Me jodo la cabeza toda la noche pensando en la estructura de dicho hotel, si bien el terreno tiene el suficiente espacio para hacer una monstruosidad de edificio, también están las peticiones propias de don italiano.

Quiere un hotel de cinco pisos, más el lobby, el estacionamiento y de doscientas cincuenta a trescientas habitaciones.

Es inmenso pero aún así hay detalles que me harán reducir el número de habitaciones, si quiere un hotel lujoso con su estilo italiano tendrá que tener habitaciones a la altura, eso quiere decir que cada habitación requiere un cuarto de baño perfectamente estructurado y siquiera un balcón, el hotel tendra una ecxelente vista a la ciudad y estoy seguro de que cualquier turista agradeceria que dicha vista no le sea negada.

Me muerdo las uñas y miro el espacio en el plano, un hotel, un hotel italiano.

Por supuesto que puedo.

Así que dejó mi mente fluir y duro dos días sumergido en mi burbuja creativa.

He atendido pocas llamadas y comido comida chatarra con tal de no perder mi inspiración, me he encerrado en mi casa y me he negado a distraer mi mente con cualquier cosa.

Hoy finalmente al tercer día lo he citado en la empresa, tengo un plano perfectamente estructurado con mis ideas muy moldeadas al estilo que quiere, aunque la decoración italiana no es mi asunto, solo me encargaré de la estructura del lugar con algunos detalles que grite que es un hotel diferente y con una temática llamativa.

Sobre todo para las mujeres extranjeras a las que les encanta el prospecto de hombres italianos.

No las juzgo. ¿Qué?

Sacudo mi cabeza y doy la vuelta para ingresar el auto al estacionamiento, ni siquiera he venido a la empresa, pero mi padre sabe que necesito concentración una vez estoy en un proyecto, así que después de reprenderme y amenzarme con no darme vacaciones jamas, lo tranquilizó saber que seguiria en el proyecto.

Estaciono, bajo del auto y tomó los planos.

El interior de la empresa me da la bienvenida y la recepcionista me sonríe, camino hacia el ascensor, lo he citado en mi oficina así que está en el primer piso. Espero que las puertas se abran y entro luego que las personas salgan del mismo.

Estoy nervioso, jamás había estado nervioso al presentar un proyecto pero hay algo en ese hombre que me pone los nervios a flor de piel y no puedo evitar sentir que me dara un colapso si cree que mi idea es algo cutre.

Respiro y espero pacientemente que el ascensor se abra en el piso indicado. Salgo de el y veo a Jisoo en su escritorio hablando al teléfono con una sonrisa, es amable incluso por teléfono, tapa la vocina y se dirige hacia mi.

— Buenos días arquitecto, el señor Jeon lo espera en su oficina.- Asiento y le doy las gracias dejándola continuar con su llamada.

Camino hacia mi oficina a unos metros y tomo un respiro antes de girar la manija y entrar al lugar.

Inmediatamente su olor varonil y fresco me invade, mezclado con ese toque de tabaco me marea. Está sentado frente a mi escritorio y no puedo ver su cara pero estoy seguro de que luce jodidamente radiante, porque su apariencia siempre lo es.

— Buenos días Señor Jeon.- camino hacia mi escritorio y finalmente lo veo, lleva una taza de café en sus manos que hasta ahora noto, su camisa está arremandada a sus codos en un color vino, su pantalón negro de vestir está ceñido a sus piernas, siempre lleva cinturones gruesos y prendas brillantes como ese Rolex que adorna su muñeca y esa cadena que guinda de su cuello. Es todo un modelito italiano.

Termina de sorber su café y lo deja en el escritorio, me sonríe y noto que está más descansado de lo que recuerdo, se nota que se ha afeitado, sus mejillas están levemente sonrojadas y su aspecto es fresco y airoso.

— Buongiorno, dolcezza.

Antes de sentarme muevo las cosas del escritorio para extender el plano, el me mira, detalla mi cuerpo y luego dirige su mirada al plano extendido en mi escritorio.

— Bien al punto, me ha pedido un hotel bastante grande con un aproximado de doscientas cincuenta a trescientas habitaciones.- Asiente y cruza sus manos en sus piernas mirándome atentamente.- Me temo que solo podremos trabajar con doscientas habitaciónes.

Frunce el ceño pero me deja continuar.

Bajo mi dedo al plano y empiezo a señalar los diseños del futuro edificio.

— Lobby, contará con un espacio de espera al entrar, un ascensor en el centro y una escalera de emergencias en el lado izquierdo un poco oculta.- Arrastró mi dedo al otro extremo.- Del lado derecho un gran restaurante italiano con el espacio de un bar. - Hasta ahora no dice nada y se limita a ver el plano con un brillo indescifrable en su mirada. - Cada piso contará con cuarenta habitaciones entre ellas suites, cada habitación de concepto sencillo con un cuarto de baño y un pequeño balcón a unos metros del dormitorio, las suites contarán con espacios adicionales, como salas de descanso, baños más amplios y balcones más grandes. A excepción de la suite presidencial en el quinto piso que será más grande que las demás contando con un espacio de concepto abierto donde puede poner un jacuzzi.

Arrastró los dedos al otro extremo, saliendo de lo que será el interior.

» Estacionamiento que rodea el hotel del lado izquierdo, los patios son lo suficientemente amplios para tener alguna atracción en ellos, he pensado en una cancha de tenis y alguna piscina con zona de descanso.

Termino mi explicación una vez señale cada punto importante en mi plano. El está atónito y después de unos segundos levanta la mirada hacia mi.

Veo sus gruesas cejas arrugarse y una pequeña sonrisa en sus labios.

— ¿Has pensado en todo esto en dos días?.- Asiento y me dejo caer en el asiento con una sonrisa, estoy satisfecho con no obtener una respuesta negativa.- Es impresionante.

Susurra tocando aquellos bocetos y puedo ver la emoción palpable con su nueva y futura adquisición.

— Necesito tu confirmación para empezar cuánto antes, es una estructura gigantesca además de que utilizaré a la gran mayoría de albañiles, realmente necesitamos trabajar desde ahora.

— Oh claro, está perfecto Dolcezza, puedes continuar.

Salto de emoción y me levanto enrollando nuevamente el plano con una sonrisa.

— ¡Muy bien! Eh... Debe pagar la mitad para asegurar el trabajo y...

— Lo pagaré todo ahora.

¿Todo? Son miles.

Abrí mis ojos y mis hombros se tensan ante la arrebatadora idea.

— Parece estresado, ¿Le estresa un poco mi proyecto arquitecto?

Lo miro y mis manos hacen a un lado el plano, dejando mis palmas en el escritorio de madera, desde mi posición es más aterrador aún, su camisa abierta da un leve vistazo a ese cuerpo trabajado, puedo ver su pecho musculoso y mi cuerpo se estremece ante la idea de ser follado por alguien de tan grande talla.

El sonríe arrogante y se levanta, le encanta que lo mire demás, le hago subir su ego puedo verlo en sus ojos.

— ¿Necesitas que te ayude a liberar el estrés?

Estoy en mi puta oficina, hay más oficinas a unos metros y una recepcionista allá afuera, pero hay algo en su lujuriosa mirada que me hace cerrar las piernas por instinto y babear.

Estoy seguro de que este hombre es una bestia en la cama, tiene la imagen de un perfecto adonis arrogante de los que te dejan sin caminar correctamente.

Y yo necesito se tipo de atención ahora.

— Te he dado el plano, dame mi placer ahora.

El sonríe, lame sus labios y se levanta.

— Al tuo comando, dolcezza.

Si hay un error lo siento, estoy ciega.

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