05 ENEMIGAS
Saliendo de ese espantoso cuarto corriendo, mi corazón acelerado y mi cabello desordenado, solo respiro con agitación después de asimilar todo lo que acabo de suceder con él, con el maldito que me trajo aquí, llegando al jardín están mis amigas.
- ¡Natalia! ¡ahí estas! - Lorena.
- ¿Estas bien? - Emily.
Paro de correr, calmándome poco a poco, botando un suspiro largo ya estoy más tranquila, levanto mi mirada y veo a las chicas, los rostros de ellas se notan que están preocupadas por mí.
- Si chicas estoy bien. - Natalia.
- ¿Te hizo algo? - Emily.
La pregunta de Emily me hace revivir el momento de lo que acabo de suceder. Suspiros, gemidos, excitación, placer, tensión sexual. Todo lo que acaba de pasar fue muy rapido, aun sigo asimilando que este maldito me haya tocado y debes de tener miedo. Me excité, sentí placer por lo que él estaba haciéndome.
- No, solo me dijo que sería su sumisa. - Natalia.
(¿Por qué mientes?, ¿acaso desconfías de ellas?)
(No, no desconfió de ellas. Solo que estoy en shock con lo que acabo de pasar.)
- ¡Maldito!, cree que puede tener a todas las chicas que se le antojen. - Lorena.
- Eso es lo que menos me importa, lo importante es que estoy bien, gracias por esperarme Lorena y Emily. - Natalia.
Termino de hablar cuando escucho unos pasos que se acercan a nosotras, de inmediato me pego a Emily, el sonido de los zapatos acercándose poco a poco, lo reconozco, es Alfredo, el medico de este lugar, sonrió al verlo siempre con ese traje de médico, me cae bien después de ayudarme con ese inútil traje eh informarme de este lugar.
- Señoritas, ¿qué hacen por aquí a estas horas? conocen las reglas chicas. Si las vieran otros maestros las castigarían, pero por esta vez se las dejo pasar. Ahh valla, Natalia, ¿qué tal es el lugar? y veo que ya tienes amigas. - Alfredo.
- Hola Alfredo o ¿debería decir medico Alfredo?, el lugar es horrible pero mis amigas es lo mejor de este sitio y dígame doctor, ¿qué hace por aquí? - Natalia.
Lorena y Emily solo observan la conversación, las noto tranquilas supongo porque él es único bueno de este lugar.
- Los maestros tienen rondas para verificar si todo está en orden, yo solo soy el ginecólogo de esta institución y dominante, pero también estoy autorizado para hacer rondas. Emily, Lorena y Natalia, deben ir a sus habitaciones, mañana tienen clases. - Alfredo.
- Alfredo, Natalia no conoce el lugar, nosotras la estábamos ayudando. - Lorena.
- Lorena está en lo correcto. - Emily.
- Ok chicas, pero por el día de hoy diríjanse a sus cuartos, yo guiare a Natalia, mañana seguirán hablando y conociéndose, además no deben estar por aquí a estas horas, vamos. - Alfredo.
Ellas se despidieron de mí y se dirigieron a sus cuartos, acordamos que mañana nos viéramos en el jardín temprano, Alfredo me está enseñando las habitaciones y cómo funciona este sitio.
- Natalia ¿y que pensaste de la propuesta? - Alfredo.
(Mierda se me olvidaba, las únicas personas que he conocido de este lugar por el momentos son buenas a excepción del idiota de Alex, hasta su nombre me da asco, confió en Alfredo, además lo estoy viendo como un amigo.)
- A claro que lo pensé. Amigo. - Natalia.
Doy un pequeño codazo en su hombro mientras mi sonrisa es visible él también me sonríe, seguimos caminando, ya estamos retirados del jardín de hecho, las habitaciones son cerca de las aulas de clase. Alfredo me explico que las habitaciones tienen un numero así uno sabe cuál es la suya.
- Bueno hemos llegado, te entrego las llaves de tu cuarto y tu número es 207. - Alfredo.
- Gracias Alfredo, ¿pero mis cosas? o ¿el horario? - Natalia.
- Tu horario está adentro eh igual todo lo que necesitas, se me olvidaba entregarte esto. - Alfredo.
De sus manos me pasa unas revistas.
(¿Espera que?, ¿todo el camino venia con esas revistas Alfredo?, ¿eso no es del cuarto rojo?, ¿Alex se las dio?)
