UNA CITA FRUSTRADA
Moroha
Han pasado varios días desde el incidente de la última vez, Ryosuke no ha vuelto a aparecer por estos lados, pero si ha enviado gente a molestar, algo me dice que no va a parar hasta acabar con mis amigos, créanme que eso no lo vamos a permitir, mi padre y yo estamos dispuestos a acabar con esas basuras. Lo bueno es que por lo menos no ha pasado a mayores. Hisui y yo nos hemos estado viendo muy seguido, pero solo de momentos porque como ya lo mencioné, han estado bastante ocupados eliminando a esas personas que manda Ryosuke.
Hoy por fin después de tantos días, hemos quedado en salir juntos, estaba super mega emocionada, me encontraba de aquí para allá buscando que ponerme y toda esa clase de cosas.
Mamá se encontraba muy entusiasmada con la idea, me daba sugerencias de que pudiese ponerme y cosas así. Mi padre solo nos observaba y colocando su mala cara, se hacía el que no le importaba nada del asunto, pero ambas sabemos que está aguantándose las ganas de intervenir, lo cual me causaba algo de gracia.
— Mamá, no quiero usar nada rosa — Dije siendo tajante — Sabes que no es mi estilo, aunque digas que se me ve muy bien.
— Por una vez que lo utilices, no te vas a morir hija — Insistía mi madre — Además, siempre vas con el mismo color y que uses algo distinto, eso le llamará más la atención a él.
— Escucha a tu madre — Gritó mi padre desde la puerta — Ella sabe mucho de estas cosas, créeme que no se equivoca.
Sigo sin estar de acuerdo en usar algo rosa, pero cuando mi padre dice que debo hacerle caso a mi madre, es porque DEBO HACERLO y no lo voy a cuestionar, si algo es cierto, es que ella sabe más sobre el AMOR que yo, y la verdad es que no quiero hacerle creer que soy una sabelotodo porque no es así.
Así que tomé el kimono rosa entre mis manos y lo observaba minuciosamente mientras tomaba un par de inspiraciones profundas para después responderle un poco más calmada:
— Bien, me lo pondré SOLO ESTA VEZ — Le dije e intenté sonreír.
— Verás como le gusta verte con el kimono rosa — Sonrió mi madre para así darme un abrazo — Confía en mí.
— Eso espero — Le dije mientras la veía a los ojos.
— Y si no le gusta — Intervino mi padre — ¡PUES QUE SE AGUANTE!
Mi madre y yo soltamos una gran carcajada luego de escuchar el comentario ya que la cara de mi papá lo dice todo. Mi padre dice que no quiere a Hisui, pero sé bien que muy pero muy en el fondo si le agrada que estemos juntos y eso para mí es motivo de alegría ya que él no es de esas personas que acepta las cosas tan fácil y bueno... Se puede decir que hasta ahora lo ha aceptado un poco.
— Bueno hija — Decía mi madre — Ahora solo queda arreglarte ya que se va haciendo tarde y no queremos hacerlo esperar ¿No es así?
Asentí ante el comentario y me dirigí hacia el apartado que tengo solo para mí, ya que iba a empezar en mi labor de arreglarme para mi cita con Hisui.
~*~
— ¿A dónde vas tan arreglado? — Decía Kohaku de una forma muy pícara — Tienes una cita ¿Verdad?
— Así es — Dice Hisui muy sonriente — Si me disculpas, tengo que ir avanzando porque si llego tarde, ella me matará.
— Ve tranquilo — Dijo y se despidió ahora sí.
Hisui
Después de tantos días de angustia, por fin voy a poder verme con mi novia, por los momentos no hay indicios de que vaya a haber algún desastre, desde muy temprano estamos monitoreando la zona para que no se nos escape nada, por lo visto no hay indicios de alguna amenaza, pero no por eso vamos a bajar la guardia, así que aprovecharé el tiempo para estar con ella todo lo que pueda y hacerla feliz.
No he visto a Setsuna en todo el día y eso me parece muy extraño ya que no pierde oportunidad para echarme miradas, no se despega de mí, siempre está intentando hacer algo para que le preste atención y eso se vuelve algo tedioso porque hay momentos en los que termino por tratarla un poco brusco ya que quiere abrazarme y tomarme del brazo, la verdad eso no me agrada.
Siempre que estuve con ella le fui fiel, nunca miré a nadie más que no fuera ella, respeté nuestra relación, pero sus CELOS no la dejaban ver eso. Créanme que no pienso dejar de ser así ahora que estoy con Moroha y si ella está buscando un motivo para hacer que Moroha y yo terminemos, está muy equivocada, yo no soy infiel, no estoy siguiendo los pasos de mi padre cuando tenía mi edad.
Pienso hacer respetar mi relación con Moroha a como dé lugar y no voy a permitir que alguien quiera interferir, sea quien sea, si es necesario quitarlos del medio, lo voy a hacer.
Hoy decidí caminar, ya que conociendo a Moroha va a tardar en estar lista para nuestra cita y de aquí a que llegue, supongo que va a estar más que arreglada. Kirara venía conmigo puesto que nadie tenía pensado salir de la aldea, además la necesitaré si en dado caso llega a presentarse alguna emergencia.
Estaba cruzando por el bosque ya que por ahí el camino es un poco más corto, pero justo antes de llegar al otro extremo, me percaté de que alguien me seguía, mi cuerpo se erizó y en seguida supe que era hora de actuar, la minina que siempre está a mi lado, se transformó y me cubría las espaldas — Parece que voy a llegar tarde a mi cita — Dije mientras soltaba el seguro del forro en que estaba mi catana.
~*~
Ha pasado un buen rato y ya estoy totalmente lista, quedamos de vernos en el claro de la última vez. Así que es mejor que vaya agarrando camino o si no voy a llegar tarde y la verdad es que no quiero hacerlo esperar... Prefiero mil veces ser puntual que impuntual.
Papá me acompañó hasta cierta parte del camino, dijo que no quiere que el idiota de Nanasuke se me acerque ya que estoy "muy bonita" según él, además que Shippo-Chan no está en la aldea y como se pueden imaginar, mi padre no quiere que vaya sola.
— ¡DÉJAME AQUÍ VIEJO! — Le decía ya un poco frustrada — Yo puedo llegar sola.
— No quiero, hasta que no llegue el Mini-Miroku, no me iré — Se cruza de brazos mientras resopla fuertemente por la nariz.
Como hay que ver que mi padre no cambia en nada... ¿Hasta cuándo va a seguir así? Tengo 15 años, creo que va siendo hora de que deje de tratarme como a una niña y más ahora que estoy saliendo con Hisui. Mientras nos íbamos acercando al sitio, mi padre no paraba de preguntarme la razón por la que íbamos a estar ahí pudiendo haber escogido otro lugar...
— ¡NO ES TU ASUNTO! — Dije toda roja — Además... Es un sitio especial.
— Con que un sitio especial eh — Mi padre me mira de pies a cabeza mientras que yo me iba poniendo cada vez más roja... Creo que hablé demás... ¿Y si se dio cuenta de que le estoy escondiendo algo? ¿Y si dedujo que Hisui y yo ya estuvimos juntos? ¿Y si...? ¡AHHH! La verdad no sé qué pensar, solo no responderé nada o puede que me delate sola.
— Tu madre y yo también teníamos un sitio especial — Decía mi padre con una sonrisa en el rostro — Creo que una vez te hablamos sobre eso.
— Si — Contesté con una sonrisa en el rostro — El pozo...
— Por eso entiendo que estés así — Intentaba hacerse el duro — Así que... Voy a dejarte aquí.
— Viejo... No me molesta tu presencia — Dije y le di un abrazo.
— Si, pero no quiero ver como Hisui te abraza — Suspiró — Así que me iré.
Me reí ante el comentario de mi padre mientras lo veía marcharse, por un lado, me alegra que se haya ido, pero por el otro si me sentí mal por él... Lo extraño del caso es que mi novio no haya llegado, Hisui puede ser lo que sea, pero impuntual JAMÁS, bueno al menos no siempre.
Me pregunto... ¿Qué es lo que lo estará retrasando tanto?
~*~
— ¡NO TE DEJARÉ LLEGAR! — Gritaba la castaña mientras se batía a duelo con el peli-verde al que dice amar.
Hisui bloquea el ataque con su catana mientras de un salto, pone distancia entre ellos, ella sin dudarlo, corrió hasta donde estaba para impedirle el paso, pero este no le dio oportunidad de bloquearlo.
— Recuerda que conozco todos tus trucos Setsuna — La mira imponente mientras que se truena los dedos de forma abrupta.
— ¡HISUI BASTA! — Dice ella con lágrimas en sus ojos — Por favor...
— Eso es lo que yo te digo — Le responde muy serio — ¡BASTA SETSUNA!
Ella lo miró muy sorprendida por su actitud, jamás creyó que Hisui fuera capaz de contradecirla en algo, jamás creyó que la trataría de esa forma, pero en cierta parte Hisui tenía razón en sus palabras, mientras estuvieron juntos, le dejaba claro que no confiaba en él y terminaba por acusarle de cosas que no había hecho y poco a poco fue en decadencia lo que él sentía por ella.
La castaña apretó sus puños con mucha fuerza, en vista de que no podría seguir reteniéndole, prosiguió a hablarle una última vez a ver si así llamaba su atención:
— ¡NO SOPORTO EL HECHO DE QUE ESTÉS CON ELLA! — Arroja su arma a un lado para luego acercarse a mí lentamente — Hisui... Yo solo quiero otra oportunidad.
— Ya te di demasiadas oportunidades Setsuna — Rodó los ojos — Pero tu no parabas de tratarme mal porque según tú, yo te estaba engañando cuando NO ERA ASÍ.
—Hisui...
— No hay más oportunidades — Dijo con firmeza — No quiero que sigas interfiriendo, voy a ir a mi cita, TE GUSTE O NO.
La castaña no puso expresión alguna en su rostro y sin pensarlo se abalanzó sobre él e intentó besarlo, pero este lo esquivó de inmediato.
— Hisui, escúchame... ¿Recuerdas cuando me besabas y decías que yo era el amor de tu vida? — Le susurraba al oído mientras que él la apartaba.
— Si, por supuesto que lo recuerdo, pero con tus celos enfermizos, mataste todo lo que sentía por ti — La toma de las muñecas y la aparta suavemente.
— No creo que hayas olvidado los buenos momentos que pasamos juntos — Le sonríe de forma coqueta.
— No es que me haga de vista gorda — Se hace el desentendido — Pero ya no quiero que hablemos de eso, ya es cosa del pasado y debes entenderlo.
Setsuna no iba a dejar que Hisui se fuera tan fácilmente, su objetivo en si no era que él accediera a algo con ella, sino que lo que en realidad quería era impedir que Hisui llegara a donde estaba su prima, se había propuesto a arruinarles la cita y eso es lo que estaba logrando o al menos era lo que ella creía.
Hisui logró adelantarse un poco más, pero ella le seguía muy de cerca, no fue sino hasta que llegaron a la encrucijada para así darle fin a la abrupta persecución que tenían. Nuestro peli-verde observaba que ya se estaba haciendo tarde y que lo más probable es que su novia ya se encontraba de regreso a casa, eso para él era algo fatal porque nunca le había quedado mal a alguien, mucho menos a una chica, se sentía patético, humillado y sucio porque no logró estar a tiempo.
"Ella no me va a perdonar esto... Será mejor que tome el camino hasta su casa para hablarle, pero antes, perderé de vista a Setsuna."
~*~
Ha pasado mucho tiempo desde que llegué a nuestro sitio especia, ya está anocheciendo e Hisui no aparece por ninguna parte... Estoy muy preocupada porque él no es de esa clase de muchachos, por una parte, quiero creer que lo llamaron de urgencia de su trabajo, pero por otra parte... Mi cabeza no dejaba de decirme a gritos que me dejó plantada y quién sabe por qué razón, solo caminaba de un lado a otro mientras repetía en mi mente:
— Me plantó — Intenté tranquilizarme — Me dejó plantada.
Intentaba por sobre todos los medios el respirar profundo, no quiero llorar sin antes saber lo que ha pasado, ya he llorado demasiado y la verdad no quiero seguir en esto, pero... Al parecer las lágrimas querían salir a fuerzas, empezaron a deslizarse por mi rostro lentamente, es que... ¡ES INSÓLITO! Él sabía lo emocionada que estaba por esta cita, lo emocionada que estaba de volver a estar a su lado después de tantos días de angustia y... Simplemente no vino nunca, no llegó.
Decidí irme del lugar, no es bueno que esté sola en estos lados y más sabiendo que pueden estar asechándome con todo este tema de Ryosuke, además mi padre no le gusta que llegue demasiado tarde, cuando se entere de que Hisui me dejó plantada, se va a enfadar mucho, aunque siéndote honesta, no es para menos ya que un plantón es algo bastante humillante... Bueno, solo espero que esto no eche a perder la buena imagen que tiene mi papá sobre él, mi querido padre es muy delicado con estos temas y si alguien me traiciona, automáticamente está tachado de su lista para siempre.
— ¿Por qué Hisui? — Mascullé — ¿Por qué no llegaste a nuestra cita?
No sé ni por qué estoy diciendo esto, no es como que él vaya a contestarme de la nada. En mi cabeza se hacían presentes una lluvia de preguntas, las cuales solamente me hacían daño, mi cabeza no hacía más que crearme inseguridades: "¿Y si se fue con Setsuna?, ¿Y si se arrepintió y por eso no vino a verte?, ¿Y si solo se burló de ti?"
Lastimosamente, él no está cerca como para hacerle esas preguntas y salir de mi duda, no capto su aroma por ninguna parte y es lo que me da aún más tristeza. Justo antes de llegar a la aldea, en una encrucijada que hay entre el bosque y el camino que da hasta allá, me detuve al instante ya que capté de inmediato el aroma de Hisui, pero no solamente el de mi novio, sino el de — Setsuna. Dije y de inmediato sentí como mi corazón se arrugaba ya que el solo hecho de pensar que él pudiese estar con ella en estos momentos, me daban ganas de llorar y de destrozar todo.
Mientras intentaba no SOBRE PENSAR el asunto, no me percaté de que una presencia maligna se hizo presente en el ambiente, de inmediato cuando me doy cuenta de ello, volteé para ver de quien se trataba y me encuentro cara a cara con — Ryosuke — Dije y de inmediato me puse en guardia, pero este de un solo movimiento se acercó a mí y tomando mi barbilla de una forma brusca, me dijo unas palabras en un todo algo seductor:
— Tu eres la chiquilla que anda siempre con Inuyasha — Me observaba fijamente — De cerca eres aún más hermosa que desde el ángulo en el que te vi la última vez.
Me zafé de su agarre y de un solo salto me alejé de él lo más rápido que pude, pero este me interceptó para luego decirme después de soltar una carcajada, pero sin humor:
— No te asustes pequeña Moroha — Toce de forma fingida — No acostumbro a tomar a nadie por la fuerza, simplemente quise decirte lo hermosa que eres.
— ¡NO ME INTERESAN TUS ASQUEROSOS ALAGOS IDIOTA! — Espeto — Te metiste con mis amigos y eso lo pagarás muy caro.
— Eso dices ahora — Me sonríe de forma siniestra, pero a la vez se notaba las intenciones que traía consigo, lo cual hizo que me hirviera la sangre y me desagradara por completo al grado de querer vomitar — Pero más adelante cambiarás de opinión, ya verás.
Dicho esto, se marchó dejándome ahí totalmente petrificada y a la expectativa ya que no sabía si se trataba de una trampa, no sabía si había alguien más esperando a queme quedara sola para atraparte, así que una vez que salí de mi trance, me apresuré a llegar a casa lo más pronto posible, debo decirle cuanto antes a mi padre lo que estaba pasando o sino nos va a ir muy mal, mi olfato me dictaba que mi amado y mi querida prima estaban cerca, tengo miedo de lo que encontraré, tengo miedo de darme cuenta de que me han engañado.
Mi corazón latía muy fuerte y mis manos sudaban frio debido a los nervios que me causaba todo esto, en mi mente hay un gran choque de emociones en estos momentos, no sé ni como voy a accionar. Llegué a la aldea por fin y encontré a mi padre quien estaba a punto de ir en mi búsqueda ya que Hisui llegó un tanto alterado y como se supone que yo estaba con él, mi papá se alarmó todo.
— ¡NO VUELVAS A ASUSTARME ASÍ! — Espeto — Me tenías muy preocupado.
— ¿Qué excusa te dio Hisui? — Me crucé de brazos.
— Pues cuando llegó a la casa — Mi padre aprieta los puños fuertemente — Setsuna lo estaba persiguiendo...
— ¿En serio crees que...? — Me quejé y me interrumpió.
— Si no lo hubiera visto, hasta creería que es mentira — Rodó los ojos — Pero es verdad.
Miré en dirección hacia la casa y luego de dar un suspiro largo y tendido, le dije a mi padre que debía ir a hablar con él sobre un asunto importante, le recalqué que luego de contárselo a Hisui, se lo contaría a él, lo cual le disgustó mucho pero... Al darse cuenta de que no accedería al soborno, me dejó en paz.
Llegué y me di cuenta de que mi madre no estaba, solo se encontraba Hisui quien estaba esperándome adentro, lo cual hizo que palideciera un poco. Papá se quedó afuera mientras que yo entraba para encontrarme con él, quien a decir verdad se encontraba en un estado un tanto deprimente, su Yukata estaba sucio y roto por un costado, tenía rasguños por el brazo izquierdo y se notaba que se había esforzado mucho en lo que sea que había pasado.
Este me vio y bajó la cara de inmediato ya que le daba mucha vergüenza el verme, después de haberme dejado plantada. Honestamente yo no sabía que decir ante esto, pero es que es evidente que pasó algo malo, me acerqué cuidadosamente y sentándome a su lado, le dije para acabar con la tensión que había en el ambiente:
— Mi amor... ¿Qué te pasó? — Toco su hombro.
— Perdón por no llegar a nuestra cita — Suspira — Pero... Setsuna se propuso a no dejarme pasar, estuvimos peleando y...
No quise dejar que siguiera, así que lo abracé y al instante me correspondió al abrazo, lo cual hizo que me conmoviera mucho, parece que enserio le afectó el hecho de haberme dejado mal, pero viendo la situación, sé perfectamente que no fue su culpa, así que, tomándolo suavemente por la barbilla, lo obligué a verme a los ojos para así decirle con una sonrisa en el rostro:
— Eso ya no importa — Lo beso en la mejilla — Lo que si me alegra es que estas bien y que, aunque sea te tomaste la molestia de venir hasta acá para decirme lo que sucedió.
— Sé lo mucho que odias esperar — Se ríe un poco — Por eso me vine.
Hisui me echó una mirada de arriba abajo, sus ojos se iluminaron por completo y luego de mojar un poco sus labios con la punta de su lengua, me dijo casi sin habla:
— No me había dado cuenta de lo hermosa que te ves esta noche Moroha — Ahueca mi mejilla con mucha delicadeza — Es que... ¡ESTÁS!
— ¿En serio te gusta cómo me veo? — Me sonrojo — Es que es demasiado ROSA.
— Con cualquier color te ves hermosa — Se acerca a mí lentamente — Eso no debes dudarlo.
Se fue acercando lentamente hasta mis labios y justo antes de que sucediera, escuchamos un grito que venía desde afuera:
— ¡QUE NO SE TE OCURRA HACER NADA HISUI! — Gritó mi padre — ¡LOS ESTOY VIGILANDO!
Ambos nos miramos a la cara y luego de un par de segundos, soltamos una gran carcajada debido a lo que acababa de ocurrir, es que mi padre a veces se pasa de metiche, actúa como si no nos hubiese visto darnos un beso ¡O PEOR AÚN! Como si no hubiese dado nunca un beso.
— Tu padre nunca va a cambiar — Me dice entre risas.
— Parece que así es — Le doy un abrazo y al instante me pongo tensa ya que recordé cual era la razón principal por la que vine a hablar con él... Es mejor que me vaya preparando para lo peor, estoy segura de que mi novio se va a alterar cuando se entere, así que, separándome de él, me puse seria y al instante lo notó, la verdad es que no sabía como iniciar este tema de conversación, pero algo se me tiene que ocurrir ya que no puedo ignorar el tema, así que tomé un par de inspiraciones profundas para así empezar a contarle lo que pasó mientras regresaba a casa.
— Hisui hay algo que debes saber — Suspiré — Y no sé como decírtelo.
— Sabes que puedes decirme lo que sea — Toma delicadamente mi barbilla — Sea lo que sea, te escucharé.
— Es que... Se trata de Ryosuke — Dije y al instante vi como su semblante cambió.
— ¿RYOSUKE? — Gritó — ¿TE HIZO ALGO?
— De lo que te estás imaginando no — Desvié la mirada — Pero... Si le vi las intenciones de querer besarme, pero gracias al cielo no lo hizo.
Hisui se puso de pie ante aquella confesión, su cara reflejaba desprecio y repulsión, pero no hacia mí, sino hacia Ryosuke, el peor enemigo de su aldea quiere acercarse a mí por otros motivos, ahora el desprecio que siente es personal. Mi padre corrió de inmediato hacia donde estábamos y tomándome entre sus brazos, me sacudió un poco para así decirme un tanto molesto, pero a la vez preocupado:
— ¿POR QUÉ DEMONIOS NO ME DIJISTE ESTO? — Me mira imponente — ¿SABES QUE LO QUE HICISTE ES MUY GRAVE?
— Papá, eso era lo que iba a decirte — Le digo mientras intentaba soltarme — ¡PERO HISUI TENIA QUE SABERLO PRIMERO!
— ¿Entiendes que ese DESGRACIADO pudo haberte lastimado? — Me abraza fuertemente — No me lo perdonaría jamás.
— Papá...
Hisui solamente nos observaba mientras que mi padre aún me tenía entre sus brazos, sabía que le iba a afectar bastante el hecho de que ese Yokai me haya dicho lo que me haya dicho. Mi novio nos dio la espalda de inmediato, se de ante mano que está enfadado por lo que acabo de contarle, así que soltándome de los brazos de mi padre, me acerqué a él y le dije para intentar calmarlo un poco:
— Le dejé en claro que lo vamos a mandar al infierno — Me recuesto en su hombro — También le grite a la cara que me daban asco sus halagos.
— No sabes... Las ganas inmensas que tengo de MATARLO — Empuña sus manos con mucha fuerza — No lo sabes.
— Ya no estés celoso Hisui — Me reí un poco ya que sé perfectamente que es por esa razón que él está así — Jamás le prestaría atención a un asesino como él.
El peli-verde se volteó en mi dirección y abrazándome fuertemente me dijo al oído:
— Si él te hubiese hecho algo yo... — Me apega más a él — Me hubiese vuelto loco...
— Lo sé...
Dicho esto, nos quedamos ahí mientras pasaban los minutos, no pudimos tener nuestra cita, pero lo que si pude darme cuenta en esta noche es que él no está dispuesto a permitir que otro quiera pasarse de listo conmigo, eso para mí vale más que una cita perfecta. Mi padre quien seguía observándonos desde una distancia considerable, se sentía bien de saber que Hisui si estaba dispuesto a darme a respetar ante quien sea, aún si sabe que no tiene oportunidades de ganarle él solo.
— Hisui es un gran chico — Dije en mi mente mientras seguía ahí entre sus brazos.
****************************
LA AUTORA:
¡POR FIN PUDE ACTUALIZAR DE NUEVO!
Ya estoy de vacaciones así que voy a aprovechar para actualizar las historias más seguido, antes de que me vaya de viaje.
Por otro lado, da un poco de rabia el saber que le sabotearon la cita a nuestro Shipp... En esta historia me propuse hacer que Setsuna tenga un rol de villano y bien que lo está logrando.
Espero que les haya gustado el capítulo, no se olviden de VOTAR Y COMENTAR si les gustó para que esta historia llegue a más gente.
¡NOS VEMOS EN LA PRÓXIMA ACTUALIZACIÓN!
— Kirara.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro