03
—¿Qué es esto?— se preguntó el chico, mirando la curiosa caja negra, con un extraño símbolo de color rojo.
Al abrirla, un destello turquesa salió, cegando un poco al de cabello obsidiana, quien una vez que aquel destello desapareció, pudo apreciar a una pequeña criaturita, que figuraba ser una pequeña serpiente de color verde.
—Saludoss, mi nombre ess Sass, y sseré tu kwami— saludó con cortesía y tranquilidad.
—¿K-Kwami?— el chico no salía de su estupefacción, si alguien lo viera seguramente pensaría que el apuesto chico se veía ridículo.
—Así es, déjame te explico quién y que soy y tu nuevo deber, de ahora en más— volvió a decir con serenidad, sin perder ese tono educado y formal que lo caracteriza.
—D-De acuerdo— dijo aún impresionado el de mechas azules, sentándose en su cama, con las piernas cruzadas, igual que cuando medita, mientras la pequeña serpiente se sentaba de cuclillas, en una de las rodillas de su nuevo portador.
—Como ya mencioné, mi nombre es Sass, y soy un kwami, los kwamis somos criaturas mágicas, que otorgan poderess a su portador,— explicaba con calma el kwami, mientras Luka sólo escuchaba atento a esa "extraña" y a la vez, fascinante criatura —como con Ladybug y Chat Noir—
—¿Eso quiere decir que ahora yo también seré un superhéroe?— preguntó incrédulo.
—Así es, te explicaré todo acerca de tus nuevos poderess,— afirmó el pequeño Sass —tu poder ess Second Chance, segunda oportunidad, con ella puedes volver cuántas veces sea necesario al momento en que lo activas—
—Increíble...— susurró con asombró, volver en tiempo, al menos unos cuantos minutos debe ser algo fascinante.
—Cuentas con un arpa como arma de batalla, de ti depende como usarla,— seguía explicando con tranquilidad, mientras veía como el chico analizaba todo en su cabeza —además de que tu fuerza y agilidad aumentarán cuando uses el traje, y para transformarte sólo debes decir “Sass, escamas fuera” y si desseass quitar la transsformación sólo debes decir “Sass, escamas dentro”—² terminó de explicar el kwami.
—Suena increíble, ¿puedo?— preguntó, como queriendo pedir permiso a Sass, no quería ser inoportuno.
—Adelante— dicho esto el joven se colocó aquel brazalete plateado de tonalidad grisácea.
—¡Sass, escamas fuera!— dijo entusiasmado, para finalmente mirarse en un espejo cercano, mirando su traje, remarcaba ciertas partes de su cuerpo como el abdomen y brazos, además de ver detenidamente su antifaz, que posee un par de colmillos, y notando el cambió en el color de su cabello siendo verde casi hasta su raíz, y sus ojos azules se tornaron verdes.
—Wow, es impresionante— dijo admirando cada detalle del traje, y de su apariencia —Ya habrá oportunidad para probar mis habilidades, Escamas dentro— concluyó, terminando su transformación, inmediatamente el pequeño kwami verde apareció, acariciando su estómago, claro indicio de hambre.
—Disculpa Maestro, pero ¿podrías?...—
—Luka, Luka Couffaine— se presentó el chico, interrumpiendo al kwami.
—Disculpa Maestro Luka, ¿podría darme algo de comer?— preguntó con cortesía, a lo que el chico asintió.
—Dime Luka, y claro, ahora mi hermana está en su cuarto y Mamá debe estar arriba, vamos—
Ambos salieron de la habitación del chico, yendo directamente a la cocina, el chico buscaba, mientras su ahora compañero esperaba sentado en la barra que había en medio de aquella cocina.
—Tengo galletas, manzana, moras secas, malvaviscos, y también chocolate, ¿qué te gustaría?— pregunta con una sonrisa a la pequeña serpiente.
—Mmm...— el pequeño se acercó a cada alimento que le acercó el chico, pero uno de color morado, casi negro captó su atención, olfateó y con algo de incertidumbre y curiosidad se llevó un bocado a la boca.
El chico juraba que sus ojos se volvieron estrellas por un momento, pareciendole tierna aquella escena.
—¡Esto está delicioso! ¿Qué es, Maestro Luka?— preguntó comiendo más de aquello.
—Son moras secas, también en algunos lugares se le conoce como arándano— respondió el guitarrista.
—¡Es delicioso! No había probado algo así antes— exclamó emocionado.
—¿En serio?— preguntó con incredulidad el jóven.
—Sí, llevo siglos en la caja de Miraculous con los kwamis del zodiaco— explicó mientras comía —por lo que no recuerdo mucho del mundo humano, y hay mucho que desconozco— volvió a hablar, dejando pensativo al chico.
Ya una vez, satisfecho Sass, ambos regresaron al cuarto del chico, donde pasaron tiempo conversando, conociéndose, fortaleciendo aquel lazo que ahora los uniría.
Hasta finalmente, ambos quedarse dormidos, llegando así, un nuevo día.
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Holaaa, he me aquí de nuevo nwn
Nuevo capítulo, espero que les guste uwu
La verdad no tengo mucho que decir jaja
Me gustaría saber que les parece, tal vez el desarrollo sea algo lento, al igual que las actualizaciones, pero, intentaré actualizar tan pronto como sea posible ✨
En fin uwu
Díganme qué les pareció el capítulo
:3
Bueno, sin más que decir
Me despido
Chao chao~ ✨
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