Bajó su equipaje del taxi y caminamos, tomados de la mano, hacia el aeropuerto. Miré el cielo con detención y me contuve los deseos de llorar.

Nos acercamos, lentos, hasta el avión. Los demás ya lo estaban esperando.

No nos soltamos de la mano, y de pronto, comenzaron a venirse todos los recuerdos a mi mente de cuando lo conocí por primera vez, hasta aquella mañana.

Los demás de su banda acomodaban sus pertenecías y los otros esperaban con ansias a que el avión volara.

Lo miré guardar su equipaje y mi corazón se destruyó en mil pedazos. Traté de contenerme y lo vi acercarse a mí por última vez, con su tierna y profunda mirada, de la que me enamoré perdidamente.

_ Tenemos algunos minutos más antes de despegar ¿Quieres dar una última vuelta conmigo? - Miré sus ojos tristes.

_ Si Joey, quiero...- le dije con mis ojos llenos de lágrimas...

_ Ya sabes, hermosa. Me prometiste que arreglarías tus calificaciones de aquí a fin de año.

_ Así lo haré, Joey...

Solo coordiné deprimente y ya no pude más. Él me abrazó y yo me puse a llorar.

_ Siempre voy a amarte, Stephanie. Nunca lo dudes, por favor. - dijo más que triste.

_ Claro que no, mi amor. Nunca lo dudé y dudaré jamás. Te amo y te amaré hasta que me muera. - le dije emocionada, y derramé todas las lágrimas, que mantuve guardadas desde el principio de esta injusta despedida.

_ Oh, mi amor. Mi amada, Stephanie...

Me abrazó destrozado y yo lloré y lloré en sus brazos.

No quería separarme de él y solo pude decirle...

_ Te voy a extrañar, Joey. Jamás voy a olvidarte.

_ Ni yo a ti, hermosa. Tú le diste ilusiones a mis días y me hiciste rejuvenecer. Por eso y tantas cosas es que te amo y te amaré siempre. - me dijo a punto de llorar. Me amó con locura.

_ Te amo, mi Joey...

Le dije por último con mis mejillas cubiertas de lágrimas y Joey me miró perdidamente, deseando que ese momento jamás hubiera llegado...

Nos tomamos de la mano y él volvió a prometerme:

_ Te juro que, si puedo, regresaré a este país y volveré por ti, mi vida. Te lo prometo.

_...

Sin soltarnos de las manos, contemplé su atractiva mirada y él me sonrió cautivado. Acarició mi rostro, y a punto de besarnos, escuché a mi madre gritarme.

_ ¡STEPHANIE!

<< ¡No puede ser verdad! >>

Me volteé a mirarla, y mi madre furiosa, miró en seco a Joey...

_ Con que aquí te encontrabas. Sí era de esperarse. Estabas despidiéndote de este hombre ¡Ahora sé porque no llegaste a dormir anoche!

Volvió a gritarme y me arrancó de Joey de su lado. Él no lo pudo impedir.

_ No sea injusta con su hija, por favor.

_ No interfiera, porque ya usted no tiene nada que ver con mi hija y, menos con mi familia.

_ Mamá ¿Por qué me haces esto? No me arruines este último momento que me queda junto a Joey. Déjame despedirme de él, sin tener que escuchar tus reproches.

_ Este sujeto ya no es nada tuyo, Stephanie.

_ ¿Qué?

Exclamé sorprendida frente a sus palabras y la miré acabada. Luego miré a Joey triste y él solo me miró, sin poder decir nada.

_ ¡Vámonos, ahora ya, Stephanie!

_ ¡No!

Mi madre me llevó a la fuerza con ella y yo no me pude despedir de él.

_ ¡Déjame! ¡Deja despedirme de Joey, mamá!

Le pedí con sollozos y ella me ignoró. Joey triste, me vio alejarme más y más de él, y desecho, se devolvió al avión.

_ ¡JOEY!

Grité su nombre con llantos y él me escuchó, pero contuvo su tristeza y prefirió seguir caminando y no voltear a verme.

Me solté del brazo de mi madre y corrí a alcanzarlo.

_ ¡JOEY!

Él volteó a verme y yo me lancé a sus brazos.

_ Amor mío...

Me dijo con emoción y nos abrazamos fuerte. Escuchó mis gemidos y acarició mi cabello.

_ Perdóname, perdóname por favor, amor mío.

Lo miré perdidamente y nos besamos largamente por última vez.

Nos tomamos de la mano y él me miró con sus ojos tristes, a punto de llorar.

_ Adiós, Stephanie.

_ Adiós, Joey.

Le dije llorando, y él triste, se soltó de mis manos y caminó desolado y acabado hasta el avión. Yo solo lo miré y esperé a que se alejara de mí.

Se subió al avión; lo dejé partir y vi arrancar el avión ante mí y este despegó por los cielos.

Lo vi volar tan lejano de mí y pensé en él y me puse a llorar con mi corazón destruido.

_ Adiós para siempre, mi amado Joey...

Mi madre se acercó a mí y me abrasó.

Yo llorando, la abrasé y solo pensé en él, en que ya no volvería a verlo nunca más y también sentí que encontré un consuelo en los brazos de mi madre en ese duro momento.

Sentada en el marco de la ventana, solo volví a mirar las casas de todo el vecindario y el cielo sobre ellas, tal como aquel día en que conocí a mi amado y dulce vocalista. Recordé con amor aquellos días de alegría y anhelos con él a mi lado.

Me senté en la cama y tomé mi caja de música. Saqué el corazón atado a una cadena, que él me había obsequiado la noche en que estuvimos juntos por primera vez.

Lo miré con detenimiento y recordé ese momento en que me Joey me lo regaló...

"_ Quiero regalarte esto, mi amor.

_ ¡Es un corazón! Está precioso, Joey.

_ Este será el símbolo de nuestro amor, hermosa. Te obsequio este corazón con todo mi amor por ti,

_ Muchas gracias, Joey. Esto significa mucho para mí. - él me sonrió y acarició mi mejilla con ternura.

_ Lo usare de inmediato.

_ Espera, amor. No quiero que lo uses aún.

_ Pero ¿Por qué no, amor mío?

_ Porque deseo que lo uses solo y únicamente cuando yo esté lejos de aquí y de tu vida, no antes...

_ Entiendo...

_ Ese collar simbolizará lo que significó para ti nuestro amor y si lo usas para cuando yo regrese, tal vez algún día, eso significará que tu amor jamás murió.

_ Pase lo que pase, yo siempre voy a amarte, Joey.

_ Lo sé, mi vida. Yo también te amaré siempre y más ahora que te has entregado a mí.

Le miré perdidamente sus ojos, sonreí de dicha y Joey volvió a besarme..."

Desperté de ese tan dulce recuerdo y se me llenaron otra vez los ojos de lágrimas. Miré el corazón en mi mano y pensé en él.

Me coloqué la cadena, con aquel grande corazón, en mi cuello y sentí que ese corazoncito sería mi más preciado tesoro, que podría tener de Joey.