Entre todos fuimos marchando hasta la base de los militares que estaba a 10 kilómetros lejos de la ciudad. El mapa que recibí de Liam nos ayudaba a ubicarnos en donde estaban y en donde estaba él.
  Fue necesario equipar muchas cosas y buscar transporte por lo que nos tuvimos que subir a un colectivo. Por suerte el hermano mayor de uno de mis compañeros sabía manejar y se ofreció para llevarnos, aunque no sabía a donde o para qué.

  Viajamos alrededor de una hora, llegamos luego de mucha espera.
  Nos bajamos en una especie de bosque, su vegetación era similar al bosque mi casa, pero su magia era débil. Al alzar la vista, vimos un risco y en la mitad de este había una enorme grita. Con unos binoculares pude ver que esa grita era en realidad la entrada al cuartel de los militares. Pude deducir que la magia que había, eran los restos de la magia de Liam. Si queríamos salvarlo debía ser rápido.

Yo: Liam está en peligro. Prepárate para la operación terrible.

Jimena: Lista ¡Prepárense todos! ¡Vamos a hacer sufrir a unos soldados!

Todos: Siiii. ¿Que?

  Jimena le contó del plan y el verdadero objetivo. No sé si fue por la magia del ambiente, del momento o porque simplemente les gustó. Dudaron al principio pero luego estuvieron de acuerdo firmemente.
  Fue una larga caminata hasta llegar a la base. Una vez ahí, hicieron lo que mejor saben hacer, escándalo. Entraron gritando, llamaron la atención de los hombres armados, y los distrajeron lo suficiente para que pudiera meterme en el sistema de ventilación. Jimena y algunos más inmobilizaron a los hombres más débiles y los incapacitaron. Era increíble ya que solamente somos niños de 10 años más o menos.
  Tuve sumo cuidado de que no me detectaran hasta que encontré la sala de experimentación en donde estaba Liam. Entré sin que me vieran e hice que los adultos se fueran de allí.

Yo: *Susurrando* Liam, soy yo. Ayúdame a ayudarte.

Liam: Luis ¿Donde estás?

  Liam no podía ver por los experimentos que le hicieron. Su única forma de recuperarse era en un bosque. Hice lo que pude. En eso me llamó mi padre y me preguntó dónde estaba.

Papá: Luis ¿Donde estás? Más vale que la respuesta no me cause un infarto o sino...

  En eso se me ocurrió una idea sin igual. Le di mis coordenadas a mi padre y le dije...

Luis: Papá, unos hombres malos con uniforme militar me capturaron a mí y a mis amigos, hicieron experimentos con uno de ellos y estoy tratando de ayudarlo, tu a te dije donde estoy. Ayúdame por favor.

  Colgué la llamada, liberé a Liam y lo ayude a salir pero los malos llegaron justo a tiempo, mi amigo estaba débil pero pudo usar sus poderes para silenciarlos y dormirlos.

Liam: ¿Cuál es el plan?

Yo: Salir sin ser vistos. Mi padre se encargará del resto.

  Lo sostenía mientras me dirigía devuelta al sistema de ventilación. Jimena y los demás usaban granadas de gas para aturdir al comité de bienvenida.