30 SENTIMIENTOS
Alex esta delante de mí sosteniendo la puerta, está un poco más forma de lo usual. ¿Acaso se preparó para hablar conmigo? No sé qué hacer, me estoy poniendo nerviosa. Desde el día de las duchas las cosas se pusieron inquietantes para nosotros. Alex cierra la puerta y se acerca a mí.
- Alex. Pensé que no vendrías. - Natalia.
- Tienes que esperar obediente sumisa. - Alex.
(No deja de ser arrogante.)
- ¿Porque quisiste que viniera? - Natalia.
- Tengo que hablar contigo. - Alex.
(¡Mierda! Alex me dirá lo que sucedió en las duchas. acaso él. ¡No te hagas hipótesis!)
- Ahh. Claro, dime. - Natalia.
- Ven. Sígueme. - Alex.
- ¿A dónde me llevas? - Natalia.
- ¿Desconfías de mi testaruda? - Alex.
- No idiota. - Natalia.
Alex agarra mi mano y salimos del jardín, caminando por los pasillos. El mira hacia los lados que no haya nadie y pasamos corriendo, subiendo al segundo piso seguimos caminando. Su mano es muy cálida, mi enrojecimiento es notable.
(Vamos Natalia cúbrete. ¡No quieres parecer a un tomate! Dios es difícil ocultar mis emociones hacia él. ¡Cuándo me está llevando de la mano!)
Seguimos subiendo las escaleras hasta llegar a una puerta gris con una baranda roja. El abre la puerta y entramos, estamos en una terraza, hace demasiado tiempo no veía el cielo ni la ciudad. Estoy muy sorprendida, dentro de la institución hay una terraza.
- Esto es. Hermoso. - Natalia.
- ¿Nunca habías venido aquí? - Alex.
- No. Y no creo que las sumisas podamos estar aquí. ¿O no señor mandón? - Natalia.
- Sabes las reglas. Las aprendiste ~sumisa.~ -Alex.
Un paisaje hermoso. El sol cayendo por la tarde, la ciudad moviéndose, las nubes, el viento, el aroma y ver todo desde arriba es muy lindo. Es hermosa esta vista. pero Alex me trajo aquí por algo, así que vamos al punto. Quiero saber su respuesta, ¿por qué su "te amo"? ¿Por qué me trajo aquí? ¿Ahora por qué estamos en este momento?
- ¿Que me tienes que decir? - Natalia.
(¡Mierda!, ¡mierda!, ¡mierda! ¡Me van a ganar los nervios! )
- Creo que te has dado cuenta porque estoy distanciado. ¿Verdad? - Alex.
- Me dejaste con dudas en las duchas Alex. - Natalia.
Mi ceño se levanta un poco. Alex esta inquieto. ¿Nervioso ante mí?, primera vez que mi dominante se pone nervioso de su sumisa.
- Natalia. Desde el día del baile algo en mi se encendió. - Alex.
La brisa del viento juega con mi cabello. Él está frente de mi jugando con sus dedos y mirándome fijamente, mierda esto es cada vez es tensiónante. ¡Alex me va a volver loca!
- Bueno, desde ese día empecé a sentir algo extraño, algo que por mucho tiempo no sentía. - Alex.
Mi mirada cruza con la de él, sus labios y su forma corporal. No puedo dejar de mirarlo.
- Algo que pensé que no volvería a sentir. Tal vez unas emociones extrañas que no las podía describir. - Alex.
Me acerco un poco más hacia Alex. Mi vestido juega con la brisa y mis ojos cafés deslumbran ante el sol.
- Los días siguieron pasando y ese sentimiento se hacía más grande. Algo en mi pasaba sin que yo me diría cuenta. - Alex.
- Y cada vez que estoy cerca de ti, el sentimiento comienza a inundar mi mente. - Alex.
- ¿Por qué?, ¿porque tengo estos sentimientos raros en mí? Me lo cuestionaba en las noches. - Alex.
(¡Dios es tan hermoso lo que dice!, cálmate, Natalia. No te ha dicho nada, solo está contándote sus sentimientos.)
- Se supone que soy un dominante destructor, rompe corazones y un tipo frio. ¿No? Pero llegaste tú y lo jodiste todo. - Alex.
(¿Jodi todo? ¿¡Ahora que mierdas dices Alex!?)
- Llegaste tú y no. No puedo ser el mismo tipo que con las demás si, el día en que por primera vez nos acostamos te negué besarte. Seamos realistas no podía contenerme las ganas de sentir tus labios. - Alex.
- Que quieres. - Natalia.
- Déjame terminar. - Alex.
- ¿Porque no pude resistirme? o ¿Solamente no besarte esa vez?, porque esa sensación se hacía más fuerte y apegada a ti. - Alex.
- ¿Porque te invité al baile? Porque contigo todo cambia. - Alex.
- Porque ese día dije "y yo también." Después de estar tú y yo. Te abrasé y me preguntaste de mi vida y volví a mi realidad. - Alex.
- A la realidad que sabía perfectamente lo que sucedía todo esto hacia ti. - Alex.
- Me aleje y te diste cuenta. Notaste que estaba rato contigo, intentando ignorar lo que ya sabía en mi jodida cabeza. - Alex.
(¿Qué quiere decir Alex? Cada vez me confundes más.)
- Y después de intentar no prestarle atención ante este sentimiento, cada vez es más constante y lo sabía. Porque intente no hacerlo, intente ignorarlo, cuando ya esta esté sentimiento. Esta completamente en mi ser. - Alex.
- Fui a las duchas ese día, intentado calmar lo que pasaba en mi mente e intentar no pensar más y alejarlo. Llegaste tú, en ese instante olvide lo que estaba intentando ocultar. - Alex.
- Tu. Radiante, esplendida, solo creí que serias una sumisa más. Pero siempre pasa algo entre tú y yo. O eres tú o soy yo. Terminamos siendo los dos, con una lujuria intensa. Con algo extraño en nuestro ser. Algo que no puedo controlar en mí. - Alex.
- Alex. Yo. - Natalia.
- Déjame acabar. Natalia. - Alex.
- Esa mezcla de emociones y sentimientos, que no puedo contener. Y en el último momento lo dije, lo dije sin ningún miedo. Por fin sintiéndome tan libre. - Alex.
- Después de volver a la realidad. Solo salí corriendo como un idiota y te dejé sola. Perdón si te deje así, pero no podía creer lo que acababa de decir. "¿Que mierdas me sucede?" Era mi estúpida pregunta, cuando ya sabía lo que pasaba. - Alex.
- Mi mente me lo dice y mi corazón también. No lo puedo negar, ni mucho menos ocultar más, entre más pasa el tiempo y los días. Esto que siento por ti se hace inevitable de no decírtelo. - Alex.
- Porque se perfectamente que estoy jodido por ti. Porque me gustas mucho Natalia. - Alex.
Mis ojos se abren como platos al escuchar las últimas palabras de Alex.
(¿¡QUE!? ¿Que acaba de decir Alex? ¿Le gusto?, ¡LE GUSTO! ¡SII! No sé qué decir. Estoy muy sorprendida, primero que todo cálmate.)
Entonces es un sentimiento mutuo que siempre hemos sentido. Pero ninguno de los dos decía nada, un sentimiento que nada lo puede detener. Estoy muy sorprendida y feliz, mi corazón late muy rápido. Mi rostro está sonrojado.
- Natalia. Yo. Te amo. ¡Te amo jodidamente! - Alex.
Mis emociones se encuentran, mis ojos resplandecen en ese "te amo" de Alex. Una sonrisa grande dibuja mi rostro. Sin pensarlo, me lanzo hacia el recibiéndome en sus brazos. Levanto mi mirada, contemplando sus ojos. Alex toma mis mejillas y me besa cálidamente.
- Yo. También te amo Alex. - Natalia.
Nuestros rostros se miran por unos segundos. Otro dulce beso nos damos. En este simple momento solo somos el y yo, donde no hay condiciones, ni miedos, para sentir lo que estamos sintiendo ahora nosotros. Intento tocar el suelo con mis pies pero Alex me alza y siento como caigo en sus hombros, reímos ambos y el me baja.
- Yo también sentí este sentimiento el día del baile, mis emociones y mis sentimientos se hacen grandes hacia ti cada vez que te veo. - Natalia.
- ¿Enserio? – Alex.
- Pensé que era la única que se lo negaba, cuando ya estoy totalmente perdida por ti. - Natalia.
- Siempre he sido diferente contigo. - Alex.
- Tú me gustas Alex. Tengo sentimientos grandes hacia ti Alex. - Natalia.
- ~Y pensar que la sumisa testaruda nunca se enamoraría de un dominante arrogante.~ - Alex.
- Idiota. Me gustas Alex y mucho. - Natalia.
- Y tú a mi Natalia. - Alex.
Un abrazo hermoso entrelazo por los dos sucede. No puedo creer lo que está pasando pero definitivamente esto es inimaginable, como dos seres que se odian pueden terminar amansándosen. Pues esa razón solo la tiene el corazon. Nuestras miradas por un momento se quedan en silencio y solo unas tontas sonrisas vienen a nuestros rostros. Alex me toma de la mano y empieza a caminar. ¿Ahora a dónde me lleva? El viento juega con mi vestido, es lindo este momento con mi enamorado. Más bien. Mi enamorado idiota arrogante.
- No es mucho, pero espero que te guste. - Alex.
Una mesa nos rodea a los dos, unas velas y par de flores decoran el comedor. Alex me invito a cenar en la terraza, después de su confesión conmigo, sigo si creer que esto esté pasando. Jamás creí que Alex actuara así conmigo. De pasar de un estúpido arrogante dominante a un caballero y atento hombre. El corre mi silla y me siento, él enciende las velas. ¿Dónde habrá sacado todo esto?
(Alex hizo una cena, no lo puedo creer. ¡Natalia esto es una locura!, ~una locura romántica.~)
- Alex. Estoy muy sorprendida, no pensé que. - Natalia.
- ¿Te invitaría a comer? Puedo ser un hijo de puta con las demás. Pero contigo. Jamás. - Alex.
(Son hermosas las palabras de Alex, esto es muy hermoso. ¡Llamando a tierra Natalia!)
- Eres un idiota ¿lo sabes? - Natalia.
- Un idiota que muere por ti. - Alex.
- Esto es pasta. ¿Cómo sabes que me encanta la pasta? - Natalia.
- Bueno, cuando hacen en la cocina siempre te llevas doble ración. - Alex.
(~Así que siempre me vigilas amo.~ Interesante.)
- Valla espía. - Natalia.
- El mejor. - Alex.
- Alex desde el día del baile, este sentimiento comenzó a salir, cada día que te veía era una mezcla de sentimientos con lujuria. Cada dia esto se hace más fuerte hacia ti. - Natalia.
- Pensé que sería el único enamorado. - Alex.
- Pienso que desde ese día algo se encendiendo en los dos. ¿Sabes qué es? - Natalia.
- ¿Qué? - Alex.
- Amor. - Natalia.
- Un amor tan grande que ninguno de los dos puede ocultar. - Alex.
- Un amor tan especial que se presenta siempre ante nuestras miradas. - Natalia.
- Soy un mortal ante ti. Mi testaruda. - Alex.
Mis mejillas se sonrojan de inmediato y una sonrisa de par en par se presenta en mi rostro.
- Un idiota arrogante mortal que cayó en la tentación de esta testaruda. - Natalia.
- Y la verdad no me importaría morir en el intento. - Alex.
- Eres increíble Alex. - Natalia.
- Tu eres la increíble. - Alex.
- ¿Por qué? - Natalia.
- Porque estoy jodidamente ante tus pies. No puede ser el mismo. Tienes esa esencia que se apodera de mí. - Alex.
- Alex. Te amo. - Natalia.
- Y yo te amo a ti ~sumisa.~ - Alex.
- Eres un tonto. - Natalia.
- Jajaja si como tu digas. - Alex.
Cenamos y charlamos. Ahora que por fin sabemos lo que sentimos los dos, mis sentimientos se hacen más profundos hacia él. Hablamos de todo un poco, el atardecer y la comida con mi amo, es un plan que no me vi pero que ahora pasa. Lo que Alex me hizo es un bello detalle, no cualquiera se toma el tiempo para esto. No puedo cree que la sonrisa de el cada dia se hace mas irresistible.
- Y así fue como me quite mi primer diete de leche. -Natalia.
- Jajaja ¿con una malteada? - Alex.
- Bueno la culpa fue de mi mama jajaja. - Natalia.
- Tu mama debió ser una mujer hermosa. - Alex.
- Lo era. Ella me hizo muy feliz hasta mis trece años. - Natalia.
Hablo mientras inconscientemente toco mi collar con mi mano.
- Esta cadena era de ella. Ante de que ella falleciera me la dio y desde entonces la cargo. -Natalia.
- Es hermosa al igual que tú. - Alex.
(Oww Alex siendo romántico se ve tan guapo e irresistible. ~Ya caíste en el amor.~)
- Eres tierno. ¿Lo sabias? - Natalia.
- No. - Alex.
- Si gruñón. - Natalia.
Alex levanta un poco su ceño y en una forma arrogante se dirije hacía mí.
- ¿Como me dijiste sumisa? - Alex.
(¿Me estas tentando Alex?)
- Lo diré una vez más. ~G r u ñ o n.~ - Natalia.
Show me how.
Show me how you like it done.
You're all mine.
I'll make you feel like you're the one.
Sus manos se apoyan en mi silla donde estoy sentada quedando atrapada entre sus brazos. Con su dedo índice levanta mi rostro y pasa suavemente su pulgar rosando mis labios, esto me está excitando, provocar a Alex me encanta y a él también le gusta. Me intento levantar de mi asiendo. Alex me detiene acercando sus labios a mi oreja.
- Me estas provocando Natalia. No me hagas hacer esto. - Alex.
- ~Y si quiero tentarte.~ ¿Me cogerás aquí? - Natalia.
Take off your clothes.
Give me your trust.
Look me in the eyes and confess your lust.
Get on your knees.
Beg me to stop.
I promise I'll love it if you do it.
So do it for me.
La lujuria de los dos avanza. Sus ojos con los míos se encuentran. Alex me lanza una mirada picara, le encanta el vestido que traigo revela un poco mis pechos y él le fascina mis senos. Con su mano me toma despacio mi cuello haciendo círculos en mi clavícula.
- Te hare que gimas mi nombre tan fuerte que escuchen abajo. - Alex.
- Tú y yo en la terraza. - Natalia.
- Para que todo el mundo sepa que eres solo ~mía.~ - Alex.
Give me your hand.
I'll show you things you've never done.
Hold my head.
I'll make you feel like never before.
Él se aleja de mi oído y yo me levanto despacio. Alex me toma de mi mandíbula y la aprieta un poco, un leve quejido sale de mi boca, muestra una sonrisa placentera en los labios de él. Nuestras bocas juegan con las lenguas de ambos. Alex baja por mi vestido quitando mis tiras que sostienen de él. Baja por mi pecho haciendo pequeños besos hasta llegar a mi busto. Quitando una parte de mi vestido da un beso suave en mi seno. Gimo levemente pero algo se escucha venir.
- ¿¡Alex donde estas!? - Fabio.
(¡Mierda Fabio! ¡Él no puede saber que yo estoy aquí!)
- ¡Maldita sea! Natalia escóndete rápido. - Alex.
- ¿¡Donde!? - Natalia.
- ¿¡Estas ahí Alex!? - Fabio.
- ¡Mierda!, ¡mierda!, ¡mierda! Ve allá atrás rápido. No hagas ningún ruido. - Alex.
- Esta bien. - Natalia.
Me oculto detrás de unos tanques grandes que tienen en la terraza. ¿¡por qué tiene que venir Fabio!? Carajo donde descubra que estamos Alex y yo aquí matara a Alex. Mierda, intento no moverme mucho. ¿Ahora porque Fabio vino? ¿Cómo sabe que Alex esta aquí?
- Ahí estas. ¿¡Por carajos no contestas idiota!? - Fabio.
- No me ves estoy tomando un descanso. ¿¡Que putas quieres!? - Alex.
- Natalia. Tu sumisa Natalia no la encontramos por ningún lado. - Fabio.
¡Mierda esto es más grave de lo que pensé! ¡Ahora que haremos carajo! Ambos solo abrimos los ojos como platos. ¿Alex que le responderá a Fabio?
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