—Debemos terminar...

Sinceramente, terminar con Alex no era lo que quería, pero tenía que hacerlo, por los dos, si le decía lo de mi padre, saldría corriendo a buscarlo y dejar de lado su trabajo y las peleas con su padre crecerían

Si le contaba la verdad sería peor, por eso había tomado la decisión de terminar, así me doliera hasta el alma—¿Qué estás diciendo Anna?

—Estoy cansada de que yo todo el tiempo esté envuelta en tus asuntos, me canse de que siempre el problema sea tu padre

—Ann, no hagas esto, no quería meterte en esto, lo siento, pero no significa que debemos terminar

¿Ah no? ¿Y entonces que hago, me quedo de brazos cruzados viendo como todo gira alrededor de ti? ¿El gran CEO millonario que solo le hace berrinches a su padre?

—¡Ann! —Grito molesto

—Lo siento, pero ya me cansé de esto

—¿Esto?, esto Ann ha durado años, no podemos terminar solo así, además tu bien lo dijiste hace años en esa carta nadie tiene el poder decidir sobre mí, así que tú no decides si yo quiero terminar contigo

—También dijiste que yo no entendía tu mundo de negocios

—Eso lo dije molesto, Ann, eso no tiene nada que ver ahora

—Como tampoco lo tiene que ver la carta de hace años

Seguía mintiéndole, quería convencerlo de terminar si conocía una versión totalmente diferente de mí...

—Ann, podemos arreglar esto

—No quiero, solo vete ya y déjame en paz

—Dime la razón por la que quieres terminar

Con un nudo en la garganta conteste —Porque ya no te amo

—¡Por favor! Te puedo creer cualquier estupidez que inventes para terminar, pero esa tontería de que no me amas no te la creeré

Para convencerlo de lo que había dicho, levante la cabeza y lo mire a los ojos, sin decir nada, lo mire de una forma fría e indiferente

—No hagas esto Ann, por favor, podemos arreglarlo, solo dame tiempo y no volveré a meterte en asuntos que no te corresponden

—No hay nada que arreglar, lo siento y ya lo decidí

Camine a la casa, dejándolo atrás, pero me alcanzo y me detuvo—Ann, no puede terminar así, por favor... Solo escúchame ¿Sí?

—Ahora mi prioridad, soy yo, lo siento Alex

Entre a mi departamento y recogí lo más que pude, llame al hospital y dije que regresaría lo antes posible, por suerte todos sabían quién era mi padre y me dieron unos días más. Al salir del departamento Alex seguía afuera

—Ann, por favor cariño, solo escúchame... Espera... ¿Y esas maletas?

—Me iré de vacaciones

—¿Vacaciones? ¿A dónde?

—A donde sea... Ahora por favor solo... vete—Dije mientras subía al taxi

—¿A caso te importan mis sentimientos?... ¿Por qué haces esto? Si dijiste que me amabas

—Te amaba Alex, solo olvídame—Entre al taxi y ni siquiera pude verlo a la cara y solo lo escuché hablar

—No pienses ni por un segundo que te olvidaré... Ann no poder seguir sin ti

El taxi avanzó y Alex corrió detrás del taxi, sentía como mi corazón se rompía a pedazos, trate de no llorar, pero fue imposible, tenía al corazón destrozado y Alex seguía llamándome, apague el teléfono y trate de calmarme para ir al aeropuerto

llegue al hospital algo noche, él recientemente había despertado, lleve algo de ropa para ambos y dinero para comida y un hotel

—Hija, deberías pasar a ver a tu padre

—¿Crees que ya pueda entrar?

—Por supuesto que sí, solo háblale con delicadeza

Al entrar y ver a mi padre herido me puso muy triste, más de lo que ya estaba, pero me reconfortaba que estuviera bien

—Papá ¿Cómo te sientes?

—Un poco adolorido, pero todo está bien Anni

—Me da mucho gusto, papá—Salieron lágrimas de mis ojos y mi padre rápido, noto que no era tanto por él

—¿Está todo bien Anni?

Me senté a un lado de él y tomé su mano—Si papá, está todo bien

—Mi querida hija, podrás engañar a todo mundo, pero no a tu padre

Comencé a llorar y me recargué en su pecho, mi padre acaricio mi cabeza y decía que todo estaría bien y yo quería creer en eso

Días después tuvimos que vender la casa para cubrir los gastos de los accidentados y vendí mi auto para asegurar la renta del departamento de mis padres, los gastos fueron creciendo y con ayuda de uno de sus amigos pudimos conseguir un fisioterapeuta casi gratis para mi padre

Su pierna estaba muy delicada y tenía que usar silla de ruedas, al no trabajar él ni mi madre por cuidarlo, los gastos aumentaban y estaba desesperada cuando por fin, después de 10 meses

—Hola buenos días señorita Anna

—Buen día, Dr. Celis ¿Cómo está hoy?

—Apresurado como siempre, hoy una enfermera se convertirá en Doctora y si su desempeño es bueno tendrá la oportunidad de empezar a realizar cirugías

—Ya veo, ella debe sentirse orgullosa—Respondí en voz baja

—Usted ¿cree?

—Por supuesto, es una buena oportunidad, deberían hacerle una fiesta

—Entonces me temo que deberíamos hacerle una fiesta

—supongo que si

—Bueno, entonces la veo en la fiesta, más le vale ir, porque sin su presencia la fiesta no tendría sentido

—¿Sin mí?

—Pero clara señorita, perdón, Doctora Anna

Fue tanta la emoción que sentí al escuchar eso que salí corriendo para contarles las noticia a mis padres, llovía, pero no me importo

—Mamá, tengo una noticia—Dije eufórica

—Nosotros también hija

Bueno comienzan ustedes

—Resulta que tu padre ya se encuentra mejor, se va a retirar de ser médico, pero será profesor en la universidad donde estudiaste y yo pienso abrir mi consultorio de dentista

—Qué buena noticia mamá, por fin tendrás tu propio consultorio

—¿Y tú que noticia nos tienes?

—¡Frente a ustedes, se encuentra la futura cirujana!

—Dios mío hija, tienes el puesto

Estaba tan contenta y feliz que después de la pequeña fiesta que organizaron, me puse a estudiar y a practicar, recibía a quienes necesitaban puntadas, después poco a poco me acercaba a las cirugías y ponía mucha atención, meses después obtuve mi primera Cirugía de vesícula y después de ahí, no pare

2018

¿Ya pasaron casi dos años desde que termine con Alex, no he sabido nada de él, la que insistía en contarme era Natt—De verdad no quieres saber de él?

—Te lo digo en serio, mejor cuéntame ¿qué tal van las cosas con Daniel?

—Muy bien amiga, el mes que viene será nuestro 3.er aniversario y estoy muy feliz, deberías venir a visitarnos, Leonardo también te extraña

—Lo sé amiga, pronto lo haré

Leonardo ha sido el único que ha estado conmigo desde que terminé con Alex, vino a visitarme en cuanto se lo conté, me ayudo con lo de la casa, él la compro y prometí pagársela con el tiempo, mi auto también y mi departamento, ha estado en todo.

Natt, Daniel y Alex no sabían nada, le pedí a Leonardo que todo lo guardara en secreto, no quería que nadie lo supiera

Poco a poco ahorraba para poder pagar la casa donde había crecido, tenía recuerdos ahí, era importante para mí poder volver a tener mi casa. Todo se ha vuelto algo complicado, pero por fortuna de Alex solo escucho buenas noticias, creo que ya tomo el mando y no necesita que su padre le diga que hacer

Todas las noches pienso en Alex, aunque no quiera termino recordándolo, pienso en ese día y en que hubiera pasado si yo le hubiese dicho la verdad.

—Alex vendrá a California, creo que deberías al menos contarle la verdad—Dijo repentinamente Leonardo

—Si vuelves a mencionarlo, no te volveré a invitar el desayuno

—Tranquila Ann, solo decía... Tampoco la paso muy bien que digamos

—Ni lo menciones, me siento terrible desde ese día

—No digas eso, sé perfectamente que no estabas en una situación estable, sé que él lo entenderá

—¿Tú lo crees? Es Alex...

—Ya lo sé, pero él te ama y diga lo que diga, sé que te perdonaría, además sabes perfectamente que aún sientes algo por él

Tenía razón, aún vivía Alex en mi corazón y era difícil no pensar en eso, él más que nadie lo sabía, todo el tiempo pensaba en él y en la noche cuando me sentía atormentada por los recuerdos y por el arrepentimiento que sentía Leonardo se quedaba toda la noche y solo me oía llorar, era patética.

Siempre tuve esa idea en mente, de ir a buscarlo y explicarle las cosas, pero ciertamente la vergüenza y el miedo se habían apoderado de mí que no sabía que hacer y solo me enfocaba en el trabajo, incluso había días que me sobrecargaba de trabajo para no pensar

Mientras más pensaba en buscar a Alex, me decía a mí misma que había perdido esa oportunidad, él ya no había insistido en llamar, ni en enviar mensajes, él no merecía a alguien que le había mentido y que lo había lastimado, pero hubo un día que él llamó mientras estaba en mi trabajo, estaba ebrio.

—Sí, diga

—Ann...—Sé que eres tú... habla

—Alex...

—Dios, qué patético soy, cambie de teléfono para no llamarte y me lo sé de memoria ¿No es gracioso?

Seguí en silencio solo para poder escucharlo, no podía decir nada ¿Cómo hacerlo? Sentí que si hablaba rompería en llanto

—Ann... te extraño tanto... es un tormento vivir todos los días de esta manera... por favor, te lo suplico, vuelve y mi vida, no importa nada, te perdonaré todo, solo... por favor... vuelve a amarme, ¿sí?

—Alex... estás ebrio

—¡Dios! Tu voz me encanta... ¿Puedes solo volver conmigo y arreglar el desastre en el que me he convertido? ¿Puedes?

—Deberías irte a casa

—Ann ¡Escúchame! Solo... escúchame por favor, tú has sido la única que ocupa un lugar en mi corazón... solo te amo a ti, ¿puedes entenderlo? Esto no es justo, no es justo Ann, te amo y quiero que vuelvas...

Al fondo se escuchó la voz de Leonardo, quien parecía que lo había buscado por todos lados

—Oye idiota, devuelve ese teléfono, te busqué por todos lados, ¿por qué demonios estás aquí?

—Déjame hablar con...

—¡Dame eso!

—Leo—Dije en voz baja

—¿Ann? ¡Dios! Lo siento Alex tomo el teléfono de un amigo mío y...

—Tranquilo, lo sé, solo no le recuerdes lo de hoy, asegúrate de que piense que se lo imagino—Conteste fríamente

—Pero Ann...

Colgué el teléfono, estaba en mi trabajo, así que por el momento no podía siquiera derramar una lágrima. Llegue a casa y ni siquiera note que mis padres estaban en casa, me azote en la cama y comencé a llorar, mi padre, como siempre tan preocupado, insistía en que abriera la puerta, pero como una adolescente, lo ignoraba y solo quería salir por la ventana

Ver a mis amigos esperándome para ir al parque, que el imprudente de Daniel quisiera jugarle bromas a Natt y que Leonardo se sintiera una estrella cantando con su voz horrible por todo el camino, solo quería eso de vuelta y no las decisiones que todo lo que he vivido hasta hora fuera un sueño

Pero sé que no es así, este tormento me lo he caudado a mí misma, mis decisiones, mi vida, pero sé que en el futuro toda ira para bien

A la mañana siguiente, seguí revisando el teléfono, quería pensar que recibiría una disculpa de Alex, nos encontraríamos, conversaríamos sobre nuestras vidas, arreglaríamos nuestras diferencias, pero eso solo vagaba en mi tonta imaginación, eso no pasaría

—¡Doctora Anna— Grito alguien a lo lejos!

—Alan, que gusto verte

Alan es un amigo que conocí a finales del año en una fiesta que mis colegas me habían invitado, él era extrañamente amable con todo mundo, se ríe de todo, es de los tipos que prefiere caminar porque el combustible daña el medio ambiente, evita a toda costa los plásticos y es amante de los animales

—¿Se dirige al hospital?

—Si, de hecho, se me hace algo tarde

—Ya veo, solo quería decirle que más tarde organizaré una fiesta

—¿Fiesta?

—Sí, es solo para celebrar

—Celebrar... ¡No me digas! ¿Te ascendieron?

—¡Si! Está usted viendo al nuevo vicepresidente de NARE colección

—Me da mucho gusto Alan, me alegra que por fin te lo dieron

Alan nació en una familia muy bien acomodada, su familia opto por abrir grandes empresas, entre ellas NARE colección, una empresa de dedicada a la moda, sus padres, son exigentes, pero cariñosos y a cada uno de sus hijos les dejo una empresa en sus manos, pero no solo así porque sí, se lo ganaron con esfuerzo y dedicación

—Déjame invitarte hoy la cena Alan, ¿Te parece? Perdón, ¿le parece seños vicepresidente?

—Claro que si señorita Doctora

Para ser sincera empiezo a creer que la idea de buscar a Alex es ahora solo una fantasía, no he salido con nadie y tampoco quiero hacerlo, siendo sincera, siento que en alguna parte de mi corazón espero que Alex aparezca en la puerta de mi casa, como cuando éramos jóvenes y él llegaba de sorpresa.

El día de la fiesta de Alan todo era muy lindo, él suele ser de aquellas personas algo perfeccionistas y siempre tiene su departamento muy limpio y organizado.

—¡Anna viniste!

—Claro, no podía perderme la gran celebración, en serio estoy muy contenta por ti

—Gracias de verdad Anna, por cierto, tengo una sorpresa para ti

—¿Para mí? —Pregunte sorprendida

Toda la noche Alan estuvo ocupado atendiendo a sus invitados y apenas tuvo tiempo de disfrutar, por fin, por la noche

—Gracias por no irte, esperaba darte tu sorpresa antes de que te fueras

—Yo soy quien debería darte un regalo, no al revés—Conteste riendo

—De verdad espero que te guste

—Es una pulsera preciosa, muchas gracias Alan

—Bueno, esto te lo debía, por lo del otro día

Alan estaba muy presionado porque su padre aún no confiaba en el del todo, era el más joven de todos sus hijos, un día Alan me invito al cumpleaños de su madre, ambos escogimos un regalo precioso para ella, al parecer les caí muy bien desde el primer día. Esa noche sus padres estaba aún decidiendo si su hijo sería capaz de llevar a flote una empresa por sí solo, así que yo ayude un poco

—Aquí tienes un poco de ensalada querida

—Muchas gracias, señora...

—Dime Julia, no señora, no soy tan vieja

Reímos y en la conversación su padre se unió

—¿Se están divirtiendo?

—Querido, Anna me contaba de sus anécdotas en el hospital

—Oh, ya veo, ¿Qué tal el trabajo?

—Bueno, trato de hacer lo mejor que puedo, claro

—Mira a tu hijo Julia, Bailando como todo un loco

—Déjalo, merece divertirse

—Es por eso que dudo en dejarlo a cargo de la empresa

Gracias a Alan mi madre había tenido la oportunidad de promocionar su local que abrió cuando recién nos mudamos, no era propio, pero con la venta del auto y de la casa poco a poco mi madre abrió su consultorio ahí

—Si me lo permiten, creo que Alan está listo

—¿Tú lo crees? —Pregunto su padre

—Claro, gracias a él mi madre promociono su local y llevo una buena administración gracias a él, sé que no es lo mimo, pero es capaz de hacer lo que se propone, además se ha esforzado tanto por conseguirlo

Y tan solo unos meses Alan corrió a darme la noticia

—Ya te dije que no fue nada

—Insisto en darte este regalo, además ni se te ocurra no usarlo, mi madre me ayudo a elegirlo

—En cuatro meses es tu cumpleaños, ¿ya tienes algo en mente?

—Quiero ir a la playa...

—¿De verdad? Yo pensé que...

—Contigo...

—Claro, vamos

—Pero Ann... no quiero que vayamos como amigos, quiero que...

—Detente—Interrumpí sabiendo a donde iba con su conversación

—Ann, yo solo quiero que...

—Ya hablamos de esto, Alan, yo no puedo corresponderte

Hace unos meses, justo una semana después de que hablara yo con su padre, estábamos en una fiesta, algo tomados y cuando menos lo pensé Alan me había besado, reacciones rápidamente y lo empuje, pero al día siguiente ambos recordamos todo, pero solo quería que lo tomara como un beso y listo

—Anna, por favor solo escúchame ¿sí?

—Alan, no, solo somos amigos

—pero ¿por qué no puede suceder algo más?

Días después pensé que lo había convencido de lo contrario y traté de llevar las cosas como antes... Ignorando ese beso.

—Solo te pido que me des una oportunidad, solo una, ¿sí? Te lo suplico

—Que no insistas—Conteste riendo porque su súplica era ridícula, como la de un niño pidiendo un juguete

—¡Ahí está esa sonrisa! —Dijo acercándose a mí—¿Vez? A esto me refiero, quiero hacerte reír, quiero que por una vez pueda verte reír y que sea por mi causa

—Alan...

—Toma—Me entrego una copa de vino y comenzó a servirlo

—Y ahora que tratas de hacer...

—Brindemos

—¿Por qué brindaremos?

—Por ti... Por mí... Y por un nuevo comienzo

—Alan ya basta—Seguía acusándome gracia su forma de ser

—Mira, solo dame estos meses y prometo que voy a hacer que te enamores de mi

—Enamorarme—Conteste irónicamente

—Okay, al menos lograré que te guste... Un poquito

—Sí que tienes mucha seguridad

—Pues claro, soy un encanto y además soy tan guapo que le gusto a todas

Eso tenía algo de cierto, es muy guapo y a la mayoría de las chicas le termina rompiendo el corazón cuando él no les corresponde. Para ser sincera no puedo evitar que me guste un poco, no solo por ser bien parecido, sino por la persona que es, no se conflictúa con nada y con frecuencia separa lo personal de lo profesional, es amable y suele ser algo estúpidamente romántico

—Tendré un ultimátum, hasta el día de mi cumpleaños tendré para enamorarte ¿De acuerdo?, después me iré 6 meses a Nueva York para unos negocios que tengo pendientes y cuando regrese...

—¿Cuándo regreses que?

—Si tú me esperas en el aeropuerto el día de mi regreso, entonces eso ser un sí y si no estas... Bueno... Eso ya lo veré

—¿Acaso ya tenías todo planeado?

—Sinceramente, sí, lo que no tengo planeado es que hacer cuando me rompas el corazón

—¿Qué?

—Solo digo que, aunque este seguro de lo que haré y de este tonto plan, realmente no estoy seguro de lo que tú decidirás... Por eso, si tú estás en el aeropuerto ese día, me aseguraré de hacerte la mujer más feliz del mundo Ann