Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 21

Muchos días después...

Me acerqué a la ventana y miré como las negras nubes cubrían parte del tejado de la casa y luego observé todo el solitario prado frente mí.

Joey por el momento no se encontraba en la casa. Andaba viendo unos asuntos de grabaciones con su banda, y yo me dediqué solo a esperarlo a que regresará pronto.

Comenzó a llover y miré caer la lluvia, tras la ventana, sobre el inmenso jardín. Pensé en mi amado vocalista.

De pronto, se puso a llover con más intensidad. Vi que unos relámpagos se asomaron por una esquina del cielo gris y apagado; me dio susto verlos y me alejé de la ventana, pero otros insistieron en asomarse a ella.

Me acerqué otra vez a la ventana y corrí un poco la cortina. Pretendía seguir mirando la lluvia y ver llegar a mi Joey en su auto.

Escuché los truenos y más miedo me dio. Solo quería que Joey llegara cuanto antes.

Parada tras la ventana, llovía sin parar, y asustada de los truenos, miré la calle vacía y mojada y busqué a Joey por si al fin llegaba.

Vi otro relámpago, y tras ese, escuché otro trueno y solo pensé en él. Atemorizada, dije su nombre.

Me vio junto a la ventana, esperando por él, y se acercó a mí...

Distraía con la lluvia, escuché otro trueno y volví a asustarme y Joey me tomó por la espalda. Grité del susto y me escondí en su pecho. Él sonrió.

_ Mi amor. Es solo una tormenta. – sonrió dichoso al tenerme así en sus brazos.

_ Mi amor, que bueno que ya estás aquí. – me sentí protegida en sus brazos.

_ Pero ¿Por qué estás tan asustada, niña mía? – volvió a sonreír tierno.

_ Es que me dan mucho miedo los truenos. – rio y bajó su cabeza para mirarme en sus brazos.

_ No te rías. Que malo eres. – le reclamé con mimo y Joey me miró con encanto.

_ No tienes que temerles a los truenos, hermosa. Es solo una tormenta que pronto se pasara.

_ Pero es que detesto escucharlos. Siempre le he tenido miedo a los truenos, desde que era una niña.

Me solté de sus brazos y él me miró. Yo escuché otro trueno y grité y volví a abrazarlo. Joey me miró con ternura en su pecho y sonrió enamorado.

Acarició mi cabello.

_ Tranquila, niña mía. No tengas miedo. Ya pronto la tormenta se irá.

_ Quédate aquí conmigo. No te vayas. – volvió a sonreír y me abrasó con más cariño.

_ Claro que me quedaré aquí contigo. Te abrasaré y no te soltaré por nada de mis brazos.

Perdida en su apuesta mirada de amor, sentí deseos eróticos que no pude evitar y besé su cuello.

_ No hagas eso, mi amor. – rio nervioso y yo me detuve.

Me miró un poco inquieto y yo me sentí apenada.

_ ¿Puedo hacerte una pregunta? – lo miré triste y él se sentó en la cama.

_ Claro, mi amor ¿Qué ocurre?

_ ¿Mi cuerpo te desagrada? - le pregunté con nervios, presintiendo un rotundo sí.

_ No amor, por supuesto que no ¿Por qué me preguntas algo así? – sonrió con ternura.

_ Porque estoy enorme. Sé que en estos momentos soy poca atractiva para ti y es entendible que no me desees por estar así. Bueno, como sea...

Me alejé de su lado triste, avergonzada por mis deseos por él, y Joey me tomó la mano, impidiéndome que me alejara.

_ Yo jamás he pensado esas cosas que acabas de decir.

Me susurró y me tomó por la espalda. Yo respiré nerviosa, volví a sentirme deseosa por él y cerré los ojos en su pecho. Solo quería que nos amáramos en su cama.

_ ¿Quieres que nos acostemos? – me preguntó, mirándome apasionado en su pecho y yo miré sus ojos, cerré los míos y volví apoyar la cabeza en su pecho.

_ Sí, mi amor, quiero...

Estaba deseosa porque lo hiciéramos y él observó mi actitud y sonrió.

_ Me encanta verte así en ese estado, Stephanie. - me susurró apasionado.

_ ¿De veras, Joey?

_ Desde que volví a verte te he deseado, amor mío. Solo quiero volver hacerte mía, Stephanie.

Me sentí dichosa al saber que él si me deseaba tanto, como yo a él y le sonreí perdidamente.

_ Vamos. Acostémonos en la cama.

Me señaló y yo amé que me diera aquella dulce orden.

Me recosté con cuidado, él se acostó a mi lado y nos miramos por unos instantes. Se acercó a mi rostro y escuchó mi rápida respiración. Yo lo miré perdidamente y Joey acarició mi rostro.

_ Hazme tuya, mi Joey. – le susurré y él me miró con locura y me besó inmensamente.

Llovía frente a nuestra ventana, mientras hacíamos el amor en su cama. Las sábanas cubrían parte de nuestros cuerpos y nos amamos como nunca.

Joey me besó largamente una y otra vez y yo acaricié su cabello. Me entregué a sus apasionados besos.

Escuchó mis gemidos, mientras nos besábamos y su piel y alma vibraron de deseos, placer. Más me amó.

Nos miramos perdidamente, Joey me sonrió apasionado y yo acaricié su rostro.

Cerré los ojos y respiré excitada. Fue entonces, que él volvió a besarme y yo me le entregué una vez más a sus cálidos besos. Sin dejar de besarme, acarició mis senos.

Cansados, nos miramos, y ya acabado el acto, Joey me volvió a sonreír apasionado. Se acostó de espaldas, respiró cansado y yo me acomodé a su lado. Lo miré risueña.

_ ¿De qué te ríes? – me preguntó sonriéndome y yo reposé en su hombro.

_ Es que estuvo tan rico. – rio y acarició mi rostro con ternura.

_ Si amor. Estuvo muy rico. Extrañaba tanto el tocar tu piel y mirar tu cuerpo.

_ No pienses mal cariño, pero de verdad deseaba que lo hiciéramos ¿No sé qué me pasó? Pero, lo deseaba mucho. – me dio vergüenza.

_ Tranquila. No tengas vergüenza, niña mía. Es normal que tuvieras ganas de estar conmigo. Somos una pareja y nos amamos. Las personas que se aman hacen esto, que acabamos de hacer nosotros, y se aman mucho más después. Es algo maravilloso. – me miró tierno y acarició mi mejilla.

_ Si, es maravilloso. Te amo mucho, mi Joey. – sentí más admiración y amor por él.

_ Yo también te amo, hermosa. También tenía muchos deseos de estar contigo. Había pasado mucho tiempo desde esa última vez que estuvimos juntos y solo deseaba volver hacerte mía una y otra vez. Extrañaba mucho el tocarte, como lo hice ahora.

Me miró todo enamorado, y yo idiotizada, le sonreí y abrasé. Él besó mí cabeza, y acarició mi espalda desnuda.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro