Una gran vista viene hacia mi rostro un pequeño rayo de sol cae en mí, observo la gran vista que tengo ante mis ojos, no he visto el amanecer hace tiempo, siempre me ha encantado el cielo, es perfecto. Intento abrí el balcón pero es imposible, tiene seguro.

Mi mano recorre el vidrio del balcón mientras el reflejo de él me refleja una gran habitación, volteo mi rostro para mirar este nuevo cuarto. Es una habitación muy grande, una cama bastante cómoda y amplia, una repisa con una laptop encima, mesas de noche, un closet grande, paredes limpias y por supuesto un cuarto aparte con su baño.

(Que cama tan inmensa, podría dormir horas en ella.)

Estoy un poco desorientada, intentando recordar de lo último que sucedió anoche, escucho la puerta del baño abrirse. Alex sale del baño recién duchado, su cabello esta húmedo y una toalla que lo cubre de la cintura para abajo, mi mirada se fija en su definido abdomen marcado hasta bajar a lo que cubre la toalla, siento mis mejillas calientes.

- ¿Asombrada sumisa? - Alex.

Mi gran observación es detenida por sus palabras.

- Jajaja, ¿por qué debería estarlo? - Natalia.

Me cruzo de brazos ante mis palabras.

- Bueno porque no deberías mirarme de esa manera. - Alex.

- Si el que está casi desnudo frente a mi, eres tú. - Natalia.

- Y la que está literalmente frente a mi desnuda eres tú. - Alex.

Mis ojos se abren de inmediato ante sus palabras y echo un vistazo rápidamente sobre mí.

(¡MIERDA!, cúbrete rápido.)

Estiro mi pierna izquierda y me acerco a la cama agarrando una sábana para cubrirme.

- Buenos días Natalia, o debería decir "chica desnuda." - Alex.

- "Jajaja muy gracioso", buenos días, ¿cómo llegamos aquí?, ¿qué paso después de quedarme dormida?, ¿¡por qué rayos amanecí en tu cama!? - Natalia.

- Muchas preguntas ¿no? - Alex.

- Responde. - Natalia.

- Te traje aquí por que no encontré las llaves de tu cuarto y no quería que despertaras sola sin este bombón. - Alex.

Suelto la risa al escuchar su comentario mientras la sabana resbala por mis hombros, me rio abiertamente.

- Hubiera preferido despertar sola en ese cuarto. - Natalia.

Sin pensarlo Alex se acerca a mí y me sujeta mi rostro con su mano.

- Eso no decías anoche. - Alex.

Su sonrisa torcida no deja su rostro a un lado mientras mi risa desaparece y lo miro a los ojos recordando todo lo que sucedió anoche.

Aparto su mano de mi rostro y me alejo de él.

- Bonito cuarto. - Natalia.

- Privilegios que tenemos los dominantes que ustedes las sumisas.- Alex.

- Ohh claro, se me olvidaba que somos de estratos diferentes. - Natalia.

Hablando me dirijo a la puerta por que ya es hora de irme y dejar a este idiota arrogante en su "lujosa y prestigiada" habitación.

- ¿Vas a irte en sabanas hasta tu cuarto? jajaja. - Alex.

(Carajo.)

- Soy muy. - Natalia.

- ¿Distraída?, eso veo. - Alex.

(¡imbécil! ¿¡cómo sabe completar mis palabras!?, ¿ahora cómo me iré de aquí?, genial, ahora tendremos que pedir ropa al estúpido de tu dominante, ¡eres magnifica Natalia!)

- ¿Me prestarías una ropa para irme? - Natalia.

(Odio que tengo que ser amable con él.)

- ¿Me estas pidiendo el favor? - Alex.

- No tengo tiempo para tus burlas Alex, me tengo que ir. - Natalia.

- ¿Y quién dijo que ya te ibas? - Alex.

- Pues yo. Uno ya es de día y dos tengo clases. - Natalia.

- Y tres se me olvidaba decirte que no te pueden ver por estos pasillos y mucho menos que tu estas en mi cuarto. - Alex.

Una de mis cejas se levanta de inmediato.

- ¿Me estás diciendo que me trajiste a escondidas? - Natalia.

- Si. Además, debes ser una buena sumisa y esperar a tu amo. - Alex.

- No estoy para tus juegos hoy. - Natalia.

- Y yo no estoy para ahora darte un castigo. - Alex.

Alex se acerca a mi mientras yo retrocedo porque quiero estar alejada de él lo más posible después de lo que sucedió anoche, sin más remedio lo detengo con mis dos manos mientras la sabana cae al suelo y mi cuerpo desnudo queda a sus ojos.

- No te quiero castigar tan temprano por un comportamiento que puedes cambiar ahora. - Alex.

Mi mirada está en el suelo mirando la sabana mientras el mantiene su cabeza en alto diciendo sus palabras.

Alzo mi cabeza mientras mis manos están en su pecho desnudo y el me mira fijamente a los ojos.

- Por tu uniforme no te preocupes, conseguí uno antes de que te despertaras, así que se una buena sumisa y sin reclamos, ni nada, ve a la ducha y arréglate, que se nos hará tarde. - Alex.

Mirándolo directamente a los ojos y mordiéndome los labios, suelto un suspiro y no protesto, bajo mis manos y sin voltearlo a mirar me dirijo a la ducha desnuda, como él lo está ordenando, aunque para ser honesta quiero llevarle la contraria, solo me generaría problemas en esta situación y no me favorece un castigo ahora después de lo de anoche.

(Maldita sea porque pensé con mi calentura y no con mi razonamiento.)

Entro al baño y valla que, si que es limpio, muy aseado para ser el de hecho, sin mirar más entro a la ducha cerrando mis ojos para que el agua caiga en mi rostro y un flashback viene de anoche, como gemíamos, nos besábamos, nos mirábamos y como teníamos sexo salvaje en aquel cuarto rojo, paso el jabón sobre mi cuerpo y otro recuerdo viene a mi mente, Alex besando cada parte de mi cuerpo sin parar, termino de bañarme y salgo para cambiarme.

Saliendo de la ducha Alex está terminando de abotonar su camisa mientras me ve en el reflejo del balcón, lo ignoro por completo mientras me pongo mi uniforme, aunque sé muy bien que me está mirando, termino de vestirme y me dirijo al espejo del baño para arreglar mi cabello húmedo con mis manos.

- Si ves como si puedes ser una buena sumisa, testaruda. - Alex.

Alex esta detrás del espejo ya listo mientras lo asesino con mi mirada por cómo me llamo, pero no reclamo, termino de arreglar mi cabello y me volteo hacia él.

Alex sonríe plácidamente por mi silencio y no discutirle. El estira su mano pasándome una venda.

- Colócatela y no hagas preguntas, no tenemos tiempo. - Alex.

(Como mandes idiota arrogante.)

Fruncí mi ceño, pero no protesto agarrando la venda me la coloco y Alex agarra mi mano guiándome, escucho como la puerta de la habitación se cierra, caminamos por un largo sendero. Supongo que son los pasillos, bajamos escaleras por lo que estoy escuchando, escucho como Alex abre una puerta y queda en silencio por unos segundos, siento como sus manos desabrochan la venda.

Puedo ver todo con claridad, ya estoy en un lugar que conozco en los pasillos del instituto, miro a Alex y ya me iba a ir cuando el habla.

- Se te olvidaba esto. - Alex.

De una de sus manos cuelga en su dedo derecho las llaves de mi habitación, camino hacia el para agarrarlas, pero el retrocede su mano mientras mi mano queda por el aire.

- Así me gusta que seas, obediente y calladita. - Alex.

Miro al suelo y sin pensarlo dos veces piso su pie y agarro las llaves.

- Y a mí me gusta llevar la contraria, idiota arrogante. - Natalia.

Sin dejarlo hablar me voy caminando rápido, se me hace tarde para discutir con ese tarado y tengo que ir a mi cuarto por mi mochila. Llegando a la habitación abro rápido y saco la mochila, acelero mi paso cuando veo la hora en el reloj del pasillo, faltan 5 minutos para que empiecen las clases, victoriosamente logro reunirme con las chicas a tiempo.

- ¿Que clase nos toca hoy chicas? - Natalia.

- No Natalia, tenemos una reunión. - Lorena.

- Nos indicaron en el horario que hoy habrá reunión, así que toca ir al patio. - Emily.

- Ahh...claro el horario jeje. - Natalia.

(Si no hubiera estado donde Alex hubiera sabido, es un estúpido Alex y que solo piensa en él, hubiera podido decirme, idiota ese.)

- ¿En qué andas pensado? - Lorena.

- Nada jaja...vamos, es que yo vivo en las nubes.- Natalia.

- Menos mal tienes amigas que te recuerdan todo jajaja. - Emily.

Me dirijí con Lorena y Emily hacia el patio, hay muchos rumores, más que todo de los dominantes, supuestamente que los iban a cambiar o bueno eso fue lo que escuché del grupo de Raquel mientras buscábamos un espacio para nosotras tres. Lorena cuenta sus días de enfermera con nosotras contando chistes y Emily está muy contenta de que ambas estamos bien.

