—Lo más bonito del amor

es la inocencia

   El día para entregar calificaciones el padre de Alex llegó, era la segunda vez que lo veía, era un hombre muy alto, robusto y de cabello negro—Bien venido señor—lo recibió el director—ese hombre solo sonrió y no, ni una sola palabra más salió de su boca, camino por todo el pasillo cual si fuera una estrella de cine hasta llegar al salón

Vestía un traje a la medida, parecía costoso y para contemplar su atuendo de Hombre mafioso, usaba lentes negros y muchos anillos en sus dedos

—El padre de Alex, sí que sabe cómo parecer un hombre malo—Natt hablo en voz baja—Tiene empresas en Nueva York, Los Ángeles y México, no me sorprende su manera tan arrogante de llegar— Añadió

—Dicen que es muy malo, siempre despide a su personal y cuando instala sus empresas adquiere casas sin importarle donde vivirán esas familias—Daniel estaba boquiabierto al verlo

Al escuchar todo lo que dicen de él creo entender por qué Alex estaba así el otro día, es hijo único y supongo que lo que él quiere es que su hijo se haga cargo de todo

—Primero que nada, felicitaremos a Alejandro palacios, nuestro alumno estrella, quien nos brindó un discurso para los de último año—grito el profesor mientras aplaudía

—Así que el primer lugar es para él—le entrego un premio de primer lugar

—Además, también felicitaremos a Anna Castillo, quien se esforzó todo el año y por poco empata con Alex—grito para que pudieran escucharlo entre los aplausos

Después de que los padres se fueran, seguí a Alex y su padre para asegurarme de que esta vez no le gritara

—¡Sin distracciones! Esa insignificante niña no tiene por qué ganarte, no está a tu nivel—tomo el premio y lo arrojo con fuerza al suelo, haciéndolo pedazos—¿Esto? Esto no es nada, esfuérzate más—lo tomo de la nuca y como si no fuera suficiente—Si estás aquí es porque tu madre así lo quiso, de mi parte no estarías en esta mugrosa escuela

Me arrepentí por un segundo de haberlos seguido, sentía pena por Alex, como su propio padre... podría tratarlo de esa manera.

Al llegar al salón, mis padres me recibieron con un fuerte abrazo y nos felicitaron a mis amigos y a mi

—¡Mis Doncellas!, gracias a ustedes, este guapo ira al viaje—Daniel estaba emocionado, estiro sus brazos para rodearnos por el cuello

—Haré una cena hoy para celebrar que todos ustedes se esforzaron, así que no falten—sugirió mi madre—Y tú también estás invitado— miro a Alex

—¿Yo?—se asombró y se señaló así mismo

—Pues claro, no te quedes ahí, parado, ven acá

—Muchas gracias por la invitación, pero no creo poder asistir

—Está bien, pero espero puedas cambiar de opinión

Mi madre se estaba esforzando mucho en la cena y la primera en llegar fue Natt, quien nos ayudó a poner la mesa y terminar los detalles de la comida

—Anni abre la puerta— mi madre había terminado la cena, pero como le gusta que todo quede perfecto estaba acomodando la mesa

—Qué noche tan bella hacen ustedes tres señoritas—Daniel usaba un traje demasiado flojo, pensamos que se lo había robado a sus padres—Por Dios, mírate Natt luces muy bella hoy—le lazo un beso al aire

—Cierra la boca Daniel ven a cenar—Natt no podía aguantar la risa de ver a Daniel. Yo seguía esperando a que Alex llegara, ingenuamente pensé que en realidad lo haría, Salí para revisar si estaba por llegar, pero fue inútil

—Hija, deberías entrar ya

—Si mamá, ya voy

En la cena, no podría pensar en otra cosa que no fuera en él, pensaba en todo lo que había pasado en tan pocos días. La cena pasó tan rápido que de un minuto a otro ya estaba despidiendo a mis amigos—Natalia, tu hermano está aquí— Grito mi madre mientras se asomaba por la ventana

Y después Daniel fue el siguiente en irse.

—Anni, deberías ir a dormir ya, creo que tu amigo no va a venir

Estaba a punto de subir a mi habitación, cuando tocaron la puerta, quería que fuera él. Corrí, y al abrirla, él estaba ahí, de pie frente a mí y cuando levanté la mirada él tenía una sonrisa tan hermosa

—¿Aún queda algo de cena, para mí?

—Pero ya todos se fueron— respondí

—¿Puedo entrar?— ya estaba casi dentro de mi casa

—Buscaré algunas galletas—cerré la puerta y nos dirigimos a la sala

—Tu casa es muy linda y cálida—Alex la miraba por todos lados, y hasta cierto punto creí que era algo insignificante para el

—Muchas gracias Alex

—Aquí tienes, son de California, mi padre siempre las trae cuando va de viaje

—¿Tu padre te trae esto cuando va de viaje?