Recuerdo que Alex tendría una reunión antes de yo irme, tal vez se las entrego a Alfredo para que llegaran a mí, solo miro las revistas recordando lo que sucedió con él, me concentro por unos segundos mientras Alfredo me habla.
- Natalia, ¡Natalia!, ¡NATALIA!. - Alfredo.
- ¡Ah! perdón, me desconcentre. - Natalia.
- ¿Estas bien? - Alfredo.
~ - Te dejo unas lecturas ahí y libros para que sepas que es, debemos poner reglas sumisa, además de que esta es tu "nueva vida." - Alex. ~
- Si, todo está bien.- Natalia.
Tomo las revistas de las manos de Alfredo mientras finjo una sonrisa falsa.
- Cualquier cosa me puedes decir, si no estas cómoda con esas. - Alfredo.
Lo interrumpo antes de que termine la oración.
- Ah claro que no, nos vemos luego Alfredo, gracias por todo. Adiós. - Natalia.
Me despido de Alfredo y abro la puerta lo más rápido posible para evitar la incómoda conversación con el de las revistas, cierro de un solo golpe y boto un suspiro largo, levanto la mirada, oh la habitación es bastante grande, es todo lo que no tendría mi cuarto, una cama doble, un escritorio, un gran espejo, varios estantes, un armario grande y un televisor mediano.
Por supuesto el horario de que me hablaba Alfredo, tiro las revistas en la mesa de noche, sin pensarlo me lanzo a la cama es bastante cómoda al lado está una pantalla inteligente, estiro mi brazo y lo oprimo con mi dedo, aparecen varias opciones, oprimí cualquier botón en la pantalla, un horario normal con las horas y materias de las clases de este lugar, supongo que esto es lo de que me hablaba Alfredo, este lugar es basado como una escuela, pero dominada con dominantes y sumisas.
Con que fin, no lo sé, lo que sí puedo estar segura es que este sitio es una mafia donde follan y secuestran, las personas que somos sumisas, solo somos mujeres secuestradas que queremos salir de aquí, pero eso llevaría una muerte segura por los que manejan estos sitios, así que, para no llamar la atención de nadie, lo ocultan como un instituto, de maestros y alumnos, valla que gran historia para que fuera una película, el problema es que ahora yo vivo en esta película.
Después de mirar todo lo que hay en la habitación e intentar buscar una ventana, que fue en vano, me digno a mirar el horario de mañana.
- ¡MIERDA! - Natalia.
(Tengo la peor suerte del mundo, todo el maldito día con ese imbécil. ¡Genial!)
Suspiro, me levanto de la cama a mirar que ahí en el armario, uniformes, sudaderas, ropa cómoda y otro vestido de sirvienta, solo lo miro con desagrado, busco entre ropa una pijama o algo que sea cómodo para dormir, bingo la encontré, saco la pijama y cierro el armario, no hay ninguna forma de escapar de aquí.
Observo si no ahí cámaras para desvestirme, no ahí por ningún lado, pero prefiero desvestirme en el baño, me coloco la pijama y salgo, me dirijo hacia la puerta a ver si no hay nadie en los pasillos, tal vez habría una forma de escapar así, con mi mano intento girar la perilla, pero esta con seguro, ¿acaso tiene sistema de seguridad esto?, sin más remedios me devuelvo a la cama y apago la luz.
Un sonido muy fuerte me despierta, es la alarma del horario, ¿cuenta con esa función?, me doy la vuelva para volver a dormir un poco más pero el ruido se hace más fuerte, pongo la almohada en mis oídos y aun se sigue escuchando, me levanto y la apago iba a acostarme cuando vuelve a sonar.
- ¡Ahh esa maldita cosa no se apaga! o ¡que! - Natalia.
Me levanto y la alarma se apaga automáticamente, ya no tengo sueño, me estiro un poco y miro la hora en la pantalla, 6:15 am, camino hacia el baño y me alisto, siempre he odiado los uniformes esta no es la excepción, por obligación de este lugar tengo que llevarlo, no me veo mal en el pero no es de mi comodidad usar esto, en el escritorio ahí un par de cuadernos los empaco y agarro las llaves de la habitación, las revistas que me dio Alex siguen ahí, no pienso leer eso, ¿quién se cree?
Saliendo del cuarto ahí más chicas de lo que yo creía, algunas me miran de arriba a abajo y otras ni me topan, pasando las habitaciones veo el jardín y ahí veo a Lorena y Emily, las únicas personas con las que cuento ahora son ellas, las dos también llevan en mismo uniforme que yo, nos saludamos y empezamos a caminar hacia el salón. Llegando veo que también hay varias mujeres con el uniforme, están esperando al ¡increíble maestro!, Lorena sigue hablando hasta que siento como me empujan el hombro.
Una rubia medio alta, su cabello es un de un color rubio cenizo, corto, pero en capas, sus ojos son grises, cejas perfiladas, nariz perfecta, labios rojizos y una mirada intimidante, pasa por un lado mío y dos chicas más se hacen a su lado, siento como su mirada me recorre de arriba a abajo, Emily me agarra el hombro y me sonríe, no le presto atención a la rubia tal vez fue sin intención empujarme, continuamos con nuestra conversación.
- Así que tú eres la nueva, ¿no es así? - Chica rubia.
Nos miramos entre nosotras, Lorena la mira de arriba a abajo y sigue con la charla.
- No te hagas la idiota, Natalia. - Chica rubia.
Me sorprendo de inmediato, ¿cómo sabe mi nombre?, pero de ningún modo me voy a dejar tratar así de una extraña.
- ¿Perdón? - Natalia.
- Tu debes ser la nueva sumisa de Alex ¿verdad? - Chica rubia.
- Supongo. - Natalia.
- Todo mundo habla de ti, me moría de ganas por conocerte, un gusto Raquel, soy la novia de tu dominante. - Raquel.
Mis ojos se abren como platos al escuchar a esta chica, Raquel la novia de...
(¿¡Que!?, así que el idiota tiene novia, ¡es un descarado!)
- Un gusto. Ya sabes mi nombre. - Natalia.
- Pues ya que todo mundo hablaba de ti como no me lo iba a aprender. Además, de que estas "sorda" jajaja. - Raquel.
- Podría pedirte que no me trates mal, gracias. - Natalia.
- ¿A qué se debe tanto respeto?, ¿te crees importante por ser sumisa de mi novio? - Raquel.
- ¿"Creerme importante" por un imbécil como tu novio?, no gracias, no tendría mujeres para sentirme complacida teniendo novia. - Natalia.
Un abucheo de todas las chicas viene para Raquel, su enojo se hace visible por su mandíbula tensa, Lorena y Emily están a mi lado, mientras que Lorena la abuchea y Emily intenta calmarme, ¿cómo esta tonta me va a tratar así?, ¿cree que me importa su estúpido novio?, lo que me interesa es salir de aquí.
- Mira Natalia no vengas a tratarlo mal, si te secuestraron a ti no fue por él, sino por Fabio, aquí no te creas la gran cosa, no tienes corona, ¿te crees capaz de tratarlo mal? - Raquel.
- Me creo capaz de muchas cosas y más sobre ese idiota, que lo único que sabe hacer es traer a la novia para pelear y el estar tranquilo, ¿acaso tú no tienes la corona por ser la novia?, o necesitas que una nueva sumisa y "sorda", te diga que te des tu lugar. - Natalia.
Mas abucheos sobre nosotras, todas hacen un círculo y las protagonistas de esta pelea somos ella y yo, me cruzo de brazos esperando una respuesta de Raquel, sus ojos envían una ola de rabia y impotencia de lo que acabo de decir, Lorena y Emily siguen a mi lado.
- Si eres capaz de tantas cosas, ¿crees que él se fijaría en ti? jajaja por favor. - Raquel.
-¿Tan insegura eres?, más bien la pregunta será, ¿crees que yo me fijaría en un hijo de puta como tu novio? - Natalia.
Un gran abucheo se escucha entre nosotras, todas las mujeres están asombradas incluso la novia, ¿de verdad se sorprende tanto como trato a su novio?, ¿acaso aquí todas le tienen miedo?, ¡que más me faltaría!, Lorena y Emily me sonríen al ver cómo me defiendo, pero sus rostros cambian de inmediato al ver a alguien, voltee a mirar y es el.
(¡MIERDA! ¿¡que acabo de decir!?, creo que mi ira salió de control.)
Él estaba observando la conversación de ella y yo, se levanta de la pared un poco inclinado, caminando despacio todas las chicas se quedan inmóviles, solo lo observo con la mirada en alto, se acerca a nosotras y empieza a aplaudir.
- Bravo, bravo, bravo, que gran espectáculo señoritas, en especial Natalia, ¿algo más que decir damas? ¿no? ¡TODAS ADENTRO AHORA!, menos Natalia. - Alex.
Pega con fuerza a la puerta, todas entran corriendo, Lorena y Emily solo me miran con preocupación antes de entrar, observo todo levantando el ceño, todas las chicas se sorprendieron por mi actitud, por dentro quiero que me trague la tierra, siento miedo, mi respiración esta más agitada de lo normal, él se acerca a mi rostro.
- ¿Así que te parezco un "hijo de puta"? - Alex.
(¿¡Ah carajo que hago!? su actitud tan fría y enojado a la vez me pone nerviosa, pero puedo con esto, calma Natalia.)
- Si realmen. - Natalia.
Levanto el ceño para hablar después de mi corta palabra, me toma del cuello y me arrincona contra la pared, me observa directamente a los ojos.
- ¿No has aprendido la lección sumisa?, tu castigo sea aumento más, pero por el momento solo deberías tener una entrada de lo que te espera. - Alex.
Tomándome de la parte de atrás del uniforme me jala caminando con rapidez, veo como me arrastra por el pasillo, intento zafarme, pero no lo logro, muevo mis piernas intentando que se detenga.
- ¡SUÉLTAME! - Natalia.
Tirándome en el baño cierra con seguro mientras intento levantarme, levanto la mirada, siento como unas manos están sobre mi cintura volteándome con rapidez, cogiendo mis muñecas hasta llevarme al fondo del pasillo del baño.
- ¡TE DIJE QUE ME SUELTES! - Natalia.
Tapa mi boca con una de sus manos, de su bata saca un aparato redondo con un control remoto, solo lo miro con odio.
- Quiero que te pongas esto, ahora. - Alex.
Quitándome la mano de mi boca me observa, solo lo miro con desagrado y tomo el aparato, me encierro en un cubículo del baño observando el objeto.
- ¡APÚRATE O TE LO PONGO YO! - Alex.
Me hace curiosidad el objeto, supongo que esto va allá abajo, un poco incómodo para que entrara, pero lo logro, salgo del baño y el solo me mira con una sonrisa retorcida.
- Vamos a la clase, Natalia. - Alex.
No digo nada, Alex sale primero que yo, alcanzo a arreglarme un poco después de llegar hasta aquí arrastrada, salgo del baño y entro al aula, todo el mundo me mira, incluso mis amigas preocupadas y Raquel parece con ojos de serpientes, me siento al lado de mis compañeras, atrás es mejor así no me ven, las chicas me hacen señas si estoy bien, asiento con mi cabeza, entra Alex sentándose en el escritorio.
- Buenos días, señoritas, el día de hoy tenemos una alumna, recibamos a Natalia Borges. - Alex.
(¿Por qué? ¿¡es enserio!? )
Me levanto de mi asiento, haciendo que toda la clase me vea, veo que Alex carga un control en su mano mirándome fijamente y sin dejar esa maldita sonrisa retorcida.
- Mi nombre es Nata. - Natalia.
Intento decir mi nombre, pero siento en mi zona intima una vibración y eso me hace retorcerme un poco, miro a mi maestro moviendo uno de los botones, intento hablar de nuevo, pero siento cada vez más vibración, siento que me estoy mojando.
- Natalia habla. - Alex.
- Mi nombre es Nata. Lia. Bor. ges. Tengo. 22 y estudiaba. - Natalia.
Sintiéndome cada vez más mojada y más vibración, me estremezco disimuladamente, el solo sonríe apagando el control remoto, mi zona húmeda pide más, pero puedo hablar y moverme mejor.
- ¿Acabaste Natalia? puedes sentarte, empecemos, saquen sus libros y escriban. - Alex.
La clase comenzó, todo esta normal, pero cuando hace preguntas y me escoge a mí, prendía el vibrador, esto es cómo un juego, responde normal y bajo la velocidad, pero si te equivocas subo la velocidad, tuvimos una clase normal de matemáticas. Terminando la clase, me estaba levantando con Lorena y Emily, pero Alex me dijo que me quedara para adelantarme, las chicas me esperan afuera, el cierra la puerta con seguro y sin previo aviso esta sobre mí, me toma de las muñecas levantándolas, susurrándome al oído.
- Te espero más tarde, quiero verte sufrir es tu castigo, ~sumisa.~ - Alex.
Quedo pálida a escuchar eso mi cuerpo se tensa, el me suelta y me pasa los apuntes, salgo del salón sin mirarlo, de camino a otra clase voy con mis amigas. Aunque las palabras de Alex están en mi mente, solo tengo eso en mi cabeza.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro