16 LA CARTA
Una gran tira de color rojo la rodea en la hoja, jalo la cinta y la carta se abre. Abro la carta con curiosidad, la tinta sobre ella tiene un estilo de letra cursiva, muy bonito de ello, ¿qué tendrá escrito?
- "Una bella rosa se posa en mi camino, tal vez no tenga suerte en el amor, pero me muero por ti, eres un rayo de sol que cada día resplandeces más, tus ojos cafés claros son hermosos, matas a todos con ellos, tus labios terciopelo, y un amor como el que siento es imposible esconderlo mi hermosa y dulce flor Natalia." -
Quedo impresiona de lo que dice la carta, es un poema, de hecho, muy bonito, pero no veo ningún nombre de quien me la daría, es curioso que no pongan nombre a una carta, pero no conozco a nadie que tenga letra cursiva, o ¿alguno de los chicos tendrá este tipo de letra? No he prestado atención de su tipo de letra, ¿poema adivinanza?, me deja con dudas la carta, ¿quién me la daría?, ¿acaso a esa persona le gusto?, ¿se declaró a mí?, pero no me dio la carta personal sino la metió en mi mochila.
(¿¡Y si me la dio Simón!?, ¿sería posible?, pero él no es tímido, ¿¡o Alex!? No, él tiene novia. ¡Natalia por dios!, si casi nos besamos y lo que me dijo hoy, ¿podría ser que el me la allá escrito?)
Tocan la puerta dejo la carta en la mesa y abro, es Ángel para irnos a ensayar no quiere que llegue tarde, recojo las llaves de la mesa y miro la carta me quedo pensado por unos segundos y salgo. Por el camino voy hablando con Ángel, pero no presto tanta atención, mi cabeza esta concentrada con lo de la carta. "Una bella rosa se posa en mi camino" ¿eso que tiene que ver?, llegando al teatro veo a las chicas y por supuesto están Simón y Alex.
Llegó y los saludo, Ángel organizo un poco el lugar y comenzamos a ensayar todos en grupo ahora, miro a los demás haciendo su ensayo, estoy sentada en la tarima, Alex y Ángel conversan mientras Simón se acerca a mí, me saluda como habitual, aunque sigo pensando en el poema de la hoja de papel.
- ¿Qué tanto piensas linda? - Simón.
- ¿Yo?, nada jaja, ¿por qué? - Natalia.
- Pareces que pensaras en algo o en alguien, ~ojos cafés.~ - Simón.
¿¡Que acabo de decir Simón!?, ¡dijo una parte del poema!, ¿¡entonces él lo escribió!?, me quedo mirando a Simón, él sonríe cálidamente, ¡ya se tengo una idea!
- Y si mejor me enseñas tu letra. - Natalia.
- ¿Y eso, para qué? - Simón.
- ¡Ahí por favor, Simón!, ¡ojitos verdes! - Natalia.
- No me digas así jaja, está bien. - Simón.
Saca un plumón de su blusa y agarra mi mano la acaricia despacio, me sonrojo un poco, quita la tapa del esfero y escribe en mi mano mientras sonríe con esa sonrisa que lo caracteriza, sonrió y lo observó, deja de escribir en mi palma de mi mano mientras miro y dice "ojitos cafés", pero no. No es la letra cursiva es un poco más redonda, así que la carta no me la dio Simón, miro a Ángel esta con los demás ensayando, al lado esta Alex cruzado de brazos mientras me mira serio y levantando el ceño.
Al parecer Alex se dio cuenta, supongo que eso no lo tiene muy contento, al igual todo sea por saber de quién es la carta. Simón se levanta y va con los demás, me quedo ayudando a los demás ya que no sabían muy bien sus pasos. Me siento en las sillas para descansar un poco, pienso en la carta lo más posible fue Alex, ¿pero por qué no me la entrego personalmente?, ¿le gusto? pues yo soy, mis pensamientos inundan mi mente hasta que escucho la voz de Ángel.
