03 UN NUEVO AMIGO
Mi cuerpo tiembla, mis manos comienzan a sudar después de tocar esa perilla ¿qué hay adentro? solo mi cabeza piensa lo mismo una y otra vez, tome la perrilla con fuerza y entre, un consultorio, luces blancas, todo es organizado, un estante de mesa con una silla, una camilla, es un consultorio de médico.
(Veo que este lugar si es limpio.)
Lo digo en mi mente mientras observo el lugar, exactamente su olor es a menta, de repente una voz masculina me interrumpe en mi observación del lugar.
- Hola, ¿cómo estás? mi nombre es Alfredo y ¿tú eres?. - Alfredo.
Es un tipo mediano alto, tiene lentes, es de tez blanca, cabello arreglado negro, utiliza una bata blanca, sonrisa perfecta, ojos azules, solo lo miro de pies a cabeza, tapando mi cuerpo gracias a ese estúpido traje.
- Eso a ti no te importa. - Natalia.
Dirijí mi mirada a la pared.
- Hey tranquila, si te sientes incomoda puedo voltearme. - Alfredo.
Me quedé sorprendida al escuchar eso, en este lugar tan horrible y ¿una persona tan increíble? solo asentí con la cabeza, sin decir nada él se voltea de la silla quedando contra la pared, extendiendo su mano indicándome una bata blanca en un perchero, camino en esa dirección tomo la bata y me la coloco, me siento más cómoda con esto para ser sincera, me senté en la silla y el chico de ojos azules se voltea, quedando cara a cara conmigo.
- Te sientes más cómoda así ¿verdad? - Alfredo.
- Si gracias. - Natalia.
- Vale, empecemos de nuevo ¿cómo te llamas?. - Alfredo.
Me quedo pensativa un poco, dudo si decirle mi nombre, pero si ya tienen mi documentación es muy obvio ¿no?
- Mi nombre es Natalia Borges. - Natalia.
- Mucho gusto sr Natalia. - Alfredo.
El extiende su mano lo miró fijamente, arqueo una ceja, realmente no quiero recibir la mano de este desconocido.
- Entiendo que estés desconfiada y un poco desorientada, quisieras irte de este lugar, pero escucha, necesito que cooperes, este sitio tiene cámaras así que todo el tiempo nos vigilan, si me ayudas, yo te puedo ayudar ¿sí? - Alfredo.
Escucho las palabras del ojos azules, no quiero que sepa nada de mí, pero tiene razón, necesito saber información de este lugar, asiento con mi cabeza después de sus palabras.
- Vale, sr Natalia necesito que conteste las siguientes preguntas: - Alfredo.
- ¿Edad? - Alfredo.
- ¿Tienes familia? - Alfredo.
- ¿Estudias? - Alfredo.
- ¿Trabajas? - Alfredo.
- ¿De dónde eres? - Alfredo.
- ¿Soltera o casada? - Alfredo.
- ¿Y por último, eres virgen? - Alfredo.
( ¿Tantas preguntas? ¿para qué? si tienen mis documentos, bueno, en fin. )
- Tengo 22 años, no tengo familia, mi familia murió en un accidente automovilístico, estudio en la universidad, trabajo los fines de semana, soy de un pueblo y vine a esta ciudad para mejorar mi vida, soltera y soy. - Natalia.
Al escuchar esa pregunta me detuve, pienso un poco que decir, ¿por qué quieren saber mi vida sexual? ¡claro que soy virgen!, bueno solo tuve dos noviazgos, ¡pero estar con alguien nunca!, pero si lo digo ¿harán algo?, mi corazón comienza a latir más rápido, me pongo nerviosa, mi respiración se agita, y mi cabeza se nubla, debo pensar rápido y responder.
(¡Mierda!, ¡mierda que digo!, ¡piensa!, ¡piensa! ¡Natalia!)
- Y no soy virgen. - Natalia.
Paso saliva al decir mi respuesta, me estoy calmando poco a poco.
- Entiendo, sr Natalia, por favor podrías ir a esa camilla y recostarte. - Alfredo.
- ¿Para qué? - Natalia.
- Hare una revisión de tu intimidad, si no tienes ninguna infección o enfermedad, etc. - Alfredo.
El de lentes comienza a dudar sobre mi última respuesta, no quiero que vea mi sexo.
- Es que. Yo. Si soy virgen. - Natalia.
Sonrojada por mi repuesta, mis ojos de inmediato miran a otro lado, evitando la mirada del de gafas.
- ¿Por qué no me dijiste?, al igual no pasa nada ya arreglo el informe. - Alfredo.
