Mi Amor Chiquito Parte I
Doce años atrás:
Sunghoon y Jake eran mejores amigos en jardín de niños, solo bastaba verlos para poder deducirlo, ambos niños eran el complemento perfecto del otro.
Jake llevaba un par de años en Corea del Sur, su familia había llegado de Brisbane Australia en busca de nuevas oportunidades, lastimosamente, todo le parecía diferente, no le faltaron los problemas para acostumbrarse a su nuevo entorno, costumbres y cultura y sobretodo, el pequeño Jake tenía problemas con el idioma.
Fue en su primer año en jardín de niños, que cambió su vida completamente, ese año conoció a su "persona especial".
—¡Jakey eres mi mejor amigo de toda la vida, te quiero más que al helado de frutilla, eres mi persona especial!
—¿Enserio? ¡Pues tú eres mi persona especial, mi mejor amigo de todas las vidas, mi amor chiquito y yo te quiero más que a las galletas con chispas de chocolate!
Era verdad, ambos niños sentían un cariño inmenso e inexplicable por su mejor amigo, su cómplice, su apoyo, aquél al que en varias historias y culturas se conoce como "su alma gemela".
Jake sentía mariposas en el estómago cada vez que Sunghoon se quedaba mirándolo a los ojos y bajaba la mirada para concentrase en sus labios y Sunghoon sentía que el corazón le latía más rápido cuando admiraba el rostro de Jake, a veces se quedaba colgado en sus labios, que aunque Jake estuviera serio, formaban una pequeña curva que parecía ocultar algo una pequeña sonrisa dedicada solo a él, un día antes de que sus padres los recojan del jardín de niños, Jake sintió la necesidad de tomar de la mano a Sunghoon y entrelazar sus pequeños deditos...
—Jakey, ¿Qué haces?
—Hoy quiero agarrar tu manito Hoonie.
—Mi papá dice que los niños no se toman de las manos.
—¿Y por qué no?
—Dice que no es correcto, que está mal... Es una enfermedad.
—¿No-o te gusta?
—Si es contigo si me gusta, me hace sonar la pancita pero no de hambre o dolor, creo que suena de felicidad.
Jake sintió una emoción inexplicable en el corazón cuando Sunghoon le dijo eso y decidió darle un pequeño beso en la mejilla, Sunghoon sintió mariposas en el estómago y sus pálidas mejillas se ruborizaron de inmediato, sin embargo, el pequeño niño coreano no pudo evitar recordar las fuertes palabras de su padre...
—¡Jakey! ¿Qué haces? ¿No sabes que me puedes pasar tu enfermedad? —exclamó soltando la mano de su mejor amigo y limpiándose efusivamente la mejilla.
—¿Cuál enfermedad? —Jake le preguntaba preocupado.
—Tu enfermedad de agarrar la mano y besar a un chico, mi papá dice que eso no es normal ¡Incluso te puedes morir!
El pequeño Jake no pudo evitar llorar al escuchar las palabras de su mejor amigo...
—Perdón Hoonie, no quiero que te enfermes, no quiero que te mueras por mi culpa.
Pero Sunghoon no emitía palabra alguna, Jake levantó el rostro y observó el automóvil de su madre en el estacionamiento, no pudo contener sus emociones y salió disparado del lugar claramente afectado.
El pequeño Sunghoon solo se limitó a observar de lejos a su mejor amigo, Jake abrazaba a su madre mientras lloraba desconsolado, jamás lo había visto en ese estado y no pudo evitar sentirse mal.
Sintió cómo una lagrima caía sobre su mejilla, pero tuvo que limpiar su rostro una vez vio llegar a su padre, "Papá dice que los niños no lloran" pensó mientras se secaba las lágrimas...
Esa tarde, Sunghoon no pudo dejar de pensar en Jake y su rostro que solo reflejaba dolor, se sentía mal, quería ver a su persona especial sonreír, quería verlo feliz, así que empezó a hacerle una carta con dibujos diciéndole lo mucho que lo quería.
—Mamá! ¿Puedes hacer galletas con chispas de chocolate? —Le pidió desesperado, sosteniendo en sus manos la carta.
—Claro que sí mi amor ¿Y esa carta con corazones?
—La carta y las galletas son para mi persona especial
El padre de Sunghoon estaba atento a la conversación, cruzó miradas con su esposa y ambos sonrieron al intuir que su hijo estaba atravesando la etapa de su primer amor.
Al día siguiente, Jake trató de evitar a Sunghoon, la sola idea de causarle daño lo aterraba, si bien sus padres le explicaron que demostrar cariño entre chicos o entre chicas no tenía nada de malo, que no era una enfermedad, que el amor es el sentimiento más puro y noble y que simplemente no se puede elegir a quien amar...
Le pidieron que no moleste al pequeño Sunghoon, mucho más si la idea de demostrar cariño entre chicos le incomodaba o lo hacía sentir mal, era la hora de salida y ambos niños como todos los días se quedaron a esperar a sus padres...
—¡Jakey!
—Hola Hoonie.
—¡Jakey ven, tengo algo para ti —Le pidió desesperado mientras lo tomaba de la mano para dirigirlo hacia una banca.
Sunghoon sacó de su lunchera la carta para Jake y las galletas con chispas de chocolate que preparó con su madre, los ojos de Jake se abrieron tan grandes como platos y empezaron a retomar ese brillo especial, el pequeño no dejaba de sonreír y emitir unas adorables risas de emoción al ver los dibujos en la carta.
—Mira somos los dos tomados de la mano y estos son corazones, estos son helados de frutilla y estas galletas con chispas de chocolate, los corazones tienen una sonrisa porque eso siento cuando estoy contigo, por eso la carta se llama para mi amor chiquito
Jake, no pudo contener su alegría y abrazó a Sunghoon con todas sus fuerzas.
Sunghoon respondió de la misma manera, sus corazones latían rápido y fuerte y ambos empezaron a reír sin control, al separarse, Sunghoon se quedó concentrado en los labios de Jake, esos labios que siempre habían llamado su atención y no pudo evitar hacerlo...
El pequeño se acercó y le dio un dulce beso en la boca, fueron segundos llenos de ternura y del más puro amor... Segundos que se vieron interrumpidos, por odio e ignorancia, el padre de Sunghoon tomó con fuerza a Jake del brazo y lo lanzó al suelo, el pequeño niño asustado y adolorido se puso a llorar sin consuelo.
Sunghoon estaba aterrado de su padre, pues no era la primera vez que lo veía actuar de esa manera y se quedó congelado en el momento, la madre de Jake llegó corriendo para levantar a su pequeño...
—Salvaje ¿Qué le pasa? ¡Vuelve a tocar a mi hijo y le rompo la cara!
—¡El enfermo amanerado de su hijo estaba besando en la boca al mío!
—¡El único enfermo es usted!
—Me dan asco, si su hijo se vuelve a acercar al mío, la denunciaré a la defensora de la niñez por criar con prácticas obscenas a su engendro
El padre de Sunghoon lo tomó de la mano y lo arrastró hasta su automóvil, Sunghoon gritaba llorando "¡Jakey, Jakey!" mientras Jake le gritaba desconsolado "¡Perdón Hoonie!", ese fin de semana fue el peor que ambos niños pudieron pasar.
Jake no pudo dormir porque no dejaba de llorar y Sunghoon fue castigado por llorar, si no era por la intervención de su madre, incluso hubiera recibido una golpiza por parte de su padre.
El lunes siguiente, en el jardín de niños Sunghoon vió a la madre de Jake, pero no habían rastros de su mejor amigo.
Su maestra ingresó al salón a darles los buenos días y a dar inicio a la clase.
Pero Sunghoon no se lo permitió, le dijo que no podía empezar la clase porque Jake no había llegado y ella le respondió que Jake ya no volvería...
Sunghoon sintió cómo se le rompía el corazón, al enterarse que no volvería a ver a su mejor amigo, a su persona especial, a su amor chiquito...
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