El demonio Ryosuke y su venganza... ¿Y DÓNDE ESTÁ HISUI?
Inuyasha
El muy descarado adivinó mi intención pero no le voy a permitir que me la ponga difícil... Ya les dije que primero muerto antes de permitir que este destruya la aldea de mis amigos; mi fiel Colmillo de Acero y yo le estábamos causando muchos problemas a ese individuo el cual parecía aún más enfadado que antes — Es mejor que te rindas ya INFELIZ — Le dije — No me hagas usar todo mi poder.
— ¿Por qué no dejas de parlotear? — Agitó su alabarda la cual chocó contra Colmillo de Acero — Y comienza a pelear como es debido.
— ¿Parlotear? — Dije indignado — A ver si esto te parece un parloteo — ¡Viento cortante!
¡Rechazó el viento cortante! ¡Lo ha rechazado! Quisiera decir que me sorprende, pero no es así, recuerdo a la perfección que Naraku y Hakudoshi hicieron algo parecido a esto en el monte de las ánimas. Iba a usar las "Lanzas de diamantes" cuando de repente vi que desapareció y no percibía su presencia por ninguna parte, es como si se lo hubiera tragado la tierra en menos de un segundo.
— ¡MALDICIÓN! — Dije muy molesto — ¡SE ESCAPÓ! Pero, donde lo encuentre ¡NO LA CONTARÁ!
Voy a encontrar la forma para acabar con este oponente y sacarlo del mapa lo antes posible, si es capaz de hacerle esto a los exterminadores, lo más seguro es que quiera hacerlo a alguien más u no voy a permitirlo, bastante tuvimos con Naraku para que otro individuo quiera pasarse de listo. Mientras pensaba todo esto, iré a ver cómo están las cosas con los demás, mi hija está ayudando a los heridos con Kin'u y los pocos que están ilesos, mientras tanto idearé la forma de como acabar con este estúpido.
~*~
Estoy en camino a casa de mi novia, voy a llevarle algo y espero que le guste, aunque algo me dice que debo volver a mi casa, pero bueno, ya luego iré a ver si necesitan de mi ayuda, además... Si algo grave pasara ya me hubieran venido a buscar.
— ¡HISUI! — Escuché de repente a Shippo-chan — ¿También vienes a ver a Moroha-chan? — Me preocupa ver la expresión de mi amiguito, parece agobiado por algo y no sé cómo preguntarle ¿Qué le pasa? Así que mejor esperaba a que él mismo me lo dijera a ver...
— Si, vengo a ver a Moroha para entregarle algo — Me sonrojo — ¿Y tú?
— Creo que Moroha no está — Dice Shippo-chan luego de olfatear el lugar — Inuyasha y ella quedaron de salir hoy, así que por lo visto no han regresado.
Creo que voy a tener que marcharme, aunque lo propio es que me quede a esperarla, si me voy y ella se entera de que no la esperé, les juro que va a armarme un escándalo. Decidí por fin ir hasta el sitio, Shippo me seguía mientras me decía que me había esmerado con lo que le llevaba a mi novia... Es que no puedo ser un desconsiderado, recuerden que por mi culpa ella estuvo sufriendo mucho y ya no quiero sacarle lágrimas sino sonrisas.
Kagome estaba en la puerta y justo antes de que dijese algo, ella me mira angustiada y me dice luego de abrazarme muy fuerte:
— ¡GRACIAS A DIOS ESTÁS BIEN! — Me toma de las manos — ¿Cómo están las cosas? ¿Mi esposo y los demás pudieron controlar la situación?
Una expresión de confusión apareció en mi rostro ya que no estaba entendiendo lo que estaba queriéndome decir mi suegra, así que tomé aire y luego de pensar bien como iba a formular la pregunta, le dije:
— ¿A qué situación se refiere? — La miro muy serio — ¿Podría explicármelo con más detalles?
— Pensé que estabas allá y que venían juntos — Sus ojos se llenaron de lágrimas.
— Esto no me gusta para nada — Dije ahora muy preocupado.
Creo que lo mejor es que me regrese a la aldea, no me perdonaría que ella haya ido a ayudarnos junto con su padre y que terminara lastimada, tengo que llegar lo más pronto posible. Tomé un par de inspiraciones profundas para así ver a mi amiguito y con un gesto de astucia confirmó que también iría conmigo.
— Tenga — Le doy el ramo de flores que traía para Moroha — Guárdele esto, iré a buscarla y la traeré de vuelta.
