25 MASCOTA
Mi mente vuelve a la realidad, camino hacia el como una simple mascota en cuatro patas y con unos papeles en la boca intentando no babear saliva. Alex está sentando en su silla esperando esos prestigiosos documentos, ¿qué pensara en esta situación que a los dos nos enciende tanto?, estar así con él es placentero, pero a la vez una mezcla de sensaciones extrañas para mí.
Muevo mi cuerpo hacia el llegando a la silla, dejo los documentos en el suelo y solo me siento en mis muslos esperando una respuesta de Alex. Se inclina hacia mí mostrando su sonrisa perversa y arrogante no se van de mi vista.
- Pero que obediente eres. - Alex.
- ~Siempre lo soy.~ - Natalia.
- Las mascotas no hablan, al menos con el permiso de su amo. - Alex.
(¿Y tú crees que esta señorita te hará caso así de simple? Tonto.)
- Yo tengo derecho a hablar. Tu. - Natalia.
- Te ordeno que no hables, no tienes permiso y tampoco de ser una persona. Eres mi mascota ~perrita Natalia.~ - Alex.
(¡Maldito engreído!)
Solo asiento con mi cabeza.
- A si me gusta que seas obediente a tu amo. - Alex.
- Ahora. Quiero que vallas por ese lápiz en la mesa. - Alex.
Como siempre digo prevenida, así que con mi mano saco el lápiz que tengo en mi oreja. Alex se sorprende de mi habilidad, pero solo suelta una sonrisa estúpida. ¿Qué estás pensando idiota arrogante?
- Pero si eres astuta. - Alex.
(Para tus juegos siempre estoy lista.)
- Pero no tan inteligente como yo. Ahora escribe con la boca. - Alex.
(Al menos que me pongas estas pruebas, ¿cómo demonios voy a hacer eso?, ¿con la boca? ¿¡Como escribiré con mi boca!?)
Se levanta de su asiento y va por unas hojas blancas, las coloca en el suelo agarrando el lápiz y lo pone en el piso. En su mano tiene un objeto redondo que con su mirada picara dice todo, se dirije hacia mi y me levanta del suelo agarrándome del cuello. Me Arrincona en la pared de la oficina.
- ¿Sabes lo que me va a gustar de este juego? Es que yo te voy a poder manejar a mi modo. – Alex.
Su mano se escabulle por mi cuerpo hasta llegar a mi intimidad esto hace que un pequeño gemido salga de mí, sus dedos juguetean con mi zona húmeda haciendo que mis gemidos se vuelvan mas visibles. Alex activa el objeto haciendo que de un pequeño brinco.
- ¿No te lo esperabas?, espera que este dentro de ti. – Alex.
Alex me suelta del cuello haciendo que mi cabeza se recargue en la pared mientras la mano de él va bajando con el pequeño vibrador, hace pequeños círculos antes de que me lo introduzca y mi voz parece música para los oídos de él. Mis manos empiezan a bajar para tocarme, pero un movimiento en seco llega a detener mis manos traviesas y antes de que me inclinara hacia el. Alex me lo mete y lo apaga con el control remoto.
- Vas a escribir. "No desobedecer a mi amo y no ser tan astuta", veinte veces si la punta se rompe o el lápiz se cae se aumentará la vibración y si las haces antes de diez minutos el vibrador se detendrá. - Alex.
¡Eres un imbécil Alex! Siempre tan mandón, ¿y como haré para escribir?, ya me las arreglare. Una punta tan fina y delgada no aguantara el peso de mi boca en la hoja, ¡después me las pagaras estúpido amo! Agarre el lápiz con mi boca y levanto mi mirada.
Y ahí esta él. Tan arrogante y orgulloso en esta posición, mi mirada lo escanea de arriba abajo y lo rodeo con mis ojos. Agacho mi cabeza y empiezo a escribir, las letras salen horribles, trucidas y feas, la letra N parece una curva sin fin. Esto es lo peor que me puede pasar a mí, terminando la o la punta se parte.
Me quedo helada al escuchar crujir la punta del lápiz en el papel e intento disimular para que Alex no se dé cuenta. Unas carcajadas fuertes se escuchan en el fondo de mí.
- ¿Tienes miedo de que tome el control de la situación?, ya sabes que pasara. - Alex.
¿Control?, cuando tomaste control en mi vida fue cuando me secuestraste, pero con el control que piensa oprimir me resistiré. Agarra el botón y comienza a subir la intensidad de la vibración dentro de mi ser. Lo quiero a él, quiero ser llenada de él, pero primero ira mi rebeldía antes que ser una tonta sumisa a sus pies (aunque ya lo soy.)
El aumento la vibración. Pasan unos escalofríos en mi cuerpo, como una especie de electricidad pasa por mi piel y esto hace que los bellos de mis brazos se ponga como gallina, ¿cómo es posible que Alex puede causarme todo esto en mí? Placer, lujuria, curiosidad, coqueteo y una sensación extraña que se mezcla con mi calentura. Estoy tan mojada que cualquiera se daría cuenta en esta oficina.
La intensidad de las vibraciones sube y mi intimidad humedece aún más, un gemido sale de mis labios rosados y mojados muy suave retumbando en las paredes de aquí. Alex sigue aumentando la velocidad y esto hace que mis gemidos suban la voz y empiecen a hacer más fuertes, es tan excitante estar en esta situación. Me encanta estar bajo su control, aunque demuestre lo contrario, muerdo mi labio inferior a la sensación que siento dentro de mí. Es fantástica.
- ¿Quién diría que a la mascota le gusta ser tratada así? Mira como estas y no te estoy tocando. - Alex.
(¡Maldita sea Alex, eres un completo idiota! Solo con decir eso, quiero que me hagas tuya.)
- No te lo dejare fácil. - Alex.
La vibración aumenta y cada vez más rápida y constante, mi estomago hace cosquillas y mi zona intima está a punto de colapsar. Gimo cada vez más fuerte y constante, mis piernas se juntan y tapo mi boca con mis manos de mis gemidos, él sabe perfectamente como tenerme a sus pies. Con una mirada retadora juega con el vibrador haciendo subir y bajar las sensaciones. Me estremezco.
Esos movimientos que hace Alex con el vibrador no es lo mejor que me puede pasar ahora, sostengo mi mano en mi boca tratando que mis gemidos no salgan. Estoy tan excitada pero no, no voy a suplicar a un idiota engreído como el, lo sé Alex quiere que le ruegue llegar al orgasmo. Eso no lo haré, aunque sea un juego divertido para él, no seguiré sus reglas y si sigo así esto se detendrá.
- Vamos dilo. - Alex.
(Creo que te equivocas Alex.)
- Mírame. Natalia. - Alex.
(¡No lo hagas Natalia!, ¡no lo mires, sabes perfectamente lo que él quiere! Dale una cucharada de su propia medicina.)
- Es una orden. - Alex.
Una de mis manos en mi boca y la otra cerrada en puño demostrando el esfuerzo que estoy haciendo para que Alex pare, aunque no lo hará, mis gemidos se interrumpen por mi mano, aunque salen cortos y bajitos. ¡Esa maldita orden de Alex me va a volver loca!, mis ojos voltean hacia él, su sonrisa me causa un enrojeciendo inexplicable, su forma de ser y como me esta hablando me envuelven deseos hacia Alex. No puedo aguantar más, quiero llegar, aunque eso impliqué suplicarle a mi idiota arrogante amo.
- Dilo. Sé que tienes ganas de llegar. - Alex.
(Me conoces perfectamente señor mando.)
Con mi cabeza reniego duramente, las vibraciones no se detienen y esto me está volviendo cada vez más loca. Quiero llegar.
- Tienes permiso para hablar, ¡Natalia, dilo! ¡Suplícame! - Alex.
- ¡Por favor amo, deja llegar a esta perrita!, ¡no aguanto más tu castigo! - Natalia.
(¿¡Que acabo de decir!?, ¿¡perrita!? ¡Jodidamente caliente Natalia!)
- Quiero que te corras, que tus gemidos se escuchen por todo lado y que todo el mundo se entere. Que el único que te pone así, soy yo. - Alex.
(¡Ahh Alex eres un completo imbécil!)
- ¡Ohh se siente tan jodidamente bien!, ser dominada por ti. Soy toda tuya Alex. - Natalia.
- ¡Córrete perra! - Alex.
Mi cuerpo está demasiado caliente y mi corazón esta a punto de salirse. Las sensaciones que corren a través de mí son espectaculares, pequeñas electricidades, estoy a punto de lograr este orgasmo tan deseado. Un gemido grande combinado con un suspiro viene a mi boca y se escuche en toda la oficina, el sudor que causa el vibrador mientras mi cara esta sonrojada. El rostro de Alex lo dice todo, una sonrisa placentera y relamer sus labios. Me envuelven a través de sus ojos.
Me corrí. El lugar esta empapado por todo lado, ¿espera hice eso?, ¿cómo es posible?, si yo nunca lo logré sola, pero con el sí. Valla tuve un gran orgasmo impresionante. Alex lleva los documentos a una carpeta mientras que yo recupero mi aliento.
- No a acabo el juego sumisa. - Alex.
(¿¡Como se supone que seguiré de pie!? ¡Si estoy muerta y eso que es un vibrador!)
- Ya envíe el papeleo que me hiciste el favor, no era tan difícil, ¿verdad?, no es nada difícil obedecer a tu amo. Ahora es mi turno de divertirme. - Alex.
Se dirige hacia mi bruscamente, toma mis muñecas y las levante en una sola mano. Nuestro labios están a centímetros.
- Dime una cosa Natalia. No intentes aguantarte, sé que me deseas más allá de tu ser. - Alex.
(¡Mierda, mierda, mierda!)
- Se perfectamente que quieres de nuevo que te haga mía. - Alex.
(¡Estúpido arrogante Alex!)
- Y lo haré. ¿Sabes por qué?, porque quiero que seas mía. Una vez más. - Alex.
Mis ojos se fijan a esos ojos oscuros y esos labios mojados. Estoy muy sorprendida de las palabras de Alex. "quiero que seas mía una vez más", su mirada se detiene hacia mí. Nuestros ojos se encuentran del uno al otro, mis labios se abren un poco y Alex los agarra con sus labios, un beso excitante pero dulce, mis labios y los de él se unen. Muerde un poco mi labio inferior y una tonta sonrisa viene a mi rostro. Aumentando a besos más salvajes.
Sus besos se envuelven con los míos, Alex toma mis muñecas y me voltea contra la pared, agitado baja su pantalón. Su miembro rebota en mi trasero, esperaba este momento justo ahora. Si Alex te deseo, sabes perfectamente que cada centímetro de mí te desea, su miembro rosa mi zona íntima y esto hace que mis gemidos sean lentos.
- Te deseo Alex. - Natalia.
- Y yo a ti Natalia. - Alex.
Su miembro entra a en mí de un solo golpe y esto me llena completamente. Un gran gemido de complacida viene hacia mí, sus movimientos empiezan hacer bruscos y fuertes, toma de mi cabello y jala un poco, sus caderas van de arriba a abajo en velocidades constantes. Mis gemidos no paran en ningún momento, el gime en mi oído, me estremezco y lo miro por unos segundos. Ese rostro sexual para mi es completamente lo que necesito.
Su acción se vuelve más agresiva, los dos gemimos desesperados en este placer que a ambos nos llevan a un punto máximo, nos encanta. Una segunda venida para mi llega y explota mi cuerpo. Alex se viene dentro de mí, un gemido mío inunda el lugar. Caen mis piernas como gelatinas al piso, el me sostiene de mis brazos y cintura, volteo a verlo. Una ligera sonrisa viene hacia mí. Su cabello esta un desorden y su rostro agotado.
Ambos nos limpiamos. Caigo rendida a una pequeña sala en la oficina, Alex llega al lado mío, su brazo baja por mi cintura y se pega un poco más a mí. Acuesto mi cabeza en el hombro de él, una sensación rara otra vez viene hacia mí, acaso yo. ¡No Natalia ni lo pienses!, miro a Alex y el esta sonriente.
- Háblame un poco de ti. - Natalia.
- ¿Y qué quieres que te diga? - Alex.
- No lo sé. ¿Tal vez por que llegue a tu oficina desnuda en tu sillón? - Natalia.
- Jajaja, porque tú lo deseaste. - Alex.
- Diría que ambos. - Natalia.
- Niña tonta. - Alex.
Rodea sus ojos y vuelve a mirarme, mis ojos lo miran fijamente con una sonrisa en mi rostro.
- Cuéntame de tu vida. - Natalia.
¿Por qué Alex evita preguntas de su vida? o ¿de su pasado? ¿Habrá algo malo en ello?
- ¿Mi. vida? - Alex.
- Si. - Natalia.
- Esas cosas no se preguntan chismosa. - Alex.
- Es algo simple tu vida. Más afuera de aquí. - Natalia.
- Mi vida personal. - Alex.
(Que directo.)
- Ahh sí. - Natalia.
- Yo no digo nada de ella, por eso se llama. "Personal." - Alex.
- Pero si eso es parte de tu vida. ¿No? - Natalia.
- Claro, pero no personal. - Alex.
- Solo quiero saber. - Natalia.
- ¿Y para que te interesara eso? - Alex.
- Curiosidad. - Natalia.
- Pues es mejor que la dejes. - Alex.
(Incluso conmigo hablar de eso muy seco y cerrado.)
Tomo un suspiro y vuelvo a hablar.
- Yo tuve una familia muy linda. - Natalia.
- ¿Tuviste? - Alex.
- Si y una hermana encantadora. - Natalia.
- Valla ¿mayor o menor? - Alex.
- Menor. Yo era la hermana mayor, la protectora de ella. Se sentía espectacular ser su salvadora en sus días grises. - Natalia.
- Suena muy bonito, ¿y qué paso con ella? - Alex.
- Ella sufría de asma. - Natalia.
- Ohh. Lo siento mucho. - Alex.
- Pero no murió por eso. - Natalia.
Su mirada y su ceño se levantan un poco confundidos.
- Mi familia murió por un accidente automovilístico. - Natalia.
- Vale entiendo. Lo lamento. - Alex.
- Desde muy corta edad, he estado sola. - Natalia.
- ¿No se te hizo difícil estar sola? - Alex.
- Si al principio. Pero creo que con el tiempo te acostumbras o bueno una pequeña parte de ti. - Natalia.
¿Y tú? - Natalia.
Su mirada me mira fijamente los ojos en sus pupilas se dilatan un poco y se abren. Aleja su brazo de mi cintura de inmediato y se aleja de mi un poco. ¿Qué pasa con esta actitud de Alex?, ¿qué le sucede?
- Yo. Bueno. Amigos, familiares y así. Si también pienso lo mismo. - Alex.
¿Qué?, ¿pero porque Alex esta esquivo y seco?
- Ah. Alex. – Natalia.
- Bueno. Te dejo, tengo que terminar unas cosas mías, nos vemos el lunes, descansa. Cuando estés lista puedes irte. Nos vemos Natalia. - Alex.
¿Desde cuándo Alex cambia de actitud de un momento a otro?, ¿porque esta así?, solo le pregunte de su vida y lo que hace es alejarse de mí y mirarme de una forma que no comprendo. ¿Pasara algo?, tal vez solo sea yo. El camina hacia la puerta y sale, quedo confundida de la actitud que toma. Tal vez tendrá otros asuntos. Acuesto mi cabeza en el sofá por unos minutos después me alisté y salí directamente a mi habitación, es de noche así que sí. Toda la tarde con el idiota arrogante de Alex.
Solo caigo rendida en mi cama y me acuesto observando el techo, pienso en todo lo que paso hoy, fue un día de locos, pero Alex me deja sorprendida con lo que me dijo y más cuando tomo su actitud fea. Tal vez solo sea mi cabeza y sus pensamientos, no importa, reconcilio el sueño rápido quedando dormida inmediatamente. duermo tranquilamente hasta que.
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- ¡Por favor oficial, mi familia esta hay! - Natalia.
- ¡Ayuda!, ¡por favor!, ¡por favor mi familia esta hay! ¡Por favor! - Natalia.
- Llévenla a ella y a la niña a un hospital más cercano. - Oficial.
- Oficial escuche mi fami. - Natalia.
- Tranquila. Todo estará bien. - Oficial.
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- ¡Mama! - Natalia.
- Hija. - Mama de Natalia.
- ¡Estas viva! - Natalia.
- No. Me dejaste morir, Natalia. - Mama de Natalia.
- ¡Yo no!, ¡Yo no te deje morir!, ¡Mama!, ¡mama!, ¡mama! - Natalia
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- ¿¡Que!? - Natalia.
- Lo sentimos mucho. - Enfermera.
- ¡No!, ¡no!, ¡NO! ¡Esto no puede pasar! - Natalia.
- ¡Déjenme, necesito ver a mi hermana!, ¡suéltenme! - Natalia.
- Tu fuiste la culpable Natalia. ¡Por tu culpa yo estoy muerta! - Hermana de Natalia.
- No, eso no es verdad, ¡yo!, ¡Yo intente salvar a todos!, ¡A todos, yo no sería! - Natalia.
-¡Tú tienes la culpa!, ¡la culpa!, ¡la culpa!, ¡la culpa! ¡LA CULPA! - Hermana de Natalia.
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- ¡YO NO TUVE LA CULPA DE NADA! ¡HERMANA! - Natalia.
¿Estaba soñando?, no otra vez, las pesadillas no por favor, no quiero que vuelva esa mierda. ¿Porque vuelven mis pesadillas?, ¿por qué soñé esto?
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¿Qué te pasa?, ¿cómo mierdas vas a pensar en ella cuando esta Natalia?, ¿en qué mierdas estaba pensado yo cuando la tome de la cintura y la abrace? ¿En qué hijo de puta pensé cuando le dije eso a ella?, ¿en qué mierdas pensé cuando la vi?, ¿porque te acercaste a ella? ¿Porque no pude decir nada? Solo mentí, como raro en mí. ¿Qué estupidez estoy haciendo? ¿¡Que mierdas me sucede!? Alex.
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