CAPITULO 17. La confesión de Alex
—Nunca es tarde...
Cuando por fin desperté, Natt estaba sentada junto a mi
—Ann ¿Cómo te sientes?—Pregunto preocupada
—Me encuentro bien ¿No llamaste a mis padres, cierto?
—¿Acaso estás loca?, ya estarían aquí de haberles mencionado esto—Natt conocía lo suficiente a mis padres como para no llamarlos
Suspire de alivio al saber que mis padres no lo sabían, no quería preocuparlos, ni inquietarlos.
—Leonardo, Alex y Daniel, están declarando en la estación de policía, revisaron todas las cámaras del hotel, del estacionamiento y del bar, Daniel y yo no lo conocemos, pensábamos que era invitado de alguien, lo siento mucho Ann, hubiera tenido más cuidado en la boda... Por nuestra culpa estás aquí yo...—No es tu culpa—interrumpí
—Ann, si hubiéramos puesto más atención en los invitados esto no estaría pasando—Insistía
—Ya basta, mírame, estoy bien—le di un fuerte abrazo y logre tranquilizarla, de pronto una mujer entro y Natt se fue, quería tomar mi declaración y le explique todo lo que había pasado
—No se preocupe, este hombre estará tras las rejas por muchos años— dijo al terminar las preguntas
—¿Quién era él? ¿Por qué me hizo esto?
—Este hombre la siguió cuando llego al hotel por primera vez, su oportunidad se presentó en el evento de la boda, para ganar su confianza y después...
—Puso la droga en mi bebida...—Interrumpí
—Así es...
—Muchas gracias, por todo— trate de levantarme de la cama y enseguida Natt entro...
—Ann, no te levantes, el doctor dijo que debías descansar
—No te preocupes, estoy bien, ya dormí bastante...
—Quédese tranquila, este hombre no volverá—la mujer trato de tranquilizarme mientras se iba
—Iré a buscar a Daniel, vuelvo enseguida—Natt salió apresurada detrás de la mujer
Cuando ella se fue, me senté en la cama y acerque mis rodillas hasta mi pecho, me quede en una posición, done mi cara, se recargaba en mis rodillas, y pensé en muchas cosas
¿Era mi culpa? ¿Debí usar un vestido más largo? ¿Fui una tonta por confiar en alguien que no conocía?, mientras esa pregunta vagaba por mi mente, no contuve mis lágrimas... y lloré... me sentía culpable. Quería irme a casa lo más pronto posible, a pesar de decirle a todos que me encontraba bien, sentía mucho miedo. Al ponerme de nuevo el vestido sentía un miedo horrible, recordé todo lo del estacionamiento en imágenes borrosas en mi cabeza y al dirigirme a la puerta el doctor entro
—Buenos días ¿Cómo se siente?
—Me siento muy bien, muchas gracias
—Eso me da mucho gusto...
—¿Ya me puedo ir?—Interrumpí
—Claro que sí, ya puede retirarse
Al salir de la habitación, sentía la mirada de todo mundo en mí, había mucha gente en el hospital, caminé encorvada y podía sentir como mis piernas temblaban de miedo por alguna razón, sentía la boca seca y de pronto comencé a sentir que me faltaba la respiración, el ruido de una puerta al cerrarse me sobresalto y la gente seguía mirándome extraño, mientras seguía caminando por el pasillo del hospital un hombre se me acerco
—¿Está bien, señorita?—mis ideas no estaban claras y de pronto la cara de ese hombre parecía la cara de Sebastián, me asuste tanto que le grite que me soltara, mientras desesperadamente quite sus manos de mí, una enfermera se me acerco y trato de tranquilizarme, pero estaba aterrada y no sabía que me estaba pasando
Después vi una cara conocida, se acercó a mí, entre la gente que me rodeaba, me tomo de los hombros y me llevo de nuevo a la habitación... Era Alex
—¿Estás bien?, pregunto mientras me sentaba en la cama
Yo seguía sin responder y un poco desconcertada, trataba de respirar, pero los recuerdos volvían...
—Todo estará bien—me ofreció un vaso de agua que sirvió rápidamente—Toma esto—me dio un pants, una sudadera y unos tenis— te espero afuera—Añadió saliendo de la habitación
Me la ve la cara y después me puse la ropa que Alex había traído para mí, y salí de la habitación con la capucha puesta...
—Vámonos... dije en voz baja
—¿Y tú ropa?
No quería decirle que lo había tirado a la basura
—Vamos a almorzar
—Estoy bien gracias...
—¿La pasta aún es tu favorita?—me miraba con una sonrisa en la cara
Mientras íbamos en el taxi vi sus nudillos, estaban algo rojos y tenía una herida en la cara que no había notado
—Iremos primero al hotel a recoger las maletas y después iremos a almorzar—halo tan tranquilamente
—¿Y Leonardo?
—Él está en el hotel... haciendo las maletas
Cuando íbamos en el taxi, mi madre llamo, pero no conteste a su llamada sabía que, si lo hacía, rompería en llanto y le contaría todo
Al llegar al hotel, Leonardo estaba ahí, corrió hacia a mí y abrió sus brazos, me abrazo con fuerza, pero no pude corresponderle el abrazo. Me di cuenta de que él también tenía unas heridas en la cara y sus nudillos igual de rojos
—¿Te asustaste mucho?—me llevo hasta la habitación
Tomé mis maletas y antes de salir, Leonardo me miro—Te llevaré a casa de Natt y despreocúpate, yo comprare tu boleto
—Está bien, no te preocupes, yo lo hago
—¿Quieres comer algo antes de irnos?
—Comeremos juntos—Interrumpió Alex en la puerta de la habitación
—No creo que sea lo apropiado—bufo Leo
—Ah, claro ¿tú si sabes lo que es correcto no?—soltó Alex en una risa sarcástica
Se veían furiosos y a decir verdad a Leonardo jamás lo había visto molesto, ni golpeado
—Chicos dejen el drama, deberían de preocuparse más por Anna que por ustedes mismos y su orgullo—grito Daniel mientras se acercaba a nosotros
Natt corrió directo a abrazarme—nosotros la llevaremos a nuestra casa, ustedes vayan por separado. Cuando íbamos en la camioneta de Daniel, pregunte él porque estaban golpeados y actuaban de esa forma entre ellos
—Yo escuche la discusión que tuviste con Alex, pero Leo también estaba ahí y salió corriendo cuando escucho el ruido de la botella que Alex arrojo, después de correr a salvarte, fue tras Alex yo lo seguí, pero fue muy tarde, cuando llegué solo se estaban gritando y Alex golpeo en la cara a Leonardo
—¿Dios, no se supone que son amigos?—Pregunto Natt
—¿Por eso tienen esos golpes?
—Así es Ann, jamás los había visto agarrarse a golpes—Daniel también estaba asombrado
—Por eso los invité más tarde al bar, para que arreglaran sus diferencias, pero cuando llegaron fue cuando ese imbécil te llevo, al darnos cuenta de que no estabas corrimos a buscarte y alguien nos dijo que te vio salir con un hombre...
—Fue cuando Alex y Leo se unieron para darle su merecido—Interrumpió furiosa Natt
A pesar de lo que había pasado, me sentía aliviada, tenía personas preocupadas por mí y eran maravillosas personas, eran mis amigos. Por la noche nos detuvimos un poco en restaurante para cenar
—Esperaré a los chicos a quia fuera, entren y ordenen—sugirió Daniel
Cuando nos sentamos para ordenar los chicos entraron, venían los tres juntos y eso me traía viejos recuerdos y mi cara evoco una sonrisa
—Miren eso, Anna sonríe—grito Daniel
Aunque parezca que Daniel es distraído y algo torpe, ha sido un gran amigo y un conquistador de mi mejor amiga, siempre está ahí para brindar su apoyo a los demás y por eso no me preocupa que Natt esté con él, es un buen chico
Cuando Alex y Leonardo se iban a sentar, Daniel se encargó de separarlos y sentarlos lejos de mí, como Natt ya estaba a un al lado mío, movió de un ligero empujón a Leonardo, quien tenía la intención de sentarse junto a mí y Daniel se sentó a un lado mío
Me reí un poco porque su intención fue nula, Alex y Leonardo terminaron sentados juntos —Bueno, lo intenté
—¿Quieres quedarte con nosotros?—Pregunto Daniel
—No te preocupes, estaré bien, me quedaré en un hotel
—¿Hotel? ¿Y tu casa?—Daniel estaba sorprendido
Leonardo era el único que sabía que había pasado con mi antigua casa, así que dijo algo para cambiar de tema
—Creo que deberíamos buscar donde dormir por hoy, ya es algo tarde, por la mañana seguiremos conduciendo
Llegamos a un hotel que estaba cerca, Daniel, Leonardo y Alex habían bajado a tomar unos tragos, gracias a que Daniel los había convencido de hacer las paces, pro Alex había aceptado a regañadientes. Cuando estaba acomodando mi cama para dormir, Natt se acercó lentamente y pregunto
—¿Me contarás?
Suspiré y le conté, asombrada por lo que le había contado, entre lágrimas, me abrazo—Tu vida ha sido muy difícil, pequeña Ann— Solo fueron tiempos difíciles—Conteste
A medida que avanzaba la noche, no podía siquiera cerrar los ojos y salí a tomar algo de aire fresco. Al salir de la habitación Alex estaba enfrente, tirado, parecía profundamente dormido y ebrio. Camine hacia él y trate de despertarlo—Alex ¿Estás bien?
—Annaaa!—grito, aún seguía algo ebrio
—¿Puedes levantarte?
Alex hizo un esfuerzo por levantarse, y con todas mis fuerzas le ayudé a ponerse de pie—¿Cuál es tu habitación?
—Eso no importa, yo vine a buscar a alguiencContesto y apenas le podía entender de lo ebrio que estaba
—A quien viniste a buscar—hacía un esfuerzo porque caminará
—¡A una mujer muuuuy bonita... ¡Ella duerme por aquí!—grito
—Alex, no grites, despertarás a medio mundo
—Suéltame, tengo algo importante... que decirle... A esa mujer
—Mañana la buscas y se lo dices
—Espera un momento... creo que se parece un poco a ti—me señalo viéndome frente a frente y soltó una risa—¡Tú eres Anna!
—Estás muy ebrio vamos, te llevaré a tu habitación solo dime cuál es
—Anna, tengo algo que decirte... Solo escúchame
—Qué es eso importante que tienes que decirme
Se recargó en la pared, parecía caerse, pero se sostuvo lo más que pudo, me miro y entre lágrimas comenzó a decirme
—Es que... Es que tengo aquí en el corazon...—con su puño se golpeaba el pecho—Quiero que sepas que ya no soporto estar sin ti, a pesar de lo que me hiciste... Aún te amo, y siento que cada día que pasa es un tormento, no tengo paz como cuando estaba contigo...
Trate de no llorar y solo puse mis manos en mi boca, rápidamente limpie mis lágrimas, sentía que algo se rompía dentro de mí, mis ojos parecían llenarse de lágrimas, pensé en todo lo que le dije el día que terminamos, le dije cosas que lo lastimaron, le dije tantas cosas horribles solo para convencerlo de que se alejara de mí
Lo amaba con el alma, pero creí que terminar sería lo mejor, creía que estar separados arreglaría las cosas en nuestras vidas. En ese momento la vida de ambos estaba de lo peor, yo solo quería pensar en el bien de ambos
Pero lo amaba... Aún lo amo
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