Salí de ahí como caballo desbocado, el pequeño zorrito venía detrás de mí a toda velocidad, corrimos hasta cierta parte del camino, pero todavía estaba muy lejos, así que este se transformó y me dijo que subiera a bordo, necesitamos apresurarnos antes de que ocurra una desgracia más grande — Presiento que Moroha está en peligro — Dice Shippo.
— ¡MUÉRDETE LA LENGUA! — Dije — Ella está con su padre, él no dejará que le toquen un solo cabello.
— Ya pronto estaremos allá.
~*~
Una vez asegurado todo, decidí que lo mejor que podíamos hacer era retirarnos pero mi hija no quería hacerlo ya que no quiere marcharse sin antes ver a su novio, yo le dije que su olor no se encontraba y que lo más seguro es que no esté por esta zona, pero ella insiste en que debe quedarse a esperarlo... A veces el amor ciego a las personas ¿Qué no se da cuenta de que quiero protegerla? No quiero que por un descuido venga ese pelafustán y la lastime, necesito convencerla de que se regrese a casa conmigo lo antes posible.
— Moroha, escucha a tu padre — Decía Kohaku dándome la razón — Mi sobrino está bien, eso puedo asegurarlo, en cuanto llegue le diré que vaya a verte... ¿De acuerdo?
Dio un resoplido ya que se dio cuenta que no iba a salirle todo como planeaba, así que, colocándose en pie, me dijo de muy mala manera:
— Vámonos ya viejo, porque sino me voy a arrepentir de haber aceptado — Rueda los ojos.
Dicho esto, nos fuimos de inmediato por el bosque, no quería que nos fuéramos a campo abierto ya que no sé si a ese idiota se le ocurre ir tras nosotros, al menos en el bosque podremos ocultarnos. Tenía la mano de mi hija sujeta a la mía, no quiero perderla de vista ni un segundo, necesito llegar a casa lo antes posible para así cerciorarme de que todo esté bien.
— Papá, de verdad estoy muy preocupada por Hisui — Dice ella y al instante sus ojos se llenaron de lágrimas.
Me detuve de inmediato y luego de dar un suspiro le dije intentando ser lo más amable posible, no quiero hacer que se ponga aún peor por mis palabras:
— No llores cachorra — Sonreí — El Mini-Miroku estará bien, de eso estoy seguro...
— Pero ¿Y si no lo está? — Intentaba contenerse — ¿Y si lo han herido? ¿Y si lo...?
De inmediato la estreché entre mis brazos e intentaba calmarla, no puede pensar así de esa manera, simplemente no puede dejarse llevar por las circunstancias, debe ser fuerte y yo le voy a enseñar a serlo, además, al Mini-Miroku no le gustaría verla en ese estado, estoy segura de ello.
Pasados unos minutos, logré tranquilizarla para así seguir con nuestro viaje. Todo estaba relativamente normal, no había señales de alguna amenaza y eso me tiene tranquilo, pero sin bajar la guardia, no soy tan tonto.
Casi hora y media después, llegamos a la aldea donde vivimos y al instante entré a casa para ver si mi amada esposa estaba bien y en efecto, se encontraba sentada en el rincón de siempre con sus artefactos de costura.
"Aunque sea sé que mi esposa se encuentra bien"
Le di una olfateada al lugar y en efecto, no ha pasado nada aquí... Solamente veo algo distinto y eso es el aroma a flores que hay en el ambiente y enseguida divisé donde estaban — ¿De dónde salieron esos lirios Kagome? — Pregunté con mucha curiosidad.
— ¡ESTABA MUY PREOCUPADA POR USTEDES! — Dijo mientras dejaba a un lado lo que estaba haciendo y corría a donde estábamos para abrazarnos y cerciorarse de que en verdad estábamos bien.
— Estamos bien mamá — Dijo mi pequeña hija luego de sonreírle a su madre — Pero no nos fue fácil, ese individuo es un monstruo.
— No les será fácil el deshacerse de él — Dije y me troné los dedos — Es muy fuerte.
— Lo peor de todo — Dijo mi hija y al instante su semblante cambió y se puso muy triste — Es que no sabemos dónde está Hisui.
Mi esposa fue de inmediato a buscar el ramo de lirios que había puesto en agua y se los acercó a mi hija para así decirle con una sonrisa en el rostro:
— Toma, son para ti — Sonríe — Y ya no te preocupes por tu novio, él está bien.
— ¿Hisui estuvo aquí? — Sus ojos se iluminaron por completo — Mamá...
Ella asintió de inmediato.
— Quizás no lo notaste porque el aroma de esos lirios es bastante fuerte — Se rio un poco — Él salió a buscarte con Shippo-Chan, de repente al no encontrarte allá, se regrese para acá.