- ¡Natalia! - Ángel.
- Ahh, perdón, estaba distraída. - Natalia.
- Si me doy cuenta. Natalia que si vas con Alex por unos bombillos ya que se dañaron y están ensayando, están en los sótanos. - Ángel.
- Claro voy. - Natalia.
Todos me miran, Lorena y Emily se ríen, Lorena me hace señas con los dedos, ¡que pervertida!, Alex sale de primeras le sigo el paso caminando al lado de él, pero no me dice nada, solo me mira serio y me ignora, sigo concentrada en mi mente. ¿Sería posible que quien me dio la carta, se declara en frente de mí?, llegando al sótano Alex abrió la puerta y entre, hay demasiadas cajas, Alex me indicada que son las de sello rojo y que lleváramos dos cajas.
Dejo una caja para Alex, ya me iba a ir cuando escucho su voz.
- ¿No me piensas decir nada? - Alex.
Frunzo mi seño al escuchar esas palabras.
- ¿Disculpa?, ¿qué tendría que decirte? - Natalia.
- ¿Ahora me vas a decir que no sabes de que te hablo?, tu mano, ¿se te hace muy gracioso? - Alex.
- ¿Gracioso?, solo me divertida con Simón. ¿Tienes algún problema con ello? - Natalia.
- Si, ¿¡me crees idiota o que!? - Alex.
- ¿Que?, ¿¡estas celoso!? - Natalia.
- ¡Claro que no!, ¿por qué debería estarlo? - Alex.
Me acercó a él con la caja de bombillos.
- ¿Estas celoso de cómo Simón me mira, o te da coraje de que me halla acariciado la mano? - Natalia.
Sin previsto me acorrala a la pared.
- Debes ser más educada con tu amo. - Alex.
- ¿Acaso tengo que hacerlo cuando esté en otras actividades? - Natalia.
- En este momento no estamos en "otras actividades" testaruda. - Alex.
Acerca su rostro a mis labios, su mano fría pasa por mi cara acariciando mis labios y el muerde los suyos, su boca va a mis oídos y me susurra.
- ~Tu rostro es tan suave como el "pétalo de una rosa." ~ - Alex.
Abro los ojos como platos y lo miro, ¿¡Alex me ha escrito la carta!?, ¿¡se declarado a mí en anónimo!?, mi corazón y mi respiración se agitan, suelto la caja y cae en el piso. Me acercó a sus labios y lo miro.
- ¿Una flor?, ¿entonces mis labios son de terciopelo? - Natalia.
- Si sumisa. - Alex.
Nos empezamos a besar, sus labios cálidos y dulces, su lengua pega pequeñas lamidas a mis labios, mis manos toman su cabello, nuestros besos aumentan la pasión y lujuria. Me subo a él mientras Alex agarra mis piernas y nos seguimos besando en el rincón de la pared, su lengua rosa por mi cara y oídos, escucho su respiración agita y ese olor de su colonia llega a mis fosas nasales me endulzan.
- Quiero hacerlo ahora, Natalia. - Alex.
- Pero y si nos ven, no crees. - Natalia.
- Descuida que tu amo te protege. - Alex.
Esas palabras de Alex me traen ese mismo sentimiento extraño, siguen los besos apasionados se convierten en pequeñas mordidas, el me empieza a desabotonar la camisa yo le quito su blusa, quedo en bragas y el baja con su lengua por mi abdomen hasta llegar a mi pantalón, lo desabrocha y pasa su lengua mojada por mi ropa interior, esa lengua rosa en mi intimida me moja más, gemí suave quitando mi ropa interior pasa su lengua por todo mi sexo, lamidas suaves a rápidas.
