Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 12

Sin soltar mi mano, caminamos por las iluminadas calles. A menudo yo le sonreía y Joey se perdía en mi radiante sonrisa para él.

De pronto, vi un asiento y me subí a la sendera; sin soltarnos de la mano, él me sonrió con amor. Vibró fascinado y yo me reí con dicha.

Solté un suspiro...

_ Tus padres, en especial tu madre, deben de odiarme...

_ Ella siempre ha tenido un carácter especial, no es como otras madres. Ella jamás entenderá que tú eres un músico famoso, que tu pasión es esa y que debes realizar giras para ganar dinero.

_ Así es... - dijo serio y algo melancólico.

_ Sé que eso significa que tú te irás y que nos separaremos para siempre, pero lo entiendo... De verdad que lo entiendo.

Dije por último a punto de llorar y Joey volvió a abrazarme y yo rompí en lágrimas en sus brazos.

_ Perdóname, mi amor. Por favor perdóname.

_ Oh, Joey.

Ambos nos abrazamos más fuerte e hicimos que ese abrazo perdurara en el tiempo.

_ Solo hay que aprovechar todos estos días juntos y ser felices. Solo eso.

Me miró desecho, contemplándome como si se tratará de la última vez y luego tomó mi mentón con cariño.

_Debes prometerme una cosa, hermosa.

_ ¿Qué cosa?

_ Cuando yo esté lejos, mejorarás tus calificaciones y sacarás tu carrera profesional. Prométemelo. – tomó mi mano, lo que me dio más tristeza y la apreté junto a la mía.

_ Si Joey. Te prometo que saldré adelante con mis estudios y me convertiré en una profesional.- me miró fijo a los ojos.

_ Es una promesa.

_ Si Joey. Es y será una promesa.

Ambos nos sonreímos y él sostuvo mi rostro entre sus manos y me besó como nuestra primera vez, en aquel lugar secreto.

_ ¿No te preocupa que tu madre sepa que estás conmigo?

_ No, esa mujer realmente no le importa lo que yo sienta, o mi felicidad.

_ Se nota. Desde cuando la conocí pude percibir aquello...

Las calles estaban desiertas. Paseamos por cada plaza del vecindario, hasta que entramos a un parque con diversos juegos. Nos sentamos y miramos todo el lugar vacío...

_ ¿Te imaginas a nuestros hijos jugando en esos juegos? – preguntó y miró con una sonrisa unos columpios. Yo sonreí soñando con aquello.

_ Si yo tuviera hijos. Créeme que todos los días los traería a jugar a esta plaza. – me sonrió tierno.

_ ¿Incluso si esos hijos fueran míos? – lo miré perdidamente.

_ Solo contigo tendría un hijo, Joey.

_...

Sus ojos brillaron de amor y sin decirme nada, sonrió perdidamente y yo me dejé seducir por su apasionada y profunda mirada.

Sentí de pronto mucho frío y comencé a temblar. Él lo advirtió.

_ Está haciendo mucho frío. Es mejor que nos vayamos a mi casa.

Le sonreí con anhelos y tomé su mano.

_ Está bien. Vamos, mi Joey.

Me sonrió tierno y sostuvo mi mano con cariño. Me ayudó a levantarme del asiento y nos fuimos a su casa.

Me senté en su sofá, él fue a prepararme un café para el frío, y yo mientras lo esperaba, miraba la decoración de su casa...

_ Aquí está tú café, linda.

_ Gracias.

Le sonreí y él me previno antes que yo diera el primer sorbo.

_ Cuidado, que está caliente.

Ambos nos sonreímos y él sentó junto a mí...

_ Que rico esta. Con esto se me va a pasar el frío.

_ Jejeje, al parecer el café si me queda bueno.

_ ¿Sabes cocinar?

_ Cuando es necesario cocino, pero no soy muy aficionado. – le sonreí con nervios.

_ ¿Te cuento algo? – sonrió.

_ ¿Qué cosa?

_ Yo no sé cocinar.

_ Jejeje ¿En serio?

_ La verdad es que lo he intentado, pero solo sé lo básico.

_ Pero por algo se empieza, amor. No te preocupes, pronto aprenderás.

Volvió a sonreírme, yo me perdí en su dulce sonrisa y luego di otro sorbo de su café.

Él me miró.

_ ¿Se te pasó el frío?

_ Si, ya.

_ Menos mal.

Le sonreí, y sin evitarlo, lo abrasé fuerte y él sonrió con deslumbro. No se esperaba aquel abrazo, y tierno, acarició mi cabeza.

_ Te amo mucho, Stephanie.

_ Y yo a ti, mi Joey.

Sin resistirlo me subí sobre él y lo besé apasionada. Joey embobado, me aferró a su pecho y siguió besándome.

Me acomodé en su pecho, él acarició mi espalda y yo cerré los ojos.

Sin darme cuenta, me había quedado profundamente dormida en sus brazos y Joey solo me observó y cuidó en su pecho.

Lo miré somnolienta y él acarició mi mejilla.

_ Es mejor que te vayas a descansar a mi cama, o si no, te volverá a dar frío.

_Ok... Siento que los ojos se me cierran solos.

_ Jejeje, se nota...Anda, ve a dormir a mi cama...

Sin percatarme, él siguió mis pasos, me abrió la puerta de su dormitorio y me ayudó a recostarme en su cama.

Caí otra vez en un profundo sueño. Joey se sentó junto a mí y me observó dormir con mi largo vestido, con flores, de color azul.

Sin contenerse más se acostó junto a mí y me miró perdidamente enamorado.

_ Pase lo que pase, siempre voy a amarte, cariño. Siempre...

Me susurró. Luego me cubrió con las frazadas y se acurrucó en mi hombro y cerró sus ojos...

Había llegado el amanecer, yo de pronto desperté y lo vi a él, sentado a un costado de la cama, colocándose una camisa negra.

_ Buenos días, dormilona. - me sonrió mientras se abrochaba los botones de su camisa y yo le sonreí con pudor al verlo abrochársela.

_ Buenos días...

_ ¿Dormiste bien?

_ Si. A decir verdad, mucho.

_ Eso está muy bien.

Volvió a sonreírme, se volteó para acomodarse la camisa, y yo sin evitarlo miré su espalda y sentí que mi corazón sobresaltó en mi pecho.

Me le acerqué, lo abrasé por su espalda y Joey me miró tierno. Besé su hombro y él rio.

_ No hagas eso, hermosa.

Me susurró y yo acaricié su pecho.

Embelesado, acarició mi rostro. Cerré los ojos y Joey me miró con destellos.

Volví a recostarme y él se recostó otra vez junto a mí.

Nos miramos sin decir nada, yo respiré hondo y Joey anhelándome, comenzó a besarme.

_ Aún no quiero irme.

_ No lo hagas y ya.

Acaricié yo ahora su rostro, él me observó hacerlo y sonrió.

Yo lo miré con amor, acerqué sus labios a los míos y lo besé con intensidad.

Solo quería que él me besara y que aquel beso durara para siempre y Joey besándome con locura, y deseos, colocó su mano en uno de mis pechos; lo acarició y sin dejar de besarme, yo disfruté de aquello y solté un gemido, mimada, y a la vez excitada.

Se desabrochó la camisa y luego se recostó a mi lado...

Se acostó con cuidado sobre mí; yo miré sus pectorales y se los besé con cariño, afán y Joey cerró los ojos con goce.

Volvimos a besarnos, yo acaricié su enorme espalda y Joey me besó más y más apasionado. Yo sin evitarlo, acaricié su trasero y él besó mi cuello.

Nos acostamos de lado, y él a mi espalda, bajó lentamente el cierre de mi vestido. Metió su mano bajo mi brasier, acarició mis pechos y yo cerré los ojos derretida y con más anhelos.

_ Te amo demasiado.

Me susurró al oído, y yo embelesada, me giré un poco y lo miré con mi amor a flor de piel.

_ Yo también te amo, mi amor.

Nos besamos, yo lo abrasé fuerte y él se entregó por completo a mi cuerpo y yo hice lo mismo.

Besó mi cuello y yo acaricié su suave cabello y solté otro gemido de placer.

Nos miramos, él acarició mi rostro y yo le sonreí perdidamente.

_ Te amaré por siempre, mi Joey.

Le susurré y él volvió a besarme con más anhelos y nos abrazamos fuerte.

_ Súbete, mí hermosa.

Me susurró y yo le sonreí. Nos acomodamos y yo me puse sobre él. Joey me miró apasionado y con ternura.

Ambos desnudos en su cama, nos cubrimos solo con las sábanas blancas y yo sobre él, Joey acarició mis pechos y yo lo miré encantada; me reí con dicha y acaricié sus pectorales.

Lo besé, apegué mis pechos junto a sus pectorales y él manoseó con satisfacción mi espalda.

Bajó sus manos a mi cintura y la manoseó fogoso. Escuché sus quejidos de excitación.

Solo quise volver a besarlo, y haciéndolo, Joey acarició mis piernas flexionadas, alrededor de su cadera.

Comencé a montarlo lento, cerré los ojos, amándolo inmensamente y otra vez besé sus labios.

Sus ojos fijos en los míos, nos tomamos de las manos y yo lo cabalgué más y más rápido y él me contempló hacerlo.

Ambos gimiendo, volví a cerrar los ojos con deseos y él estaba extasiado.

_... ¿Estás bien, hermosa?

Le respondí un sí con la cabeza, con los ojos cerrados y él sonrió.

Caí a su pecho y nos besamos largamente sin yo salirme de él.

Joey volvió a subirse sobre mí, la sabana cubrió parte de su cintura y otra vez nos besamos apasionados sin parar. Nos amamos como toda una vida.

Al acabar, Joey me sonrió feliz y se recostó junto a mí espalda. Nos miramos y yo le sonreí.

Me cubrí con la sabana, él me abrasó por la espalda y besó mi cabeza con ternura.

_ Ha sido muy bello esto que acabamos de hacer, otra vez. – le sonreí.

_ Si...

Joey me besó intenso, con anhelos y después nos abrazamos fuerte, sin separarnos.

_ Te amo tanto, amor mío.

_ Y yo a ti, mi vida. Has vuelto a entregarte a mí hermosa y eso me hace amarte más de lo que ya te quiero y amo.

_ Mi Joey. Yo también. Soy tan feliz cuando estoy aquí contigo solo amándonos y olvidándonos de todo lo demás.

Acarició mi mejilla, enrojecida, por su tierna y apasionada mirada de hombre enamorado y él sonrió.

_ Estás roja, cariño. – rio.

_ ¿En serio? Ya no te rías. Que malo eres...

Avergonzada, él me abrazó dulce.

_ No te avergüences, que muy preciosa te ves con tus mejillas rojas. - me miró coqueto y yo lo miré con mi amor perduro.

_ Si de algo estoy segura, Joey, es que jamás dejare de amarte...

Lo miré perdidamente, aún con mis mejillas enrojecidas y él me sonrió y me abrazó más fuerte.

Con la sabana atada a mi cuerpo, me levanté de su cama y él me siguió y me tomó por la espalda.

_ No te vayas amor, mío. No quiero que te vayas aún. – apoyó su cabeza en mi hombro.

_ Es que ya es tarde. Debí llegar a casa hace horas. – desvié la mirada con tristeza.

_ Lo sé, pero no me arrepiento de lo que vivimos esta mañana juntos.

_ Ni yo, amor mío. Nunca me arrepentiré de haberme entregado a ti. – mis ojos se cubrieron de lágrimas y él las miró.

_ Te prometo, amor mío, que esta no será la última vez que estemos juntos.

Acarició mi mentón, nos besamos largamente y a mí se me cayó la sabana, atada a mi cuerpo. Volví a quedarme desnuda frente a su mirada y Joey me sonrió con destellos.

Corriendo por las calles con mi largo vestido azul, recordé con felicidad aquellos dulces momentos en que volvimos a hacer el amor y Joey solo me observó correr desde su ventana y luego miró, serio y triste todo el vecindario.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro