CAPITULO 8.Primera cita
Cuando escribí la carta de Alex jamás imagine que sucedería después, sentía que todo era un sueño y que solo me lo imaginaba, que simplemente me había vuelto loca y que mi madre entraría apresurada a despertarme de ese sueño
—¿Te sorprendí?—Pregunto riéndose—Siempre me han escrito cartas, algunas incluso eran más de dos hojas, pero tú en serio, me sorprendiste
—Alex... yo...
—Ese día yo te vi, solo te fuiste corriendo y dejaste esto— Mostrándome el Dije que había perdido
—¿Por qué tienes eso?
—Solo te fuiste y esto se te callo, cuando llegué a mi casa me di cuenta de la carta y al leerla, sentí lo que no había sentido en mucho tiempo... el apoyo de alguien
Yo seguía sin poder decir una sola palabra
—Siendo sincero, de todo lo que he recibido, tu carta es lo que más conservo—miro el dije detenidamente—rompecabezas—soltó una pequeña risa, pero no era de burla
No podía creer que realmente eso estaba sucediendo, pensaba que era mi imaginación. Sabía que, aunque yo quisiera mentir, él ya lo sabía todo, me vio dejar la carta en su mochila, siempre supo que fui yo. Una pequeña parte de mí estaba vuelta loca de la emoción de que Alex sabía que fui yo y que quizás podíamos llegar a ser algo más, pero otra parte solo imaginaba lo peor, que Alex se burlaría de mí y pensaría que alguien como yo no tendría la más mínima oportunidad con él
—Desde ese día, tu carta siempre me ha motivado y quería conocerte, por eso desde que entraste en mi clase, no he dejado de observarte
—¿Observarme?
—Si, como no pusiste tu nombre en la carta, quería mantener en secreto que eras tú—volvió a ponerse de pie, su mirada seguía en mí, no sabía qué hacer y estaba nerviosa—Todos los días te observaba, veía cómo te esforzabas todo el tiempo, lo inteligente que eres y lo feliz que siempre pareces estar
—No esperaba esto
—Desde que mi madre murió, mi padre siempre me presiona para que yo guie las empresas, así que no puedo tener una vida como yo quisiera, el día del discurso, ¿lo recuerdas?
—Como olvidarlo
—Mi padre me llevo días antes a una reunión de negocios, quería que yo comenzara por entrar a ese mundo, cuando yo solo pensaba en ir a fiestas, salir con amigos o tener una novia, pero no eran una opción
—Siento mucho que tu padre te presione tanto
—Lo hace siempre, por eso es que ese día yo estaba muy molesto, pero tú, volviste a ayudarme
No podía dejar de estar sorprendida, lo veía y en cada frase que decía, una sonrisa se desprendía de su cara
—Llegue tarde a la cena que preparo tu madre, lo hice a propósito porque quería verte solo a ti
—¿Por qué?— pregunte sorprendida
—Eres muy tonta—rio—¿No es obvio que me gustas?
—¡Que yo que!!! Exclame sorprendida
—Temía que fuera muy obvio
Mi corazón no dejaba de latir, quería salir corriendo, no podía creer lo que Alex me está diciendo
—Incluso hice cosas que jamás creí hacer por alguien
—¿Cómo qué cosas?—mi curiosidad despertó
—Por dónde empezar, creo que, por el jugo del primer día, el vestido, pase horas eligiéndolo, ¿Recuerdas el libro?, ese día te vi por casualidad y note lo que paso en la librería así que lo compre para ti, ¿la cobija?, baje del camión para comprarla para ti y cuando les pedí a cada uno que no te despertaran en el autobús, incluso un día te seguí de la escuela hasta tu casa, así fue como supe donde vivías y, en fin, un montón de tonterías
Quería responder, pero no sabía qué decirle, estaba sorprendida así que solo me quede ahí, sin decir nada. Cuando termino el campamento, pensé durante todo el camino lo que había pasado, estaba atónita y seguía creyendo que eso había sido consecuencia de mi imaginación
En el autobús, lo único que pude hacer fue ignorarlo y al llegar a la escuela hice todo por evitar a Alex, no quería verlo a la cara, pero el destino parecía estar en mi contra. Al salir del salón de clases me lo encontré
—¿Me seguirás evitando?—me detuvo estirando su mano enfrente de mi
—Mm, no, bueno yo—tartamude
—¡¡Alex!! Podrían llevar esto a la biblioteca —el profesor nos entregó unos libros. Mientras caminábamos no sabía cómo sentirme, él se me había declarado y yo no dije nada, ¡nada!