Mi intimidad lo succiona de una forma que gimo más fuerte, me gusta como Alex utiliza su boca en mí, su lengua y la forma en la que lo hace me hace estremecer. Un jadeo sale de mi muy fuerte y Alex tapa mi boca con su mano, miro su pantalón y su miembro esta duro, introduce dos dedos dentro de mí, me arqueo un poco y gimo al sentirlo sus dedos en mí, sus movimientos me mojan más sus dedos se apropian de mis gemidos, es como una montaña rusa.
Se detiene y vuelve mi respiración hacia mí, lambe sus dedos y se toca su pantalón. Me mira, con sus dos dedos me señala que viniera hacia él, me acerco a Alex.
- Tu turno, agache como una buena ~conejita.~ - Alex.
Bajo su pantalón y bóxer su miembro rebota en mi cara está muy duro. Voy a tomarlo con mis manos hasta que escucho la voz de Alex.
- Utiliza solo tu boca, sumisa. – Alex.
Pongo mis manos detrás y abrí mi boca. Miro a Alex con una mirada tentadora para recibir su miembro mientras él se lambe sus labios, recibo su amigo en mi boca comenzando con su cabeza, unas lamidas suaves lo hacen gemir como quiero, me siento la que controla ese miembro loco, lamidas largas y suaves pero la velocidad la voy cambiando, gime cada vez más rápido y su cabeza se va para atrás. Sigo succionando como si fuera una paleta.
Agarra mi cabeza y me lleva a todo su miembro ahogándome en él, sale y entra le encanta como se lo hago al punto que empieza a gemir descontrolado.
Saca su miembro de mi boca, quiero que este dentro de mí ya no aguanto más las ganas, quiero sentirlo todo en mi ser, quiero ser suya por una vez más.
- Dime conejita que solo eres mía, ruégame, ¡ruégame como la sumisa que eres! - Alex.
- Por favor amo hazme tuya, soy solo tuya por favor, ¡por favor! - Natalia.
Embestida viene hacia mí, me alza y me apoyo en la pared. Entra suave en mi gimo con placer, cuanto deseaba esta sensación y ese premio, sus embestidas son fuertes y bruscas, jugamos con nuestros labios salen gemidos de los dos y la velocidad aumenta, jadeo como una loca y el igual, sus movimientos son fuertes y rápidos.
Sus mordidas me encantan y la forma como me mira me fascina, el me tapa la boca y empieza a hacerlo más fuerte hasta que los dos no aguantamos más en nosotros, viene ese placer explosivo, él se viene y me hace llegar al clímax nuestros cuerpos cansados y sudorosos. Me seco mi rostro con mi mano, el me da un beso dulce y tierno, echo mi cabello para atrás ya que esta un poco sudoroso, me vestí y levanto la caja.
- Deberíamos hacer esto más rutinario. - Alex.
- ¿Si, y que alguien nos encuentre?, no gracias idiota arrogante. - Natalia.
- Eso no me decías ahorita. - Alex.
Solo rodeo mis ojos y me volteo para salir mientras mi sonrisa se hace visible.
- Vamos mejor Alex. – Natalia.
Salimos del sótano y cargamos las cajas, mi cabello lo intento arreglar al paso que vamos hacia el teatro, miradas cruzamos entre los dos sonrió y continúo caminando. Llegando al teatro dejamos las cajas en el piso de madera.
- Se demoraron, ¿qué tanto hacían? - Ángel.
- Buscando las cajas casi no ahí. - Alex.
- Solo quedaban dos cajas y no las encontrábamos. - Natalia.
Me miro con Alex y el me devuelve su sonrisa pervertida, comencé a ensayar después de media hora lo hago junto con Alex, el viene hacia mí y quedo en la pared atrapada lo miro y el a mí, nuestras miradas chocan y terminamos la escena, las sumisas solo susurran, Emily y Lorena tienen sospechas de que hacía con Alex. Terminamos de ensayar y me fui con mis amigas.
- ¿Qué tanto la demora con Alex? – Lorena.
- Mmm si, eso sí estuvo muy raro. – Emily.
- Como le dije a Ángel, solo quedaban dos cajas casi no las encontramos. – Natalia.
- Claro y nosotras nacimos ayer. – Emily y Lorena.
En mi cabeza queda lo de la carta, ¿Alex me la escribió?, ¿acaso él se está declarando?, ¿por qué no me lo dijo de frente?, muchas dudas quedan sobre mi pero tampoco he mirado la letra de él, me siento con las chicas en el jardín y nos pusimos a platicar. ¿Que pensara Alex de mi o porque es así conmigo?, recuerdo lo que hicimos en el sótano y eso atrae una sensación a mi piel que se pone de gallina, termino de hablar con Lorena y Emily y me despido de ellas.
Dirigiéndome a mi cuarto veo que viene Raquel no le presto tanta atención, siguiendo mi camino hasta que ella habla.
- Pero si es Natalia, la gran protagonista de nuestra historia, donde se cree que tiene el mundo por estar con Alex y Simón al tiempo, pero que se esperaría de ti. - Raquel.
- ¿Que pasa Raquel?, ¿tu noviecito no te presta tanta atención como para que andes pendiente de mi vida? - Natalia.
- Pero si aquí la que busca la atención de Alex eres tú, siendo tan provocativa con él. – Raquel.
- El hecho que hagamos una obra y tengamos un contacto cercano, no signifique que lo provoque.- Natalia.
- Ademas Raquel yo no estaría con un hombre tan arrogante y estúpido, la única que aquí tiene la concepción de que te quitare a Alex eres tú, entonces dile a tu novio que no me llame o me busque. – Natalia.
- ¿Piensas que si te llama para acostarte se quedara a tu lado?, por favor niña, si te busca es para un deseo momentáneo no más, tú no tienes el nivel que tengo yo, jamás. – Raquel.
- Bueno en ese caso, tú también tendrás en cuenta que ustedes dos tienen una relación abierta y eso quiere decir que tanto como él y tú pueden acostarse con quien quiera, pero ese no es mi problema son temas de parejas. – Natalia.
- Tu nunca debiste llegar aquí, lo único que haces es causar problemas. - Raquel.
- Tal vez la del problema seas tú, no yo, ¿qué te molesta Raquel?, ¿que ya no este contigo en la cama y conmigo sí? – Natalia.
Me acerco a ella y se lo digo en su cara, su odio se nota en su rostro sus ojos negros oscuros brillan con intensidad, me mira de arriba a abajo, va a mi oído y me susurra.
- ~Que te quede claro que la que tiene el privilegio soy yo, no una simple sumisa.~ - Raquel.
- ~¿Por qué tu?, Si con la que cogió en el sótano fue a mí y no a ti.~ - Natalia.
La miro con el ceño levantado y me voy, miro de reojo a Raquel su enojo es notable y también se va. Entre a mi cuarto y cerré, vi la carta y la volví a leer me acuesto mirando el techo.
(¿Alex me diría esto?, o ¿tal vez la persona que lo escribió, que pensara cuando yo me entere de quién es ese bonito poema?)
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- Necesito que me ayudes con algo Fabio. - Raquel.
- Yo ya te he ayudo mucho, no tengo tiempo para tus estupideces. - Fabio.
- Por favor, lo necesito Fabio, por favor, yo nunca te he fallado. - Raquel.
- ¡Ya te dije Raquel que no tengo tiempo para estar con tus idiotas ideas! - Fabio.
- ¡Yo te he ayudado mucho Fabio!, esto es muy importante, ya sabes que haría cualquier cosa por esto. - Raquel.
- ¿Cualquier cosa? - Fabio.
- ¡Si! - Raquel.
- Habla rápido, tengo que seguir organizando la fiesta de bdsm. - Fabio.
- Es sobre la que llego estas semanas. - Raquel.
- ¿Hablas de la nueva? - Fabio.
- Si de Natalia, necesito que me ayudes con eso. - Raquel.
- ¿Que estás pensando? - Fabio.
- Bueno. - Raquel.
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