- Solo no quiero que me pase nada. ¿Ya acabamos? - Natalia.
- Correcto sr Natalia ya acabamos, ahora si escucho tus preguntas. - Alfredo.
Él sonrió cálidamente, recostando su rostro en su mano derecha, yo tengo miles de preguntas, pero necesito saber las importantes.
- Por donde empiezo...¿quién eres tú?, ¿quiénes son esos tipos?, ¿esto que es?, ¿para donde me llevan?, ¿porque estoy acá?, ¿quién es el tipo que me trajo aquí?, ¿estoy en mi país? - Natalia.
Al terminar todas mis preguntas mi respiración es agitada, el hombre de bata blanca escucha atento mis preguntas, sorprendido acomoda sus lentes con su mano derecha.
- Valla muchas preguntas sr Natalia, pero yo te las respondo, soy Alfredo el ginecólogo y medico de este sitio, los tipos de allá son guardias y ayudantes de este lugar, esto es una mafia, no se trata de drogas ni nada de eso, esto es diferente, aquí es dominantes y sumisas, no te llevan a otro sitio, esto es un lugar muy grande, no sé por qué estas acá, el tipo que te trajo es uno de este sitio, no te puedo responder la última, ¿algo más sr Natalia? - Alfredo.
Mis preguntas ya se resolvían un poco, pero necesito más información ¡de ese imbécil del metro!, aunque tenían más preguntas de este lugar quedo un poco confundida.
(¿¡Sumisas!?, ¿¡dominantes!?, ¿¡que!?, no entiendo nada, ¡carajo!)
- Si muchas gracias, pero podría decirme más sobre el tipo que me secuestro, por favor. - Natalia.
- Lo siento sr Natalia, pero esa información no se la puedo decir disculpe. - Alfredo.
Fruncí un poco el ceño, pero no puedo obligarlo a decirme, lo descubriré por mi propia cuenta, ¿quién es el maldito imbécil que me trajo aquí?, ¿qué es todo ese apodo? "sr Natalia", no me gusta mucho.
- No te preocupes, me puedes decir Natalia. - Natalia.
- Así, claro, lo siento Natalia y a mi Alfredo, bueno creo que ya terminamos, té puedes ir Natalia. - Alfredo.
- Gracias Alfredo ¿puedo llevarme esto? - Natalia.
- Claro que sí, nos veremos pronto Natalia. - Alfredo.
Levantándome del asiento me dirijí a la puerta, un poco confundida tome la perilla para salir.
- Antes de que te vayas Natalia, aquí puedes tener un amigo y puedes confiar en mí. - Alfredo.
- Ah claro, lo pensare, adiós, Alfredo. - Natalia.
Saliendo del consultorio los dos tipos me acompañan a otra puerta, de hecho, más grande que la anterior de color café, me dijeron que entrara y que esperara las instrucciones, ellos abrieron la puerta y entre, me encuentro con muchas mujeres.
**************************
Vi que la chica alta mediana sale de mi consultorio, me senté en mi escritorio imprimiendo los documentos de Natalia, tome las hojas y salgo, dirigiéndome a donde mi jefe, toco la puerta y entro, vi que el jefe está hablando con el tipo que secuestro a Natalia (Alex) me quedo en silencio con los documentos en mis manos.
- Llegaste a tiempo, muéstranos el formulario, Alfredo. - Fabio.
Paso el documento a Fabio, me quedo callado mientras él lo lee, parece demasiado alegre, después de que Fabio lo lee se lo pasa a Alex, terminando de leer, Alex también parece alegre.
- Que buena información Alfredo, escogiste a una gran chica dominante, Alex. - Fabio.
Solo sonríe y suelta una risa Alex al escuchar las palabras del jefe, solo me quedo en silencio hasta cuando me toca mi turno de hablar.
- Alex, no deberías hacerle nada a ella. - Alfredo.
Solo digo esas palabras, al parecer Alex no piensa lo mismo, está muy alegre y con su sonrisa masoquista.
- ¡Por fin!, una nueva sumisa, 22 años y virgen mmm. Me divertiré demasiado con ella. - Alex.
- Alfredo cállate la boca, eso a ti no te conviene estúpido lentes, yo fui quien la vio, mejor guarda silencio, idiota. - Alex.
Alex es un completo imbécil, ¿cómo puede ser tan miserable y pensar de esa forma?, después de eso salí de la habitación, Alex y Fabio se quedaron, solo pienso en que Alex tiene muchos pensamientos sádicos.
¿Qué piensas Alex? ¿qué le vas a ser a esa pobre chica?, aun sigues siendo el mismo hombre desde que empezó esto.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro