Me despierto en mi habitación. Hoy es fin de semana, no tuve que madrugar, aunque tengo bastante sueño, me trasnoche por leer el libro que Simón me recomendó, es bueno, trata de una chica y un hombre lobo una novela erótica, pero a la vez ligera, quede en el capítulo 30 creo que no debí acostarme a las cinco de la mañana. Miro la hora y son las 9:00 am, doy media vuelta recuperando mi sienta, escucho que tocan la puerta no respondo, ¿quién toca tan temprano hoy?, además es sábado.

Siguen tocando salgo de mi sabanas caminando como un zombi y con el cabello desordenado abrí la puerta.

- ¿¡Natalia que haces dormida a esta hora!? - Lorena.

Esa voz la reconozco al instante, es Lorena regañándome abrí los ojos y las veo a las dos en mi puerta, valla sí que están enojadas conmigo.

- ¡Despierta Natalia!, pareces un zombi. - Emily.

- ¿Eso piensas?, ¿por qué me levanta?, hoy es sábado al menos tenemos dos días para descansar y dormir tarde. - Natalia.

- ¿No se te olvida que nos toca reunirnos con los maestros? - Lorena.

- ¿¡Que!?, ¡Mierda!, ¡mierda!, ¡mierda! - Natalia.

Salgo corriendo a la ducha recuerdo que la reunió comienza a las 9:00 am ¡y ya son!, lo que menos quiero es llegar más tarde de lo que ya estoy. Alex después me pondría un castigo por la tardanza, ya estoy echa con la orden de la biblioteca, de la ducha salgo en toalla para cambiarme lo más rápido, Emily y Lorena solo me miran y cierran la puerta, me están esperando a pesar de que ya lleguemos tarde. No tengo tiempo para escoger ropa, me pongo lo primero que veo y salgo.

- ¿Estas segura que quieres irte así vestida? - Emily.

- ¿Luego que tiene? - Natalia.

Miro lo que llevo puesto, un pantalón ya muy desgastado y una camisa un poco descotada, ¿¡por qué no se me ocurrió algo mejor!?, tras del hecho que ya vamos tarde, escojo lo primero que veo y lo que no quiero es llamar la atención.

- No tenemos más tiempo, ya vamos súper tarde, ¡vámonos! - Lorena.

Salimos corriendo, ya son las 9:30 am, ¡vamos muy tarde!, es difícil correr con un pantalón que tiene huecos en las rodillas, procuro que no salten tantos mis senos con esta camisa. Alfredo está en la puerta, antes de que la cierre nos ve y nos deja pasar, llegamos justo a tiempo. Tapo con mis brazos la camisa, caminando todas las mujeres nos observan incluyendo los dominantes.

Se supone que no llamaríamos la atención, pero la tardanza hizo su cometido.

Los cuatro dominantes están al frente de todas. Simón es el más sonriente de los cuatro y Alex el más serio, aunque un comentario de Ángel viene hacia Alex. El voltea a verme mientras su mirada me analiza de arriba abajo disimuladamente me intento esconder detrás de Emily, Alex sigue con su plática con los demás.

- Bueno ya que todas están acá podemos comenzar, el día de hoy están citadas por que tendremos nuevas actividades que todos los maestros acordamos. - Alex.

- Es así que como las nuevas actividades serán cambiadas por los deberes de los lunes, martes jueves, viernes, sábados. - Ángel.

- Esto quiere decir que los aseos de la institución se mantienen, a excepción que las sumisas voten por hacer otro deber. - Alfredo.

- Y con esta propuesta los chicos y yo tenemos los siguientes deberes: Con el profesor Alfredo tendrán que ayudar organizar la sala de medicina, medicamentos, enfermería, etc. Con Ángel, sala de artes y el teatro. Con Alex documentación y conmigo la biblioteca. - Simón.

- Por eso trajimos estas cuatro cajas marcadas con el nombre de cada uno para que voten y decidan a cuál deber escoger, las que no voten quedaran en el mismo deber. Sin más que decir tienen 10 minutos para elegir. - Alex.

- Se nos olvidaba. Las sumisas que tenga collar sus amos decidirán por ustedes, sin más que decir. Inicien. - Ángel.

Así que nuevos deberes, ¿pero que me llama la atención a mí?, nunca me ha gustado organizar documentos, aunque el teatro y la biblioteca llaman mi atención, pero tenemos un problema, si escojo la biblioteca probablemente Alex me castigara, como ya me dijo la vez pasada, ¿Alex decide por Raquel?, que horror.

- ¿Alguna idea chicas? - Natalia.

- Si, yo ya sé que escoger. - Emily.

- ¿Que escogiste? - Lorena.

- Área de Alfredo es lo mejor, ¡él siempre es muy genial! - Emily.

- Yo escogí documentos. - Lorena.

- ¿Con Alex? - Natalia.

- Si siempre me ha gustado organizar papeles y así. Ademas que Alex esta todo el tiempo ocupado y en otras cosas, ¿Natalia qué escogiste? - Lorena.

- Mmm no lo sé estoy entre Ángel y Simón. - Natalia.

- Solo quedan 5 minutos. - Alfredo.

(¿Que escojo?, mmm, si son deberes no todo lo haré yo, así que probablemente no me toque entrar a la biblioteca.)

- Ya se, biblioteca. - Natalia.

- Como todas ya eligieron, entonces arrojen su papel en la caja del deber que escogieron. - Simón.

La mayoría va a la caja de Alfredo, valla sí que lo quieren, aunque también van a las cajas de los demás. Aprovecho la oportunidad en que las sumisas que van a la caja de Alex tapan la visión de él, sin pensarlo me dirijí a la caja de Simón y vote mi papel, me percato que Alex no se dio cuenta de que yo vote en la caja de Simón, espero a Lorena y Emily.

Después de unos minutos ya todas habíamos votado así que Alex y Ángel empezaron a contar los votos. Después de que organizaran los papeles ya se ve como todas quedamos parejas en cada deber.

- Valla todas quedaron parejas incluyendo el grupo de antes donde todas estaban. – Ángel.

- Bueno con esto ya finalizamos la reunión. - Alex.

- Correcto, ya todas se pueden retirar. Feliz fin de semana chicas. - Alfredo.

Nos levantamos y nos comenzamos a dirigir a la cafetería.

- ¡Qué bueno que estés conmigo, Natalia! - Simón.

Me quedo helada y mis ojos se abren como platos. Simón lo dijo a los cuatro vientos, todas las personas me voltean a ver. Lorena, Emily y yo nos miramos entre nosotras, levanto un poco mi rostro, todas me están viendo, algunas susurran cosas. Mi mirada busca a Alex y ahí en ese momento vi como su mirada esta en Simón, donde la rivalidad de ellos se ve, los ojos de Alex lo miran con odio.

Alex pasa saliva, dirigiendo ahora su mirada hacia mí, en sus ojos puedo ver la rabia y como su rostro me hace un gesto de "pocos amigos", dirijo mi mirada a las chicas y me oculto entre Emily y Lorena caminando rápido con ellas para salir de ahí.

- ¡No podría ser peor! - Natalia.

- Bueno Alex y Simón no se llevan ni una gota de bien. - Lorena.

- ¡Pareces un tomate Natalia, cálmate!, no creo que Alex te forme una pelea por eso. - Emily.

Le hago una cara a Emily de: ¿Es en serio?

- Mejor vamos a desayunar. - Natalia.

Hablamos de todo, incluso les comenté lo de Alex y "sus condiciones absurdas", se sorprendieron, pero después tomamos el tema de gracia, comimos y nos levantamos de las sillas, yo quiero ir a descansar ya que toda la semana fue muy agotante. El megáfono de la sala del comedor suena.

-"El día de hoy comenzaran con sus deberes así que después de desayunar acercarse al área que escogieron." -

¡No puede ser peor el día de hoy!, llegue tarde, me coloque lo primero que encontré, Simón me grita y todo mundo me mira, Simón y Alex se cambian miradas y ahora esto. ¿¡Que más me podría suceder!?

- Al menos Alex estará ocupando, mírale el lado positivo. - Lorena.

- ¿Lado positivo?, la verdad yo no veo ninguno. - Natalia.

Salimos de desayunar ellas se despiden de mí y me desearon suerte, Lorena siempre le gusta bromear así que eso me tranquiliza un poco, pienso en cambiarme y si lo hago, ya ahora si más cómoda con un pantalón ancho y una camisa ombliguera. Me diríji a la biblioteca.

Me sorprende que Raquel este haciendo aseo en los pasillo, me ve y se va con una cubeta de agua, llego a la entrada de la biblioteca y recuerdo las palabras de Alex, un escalofrió pasa por mi cuerpo, siento miedo. Me quedo pensando ¿si seguir o quedarme ahí? hasta que una voz dulce susurra en mi oído.

- ~¿Tienes miedo a entrar? ~ - Simón.

Es Simón está en mi oído susurrando, miro como sus ojos color miel vienen hacia mí me sonrojo un poco.

- Hola Simón. - Natalia.

- Hola Natalia es un gusto que me hallas escogido, ven vamos. - Simón.

Voy a pasar, pero las palabras de Alex siguen en mi cabeza.

~ - Quedas advertida, un paso a la biblioteca y sabrás porque las sumisas me tienen miedo. No quieres que sea duro contigo ¿verdad?, entonces obedece como una buena sumisa que eres. -Alex.~

Doy un paso a atrás y lo miro, solo agacho la cabeza ya me iba a ir.

- ¿Le tienes miedo a ese estúpido?, ven vamos. - Simón.

Estira su brazo y me abre su mano, su rostro muestra calma y amabilidad, ¿qué debo hacer? ¿si Alex es diferente conmigo no?, pero es verdad lo que me dijo Raquel, solo soy su sumisa no tengo nada importante para él, así que, ¿por qué no?, ¿por qué no debería romper su orden?

Estiro mi mano y se la doy a Simón, sonrió un poco y el me entra a la biblioteca. Me siento rebelde y eso me gusta.

Hay más sumisas, pero ya están haciendo tareas, converso un poco con él, me hace reír bastante pero bueno también tengo que ayudar, así que agarro un par de libros y los organizo. Recuerdo lo que me dijo Alex pero Simón me quita ese miedo que tenía, Alex estará ocupado, además yo soy su sumisa como las demás, así que no se dará cuenta de mi presencia, además él vive muy ocupado, así termino mi jornada con Simón.

Reímos, escuchamos música, cantamos e incluso le gané jugando cartas, hablamos del libro que me dio, me despedí y me dirijo a mi habitación. La pase increíble con Simón, aunque estoy tranquila ya que Alex no se dio cuenta de que estuve en la biblioteca y rompí su orden, llegué a mi cuarto y me acosté, tengo comida en la mesa así que no tengo que salir, termino de leer el libro quedo feliz con el final, son las 8:00 pm quiero organizar el cuarto. Después de dos horas termine de organizar todo, ya me estoy acostando apago la luz.

-"Por favor dirigirse habitación roja".-

Abro los ojos al instante, me levanto, esta vez el anuncio aparece un poco más rojo de lo usual, mi corazón empieza a latir más rápido, ¿si se di cuenta?, ¿qué me espera con Alex?, ¿me castigara?, ¿pasare lo mismo que pasaron las otras sumisas de Alex?

¿¡Qué hago!? me calmo eh intento apagar la pantalla, pero no lo logro, me acuesto y me tapo con las sábanas, la pantalla no se ha cambiado o se apaga, ya han pasado 15 minutos no sucede nada, empieza a sonar una alarma muy fuerte me aturde los oídos y para de sonar.

Me siento como en una película de terror, intento buscar una forma de dormir cuando la pantalla del televisor otra vez comienza a sonar.

- ¡Ya me tiene harta esa mierda de alarma! – Natalia.

¡Claro que no voy a ir donde Alex!, así que me cambio y salgo de la habitación, camino por los pasillos mientras espero que se detenga el sonido o también puedo dormir en la biblioteca en el sofá. Todo es silencioso creo que ya se acostaron los dominantes, me dirijo hacia la biblioteca detrás de mi viene una voz masculina.

- ¡NATALIA! - Alex.

(¡MIERDA!)

Alex está detrás de mí, en su cara refleja su enojo.

- ¡No me obedeciste, yo no soy un idiota!, ¿¡crees que no me doy cuenta de las cosas Natalia!? - Alex.

Solo me quedo mirándolo de arriba a abajo veo en su mano que cuelga algo, la sostiene y cae al piso. Es una cadena de perro con un collar, retrocedo un paso.

- ¿Qué haces con una cadena de perro? – Natalia.

- Y tienes el atrevimiento de preguntar. – Alex.

Paso saliva y sigo retrocediendo con cada paso que el da hacia mí.

- Ven testaruda ya tienes tu castigo bastante fuerte, no quieres que sea peor. ¡Así que ven por las buenas! - Alex.

¡Como mierdas voy a ir, no hay nadie y el solo saca una correa de perro y una cadena!, ¡no eso ni loca!, comienzo a retroceder más, pero Alex se da cuenta de mi movimiento y aligera el paso. Mis piernas también reaccionan y empiezo a correr como loca por los pasillos, Alex baja la velocidad y va caminando tranquilo.

- ¿Así que quieres jugar al gato y al ratón?, entonces juguemos ~pequeña Natalia~. - Alex.

Me falta poco para llegar a la biblioteca así que empiezo a correr más rápido.

(¡Alex viene por mí, yo soy su presa!)

Vi otro pasillo y me metí por ahí corriendo casi me tropiezo, pero sigo corriendo, veo la cafetería y entro. Alex viene detrás de mí, me oculto en el estante de la cocina, el abre la puerta y me empieza a buscar, miro por los lados y no esta ¿se ha ido?

- No eres buena escondiéndote ¿verdad? ~perrita~. - Alex.

Esta al otro lado de mi oído, arranco a correr lo más rápido siento como me agarra del zapato y me lo quito para que no me agarre mi pierna, salí de la cocina rápido. Veo la biblioteca tomo la perilla y está cerrado, pero ahí una ventana me intento trepar, pero no lo logro, intento otra vez y lo logro, así que caigo me tropiezo con la mesa de al lado y me escondo en el segundo piso ahí una repisa oscura, me quedo inmóvil intentando bajar mi agitación, escucho como Alex abre la puerta él tiene las llaves.

Así que yo soy el ratón y el gato me excita un poco la idea de ser una niña traviesa y no obedecer a su padre, pero también tengo miedo de lo que me espera.

- Ya deja de rodeos no puedes esconderte de mí sumisa, ya quiero ver como sufres. - Alex.

Escucho un latigazo en la primera planta, me asomo un poco, ¿¡tiene un látigo!?, ¿¡cómo mierdas tienen eso!?, ¿¡quiere despertar a todo mundo o que!?, cada vez se hace más fuerte el sonido del látigo, ¿acaso está azotando las cosas de la biblioteca?, ya tengo un plan para bajar ya que viene por mí, escucho otro azote cerca y corro para bajar, pero él está en las escaleras, me devuelvo quedando atrapada contra la pared. Él se acerca a mi muy tranquilo con el látigo en mano, la correa y el collar de perro.

- ¿Que pasa ahora si tienes miedo verdad sumisa?, no tienes escapatoria. - Alex.

Busco otra salido y es un mini muro, subo mi mano, pero siento como un azote pega en ella, caigo arrecostada en la pared.

- ¡ALEX NO! - Natalia.

Me encojo de hombros.

- Ahora vas a ver porque todas me obedecen, así para que aprendas, has sido una niña muy mala ~Natalia~ - Alex.

Me encojo como una niña pequeña, él se acerca a mí y me agarra del cuello. Solo lo miro, Alex me levanta del cuello coje de mis muñecas y me alza llevándome detrás de su espalda intento moverme, pero no puedo.

- Es hora de que aprendas a obedecer a tu amo. - Alex.