— ¡No! — Pensaba Moroha al escuchar las palabras de su madre — Él no puede ir hacia allá, ¡NO ES SEGURO! Necesito encontrarlo.
No sé que pueda estar pensando mi hija en este momento, pero que ni crea que voy a dejarla regresar sola a la aldea de exterminadores, no voy a permitir que se arriesgue de esa manera, Hisui fue entrenado por Sango, él sabrá perfectamente como defenderse en una situación así, aunque no me agrade del todo, sé perfectamente que Hisui es maduro e inteligente para ciertas cosas.
Moroha acomodó las flores nuevamente donde las tenía su madre y fue en dirección hacia la puerta, pero me interpuse.
— ¡DÉJAME PASAR PAPÁ! — Me reclama.
— No vas a salir de aquí — Dije imponente — Y no hay pero que valga.
Ella no me escuchó y empujándome, salió corriendo de la casa inmediatamente.
— ¡MOROHA! — Dije mientras la seguía — ¡ESPERA!
Por el apuro, olvidó tomar la espada, la cual había dejado en la puerta, así desarmada no va a lograr absolutamente nada, pero justo cuando íbamos a mitad de camino, vimos aparecer una figura que hizo que mi hija se detuviera al instante... Olfateé y en efecto... Era él.
— ¿Lo ves? — Le dije mientras palmeaba su hombro — Te dije que estaría bien.
— Hisui — Dijo y sus ojos se llenaron de lágrimas.
— Te he estado buscando como loco desde la tarde — Dijo algo angustiado.
Ella no dijo nada más y corrió a abrazarlo, él sin más, la estrechó fuertemente entre sus brazos mientras ella lloraba desconsolada, créanme que, si fuese un día común y corriente, los interrumpiría, pero sé perfectamente lo angustiada que estaba y no quiero hacerla llorar más de lo que ya ha llorado, así que les di espacio, pero no me fui muy lejos que digamos.
— ¡PENSÉ QUE TE HABÍA PASADO ALGO! — Dijo mientras lo veía fijamente a los ojos.
— Cuando tu madre me dijo donde estabas y qué podías estar haciendo, me alarmé — Toma su barbilla con delicadeza — Y me dije a mí mismo que debía ir a buscarte. Gracias al cielo que todos están bien en cierta parte.
— No vuelvas a hacer eso — Dijo se aferra a él en un abrazo — Tuve miedo de que me dijeran que habías muerto... Ese individuo es muy peligroso y...
Le da un beso para callarla.
"QUE NO SE PASE DE LISTO O LES ARRUINO EL MOMENTO"
— No voy a morir tan fácilmente — Dijo Hisui mirándola a los ojos fijamente — Dije que no iba a hacerte llorar... Y sé que con mi muerte llorarás, así que no puedo morirme.
— Gracias por las flores — Dijo y una sonrisa se dibujó en su rostro de inmediato — Me encantaron.
— Solo quería alegrar tu tarde — Besa su mano con mucha delicadeza.
Ellos solo platicaron por un rato más, hasta que decidí que era hora de marcharnos, ya se estaba haciendo muy de noche y no es conveniente que estemos por aquí — ¿No quieres venir? — Dice mi hija con una sonrisa en el rostro. Yo no estoy de acuerdo ¡NO LO ESTOY! Pero en algo tiene razón ella, no debe andar solo por ahí, no tiene a Hiraikotsu y es peligroso.
— No sé si tu padre esté de acuerdo — Me mira de reojo, sé perfectamente que está muy asustado.
Mi ceño estaba fruncido y mis manos empuñadas, no quiero hacerlo, pero algo me dice que es mejor aceptar antes de que pueda pasarle algo al hijo de mi amiga, así que sin decir "SI o NO", solo empecé a caminar, creo que mi hija ha entendido lo que quiso decir mi lenguaje corporal y tomando de la mano a Hisui, empezaron a andar y yo de un solo salto me coloqué detrás de ellos.
— No los voy a perder de vista ni un segundo — Coloco las manos detrás de mi cabeza — Caminen o me retracto de llevarte Hisui.
Ellos rodaron los ojos ante mi advertencia, pero siguieron como si nada hubiera pasado y así entre plática y plática llegamos a casa donde mi esposa tenía lista la cena, ella se alegró mucho al ver a Hisui y mucho más se alegró cuando supo que había dado mi permiso para que se quedara esta noche... ¡SOLO ESTA! ¡NO VA A VOLVER A PASAR! ¡KEH!
Nos dispusimos a cenar y hablamos de muchas cosas, sobre todo, le dejaba claro a Hisui que debe ser un buen novio o de lo contrario no va a vivir por mucho tiempo, sé que soy algo intenso, terco y celoso, pero... Solamente quiero lo mejor para mi hija, quiero que ella sea feliz, es lo que realmente me importa.
— Ryosuke no parará hasta destruirnos — Dijo Hisui ya para hablar de lo que sucedió en su aldea —Pero, por lo pronto, mi padre, mis hermanas y yo nos dispusimos a crear una barrera protectora, no sé si sea lo suficientemente fuerte para detenerlo, pero de algo ha de servir.
— Una simple barrera no va a detenerlo — Trueno mis dedos — No lo digo por nada malo, sino que Moroha y yo estuvimos a duelo con él y fue capaz de esquivar todos mis ataques.
— Algún punto débil a de tener y vamos a descubrirlo — Me dice él con astucia.
— Yo les ayudaré — Intervino mi esposa — Ni creas que voy a permitir que lastimen a la familia de Sango.
Todos asentimos ante el comentario.
~*~
Moroha
A la mañana siguiente, Kohaku-kuh vino a buscar a su sobrino, así que me despedí de él casi por obligación, es obvio que voy a verlo muy pronto pero no me gusta que estemos separados y más ahora que sé que Ryosuke quiere acabar con su familia y por ende CON ÉL. Necesito entrenar más, necesito lograr dominar mis poderes para así darle su merecido a ese sinvergüenza por haberse metido con mis amigos.
Por otro lado, es la primera vez que mi papá actúa de una forma muy amable con Hisui, siempre que lo veía cerca de mí, lo insultaba y lo corría de la casa, ahora no, simplemente intenta ser más amable con él, será que lo estará aceptando... ¡QUIÉN SABE! El viejo es impredecible así que no me confío mucho porque en cualquier momento puede volver a ser todo lo contrario.
Shippo estuvo aquí y me estaba dando recomendaciones sobre qué hacer cuando me encuentre en una situación así, yo le prestaba mucha atención ya que es mayor que yo y tiene experiencia en estas cosas, además si lo dice es porque me estima y confía en mí. Por otro lado, no he dejado que nadie toque las flores que me regaló mi amado, no quiero que nadie me las arruine, hasta ahora se han conservado muy bien y así deben seguir.
— ¿Sabes mamá? — Dije riendo un poco — Papá vio anoche como Hisui me besó.
Mi madre dio un tremendo sobre salto.
— ¿Y qué pasó? — Dijo un tanto preocupada.
— Como cosa rara... No hizo nada — Alcé los hombros.
— Creo que aunque no quiera admitirlo — Decía mi madre entre risas — Ya él esta aceptando a Hisui.
Asentí rápidamente.
— Además, sé mu bien que tu padre TE AMA y va a hacer lo que sea con tal de verte feliz — Me da un abrazo.
— Eso lo sé perfectamente.
Las charlas con mi madre suelen ser muy amistosas, ahora que le tengo más confianza, me siento más cómoda contándole mis cosas, sé que no me va a tratar mal y sé que va intentar aconsejarme como es debido, estoy agradecida con el cielo por haberme dado una madre tan amorosa como ella, no la cambiaría por nada del mundo.
Entramos a casa y nos dispusimos a ordenar todo,ya hacía falta una limpieza, de paso así aprendo bien ya que, si pienso dar elsiguiente paso con mi novio algún día, debo estar preparada para eso, adoro lapaciencia y dedicación que tiene mi madre para enseñarle cosas a una niña tandespistada como yo.
Todo estaba en su sitio y todo olía muy bien,además que era necesario, con el reguero de anoche. Pero ni todo el quehacerdel mundo me hace olvidar toda la angustia que viví por causa de no saber quele había pasado a Hisui... No quiero volver a vivir eso... ¡NO QUIERO! Si algo lellegase a pasar a mi amado... ME MUERO.
Una vez finalizado en quehacer, me acosté un rato en el suelo para así descansar un rato por tan arduo trabajo, mamá seguía en lo mismo de siempre... ¡COSER! Ella dice que eso no le cansa, pero bueno, ya ella sabrá, yo solo voy a descansar un rato para ponerme a entrenar nuevamente ya que esta vez ese tipo... ¡NO SE ME VA A ESCAPAR! Porque me llamo MOROHA se los digo.
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LA AUTORA:
Mis niños, hoy es un día muy feliz para mí ya que después de tres largos años, por fin pude continuar esta historia, espero que les haya gustado el cap, me esforcé en terminarlo hoy mismo... Espero leer sus opiniones...
¡NOS VEMOS EN LA ACTUALIZACIÓN DE EL CHICO DE LA CICATRIZ!
- Kirara.
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