Epilogo
Madelen
Hoy hace un año de la muerte de Elvis. Durante estos meses, tuve que llevar a mi pequeña a terapia, la muerte de su padre la afectó más de lo que imaginaba. Aunque en sus estudios bajo el rendimiento, en la escuela de arte fue lo opuesto, fue allí donde ella dreno las emociones negativas, que la noticia dejó en ella.
De Pilar y sus padres, no se sabía nada, parecía que se los había tragado la tierra. Hace unos meses, el señor Gregory contrato a un investigador y lograron dar con ellos en Suiza, lamentablemente en dicho país no se permite extraer a una persona para ser enjuiciada, solo queda esperar que ellos salgan del país para poder capturarlos y llevarlos hasta la justicia, a Pilar por asesinato e intento de homicidio y sus padres por cómplices.
Los preparativos para mi boda, por obvias razones, decidimos posponerlos, ya que no sería para nada agradable él que yo hiciera una celebración estando tan reciente la muerte de Elvis, por la estrecha relación que Steven y yo tenemos con sus padres.
Nos arreglamos para acompañar al Señor Gregory y a la señora Teresa al cementerio, ya que la niña también quiere ir a llevarle flores a su padre y después, vamos a casa de sus abuelos a un pequeño almuerzo que han preparado.
Pasamos la mañana en el cementerio, instalaron una lápida nueva dónde sale la foto de él y una pequeña inscripción, conmovedora, que ha hecho su madre. Cuando se acerca la hora del almuerzo, salimos del cementerio para dirigirnos a la casa del matrimonio.
—Realmente agradezco mucho el que estén ustedes aquí con nosotros apoyándonos en este día tan difícil, así como lo hicieron hace un año atrás. —el señor Gregory tiene el rostro contraído, el dolor es imposible de ocultar— Si ustedes no hubieran estado allí, no sabría qué sería de nosotros, en especial tu Steven, que durante todo este año te has hecho cargo completamente de la empresa y lo has hecho de una forma excepcional.
—Es lo menos que podía hacer por usted, después de haber sido el apoyo y tutor que necesitaba. Usted me confió una importante responsabilidad, le aseguro qué la empresa seguirá prosperando hasta que sea el turno de Alana tomar la presidencia —Steven estrecha su mano con la del señor Gregory.
No imagino a mi hija al frente de semejante responsabilidad. Como tampoco estoy segura que sea esa su vocación.
—También queremos agradecerte a ti Madelen, que a pesar de que mi hijo te hizo tanto daño no nos hiciste a un lado, permitiste tener una estrecha relación con nuestra nieta y cada vez que necesitamos tu apoyo estás para nosotros como si fuese nuestra hija —la señora Teresa agarra mis manos con cariño.
—Ustedes también han sido un excelente apoyo para mi señora Teresa, ha sido como esa madre que siempre quise tener y sabe que sin importar qué, podrá contar con mi apoyo siempre, usted es más que la abuela de mi hija —le doy un fuerte abrazo.
—Hay algo más que me gustaría entregarles —el señor Gregory se acerca a la mesa agarrando un sobre— esto es algo que encontré recientemente, con todo el papeleo que tenía que hacer, se me había pasado por completo entregárselo, son las escrituras de la casa y el negocio de tus padres Steven, ya están a su nombre nuevamente, no tienen nada que cancelar.
—Muchísimas gracias señor Gregory, no se imagina lo que esto significa, no sólo para mí, sino también para mis padres.
—Puedo darme una idea y es por eso que se los regreso, esto es algo que siempre debió permanecer en tu familia, espero que puedan volver a su casa y abrir su negocio y qué las dificultades que mi hijo les ocasionó a tu familia puedan pasarlas por alto.
—Le aseguro que mis padres estarán eternamente agradecidos con usted —Steven revisa el sobre sin poder creerlo.
—Les queremos pedir una última cosa, si no es mucha molestia, nosotros nos enteramos que hace un año ustedes estaban en planes de organizar su boda y supongo que con lo sucedido con Elvis lo cancelaron, por favor retomen lo que habían iniciado, han esperado demasiado tiempo para estar juntos como lo manda la ley de Dios, es momento de que reinician sus vidas dándole el comienzo que está se merece —la señora Teresa toma nuestras manos y las une.
—Y yo quiero mi vestido de princesa, aún sigo siendo chiquita —interviene Alana saliendo del comedor con un helado de chocolate.
El comentario de nuestra princesa nos sacó una sonrisa a todos.
Regresamos a casa con nuevos planes en mente. Con tantas cosas en la cabeza, no había considerado el retomar los preparativos.
—¿En qué piensas mi amor? —Steven me sujeta por la cintura.
—En qué estaba tan ocupada con la terapia de la niña y el colegio, la pastelería y los concursos que no había considerado en tomarme un tiempo para que al fin tengamos nuestra boda.
—Entonces, ¿lo vas hacer? —me mira con curiosidad.
—¿Qué te parece si viajamos a la casa de tus padres, le damos la noticia sobre su casa, el negocios y también el de la boda? —le propongo.
—Me parece una muy buena idea.
Me alza dando vueltas por la habitación haciéndome reír.
—Me gustaría algo sencillo, no tan elaborado para que así no tengamos que esperar un año más para casarnos —le comentó una vez se detiene.
—Lo que tú quieras y como lo quieras mi reina —me besa con pasión.
Planificamos el viaje para el fin de semana, el mismo día en que llegamos hacemos una videoconferencia con mi padre y Rosmery dándoles a todos la noticia de la boda. La algarabía no se hizo esperar y hasta un pequeño brindis se hizo.
Más tarde ese día, le entregamos a mis suegros los títulos de propiedad, ambos lloraron de alegría, así que haciendo unos ajustes, nos quedamos esa semana completa con ellos para ayudarlos con la mudanza.
A mi cuñada le encargué algunas tareas para que me fuera ayudando con lo de la boda, ya que no me gustaría que por la distancia ella se llegara a sentir excluida.
Rosmery y Valeria, todos los días me llaman preguntándome sobre la temática de la boda, qué colores me gustaba, si usar globos o flores, el color del vestido de Alana, el diseño de mi vestido, si tenía en mente algún diseñador... entre muchas otras cosas más, hubo días en los que me vi en la obligación de apagar el teléfono, porque ya me sentía bastante estresada.
Desde entonces, los días pasaron sumamente rápido con tanto que hacer, a veces sentía que necesitaba más manos y más horas en el día. En ocasiones me sentí tentada en alargar un poco la fecha, pero Steven me pidió que realizáramos la boda en primavera y para eso teníamos unos tres meses nada más.
El lugar de la recepción ya lo teníamos, Steven logró conseguir un contacto para que le alquilara el jardín del Castillo Casa Blanca, en dónde tantos recuerdos hermosos teníamos y con la vista de fondo de todas aquellas hermosas flores despertando, sería único y especial.
Opté por utilizar un vestido corte sirena con encaje, color champán, mi cabello completamente recogido. Alana tendría su vestido corte princesa en color rosa pastel y mi cuñada junto con Rosmery, serían mis damas de honor.
A tan solo 3 semanas de la fecha de la boda, ya podía darme un respiro, se puede decir que todo estaba casi listo, lo que quedaba por hacer era lo que debía realizarse unos pocos días antes de la boda, cómo es el caso del pastel, las pruebas de maquillaje y peinado.
Después de tanto esfuerzo y estrés, al fin llegó el gran día, esta vez quise mantener a mi madre al margen de todo, ha sido invitada a mi boda obviamente, pero solo como invitada y nada más.
La señora Teresa, mi cuñada, Rosmery, mi suegra y Valeria son las encargadas en mi arreglo ese día junto con la maquillista y estilista, desde muy temprano en la mañana la locura empezó.
Una vez lista, al verme al espejo no pude contener el llanto, aunque esta es mi segunda vez, es más significativa que la primera, porque esta vez voy al altar sabiendo que el hombre con el que me voy a casar me ama, incluso mucho más de lo que yo lo amo a él y eso es una bendición.
Mi hija está hermosa con su vestido rosa y hasta ansiosa por caminar por el pasillo luciendo su hermoso vestido.
La organizadora de bodas me indica que ya todo está listo para partir. Al final decidimos hacer la ceremonia y la recepción en el jardín del Castillo, para ahorrar tiempo y el no tener que estarnos movilizando mucho.
Papá me espera en el lugar por segunda vez para escoltarme a los brazos de mi futuro esposo y él está más tranquilo, está feliz por mí.
La ceremonia fue hermosa y sencilla, cuidando mucho los detalles. El momento de los votos no puede parar de llorar, fue realmente conmovedor escuchar Steven expresar su amor por mí delante de todos sin ningún tipo de pena, simplemente volcando su corazón en este momento especial.
La fiesta la disfruté muchísimo, los buenos deseos no paraban de llegar, no hubo ni un momento desagradable que empañara esta ocasión, sino todo lo contrario, me dieron más motivos para ser feliz.
—Esposa mía, te quiero hacer una nueva propuesta.
—Usted dirá esposo mío, ¿en qué puedo complacerlo? —le respondo coqueta, insinuándole.
—Ya es casi medianoche, escapémonos sin decirle a nadie, hay un caballo afuera esperando por nosotros —habla bajito para que no nos escuchen.
—Vámonos —no me lo pienso mucho, esto será divertido.
Steven me lleva de la mano hasta la entrada del castillo, logramos salir sin que nos vieran. Tal como dijo, hay un caballo blanco esperando por nosotros, él sube y me ayuda, cuando estamos a punto de salir, escuchamos desde lo alto los gritos de los invitados.
Nos descubrieron.
Steven hace que el caballo empiece a cabalgar y me sujeto de su cintura por temor a caer, saliendo de ese hermoso castillo donde hicimos nuestro sueño realidad.
¿Usted? ¿Ha hecho que sus sueños se hagan realidad? trabaje por ellos, no importa cuán difícil sea, todo esfuerzo, vale la pena.
Fin.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro