Mi Amor Chiquito Parte II
Doce años después:
Es el primer día del año escolar, Sunghoon de diecisiete años, se despide de su madre para ir a la escuela.
Este es su penúltimo año antes de graduarse; sus padres se divorciaron ocho años atrás y Sunghoon se volvió muy cercano a su mamá, al llegar a la escuela saluda a sus mejores amigos EJy Nicholas.
—¡Hola chicos! ¿Por qué tanto escándalo?
—La directora entró con un alumno nuevo, todos están alborotados —EJ le responde rascándose la cabeza.
—Dicen que es extranjero, creo que estará en nuestra clase, parece tener nuestra edad. —Nicholas le resta importancia.
—Ya nos enteraremos...
—Buenos días alumnos, este año ingresó un nuevo estudiante, por favor les pido su colaboración y que le den una calurosa bienvenida, señor Sim puede pasar y presentarse por favor...
Sunghoon siente un nudo en el estómago cuando ve entrar al nuevo alumno, tiene el cabello castaño, ojos cafés de mirada tierna y profunda, los labios gruesos con una pequeña curva en el costado que parece ocultar algo, sus ojos no lo engañan es Jake, su mejor amigo, su persona especial, su amor chiquito.
—Buen día, mi nombre es Jake Sim, tengo diecisiete años, soy de Australia llegué este fin de semana y espero que todos podamos ser buenos amigos ...
—¿Si señor Jay Park? —La directora sede la palabra al alumno que levanta la mano desesperado.
—Yo puedo ayudar a Jake y mostrarle la escuela, puede sentarse a mi lado el lugar está libre.
Jake dirige la mirada hacia Jay con una pequeña sonrisa y se sienta a su lado, termina el primer periodo y Jay cumple con su misión de enseñarle a Jake todos los rincones de la escuela.
—Ese chico nuevo es realmente atractivo, Jay no dudó un segundo en ofrecerse a acompañarlo. —EJ les dice con la boca llena.
—Espero que Jake no caiga en sus redes o que se entere de alguna manera que Jay solo juega con los chicos por antojo, aunque la verdad si noté a Jay interesado.
Sunghoon se pone nervioso al escuchar la acalorada conversación de sus amigos y dos pensamientos se apoderan inmediatamente de él.
Primero, su Jake no podría estar con alguien como Jay, su Jake es diferente y...
Segundo, tiene que acercarse a Jake hoy y decirle que es su persona especial, que es su mejor amigo de jardín de niños.
Jay realmente se había apoderado de la atención del joven australiano, no se alejó de él ni por un segundo, el único momento en que no estuvo a su lado fue en el receso cuando Jake tuvo que pasar a la Dirección para regularizar unos formularios.
—¿Qué hacen? —El coreano americano se les acerca y lo desconecta de sus pensamientos.
—Comemos, ¿Qué tal el nuevo? —Nicholas lo cuestiona sin rodeos.
—Es lindo ¿No? Y es educado, buena gente, hablamos un poco en inglés y...
— ¿Te gusta? —Sunghoon lo interrumpe de inmediato.
—¿A quién no le gustaría? Lo invitaré a salir hoy.
—¿Y luego te aburrirás? —Sunghoon le responde irritado de su presencia.
—Creo que no podría aburrirme de él... Jake es... Él es diferente, pero eso es algo que no entenderías, bueno losers los veo luego, iré a buscar a mi futuro novio.
Sunghoon no puede contener los celos y la molestia que se forman en su interior, debe decirles la verdad a sus mejores amigos.
—Yo... Yo necesito que me ayuden a acercarme a Jake, tengo algo que contarles...
(...)
—...Hoon... Que fuerte lo que les pasó, ¿Crees que es buena idea acercarte a Jake? —EJ no puede creer que unos inocentes niños hayan pasado por un evento tan traumático.
— ¿Por qué no sería buena idea?
—No hiciste nada, dejaste que todo eso pasara y no hiciste nada para defender a Jake.
—Tenía cinco años, tenía terror de mi padre...
—Piensa bien las cosas Hoon, no quieres salir lastimado, ni lastimar a Jake recordando su pasado.
Sunghoon había pensado el resto del día cómo acercarse a Jake, para su suerte, Jay tenía práctica de baile por lo que la salida sería el momento indicado, vio al castaño salir caminando dirigiéndose a la calle y corrió sin dudar hacia su encuentro.
— ¡Jakey! ¡Jakey!
Jake se detiene y voltea a ver quién lo llama...
El joven australiano siente un nudo en el estómago cuando ve al pelinegro correr a su encuentro.
Sus ojos son oscuros al igual que su cabello, su tono de piel es pálida como si fuera de porcelana era su Sunghoon, su mejor amigo, su persona especial, su amor chiquito.
—¿Sunghoon?
