo a buscar a Sammie.
—Pasa por favor. — entro a su casa.
— Gracias.
— Toma asiento, la llamaré ahora mismo.
Asentí mientras me sentaba en el sofá.
— ¡Sam! Dylan, ya llegó. ¡Baja! — Me sonríe después de llamarla.
No sé cómo, pero sabía que ella ya está detrás de mí. Me levanté del sofá y al voltear, no podía creer lo que mis ojos estaban viendo. Está tan hermosa, y no lo digo por su ropa holgada que siempre usa, es más se ve hermosa siempre. Pero ella literalmente había cambiado su forma de vestir. — Te ves preciosa Sammie. — Le digo mientras sonrió. Es la primera vez que la veo vestida de esa manera.
— Gracias, Dylan. — Me responde con una sonrisa.
— Ten. — Le entrego los girasoles que le compré —. Son para ti.
— Muchas gracias. — Me dice mientras las recibe. Son preciosas.
— Déjame ponerlas en agua, cariño. — dice su madre tomando el ramo.
— Gracias Verónica, era justo lo que te iba a pedir.
— Seguro que sí.
Es sorprendente que llame a su mamá por su nombre. Desde que he podido venir a su casa siempre es así. A pesar de que mi madre no para con nosotros, sé que, si la llamó así recibiría un golpe de su parte.
— ¿Nos vamos? — Le pregunto.
Ella mira a su mamá para luego mirarme a mí.
— Vamos.
©MI AMOR MAS BONITO®
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POR ✩⊱Docebesitos
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