Saliendo del teatro por detrás, me encuentro con Lorena y Emily nos dirigimos a buscar vestidos para entrar a la fiesta, vamos caminando hay bastantes sumisas escogiendo vestidos. Lorena nos lleva a una parte más sola donde podamos escoger atuendos más tranquilas.

- ¡Bienvenida Natalia!, aquí es donde todos los años vengo, no hay tantas sumisas y ahí vestidos muy hermosos. - Lorena.

- Que bonito lugar sin tanta chicas y muchos vestidos. ¿Te dijo algo tu dominante Natalia? - Emily.

- No jajaja. Soy libre no tengo collar gracias a dios, no quisiera estar con el "señor estricto." - Natalia.

- Bueno, escojan chicas. - Lorena.

Grande sala y muchos vestidos, solo somos Lorena, Emily, dos chicas más y yo, comienzo a buscar vestidos. Cortos, elegantes, con encaje, sin encaje, no sé qué escoger son tantos atuendos, que ninguno me llama la atención. Sigo buscando hasta que encuentro uno de color negro y otro de color rojo, los dos me gustan mucho así que me los llevo hacia el vestier.

Lorena ya escogió un vestido muy elegante de color negro, Sin encaje sobre salta sus pechos con tirantas y un corte en la parte superior de su pierna derecha que llega hasta su muslo. ¡Vestido sexy pero elegante!, tacones negros cerrados, en cambio Emily ya lleva cinco vestidos y ninguno le gusta, llego donde están ellas.

- ¡Por fin escoges! Natalia, das muchas vueltas buscando el vestido perfecto, ¿¡es para alguien!? - Lorena.

- ¡Lorena por favor! me quiero ver bien y bonita, no es para nadie solo quiero deslumbrar en la pista jaja. - Natalia.

- ¿Y si te invitan a bailar? - Emily.

- En lo posible no creo Emily, ¿ya terminaste de escoger entre tantos atuendos? - Natalia.

- Ninguno me gusta como yo me quiero ver. - Emily.

Entro a un vestier y me mido el negro, sin escote y pegado a mis caderas, luce un poco mis pechos y mis hombros, aunque no me convence en la parte de los hombros, me coloco el rojo la tela llega hasta los pies, aunque un toque sexy en la pierna derecha deslumbra hasta la parte de mi muslo, camino con él, se mueve al ritmo de mis caderas y un escote con tirantas sexys, que deja ver la línea de mis pechos. Si este es el traje de gala que llevare, llama la atención, pero es reservado.

- ¿Como quede? - Natalia.

- ¡Oww! todos los dominantes caen a tus pies, ¡estas hermosa! - Emily.

- ¡Matas a todos con ese encaje y como se mueve el vestido!, ¡preciosa! - Lorena.

- ¡Tú también estas divina con el vestido negro! - Natalia.

- Si me llamo mucho la atención. - Lorena.

- Creo que por fin encontré algo bonito y atractivo. - Emily.

- ¡Pero si fue el primero que te pusiste! - Lorena.

- ¡Yo tengo que mirar cual de todos me queda mejor! - Emily.

- ¡Que difícil eres para la ropa! - Natalia.

Vestido corto y elegante para Emily, color blanco, tirantas al lado de los hombros y un escote llamativo resaltando sus senos y en la parte baja sus piernas. ¡Sencillo pero llamativo!

- Listo ya estamos todas, falta antifaces y nos vamos. - Lorena.

- Espera, ¿de dónde sacaste ese collar tan lindo Natalia? - Emily.

- Bueno era de mi mama, pero es un detalle muy grande y siempre lo cargo, ¿no se habían dado cuenta? - Natalia.

- No, es muy lindo es un relicario, esta hermoso ¿tu madre te lo regalo? - Lorena.

- En teoría. - Natalia.

- ¿Paso algo con tu madre Natalia? - Emily.

Esa frase de Emily me deja pensado un momento y regresar al pasado. Pero Lorena y Emily esperan mi respuesta.

- Ella...una historia muy larga, no ahí de que preocuparse, vamos se nos hace tarde. - Natalia.