Veo a los dominantes todos juntos Ángel y Alex, por su puesto su jefe Fabio también veo a Alfredo y otra persona que es nueva, no la distingo bien.

- Apreciadas sumisas, que bueno que nos reunamos aquí todos juntos, ¡me alegra verlas a todas!, bueno como ya han escuchado rumores sobre los dominantes. Entonces es de mi agrado informarles que ya tenemos a dos nuevos profesores: como el medico Alfredo en el área de biología y un nuevo dominante, su nombre es Simón, el trabajara en el área de español y espero que lo reciban muy bien. - Fabio.

- Además abriremos nuestras biblioteca ya que desafortunadamente nuestra chica que trabajaba con nosotros tuvo problemas personales jaja. Recuerden que pronto tendremos nuestras reunión de cada año no se les olvide, sin más que decir, inicien sus clases. Feliz día niñas. - Fabio.

(¿Nuevo maestro y dominante?, ¿qué tal será?, tampoco es que me importe mucho.)

Alex está al lado del nuevo dominante que al parecer no le callo muy bien por la forma en que lo mira.

Empezamos nuestra jornada con educación física, claro con Alex, ¡ni más ni menos! empecé a calentar tranquilamente, aunque no estoy totalmente concentrada, se me vienen los pensamientos de anoche en mi mente escucho los gemidos de él y míos. Me detengo a pensar.

Cuando lo intente besar no se dejó, pero cuando él lo hizo sí, ¿por qué?, dice que el no besa a sus sumisas pero esa noche sí, tal vez se equivocó ¿no?, él no es tan estúpido. Porque si dicen que deja a las mujeres destrozadas, ¿por qué conmigo si fue cuidadoso y no me lastimo?, ¿por qué?, ¿Raquel sabrá de esto?, me trato bonito esa vez del hospital, ¿por qué?, cada vez los gemidos de ambos son más intensos.

- ¡Ahh! - Natalia.

(¡Carajo no puede ser!)

Tan concentrada que estaba en mis pensamientos que me tropiezo con Alex. El me sostiene de la cintura mi rostro se sonroja de inmediato, todas las sumisas nos ven, Alex solo ríe en voz baja.

- Ten cuidado Natalia no queremos verte en el hospital otra vez o tal sí, pero te dejo en silla de ruedas sumisa. - Alex.

Solo asiento con mi cabeza hasta la última parte que me susurra.

(¡No deja de ser pervertido!)

Me acomodo y sigo trotando, voltee a mirar a Raquel que con su mirada fija me mata, Lorena y Emily se burlan de mi mientras las demás solo murmuran, vuelvo con las chicas.

- Andas como muy despistada ¿no? jajaja - Lorena.

- Mas que en las nubes señorita, jajaja. - Emily.

- "Jajaja" miren como me rio. - Natalia.

Las miro con seriedad y amargada mientras ellas no se aguantan la risa y al final yo también me rio con ellas mientras terminamos de trotar por el patio. Aunque Raquel no piensa lo mismo está enojada y celosa, no presto atención.

No sé cómo decirles a mis amigas que he perdido mi virginidad con el dominante más privilegiado, terminamos nuestra clase nos dirigimos a artes.

- Antes de empezar la clase, quiero anunciar que quiero hacer una obra de teatro así que me gustaría que todas participaran, sin más que decir empecemos con la clase. - Ángel.

Pintamos toda la clase con acuarelas termino la hora y fuimos a desayunar. Tuvimos descanso y después teníamos que hacer los deberes es lo normal de todos los jueves, así que terminamos dirigiéndonos a la última clase, biología.

Nos sentimos cómodas de que Alfredo este de profesor es muy buen amigo así que fue una clase armoniosa, salimos, terminamos trabajos con las chicas, almorzamos. Y para terminar mi tarde quiero leer, vi que la biblioteca está abierta cuando nos dirigimos a almorzar, me despedí de ellas y me dirijo a la biblioteca, siempre me ha encantado leer ¿que podría pasar?

- ¡Hola! ¿la biblioteca está abierta? - Natalia.

- ¡Así es!, mucho gusto Simón ¿y tu debes ser? - Simón.

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- Así que no sirvió de nada el incendio, tenía que incendiarse la habitación de la perra de Natalia, no la de Emily, que idiota soy, pero pronto me las vas a pagar tu terminaras muerta y cuando eso suceda Alex será todo mío. Me hubiera gustado que te hubieras muerto hay salvando tu amiguita. Pronto me las pagaras. - Raquel.