CAPITULO 13. Pre-Boda
Natt y Daniel, decidieron organizar una fiesta antes de la boda para que se conocieran los invitados, así que tuvimos que viajar hasta Playa del Carmen días antes para la fiesta y después la boda
Yo viajé en el auto con Leonardo, todo el viaje fue divertido, música, pláticas interminables y sus grandes chistes, recordamos con nostalgia los tiempos vividos en la preparatoria y todo a lo largo de estos años, nos detuvimos en un 24/7 para comer algo y comenzamos recordando el día que nos despedimos
—Perdón por no visitarte estos últimos meses—dio un suspiro largo
—Despreocúpate, ahora estamos aquí, y eso es lo importante
—Te extrañé tanto Ann—hablo melancólicamente
—Leo, por favor
—Recuerdo cuando te fuiste a estudiar a San Francisco, ese día de verdad estaba triste, pero tiempo después comencé a visitarte y así no te extrañaba tanto, pero Alex, también me necesitaba, por eso no podia hacerlo, perdóname
Leonardo siempre me visitaba, a diferencia de todos, fue el único que me escucho llorar hasta quedarme dormida, quien me vio en mis peores momentos, me abrazaba tan fuerte que mojaba de lágrimas sus sudaderas, era un excelente amigo y sabía que Alex también necesitaba de esa gran persona
—Te dije que no te preocuparas—di un pequeño golpe en su brazo
—En fin, vamos por un café yo invito
Mientras tomábamos ese café, nos recargamos en el coche y veíamos los autos pasar, era un momento que disfruté muchísimo, estaba tan feliz de estar de vuelta que no quería regresar a California
Había pedido unos días para la boda de Natt, pero mejor decidí pedir un mes completo, como en mucho tiempo no usé mis vacaciones, ellos aceptaron.
Al llegar a la playa, todo era muy lindo, era caluroso y me encantaba, llegamos al hotel y nos preparamos para pasar un rato en la playa, yo tenía mi propia habitación, ya que cuando Natt me contó la idea le suplique que me dejara una habitación para mi sola
Natt toco la puerta y la abrió, pero no entro—Oye Ann, alguien quiere saludar—A un costado de ella salió Daniel eufórico
—¡Anna! Dijo emocionado, mientras me abrazaba y tenía unas pequeñas lágrimas en los ojos
—Por Dios, Dani, mira lo alto que estás, has crecido bien, te extrañe muchísimo—mis ojos se cristalizaron el verlo tan grande, convertido en un futuro esposo, no lo había visto desde el anillo—Mi pequeño Dani, mirate—le enmarañe su cabello y como era más alto, solo se encorvo par que pudiera hacerlo
—Ann, pero mírate tú, estás divina—me tomo de mi mano y me giro
Daniel ha sido un gran amigo y también fue mi apoyo en todo momento, de hecho, lo ayudamos a escoger el anillo de compromiso, viajo hasta California solo para pedirnos a Leo y a mí que le ayudáramos, fuimos los primeros en enterarnos de su compromiso
—Qué feliz estoy de verte
—Yo igual Dani
—Bueno, las dejo tengo que irme, las veo más tarde en la playa
Natt se acerca y me dice — Ann, no estoy segura de sí Alex vendrá o no. Había olvidado por completo que él también tendría que estar aquí, así que para no preocupar a Natt, solo sonreí
—Está bien, no te preocupes por mi
Al salir a la playa, estamos los cuatro disfrutando de un momento agradable, con bebidas extravagantes y una vista preciosa, no quiero olvidar esto. Lo quiero para siempre en mi memoria, porque yo sé perfectamente que nada dura para siempre, y sé que todo puede terminar en un instante, y no volver a repartirse, por eso disfruto de esto y de cada momento con mis amigos.
Al día siguiente, llegan el resto de los invitados para la fiesta, es organizada para el medio día, así que todos estamos como locos, arreglándonos, organizando todo, y ayudando a los futuros esposos para que sea una fiesta perfecta.
Al llegar al lugar había una carpa enorme de color blanco, un piso improvisado de madera, aperitivos, bebidas, música en vivo y también había actividades para conocer a los invitados, una de ellas consistía en tomar un nombre al azar, colocarlo en el pecho del lado izquierdo y buscar a la persona con ese nombre para conocerla, tome uno, y me mezcle en los invitados
Un hombre apareció frente a mí, era muy alto y con la luz del sol dándole en la espalda casi no pude ver su rostro—Hola, yo soy Sebastián, mucho gusto
—Hola, yo soy Anna—estreche su mano
Era un hombre guapo y el traje le sentaba bien, casi no supe nada de él, mas bien supo más de mí, con tantas preguntas. Después fui por otro nombre, había uno ahí "Alejandro", una parte de mí quería tomarlo, pero solo tome otro al azar, de nuevo camine entre los invitados, tome una sidra de manzana y me quite los zapatos para caminar hacia la orilla de la playa, mientras contemplaba la vista, escuché los pasos de alguien acercándose a mí
—Tu nombre es ¿Anna?
De nuevo volvió a paralizarme esa voz, sabía que era él
—Alex—me di la vuelta para poder verlo, la luz del sol le daba perfecto en la cara, vestía de un traje de dos piezas a la medida, color gris a cuadros y usaba unos tenis blancos, se veía tan guapo con unos lentes que completaban su look, mi corazón de a poco se volvía a emocionar de solo verlo
—Tanto tiempo— Fue lo único que salió de su boca sin dejar de sonreír
—Tanto tiempo, respondí
Me miraba fijamente que me di la vuelta y tape con mi cabello el collar que me había regalado, nunca me lo quité y no pensaba hacerlo, pero no quería que lo viera
—¿Por qué no estás en la fiesta?— pregunto mientras caminaba hacia el lado mío
—Me cansé de conocer gente, además la vista es más preciosa
—En eso tienes razón
—Creo que volveré a la fiesta—conteste nerviosa
Mientras me alejaba de él, sentía como el corazón quería salirse de mi pecho, y mis piernas temblaban, pensé que nuestro encuentro sería más dramático, pero fue como si solo dos amigos volvieran a reencontrarse. Mientras me dirigía de nuevo a la fiesta, Daniel se iba acercando a mí, de una manera inquieta
—¿Todo bien?
—Si, todo bien—le sonreí y aprete su brazo para tranquilizarlo, no quería preocuparlo
—Me alegra—soltó un suspiro fuerte—creo que Natt te busca—y camino apresurado para ir con Alex
Al verlo, su cara cambio, volvió a ser serio, Daniel se lo llevo y solo los vi alejarse. La fiesta seguía, pero esta vez en un restaurante, solo con las personas más cercanas a los Novios, todos hacíamos brindis y los felicitábamos por su próspero matrimonio, lo raro era que no veía a Alex, es el mejor amigo de los dos, pero esta vez no estaba, después de la playa no lo vi por ningún lado, solo pensé que estaba atendiendo unos negocios.
Seguía pensando en nuestro encuentro, había sido algo extraño, incluso creí haberlo imaginado, estaba tan desconcertada que
Natt me devuelve de golpe a la realidad
—Ann, ¿Estás bien?—hizo unas señas frente a mi cara
—Sí—conteste en voz baja
—Creo que lo de Alex no te callo tan bien
—No, conteste mientras de un trago me tome el vino de mi copa
—Oye!!, no te embriagues, mañana es nuestra salida— grito quitándome la copa de la mano
—Perdón, perdón—me reí, limpiándome el resto de vino de mi boca
Natt había soñado siempre en casarse, pero ahora solo quería disfrutar de todo antes de casarse, nuestra salida consistía en un tipo "Despedida de soltera" pero sin bailarines o ese tipo de actividades del 0 tipo de ella. Pasaríamos a un SPA, después nos haríamos las uñas, el cabello, todo. Más tarde iríamos de compras, cenariamos y por último beberíamos en el restaurante del hotel, algo muy al estilo de Natt.
Todas las chicas estaban felices de pasar esa aventura con ella, de solo verla sonreír, me llena el corazón de alegría, nunca la había visto tan feliz. En la prepa vivió muchas cosas, yo no sabía por lo que ella pasaba en ese entonces y a pesar de todo era tranquila, inteligente y educada con todo mundo, por eso al verla así de contenta hace que casi quiera llorar de nuevo
Al terminar en el hotel, tomamos vino y volvemos a brindar, por la futura novia, reíamos de las locuras que hicimos, cada una con ella. La que más recuerdo fue cuando se le declaró Daniel, frente a toda la escuela, me conto que ese día llovía a cántaros y de la emoción salió corriendo bajo la lluvia
—¿Qué recordaste Ann?
—Muchas cosas Amiga
Ambas sonreímos y veía el brillo en su cara, era impresionantemente bella cuando sonreía, sigo alegrándome por su felicidad
Cuando menos lo espero ya es media noche, nos fuimos a dormir porque a la mañana siguiente solo era para descansar, relajarnos y prepararnos para el gran día
Los días pasaron tan rápido, tome un baño de espuma, puse música y al salir de la ducha prepare un café, revise mis correos y después salí disparada para ver a Leo. Fui hasta su habitación y lo convencí de salir esa mañana soleada, entre y lo apresure
—Ann, por primera estuviste lista antes que yo, siempre soy yo quien tiene que convencerte de salir— seguía adormecido
—Ya lo sé, pero quiero disfrutar de este día, vámonos— se animó y comenzó a vestirse
Al salir de la habitación vi a Alex, se hospedaba justo en la habitación de enfrente, me quedé de ojos abiertos y no supe qué decir, su mirada se dirigió a mis manos que sostenían el brazo de Leo, y en un movimiento lento, Leo quito mis manos y saludo a Alex
—¿Qué haces despierto tan temprano?— pregunto nervioso
—Es medio día—contesto seriamente
—Ah, es verdad, iremos a almorzar, ¿No vienes?
—Hasta luego—volteo los ojos y se fue
Parecía serio y algo molesto, lo ignore y nos fuimos a almorzar, sigo pensando en ese momento, tanto que olvido comer
—¿No comerás nada?—Pregunto Leo señalando mi plato lleno de ensalada
—Ah, sí...
—¿Te preocupa algo? ¿Es sobre Alex?
—Si
—Tranquila, ya te dije que no te preocupes de nada
—¿Pero por qué nos vio así?, pensé que sería diferente
—¿Diferente?
—Si, en la playa me saludo como si nada, incluso sonreía, pero esta mañana parecía todo lo contrario
—¿Qué? ¿Él hizo eso?— Leo casi escupía la comida—¿Por qué no me lo contaste?
—Lo olvidé, es que con...
—¿Estás loca?, él no pudo haber hecho eso— Interrumpió
—¿Cómo dices? Pregunte
—Cuando lo vi hace tiempo, le pregunte si vendría a la boda y dijo que no, que no quería verte ni en pintura, que si era necesario se encargaría de hacer dos bodas, para que fueran cómodamente los dos—se soltó a reír
—¡Vaya! ¡Qué prepotente es! ¿Piensa que tronar los dedos todos estarán a su disposición? ¡¡Dios!! ¡¡¡Ese hombre sí que sabe cómo ser un Idiota!!!—Grite furiosa
—Ann, relájate, respira—Leonardo seguía riendo
—Es que no puedo creerlo, sí que le sobra el dinero, que se cree debería hacerlo, sí, sí, que lo haga, dos bodas, ahora mismo, ¡¡¡quiero verlo!!!— Seguí gritando molesta, me crucé de manos y Leo solamente me miraba riendo, estaba tan frustrada y enojada
—Dios, mírate cuanto lo odias, lo creería si eso fuera cierto— se cruzo de manos y se echo a reír
—Mejor cállate, si no te quieres morir
—Mejor vámonos, quiero nadar
Leo y yo corrimos a la playa cuál si fuéramos niños, estábamos emocionados, reímos, disfrute de ese momento con él, y después de un rato nos fuimos a un bar a tomar algo, no queríamos requemarnos así que fuimos solo un rato para después irnos a dormir para el gran día.
//
El lugar estaba hermoso, luces por todos lados y de todos los colores, era un bar al aire libre, Leo fue a conseguir unos tragos, estaba sentada disfrutando de la música, y alguien se sentó a un lado mío —Hola, ¿Cómo estás?—grito por la música tan fuerte, volteé para verlo y era Sebastián, el tipo que conocí en la fiesta para conocer a los invitados
—Hola
—Qué gusto encontrarte, desde que te vi quise conocerte más, ¿porque no salimos de aquí?, te invito a cenar
—Me parece buena idea, pero...
Antes de poder explicarle que estaba acompañada de un amigo, Alex llego a centrarse en medio de nosotros, y justo de tras de él,
Leonardo. El sostenía nuestras bebidas, me vio y levanto los hombros, supuse que Alex se le unió de la nada, de golpe Alex se levantó, tomo una de las bebidas y se la tomo de un trago, me quedé sorprendida de su actitud solo pude ver la cara que vi hace años, estaba celoso, yo conocía su expresión y solo solté una risa
—Alex ¿Qué te pasa?—me burle y un que busque por todos lados, el chico se había ido
—Vámonos—Leonardo hizo una señal con su cabeza
Mientras caminábamos al hotel, la noche se puso algo fría, tomo su suéter y lo dejo caer sobre mis hombros —Muchas gracias— Dije
—Dios, quien diría que volvería a ver esa cara— Exclamo en forma de burla
Al llegar al Hotel, entre a mi habitación y antes de quedarme dormida, recordé la primera vez que Alex se puso celoso y cuando me hizo llorar por primera vez
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