POV SAM

¡Lo besé!, ¡Lo estoy besando!, ¡Estoy besando a Dylan Donnet!

Al sentir sus labios junto a los míos, es como si no quisiera que se separen de mí nunca.

— Lo... Lo siento. — tartamudeé.

— ¡Sammie! Viste, ambos sentimos lo mismo. Démonos la oportunidad de ser felices.

— Yo también quisiera ser feliz a tu lado, Dylan.

— Te quiero, Sammie.

— Y yo a ti Dylan.

De repente mi celular empieza a sonar, lo reviso inmediatamente, pero no hay llamada alguna.

Suena nuevamente y logro despertar.

— Oh, mierda. Me he quedado dormida. — Recuerdo estar haciendo mis tareas en la laptop, pero observo que el documento tiene letras y palabras sin sentido. Estuve presionando con mi cabeza en el teclado.

El celular suena nuevamente, es mi madre.

— Cariño, ábreme la puerta.

— ¿Por qué no entras tú?

— Dejé las llaves en casa.

— Okey, ya voy.

Corto la llamada. Y salgo de mi habitación.

Pasa por mi cabeza una vez más lo que soñé hace poco.

¿Qué mierda? Ese estúpido sueño nuevamente.

— Por fin Sammie.

— ¿Qué hora es mamá? ¿Por qué llegas a estas horas?

— Son las tres de la madrugada. — dice entrando a la casa. — El trabajo ha estado muy pesado.

— Entiendo. Bueno ve a la cama y descansa.

— Si está bien. Por cierto, cariño. Feliz cumpleaños. — Me da un abrazo.

Lo había olvidado, hoy es 10 de mayo. Y es mi cumpleaños.

— Gracias, Verónica.

— ¿Quieres que te realice una reunión con los chicos?

— No, no es necesario. — Le respondo con una sonrisa. — Podemos tener un buen rato las dos.

— Está bien cariño.

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Estaba en mi cama, con la mirada perdida en alguna parte del techo. Es sábado y hoy es mi cumpleaños. El día de hoy, literalmente. Mi madre me dijo que para hacer algo, pero no quiero absolutamente nada.

Ha pasado un mes desde mi cita con Dylan y desde el último beso que nos dimos.

Todo este tiempo lo he estado ignorando, cada vez que se acercaba yo me alejaba. La razón, pues había aceptado mis sentimientos hacia él, se lo había dicho.

Le dije que me gustaba y que también lo odiaba, es por eso que decidí alejarme sin decirle nada. Pronto se olvidará de mí y me dejará en paz.

Al menos es lo que espero.

— Estas son las mañanitas que cantaba el rey David, a las muchachas bonitas se las cantamos así, despierta mi bien despierta, mira que ya amaneció, ya los pajaritos cantan, la luna ya se metió. — Mi madre entró con una torta y empezó a cantar esa canción que desde hace dieciocho años me ha cantado. Solo que esté año ha sido muy diferente.

— Muchas gracias, Verónica. — Le doy un beso en la mejilla.

— ¡Felices dieciocho, mi amor! Mira te traje esta torta de helado. ¿Adivina de que sabor? — Me dice muy alegre.

— ¿Menta con chispas de chocolate? — Ella asintió sonriéndome.

— ¿En verdad no quieres una fiesta Sam? Yo no tengo ningún problema.

— No Verónica, no quiero nada está vez. — En todos mis cumpleaños mis padres me hacían una celebración. Este año es distinto porque ellos no están juntos, tampoco está Lorena conmigo y no quiero sentirme mal. Eduardo me llamó temprano, fue muy bueno escucharlo.

— Te espero en el comedor cariño.

— Ya mamá. — Ella me miró emocionada que la haya llamado mamá. Hay veces en la que la he llamado mamá y esas veces son muy pocas.

Me levanto de la cama y voy en su encuentro. — Te amo mamá, gracias por todo.

Ella me abraza de igual forma que yo lo estoy haciendo. — Te amo mucho más, mi pequeña Sam, aunque ya no eres tan pequeña —. ríe.

Ella se va y yo me dispongo a darme una ducha.

Después de salir del baño elijo lo que debo ponerme, una blusa manga larga de encaje, shorts azules y mis tenis blancos.

Si se preguntan, pues sí, cambié completamente mi forma de vestirme. Creí que es mejor dejar el pasado atrás y eso era dejando toda esa ropa holgada de lado.

Bajé las escaleras y todo estaba en silencio, no había nadie en la sala, voy a la cocina y mi madre tampoco estaba allí. Regreso a la sala, cuando de pronto salen las chicas y Luke detrás de los muebles.

— ¡Feliz cumpleaños Sam! — gritan todos al mismo tiempo.

— ¡Me asustaron, tontos!

Ellos ríen. — Nosotros también te queremos.

— Gracias chicos, en verdad, no lo esperaba de ustedes.

— ¿Cómo que no lo esperabas? Somos tus mejores amigos. — dicen y después vienen a abrazarme.

— Muchísimas gracias. — Nuevamente digo.

— Chicos hay pastel de helado. — dice mi madre.

— ¿Dónde estabas? — Le pregunté.

— Había ido al baño, cariño.

— Vamos chicos, solo por hoy les daré a probar de mi helado favorito. — Les digo y ellos me siguen a la cocina, riéndose por mi comentario.

Estamos en la cocina, comiendo helado y hablando de muchísimas cosas. Es increíble tener a unos amigos como ellos, soy muy afortunada.

— Chicos, me está llamando Dylan, espérenme un momento. — dice Amy yéndose a la sala.

No dije nada, sé que evité a Dylan por un mes, pero al menos esperaba un "Feliz cumpleaños Sammie", de su parte.

Pero siento que espero mucho de él

Seguí hablando con mis amigos, tratando de olvidarme de él.

Los chicos estuvieron acompañándome hasta el mediodía. Les agradecí por todo lo que hicieron. Podría decir que lo pase muy bien.

Prendí la televisión y me dediqué a ver mi serie favorita.

POV DYLAN

Hoy es el cumpleaños de Sammie y aunque me haya dejado de hablar por todo este tiempo y que todo un mes me estuvo evitando, quiero realizar una sorpresa y celebrar está fecha tan especial a su lado.

Llamaré a Amy, ayer me dijo que hoy iría con sus amigas y Luke a casa de Sammie. Después de todo Luke no es mala persona, lo conocí más a fondo y me gusta para mi hermana, ella está muy feliz con él.

— Amy, ¿Estás en casa de Sammie?

— Sí, ¿Qué pasa?

— Quiero hacerle una fiesta sorpresa, hoy en la noche. Y necesito que me ayudes.

— ¿Qué es lo que tienes en mente hermanito?

— Necesito que vengas a casa, acá hablaremos.

— Ya, pero estaré con Sam un buen rato.

— Ya no te preocupes, te veo más tarde. Yo iré a comprar todo lo que necesitaremos.

— Ya hermanito.

— Una cosa más, ¿Tienes el número de la mamá de Sammie?

— Sí, te lo paso por WhatsApp.

— Ya Amy, gracias.

Le cuelgo la llamada y salgo con mi auto a comprar todo lo que necesitaré, en el camino llamo a la mamá de Sammie.

— Buenos días ¿Habla la señora, Verónica?

— Sí, ella misma. ¿Quién es?

— Verónica, soy Dylan.

— Hola, Dylan. Dime ¿Pasó algo? Creí que vendrías a saludar a Sam. Aunque por un momento lo dudé por lo que pasó la última vez.

— Si, Sammie. Me estuvo ignorando todo este mes. Y bueno no quiero que esta fecha pase desapercibida. Quiero organizarle una fiesta sorpresa, pero necesito su ayuda.

— Cuenta conmigo, ¿En qué te puedo ayudar?

— Primeramente, ¿Puedo organizar la fiesta en su casa? En la mía mis padres no me lo permitirían.

— Claro que sí, pero ¿Cómo haremos con Sam? Me dijo que no saldría a ningún lado.

— Ya hablé con Amy, de eso nos encargamos nosotros. La llamo luego para ver en qué quedamos.

— Está bien, Dylan.

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Ya compré todo lo que se necesita en una fiesta: bebida, globos y todo para la decoración, tortas, bocaditos y el regalo para Sammie, le escogí un collar, algo que al verlo la definirá completamente y sé que le gustará.

— ¡Dylan ya llegué! ¿Estás en casa?

Amy por fin llegó a casa.

— Si estoy en la cocina, ven.

— ¿Qué tienes planeado? — Me pregunta ella.

— Hablé con Verónica, está de acuerdo en que hagamos la fiesta en su casa.

— Pero ¿Y Sam? Ella dijo que se quedaría viendo Bob Esponja todo el día. — sonreí, ya me lo imaginaba.

— Por eso necesito que tú, Luke y Cristian la saquen de su casa.

— Pero ¿cómo? Te estoy diciendo que no saldrá el día de hoy.

— La secuestrarán.

— ¿¡Qué!? ¡Estás loco! ¿Verdad?

— Solamente será por dos horas, la llevas a dar vueltas por la ciudad. Dependiendo si el plan A funciona.

— ¿Y cuál es el plan A?

— Que acepte salir contigo, si eso pasa no habrá secuestro.

— Dylan, ella ha dicho que no quiere salir.

— Entonces el plan secuestro se lleva a cabo, Verónica la mandará al supermercado por unas cosas y antes de que se vaya, ustedes se la llevan. Ya cuando tenga todo listo, la regresan a su casa.

Amy me mira con cara de pocos amigos.

— Vamos es un plan magnífico.

— Tu plan es estúpido, Dylan. — pongo mi mano en el pecho, ofendido —. Pero funcionará.

— Gracias hermanita. — Le doy un abrazo.

— ¿Estás enamorado de ella verdad?

Su pregunta me agarró desprevenido, yo solo lo hago por la apuesta.

Si estoy haciendo esto es únicamente por la apuesta. Tengo que enamorarla y esto me ayudará. Me confesó que le gustaba, solo necesito un empujoncito.

— La quiero Amy, sabes que me gusta. — Le respondo.

— Yo no lo sé. — dice levantando los brazos. — Solo tú.

— Me gusta y ya. Ahora esperemos que sean las cinco para empezar nuestro plan.

POV LUKE

Amy me llamó diciéndome que Dylan le hará una sorpresa a Sam. Se nota a leguas, que está enamorado de ella, sino porque haría esto.

Pero lo que me asusta es la idea de secuestrar a Sam. No sé cómo reaccionaría ante todo esto, pero lo que, sí sé es que recibiré golpes de parte de ella al tratar de atraparla.

Mi celular empieza a sonar era Amy.

— Aló amor, ¿Ya estás listo?

— Si amor.

— Ven a mi casa. Acá te espero con Cristian, el amigo de Dylan.

— Voy en camino, preciosa.

Cuelgo la llamada, salgo de mi casa y me dirijo a la de Amy.

POV DYLAN

Eran las cinco de la tarde y en el tiempo que estos tres tengan a Sammie, yo y la señora Verónica debemos tener todo listo.

— ¿Están listos chicos? — Les pregunto a Luke y a Cristian.

— Como no serás tú, quien recibirá los golpes, supongo que sí. — responde Luke.

— Es para una buena causa, cuñado.

— Llamaré a Sam y preguntarle si acepta que salgamos. Ahora le dejé un mensaje, pero no me respondió. — dijo Amy agarrando su celular, que acepte salir con Amy era la primera opción para evitar lo del secuestro, si no funcionaba su mamá haría el trabajo para nosotros —. Lo pondré en altavoz.

— Aló, Sam. Te mandé un mensaje temprano, ¿Por qué no me has respondido?

— Amy, estoy segura de que antes de que se fueran les dije que no saldría a ningún lado.

— Pero Sam, es tu cumpleaños número dieciocho, ya eres legal y, ya que no has querido realizar ninguna fiesta, al menos salgamos un rato para que te distraigas.

— Amy, no tengo ánimos de nada. Además, no puedo creer que tu hermano, no me haya dejado ningún mensaje, sé que lo he estado evitando, pero esperaba, por lo menos un mensaje de su parte.

Tres pares de ojos me estaban mirando, Amy tapo el celular para hablarme.

— ¿Por qué no la has saludado?

— Creí que hacerlo en la fiesta sería lo mejor.

— Sí, serás imbécil. — Me dice Luke dándome un golpe en la cabeza.

Amy, nuevamente le pone atención a la llamada.

— Oh vamos Sam, sabes lo tarado que puede ser Dylan.

— Como sea, no tengo ánimos para salir, estoy bien viendo La princesa y el sapo. Sabes que es mi favorita. No insistas.

Sonreí, Sammie es como ninguna. Le encantan las caricaturas y aunque haya cumplido dieciocho, yo no la considero ni infantil y menos inmadura.

— ¡Me colgó! — dice finalmente Amy guardando su teléfono.

— Sigamos con lo planeado. Llamaré a Verónica. Y avancemos a casa de Sammie.

POV AMY

Estamos afuera de la casa de Sam, llevamos casi diez minutos aquí. Hoy me fue difícil convencerla para salir, literal siempre me es difícil, Ella es así, prefiere estar en su casa, que si se trata de trabajos de la escuela tenemos que ir a su casa porque ella no sale. Sería mínima las veces que sale y eso es cuando ella quiere.

Dylan llamó a la señora Verónica, ella iba a hacer para que Sammie salga de casa.

Recibo un mensaje y es mi hermano.

▬Aborto de moco▬

Aborto de moco: Sammie ya va a salir, así que estén atentos.

Si Dylan se llegase a enterar de que lo tengo agregado así, se enojaría conmigo.

Yo: Listo hermanito.

Observo a Sam, salir de su casa y preparándose para subir a su moto.

— Chicos es ahora o nunca. — Les dije y ellos se colocaron los pasamontañas para después salir.

Cogieron a Sam por la espalda y le pusieron una gorra negra en la cabeza, antes de que se subiera a su moto.

Ella pateaba y trataba de zafarse, pero Luke y Cristian eran más fuertes.

Los llamaba con las manos para que la metan al auto.

Puse mi voz más grave para que no me reconozca.

— ¡Súbanla, rápido!

— ¡¿Qué mierda quieren de mí?! ¡Auxilio! ¡Alguien que me ayude!

— Cállate Samantha o atente a las consecuencias.

— ¿Dónde mierda está la gente chismosa? Siempre paran chismeando y dando vueltas, para enterarse de todo, de quien pasa y quien no y ahora ni sus narices. — escucharla era gracioso.

— ¡Que te calles! — dijo Cristian, poniendo una pistola de agua en su cabeza, él también puso grave su voz.

— Arranca, arranca. — Me ordenó Luke.

Le habíamos amarrado las manos y pies a Sam, para que no se pueda mover y menos se nos escape.

POV LUKE

Íbamos escuchando música, mientras Sam está atrás con Cristian, ella posiblemente temiendo por su vida. Mientras que Cristian escribe en su celular.

Me da pena verla así, pero todo esto es por no dejar que realizáramos algo para ella.

En cuanto la soltemos, entre a su casa y vea todo lo que Dylan le tiene preparado para ella, sonreirá y olvidará todo esto.

O eso espero yo.

El celular de Amy empieza a sonar. Es una videollamada entrante de Dylan. Busco por todos lados y finalmente pongo mis audífonos al celular de Amy.

— Qué bueno que contestan. — exclama nervioso. — Dentro de una hora tendrán que traerla nuevamente ¿Lo saben? — asentimos. — ¿Cómo está Sammie? — pregunta.

Enfoco la cámara detrás de mí, mostrándole a una Sam completamente rígida en el asiento trasero.

Después de eso, colgamos la llamada. Prometiendo que cuidaremos de ella. Nos lo hace prometer como que si no somos unos chicos responsables.

Amy se estaciona en una pastelería. Le miro y miramos a Cristian. Los tres asentimos sonrientes.

Así es, comeremos tortas en medio de un secuestro falso.

©MI AMOR MAS BONITO®
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POR ✩⊱Docebesitos