Se miran ambas mutuamente pero no continúan el tema. Salimos de la zona de los vestidos y nos dirigimos a los baños, me arreglo el cabello, aunque ya lo tengo ondulado, Lorena se aplica un labial rojo en sus labios. Emily se mira al espejo y guiña el ojo. Lorena nos da los antifaces de cada una, el mío es un estilo elegante de color rojo muy suave su tela, me lo coloco resaltando el diseño del antifaz en mis ojos cafés claros.

El de Lorena es negro, queda muy lindo con su atuendo y el de Emily es un dorado plata combinando con su cabello. Salimos del baño, unas grandes puertas nos esperan a la entrada, ahí fila para ingresar, multitud con muchos vestidos y trajes de acuerdo con la fiesta, seguimos avanzando en la fila hasta el turno de nosotras. Una mujer de estatura baja nos atiende, me sorprende que no lleva nada de ropa y tiene un collar como placa de perros, orejas y cola. En su lista nos nombra.

- ¿Ustedes son las señoritas Lorena, Emily y Natalia? - Recepcionista.

- Si señorita. - Lorena.

- Me pueden llamar Laica, es como mi amo me asigno mi nombre de mascota. - Laica.

- Okey señorita Laica. - Lorena.

- Buenos son sumisas libres así que sus pulseras son el amarillo, tómelas y pasen por este lado, espero que disfruten de la fiesta y ¡bienvenidas! - Laica.

Esto se me hace un poco tanto extraño, no voltee tanto a mirarla por vergüenza, pero admito que sus pechos son grandes y bonitos eh igual sus curvas, esto es nuevo para mi así que lo de Laica se me hace curioso.

- No te sientas nerviosa o con pena es lo normal en estas fiestas. Al principio es un poco raro, pero luego te acostumbras. – Emily.

- No es la primera ni la ultima persona que veras desnuda, bienvenida al mundo del bdsm. – Lorena.

- Acabamos de llegar y ya estoy sorprendida. – Natalia.

Lorena nos coloca las pulseras a cada una, un guardia nos abre las puertas. Una gran luz toma el escenario, entrando a la gran sala ahí muchas personas, sumisos sin ropa, dominantes, mascotas, hay de todo en este lugar. pasando por la entrada varios dominantes y sumisos se nos quedan viendo, caminando deslumbran nuestros vestidos, algunas personas nos dan el saludo. ahí varios cuartos o temáticas, veo una que se llama "pet play" ¿qué será?, seguimos caminando.

En mi observación veo a Simón, lleva un elegante traje deja ver un poco su pecho, su máscara es diferente al resto. Alrededor vemos personas colgadas, vibradores, mordazas, mascotas, y el teatro va a presentar varios shows. Emily me da una sonrisa de tranquilidad y alegría, un gran salón de baile ocupa todo el espacio, mesas, sillas para las demás mafias, meseras con trajes cortos que solo cubren una parte pequeña de sus traseros y pechos. Llegando a un mesón grande las personas ríen y toman, llegamos al minibar.

- ¡Bienvenidas!, ¿qué les puedo servir? - Mesero.

- ¡Raúl! qué bueno verte de nuevo. - Lorena.

- ¡Pero si es la señorita Lorena!, cuanto tiempo, ¿vienes con amigas? - Raúl.

- Si, ellas son Emily y Natalia. - Lorena.

- Mucho gusto. - Emily y Natalia.

- El gusto es mío, ¿qué quieren empezar con esta noche? - Raúl.

- Tres cócteles. - Lorena.

- A sus órdenes. - Raúl.

Lorena conoce al mesero que nos está atendiendo en el minibar, es un tipo mediano, ojos claros color miel, medio alto, cabello bien organizado y vestido, nos sentamos en la mesa del lugar, miro a mi alrededor todo se me hace extraño, gente desnuda caminando, shows y cuartos para todo tipo, meseros sin ropa o con juguetes. Es extraña la sensación, pero me gusta descubrir lo nuevo, incluso en la mesa de alrededor que estamos, ahí un sumiso arrodillado al lado de las mesas.

- ¿Como conoces a ese apuesto mesero? - Emily.

- ¡Emily!, él es muy amigo mío, nos conocimos mucho antes de yo llegar aquí, una historia muy larga además para que no beban con desconfianza, ya Raúl y yo tenemos confianza, así que pueden tomar tranquilas sus bebidas. - Lorena.

- ¿Tomar tranquilas? - Natalia.

- Si Natalia, aquí pasan tragos con drogas y se llevan sumisas a otras mafias. - Lorena.

- Eso si da miedo. – Emily.

Seguimos conversando.

(¿Dónde está Alex?, ¿pasara la noche con Raquel?)

En mis pensamientos llegan las bebidas.

- Tres cócteles, aquí están. - Raúl.

- ¡Gracias Raúl! - Lorena, Emily y Natalia.

Hace tiempos no tomo alcohol desde la última fiesta, agarro mi baso con emoción y bebo sin pensarlo, sentir el sabor en mi paladar eso me hace re lamber mis labios, Lorena bebe un sorbo y Emily sigue conversando, bebemos un rato y platicamos. Trajeron tres copas de whisky, tomo como si fuera agua de un sorbo me llevo todo, extrañaba el sabor del alcohol, aunque eso quema mi garganta, no soy tanto amante del trago.

- Natalia despacio, no queremos que te emborraches. - Lorena.

- Perdón, extrañaba el sabor del alcohol. - Natalia.

Después de tomar un poco decidimos explorar el lugar, aunque Lorena y Emily también se quieren divertir solas, así que decimos que a la última función del show del teatro nos reuníamos, cada una va por su lado. Empiezo a caminar, sumisos y dominantes hablan o juegan.

(¿Por dónde comienzo?, ¡esto es muy grande!)

Empiezo por lo más pequeño, hay un cuarto donde su nombre a la entrada dice: "bondage."

Una cuerda se encuentra en la perilla del cuarto, jalo la cuerda y la puerta se abre, al entrar se escuchan gritos y gemidos, miro a mi alrededor personas colgadas del techo, bases o incluso con aros, empiezo a mirar el lugar, personas siendo atadas o azotadas y sin poder hacer nada gracias a que están inmóviles, algunos con vibradores o juguetes, otros en tríos incluso siendo expuestas las personas en público, sumisas y dominantes haciendo fila para entrar en habitaciones.

(Valla ahí fila para esto y pensar que solo habría poca gente.)

Sigo caminando y encuentro a varias de mis compañeras de clases aquí, sus cuerpos desnudos y azotados por dominantes con máscaras, personas con amarres únicos y extravagantes, más adelante ahí habitaciones privadas, voy saliendo de la zona hasta que unos guantes de cuero interrumpen mi paso.

- Te he visto caminar mucho. ¿No tienes con quien divertirte, pequeña? - Dominatriz.

- Ahh lo siento quien es us. - Natalia.

- A ti sumisa no te importa quién soy, solo que te vi caminar y quería invitarte a jugar, mi nombre es Ángela, pero me puedes decir ama. - Ángela.

(¿¡Que!?, ¿¡una dominatriz!?)

Me quedo observándola de pies a cabeza, trae un traje de color negro pegado al cuerpo y con unos guantes de cuero, varios collares, un cabello largo amarillo recogido por una coleta de caballo, ojos verdes y labial rojo.

- Ahh que bueno yo solo vine a mirar un poco y ya. - Natalia.

- ¿Así que eres de esas sumisas traviesas?, ¡increíble!, ven únete con Charlot y Lionel son unos sumisos muy obedientes y los traje a jugar. ¿Te unes?, niña linda. - Ángela.

- Muchas gracias, pero por ahora solo vine mirar pero gracias por la oferta, señorita Ángela. - Natalia.

- ¿No tienes amo niña?, visualizar es una buena forma concuerdo contigo, cualquier cosa andaré en esta área y pet play, si cambias de opinión. - Ángela.

Quita su mano de la pared y lleva a sus dos sumisos a la fila, no llevan nada de ropa, salí del área y me encuentro caminando otra vez, un letrero alumbrado dice "pole dance" me llama la atención y me dirijí hacia allá, mujeres con trajes pequeños bailando a sus amos para no ser castigadas y conseguir su recompensa. Aunque también hay una parte para solo aprender a bailar. Una linda chica me dijo que, si participaba, ya me había negado una vez, esto no se ve tan extremo.