—Creo que no debí decirte eso, debí guardarlo para siempre, así no te incomodaría—musito con la mirada a otro lado
—No digas eso, es solo que estoy impresionada... no lo imaginaba—se detuvo frente a mi y me miro de una manera extraña—Yo tampoco, pero ahora que lo dije no mentiré, siento que me volveré loco si tú, si tú no me correspondes
Realmente en muchos sueños me imaginaba con él, pero era solo eso, un sueño, ahora me parece extraño
—Tengamos una cita—giro dándome la espalda
—¿Una qué?, volteo de repente y cerró los ojos con fuerza— ¡una cita!, tengamos una este sábado, pasaré por ti—y apresuro sus pasos hasta la biblioteca, lo único que hice fue sorprenderme y reír, por su actitud
Al llegar a mi casa, solo sentía que era un sueño y que, al despertar, todo volvería a la normalidad. Seguía asombrada de la idea de que tendríamos una cita, si pudiera volver al pasado, le pondría mi nombre a esa carta desde el principio
//
El día llego y estaba muy nerviosa, no sabía que me esperaba, si le agradaría mi forma de ser, realmente no sabía nada, dude mucho en utilizar el vestido que me había regalado hace un tiempo, pero me decidí a usarlo y al salir de mi habitación, el timbre sonó, él estaba ahí, de pie frente a mi puerta...
—Luces muy linda
—Gracias—apenas y pude responderle
Al subir al auto, estaba muy nerviosa, no sabía qué decir o hacer
—Iremos a un lugar lindo, espero que te guste
En mi mente solo pienso que somos unos niños, solo disfrutamos de nuestra inocencia y el sentimiento que tenemos el uno por el otro. Cuando llegamos, me abrió la puerta y a lo lejos como en una montaña, se veía una terraza, luces muy brillantes y una mesa linda y pequeña
—Vaya, sí que es lindo este lugar Alex—mire ese lugar maravillado
Comimos una rica pasta y yo solo sostenía la mirada al suelo
—¿Por qué no has dicho nada en toda la cena?
—Es que no seque decir, esto parece...
—¿Irreal?, interrumpió
—Sí, siento como si todo fuera un sueño y solo fuera a despertar a la realidad, a mi vida ordinaria—jugué con el tenedor en la mesa
—Ann, creo que vivir un sueño, un instante, no es del todo malo, siempre puedes guardarlos en tus recuerdos más preciados
Cruzamos la mirada unos instantes y por fin puedo ver ese brillo de sus ojos tan cerca y su sonrisa tan deslumbrante, quiero estar así siempre, cerca de él. Terminamos de cenar y nos dirigimos al auto,
a mi cabeza llegan muchos pensamientos, algunos como qué dirán mis amigos cuando les cuente lo que paso, ¿En serio me creerían que tuve una cita con Alex?. Estaba segura de que se volverían locos, en especial Daniel, aunque Alex no parece ser cercano a él, Daniel dice lo contrario y siempre trata de apoyarlo, es como si lo idolatrara, realmente mis amigos eran de otro mundo, Natt, por un lado, sabría que me reclamaría el por qué no le dije y no sé quién de las dos estaría más loca por la noticia, si ella o yo
—¿En qué tanto piensas?
—En nada
—Entiendo, ¿Quieres que te lleve a casa?
—Si, por favor
Mientras caminábamos, el silencio era tanto que nuestros pasos se escuchaban tan fuertes en el pavimento, quería decir algo, pero nadas salía de mi boca
—Muchas gracias por lo de hoy—no quería verlo a la cara
—No fue nada, quería que fuera algo lindo
—Lo fue, muchas gracias
—Deja de agradecer, al contrario, gracias a ti
—¿Por qué?
—Por haber aceptado
Cuando dirigí mi mirada hacia él, Alex ya me estaba viendo y se agachó un poco para que nuestros ojos se vieran directamente
—Dios, qué linda eres—acaricio ligeramente mi cabeza y acomodando unos cabellos sueltos—Tu cabello siempre está despeinado Ann
Cuando me llevo a casa, justo en la puerta estaba tan cerca de mí que podía sentir su respiración de pronto, tomo mi muñeca llevándome hasta su pecho. Me abrazo. Después de unos segundos, se fue al auto y se despidió con una gran sonrisa
Sentía como el corazón me latía rápidamente, que olvide casi respirar, como todo parecía un sueño pellizque mis mejillas para despertar, en caso de que así fuera. Esa noche, el recuerdo de su abrazo daba vueltas en mi cabeza, el olor de su perfume y el latir de su pecho, realmente todo me emociono tanto que quería gritar
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro