Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

18. Tendrás un hermanito

Steven

Comienzo mi semana feliz, sintiéndome renovado, como nuevo y todo gracias a Madelen. Esta mañana al despertar lo primero que hice fue llamarla para darle los buenos días y saber cómo había amanecido, además de quedar con ella para el almuerzo, solo espero no ser un poco pesado con todo esto y que ella no se vaya a sentir agobiada por mi presencia.

Mi buen humor es palpable ante todos, incluso mi secretaria mostró curiosidad. No creo que exista algo que pueda arruinar mi buen humor.

No tengo ni cinco minutos de haber llegado a la oficina cuando veo entrar al señor Gregory como molesto, espero que no tenga nada relacionado con la compañía.

—Hola Steven, necesitamos hablar —parece león enjaulado caminando de un lado a otro, se le ve bastante alterado.

—Supongo que debe ser una mala noticia, porque ninguna buena comienza con un "tenemos que hablar" —sospecho que mi buen humor se va a ir al demonio.

—Así es, ¿sabes del empresario coreano que te había mencionado? Bueno el día domingo en la mañana me lo encontré, resulta que me dice que va a declinar la cita de hoy con nosotros porque ya consiguió con quién iniciar su proyecto, y es nada más y nada menos que con Elvis —escupe el nombre de su hijo con rabia.

—Sí ese es el caso, debemos de averiguar quién fue el que le paso el dato de ese empresario y tomar acción sería respecto a eso, solo los socios sabían de esto y nadie más —cierro los ojos por unos segundos, intentando mantener la compostura.

—Ambos sabemos bien quién fue, Robinson. Ya sabía yo que no se quedaría de brazos cruzados, ¡ese canalla!

—Todos nuestros contratos tienen cláusulas, que incluso los socios, deben de respetar. Es hora de hacer una reunión y hacer respetar dichas cláusulas, el hecho de que ellos no estén de acuerdo con sus decisiones, no pueden vender la empresa al mejor postor.

—Pasaré el comunicado de la reunión, en una hora en la sala de juntas —me informa y sale de la oficina.

Nada de lo que haga Elvis me sorprende, ha demostrado ser un hombre sin escrúpulos, no le importa a quién tiene que pisotear, quitar del medio y manipular para lograr su objetivo, sí lo hizo con Madale y lo ha hecho con sus padres, lo puedo hacer con cualquier, pero todo tiene límites y esos límites hay que empezar a colocarlos.

Le pido a mi asistente que ruede las reuniones qué tenía, para así tener el tiempo para ir a la reunión y que esto no interfiera con mi almuerzo con Madelen, hoy será un día largo y agotador.

A la hora acordada me dirijo a la junta, la mayoría ya se encuentra aquí, algunos están tan relajados y tranquilos, sin entender el motivo de esta reunión, mientras qué hay unos dos o tres que su cara los delata.

—Ya que estamos todos aquí empecemos para no perder más tiempo. Como todos sabemos estamos a la espera de poder lograr un contrato con el empresario coreano, es un cliente que nos va ayudar a escalar, introducirnos en el comercio asiático, pero debido a unos traidores que tenemos aquí en la empresa, ya eso no va a ser posible —el señor Gregory no le quita la mirada a Robinson.

La cara de sorpresa de la mayoría no se hace esperar, incluso conversan entre ellos demostrando que no entienden qué ha pasado, en cambio los implicados en que esto esté pasando se ven de soslayo, imperturbables.

—Por tal motivo, —tomo la palabra— queremos una de dos cosas, que entreguen su cargo y salgan inmediatamente de aquí o esto va a ir a asuntos legales —veo a los implicados atentamente, demostrandoles que no estamos jugando— cuando uno entra a la sociedad de esta empresa se firma un contrato, el cual tiene cláusula que hay que respetar y estamos dispuestos a hacerlo cumplir, no nos quedaremos de brazos cruzados.

—Entonces, ¿esto se convertirá en una cacería de brujas? —Tiene el descaro de decir Robinson cómo si él no tuviera nada que ver en todo lo que está ocurriendo.

—Llámalo como tú quieras, al ser uno de los socios más importante de la empresa deberías ser el más interesado en que esto se resuelva, es más, hasta molesto deberías de estar, pero ¡qué sorpresa! estás tranquilo, cómo si eso fuera parte de tu plan.

—¿Acaso me estás acusando? —pregunta ofendido.