Sunghoon corre dispuesto a abrazarlo pero Jake retrocede unos pasos por la sorpresa y el recuerdo del pasado...
—Jake, pensé que nunca más volvería a verte... Desapareciste, ¿Qué pasó contigo?
—... Mis padres me cambiaron de jardín de niños y después de un año volvimos a Australia.
Jake no puede evitar mirar con miedo hacia su alrededor, le es imposible olvidar su último encuentro del pasado, así que decide evitar problemas y continuar caminando...
—¿Jake?
—Que bueno verte Sunghoon, me alegra que estés bien, debo volver a casa, supongo que nos vemos mañana —le dice sin voltear a verlo.
Decepcionado, Sunghoon retorna a su casa derramando un par de lágrimas por su camino, su Jake no quería nada con él, lo notó en su mirada, al llegar a casa le cuenta todo a su madre mientras llora desconsolado...
—Tienes que ser paciente y darle tiempo cariño, estoy segura que todo saldrá bien, solo sé paciente.
—Pero Jay quiere estar con él, si no hago algo pronto, quizás Jake lo elija...
—Si Jake elige a Jay es porque las cosas se tienen que dar así, solo dale tiempo, todo esto fue una sorpresa para ambos.
Los días de la semana pasaron demasiado lentos y tediosos para el gusto de Sunghoon.
Jay presionaba mucho para acaparar la atención de Jake, pero al parecer, Jake no estaba interesado en iniciar una relación y para su buena suerte, no cedía.
La vida del joven australiano se basaba en ir a la escuela y luego a su casa, ambos cruzaron palabras un par de veces pero solo lo formal o lo necesario, Sunghoon perdía las esperanzas, hasta que un jueves en la tarde después de escribir una carta le pidió a su madre...
—Mamá ¿Podemos hacer galletas con chispas de chocolate?...
Ese viernes a la salida de la escuela un grupo de alumnos miraban atentos la conversación entre Jay y Jake.
Jay se estaba cansando de las negativas del castaño e iba darle un ultimatum para salir esa tarde y declararse...
—Entonces si aceptas salir conmigo, automáticamente estaremos en una relación.
—Jay yo n... —Pero Jake no puede terminar la oración.
Sunghoon logra meterse entre la gente y desesperado agarra la mano del australiano entrelazando sus dedos... Como cuando eran pequeños.
—Jake no va a salir contigo... ¡Por qué va a salir conmigo!
Sunghoon acelera el paso, aún aferrado a la mano de Jake, el castaño no entiende lo que está pasando pero no puede evitar sentirse feliz y emocionado.
Ambos jovenes llegan a un parque cercano y se sientan en una pequeña mesa para dos.
—¿No vas a hablar? ¿Te quedarás mirándome sin decir nada?
Sunghoon respira profundo y saca de su mochila una caja con galletas de chispas de chocolate y le entrega a Jake una carta...
—No pudimos hablar desde que entraste a la escuela, así que decidí que sería mejor escribirte esta carta.
Sorprendido, Jake empieza a leer la carta y no puede evitar derramar un par de lágrimas, una pequeña sonrisa se asoma en su rostro acentuando la pequeña curva en sus labios.
Sunghoon lo observa embelesado y expectante a sus reacciones.
Jake toma una de las galletas y empieza a comer mientras continúa leyendo la carta:
"... nunca dejé de anhelar el momento en que volvería ver a mi Jakey, mi mejor amigo, mi persona especial, mi amor chiquito, con amor tu Hoonie..."
Jake termina de leer la carta con una sonrisa y secándose las lágrimas, su mirada se cruza con la del pelinegro que está haciendo lo mismo y en ese instante, ambos empiezan a reír como si fueran unos inocentes niños de cinco años.
"Es ahora o nunca" piensa Sunghoon acercándose a Jake para ayudarlo a secar sus lágrimas.
No puede evitar admirar el rostro del castaño hasta quedarse colgado una vez más... En sus labios.
Toma su rostro con ambas manos y el par de mejores amigos comparte un momento de silencio, se miran con una sonrisa cómplice y sin dudarlo Sunghoon besa a Jake, su beso es dulce, su beso es tierno.
Sus cuerpos se acercan y el beso dulce, pasa a uno más intenso pero no por eso menos puro y perfecto, alejan sus rostros por falta de oxígeno y vuelven a sonreír al mirarse a los ojos.
—¡Te quiero más que al helado de frutilla Jakey!
—¡Te quiero más que a las galletas con chispas de chocolate Hoonie!
🍪🍦FIN🍦🍪
¡Hola! Quise darle amor y un lugar especial a una de mis historias consentidas de mi libro Jakehoon Crumbs Cuentos Cortos para Jakehoonistas, si la leíste espero vuela a enternecer tu corazón y si la lees por primera vez espero se gane un lugarcito en tu corazón.☺️❤️
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