—Si, siempre me llama y me pregunta si quiero alguna otra cosa, pero lo que realmente quiero es que él regrese, no soporto que no esté en casa

—Dios, están muy ricas—tenía la boca llena y algunas boronas caían y me reí porque todas salían de su boca

—Tienes una risa muy linda—se limpió la boca mientras sonreía

Me sonrojé y solo pude sonreírle, me había puesto tan nerviosa que para quitar mi mirada tomé otra galleta

—Eres muy cercana a tu padre—trato de volver a crear una conversación

—Claro que sí, es el mejor padre que podría tener, siempre me consiente mucho. Al ver a Alex mirándome fijamente mientras cuento mis cosas me pone muy nerviosa—¿Sabes?, mi padre y yo no somos muy cercanos— apenas sonrió de lado

—¿Y con tu madre?...

—Ella murió cuando yo tenía 8 años—suspiro y tomo otra galleta

—Como lo siento, no lo sabía—me sentí tonta por haber preguntado

—No pasa nada— respondió— tengo que irme antes de que mi padre note que no estoy—puso sus manos en sus rodillas y se levantó—Está bien, toma, llévate unas galletas. Mientras abría la puerta para salir, se detuvo—En serio, espero que vayamos juntos al viaje—mi corazón se aceleró tanto que ni siquiera pude responderle, dio la vuelta y me volvió a sonreír, para después irse.

//

El día del campamento empaqué todo lo que podría necesitar y un botiquín que mi padre me exigió llevar, al llegar a la escuela, el autobús nos esperaba, logré sentarme junto a Natt, y conversamos un poco, después vi subir a Alex, estaba tan guapo en esas prendas tan costosas que suele usar fuera de clases, era el más perfecto de todos. Todo mundo lo veía de pies a cabeza y lo admiraban, Alex era el más popular y parecía estar consciente de ello, aunque puede llegar a parecer que es arrogante, para nada lo es, siempre trata a todos por igual y no molesta a nadie.

Cuando todos ya estaban en autobús, Daniel caminaba algo triste y llego hasta nosotras

—Oye Ann, ¿Podrías quitarte de mi lugar?—Daniel estaba lloriqueando

—Que te sucede ¿Por qué esa cara?—se burló Natt

—Alex me corrió, dijo que solo los compañeros viajan juntos—bufo Daniel—Así que fui a sentarme con él—

—Por fin, mi compañera de viaje—ni siquiera me miro, estaba leyendo un libro

—¿Por qué corriste a Daniel?—Cruzada de brazos—Pues él no era mi compañero—por fin dirigió su mirada hacia a mí

Nuestro profesor era el guía del viaje, dijo que llegar tardaría unas 4 horas y por ser muy temprano podíamos dormir, yo no quería hacerlo porque Alex estaba sentado junto a mí. Después de una hora, Alex se había dormido, así que pensé en hacerlo también.
Al despertar Alex ya no estaba y yo tenía una manta cubriéndome. No había nadie en el autobús, al levantarme Alex subió con dos cafés en la mano

—Toma, aún está caliente— me puso el vaso en la mano—Traje galletas—tenia una pequeña pero linda sonrisa

—¿Por qué nadie me despertó si ya habíamos llegado? Aún seguía adormecida mientras me levantaba

—Bueno, yo les pedí que no lo hicieran, te veías linda durmiendo—sonrió de lado y miro hacia otro lado— Me sorprendí tanto que casi escupí el café mientras lo bebía—Espera, te manchaste la cara—estiro su mano hasta mi cara y con la manga de su suéter, limpio mi boca. Me levanté repentinamente y di unos pasos hasta el pasillo del autobús, pero Alex obstruía el paso—Co..compe.permiso—estaba muy nerviosa como para decir una sola palabra

—Aún queda un poco— estiro sus dedos hasta mi mentón, pude sentir los cálidos y suaves que se sentían, cada vez más se acercaba y yo caminé hacia atrás, pero de pronto empecé a caer por los asientos, y él me sujeto de la cintura, para no caer

Su mirada estaba en mí y no pude evitar contemplar su cara y el brillo que salía de sus ojos

—Ten más cuidado—hablo en voz baja

Apenas podía respirar teniéndolo tan cerca, pero cada vez sentía sus labios más cerca de mi boca—Ya... ¿Llegamos?—Pregunte nerviosa—Aún no, solo nos detuvimos a descansar—volvió a sonreír de lado y soltó una pequeña risa

Pensé mucho en que mi primer beso fuera con él, pero ahora con esta situación no podía contener los nervios. Después todos volvieron a subir al autobús y nos fuimos al campamento. Se sentía algo incómodo estar junto a Alex que cada vez que cruzábamos la mirada, nos poníamos nerviosos, era la segunda vez que estábamos así de cerca. Mi corazón se aceleraba tanto por él, que le preocupaba que fuera tan obvio

—Si te incomodo, me puedo ir—Alex se estaba levantando de su asiento

—No para nada, está bien

—¿Estás segura?

—Si—reí un poco para disimular los nervios

—Eso me da mucho gusto—dirigió su mirada hacia mí de una manera tan encantadora

Sin pesarlo Alex y yo de la nada comenzamos a conversar y el camino parecía cada vez más corto, no pensé que algún día tendría una conversación larga e interesante con él, reíamos de todo

Era encantador

Era perfecto...