Accedí a practicar con varias chicas, al principio me costó, pero después lo logro, cuando ya me toca bailar sola, me concentro y empiezo hacer los pasos, mi vestido viene y va hacia mí, se ve un poco mi muslo y mis piernas, al acabar la gente aplaude. No pensé que las personas llegarían a verme, sonrió y bajo del tubo, todos en esa zona me están viendo, salí de ahí despidiéndome de las chicas. Voy por un poco de agua el baile me ha dejado cansada, ¡pero me encanto!

Fui al minibar y le pedí a Raúl una botella con agua, me siento en una mesa sola y empiezo a tomar mi agua mientras miro los shows del teatro en una pantalla grande, muestran todos los shows de la noche: primero una dominatriz muy famosa en la mafia, también uno que se llama "juego de cera" y por último un entrevista con el subjefe de la mafia. ¿Quién será?, en diez minutos comenzaría el primero y no quiero perdérmelo, miro a mi alrededor y se escuchan gemidos, música, gritos y azotes, terminando mi botella de agua llega Fabio.

- Pero si no lo puedo creer es ¡Natalia! - Fabio.

(¿Este idiota ahora que quiere?)

- Hola Fabio. - Natalia.

- Madan, ¿qué haces por aquí?, estas muy hermosa la verdad. - Fabio.

- Solo vine a tomar agua, ya me voy. - Natalia.

Me levanto y me dirija hacia el show hasta que Fabio me detiene el brazo.

- Vamos quédate y hablamos, acompáñame no tienes a nadie, debes estar aburrida. - Fabio.

- Lo siento, pero tengo más cosas por hacer. - Natalia.

Arrebato mi brazo, lo miro con el ceño levantado y me fui, llegando al teatro al lado queda la zona de baile es grande, algunas personas ya han llegado al show, escogí una mesa sola y me hice ahí, esperé que iniciara el show. Una voz desconocida se presenta a través del micrófono, una pequeña chica, con un peinado y un traje de gala que cae hasta sus pies, ojos negros y cabello decente, su voz es dulce y se presentó, su nombre es Alice.

Comienza a hablar un poco de los shows y de la noche, hasta que llego la dominatriz, hablo un poco de su vida y de que mafia venia, miro alrededor y un grupo de hombres me miran mucho no presto tanta atención y sigo viendo el show, la dominatriz de coletas comenzó con su sumiso a pegarle palmadas suaves y después más bruscas, el sumiso es muy obediente a ella y ya veo a las parejas de dominantes y sumisa haciendo lo mismo, continúo viendo el show, ya me estoy aburriendo.

- ¿Estas muy aburrida señorita desconocida? - Simón.

- ¡Simón!, ¿qué haces aquí?, pensé que estabas con tus sumisas. - Natalia.

- No, tampoco me gusta ser tan masoquista, ¿qué haces? - Simón.

- Como me ves, viendo el show de la dominatriz. - Natalia.

- Aunque te veo aburrida. - Simón.

- No te voy a mentir, estoy aburrida. - Natalia.

- ¿Has probado algo? - Simón.

- Solo pole dance, entre a bondage, pero siento que es muy extremo para mí, tome y aquí estoy. -Natalia.

- Eso suena interesante, para ser una principiante. - Simón.

- ¿Tú crees?, ¿y tú que has hecho?, ¿ya has hecho sufrir a chicas? - Natalia.

- No como tú crees, solo he tomado y viendo el show, ninguna sumisa la he tocado, estoy como tú. - Simón.

- Lindo atuendo. - Natalia.

- Ese vestido llama mucho la atención y esa mascara que oculta tu bello rostro. - Simón.

Me sonrojo con lo que dice Simón y sonrió, ya me aburría, Simón siempre me saca una sonrisa, ¿Como me encontró?

- Simón no me alagues. - Natalia.

- ¿Pero ¿qué hacemos con tu belleza? No se oculta. - Simón.

Rio un poco sonrojada y alegre.

- ¿Quieres ir a bailar? - Simón.

- Pero si todavía no se puede. - Natalia.

- ¿Quien dijo que no?, ¡vamos! - Simón.