—Tómalo como quieras, al fin y al cabo no deberías sentirte intimidado ni ofendido, si no tienes nada que ver en todo esto, pero en vista de que tú me amenazaste y que tú eres el único con acceso a los detalles del cliente y de la negociación, eso te convierte como el principal sospechoso de esto que está sucediendo.

—Para levantar acciones tendrás primero que comprobarlo, te ánimo a intentarlo.

Robinson se levanta de su puesto y sale de la sala de juntas, sus cómplices se quedan en el sitio sin saber sí levantarse e irse también o mantener su postura intentando hacer creer que no tienen nada que ver con esto. Después el señor Gregory comenta cómo piensa solucionar esto y damos por terminada la reunión pidiendo a todos que mantengan los ánimos y empezar de nuevo.

Al mediodía salgo de la oficina para ir a buscar a Madelen, iremos juntos por la niña y de ahí a almorzar. En el camino paro en un semáforo en rojo, a lo lejos veo a dos personas conocidas, Elvis y Pilar, entrando al hospital, no le doy importancia y sigo mi camino.

Apenas estaciono frente a la pastelería, Madelen viene saliendo lista para partir, sube al asiento de copiloto y para mí sorpresa su saludo es un beso en los labios, pensé que ese tipo de saludos tardaría un poco más en llegar, pero me alegra el haberme equivocado. Mientras que vamos de camino a buscar a la niña, conversamos un poco de nuestro día.

Cuando llegamos a la escuela, me pide qué me quedé en el carro y ella sale a buscar a Alana, bajo del carro y me apoyo del capo, pocos minutos después sale con ella de la mano, la pequeña al verme se suelta de su madre y corre hacia mí, la recibo con los brazos abiertos.

La ayudo a subir al carro y ajustó el cinturón de seguridad, luego me ubico en mi puesto y salimos de la escuela hacia el restaurante.

—¿Cómo estuvo tu fin de semana y la escuela? —Le pregunto mientras vamos de camino al restaurante.

—El sábado acompañe a papá a una reunión de trabajo, en el restaurante al que fuimos tenían un piano muy bonito y me permitieron tocarlo, las personas en el lugar me aplaudieron, fue lindo. Me imagino que así se debe de sentir cuando uno tiene una presentación.

—¿No te ha dado nervios tocar delante de esas personas? —le pregunta Maelen sorprendida.

—No, no pensé en las personas que están allí, solo quería tocar, la maestra nos había hablado de él y nos había contado que quedan muy pocos, cuando todos esas personas aplaudieron fue cuando me puse nerviosa —nos cuenta aún emocionada.

—¿El domingo que hicieron? —le pregunto.

—Papi y Pilar me llevaron a un hermoso Castillo, con grandes jardines y me sentía como una princesa, también me compró una corona, la pasamos genial y después me llevó al parque.

Madelen se gira inmediatamente a ver a la niña y luego a mí, es muy posible que hayamos coincidido, si nos vio, no me preocupa en lo absoluto.

Finalmente llegamos al restaurante, el ambiente es agradable, tranquilo. Nos atiende un chico muy carismático, nos saluda con versos, haciendo a la niña reír a carcajadas, eso hace que Madelen se relaje un poco de lo que sea que la tiene tan tensa.

Alana nos recuerda sobre las clases de arte que habíamos dicho que averiguaria para ella, le prometo que esta semana sin falta le tendré información al respecto. Ya son pasadas la una de la tarde cuando decidimos retornar a nuestra labor. Madelen me pide pasar por casa del señor Gregory para dejar a la niña con su abuela.

Vamos saliendo del restaurante cuando nos encontramos a Elvis y a Pilar entrando, tomados de la mano, uno más contento que el otro.

—Papi —se le lanza a los brazos su padre.

—Hola pequeña, ¿Cómo te fue en la escuela? —le pregunta tomándola en brazos.

—Muy bien papi.

—Tu padre y yo tenemos una muy buena noticia —comenta Pilar viendo de soslayo a Madelen.

—Pilar, no es el lugar —le advierte Elvis.

—Dentro de unos meses tendrás a un hermanito o hermanita —revela la noticia sin importarle la advertencia de Elvis.

Madelen a mi lado se tensa ante la noticia, Alana frunce los labios, al parecer no le ha agradado la noticia, se baja de los brazos de su papá y sale corriendo, Madelen y yo salimos tras ella.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro