Capítulo 24
Y nuestro tiempo se detiene nuevamente. Esa mañana, dos días después de nuestro cuarto mes, lo escucho hablar por teléfono en su habitual idioma italiano.
Lo miro desde atrás, solo lleva pantalones sueltos y camina de un lado a otro hablando exasperado.
Me pregunto que le pasa pero no me acerco hasta que termina de hablar y se tira al sofá bufando.
Solo ahí camino hacia el y me poso delante de el. Me mira, se acomoda en el sofá y abraza mi cintura dándome un beso en el vientre.
— Buenos días dulzura.
— Buenos días.
Se lo que viene, puedo presentirlo.
— Ven amor, tenemos que hablar.- Me guia a su regazo y yo lo hago enrollando mis brazos en su cuello, me da un casto beso y dirige sus manos a mis nalgas dejándolas ahí.- Yo...
— Te tienes que ir.
Me mira luego cierra sus ojos suspirando, no puedo decir nada, sabía que esto pasaría nuevamente.
— Tengo muchos asuntos que resolver cariño, mi madre, los hoteles, es complicado dejarlo todo, si no hago acto de presencia harán lo que quieran, no puedo permitirlo.
Asiento, si bien tiene negocios que atender, también comprendo su punto.
Hasta que mi padre regresó a su puesto en la empresa yo me había vuelto el encargado y es todo un calvario cuando se escapan de tus manos ciertas cosas.
— ¿Cuánto tiempo?
Su mirada me dice que no sabe que responder, está nervioso y tembloroso.
— No lo sabes
— Trataré de hacer todo rápido y volver.
— Trataras.
Sus manos aprietan mis nalgas, está temeroso de mi, como si pudiera destruir todo con palabras por amor a Dios.
— Jungkook ¿Eres un mafioso o algo así?
— ¿Qué? - Su rostro se torna incrédulo y luego estalla en una carcajada que me sacude a mi encima de su cuerpo, ¿He dicho un chiste? - ¡No puedes hablar enserio!
— ¡¿Cómo voy a saber algo así?! ¡Tu no hablas conmigo!
Su risa empieza a bajar de intensidad.
— Faltan varios meses.
— ¿Para qué?
— Para tener esa conversación que tanto anhelas, mientras solo dame un beso y déjame disfrutar de ese cuerpo tan espectacular que tienes.
Me nalguea y salto de la impresión, las pijamas de tela delgada son muy cómodas pero no amortiguan los pinchazos.
Tomó su nuca y lo llevo a mi boca, lo beso saboreo esa rica boca que tanto me gusta, su lengua envuelve a la mía y sus manos aprietan mis nalgas estrujandolas con fuerza, mis caderas se mueven por instinto encima de su polla y me estremezco al sentirlo tan duro como un hierro.
Dejo sus labios aún sosteniendo su nuca, echo su cabeza hacia atrás y me apoyo de mis rodillas, levanto mi camisa y acercó mis pezones a su boca, el me mira con un brillo lascivo y saca su lengua lamiendo mi pezón, este se ha vuelto demasiado sensible los últimos días. Aprieto mi mano en su cabello y el me chupa el pezón con ganas, gimo fuerte dejando caer mi cabeza, sus manos dejan mis nalgas y van a la pretina del pantalón, lo que siento después es como rasga la tela rompiendo el pantalón dejándome desnudo y sobresalto mirándolo.
Me deja de chupar el pezón y encoge sus hombros, es una bomba salvaje, sexy, me encanta tanto.
Alejo mi pecho de su boca, el lame sus labios y yo voy como desesperado a su pantalón intentando liberar su polla, siento que explotare si no la tengo ahora, el jadea pero me deja usarlo a mi antojo, saco su polla la escupo y masajeo antes de sentarme lentamente en el.
— ¡Ay Jungkook si!
El gruñe y yo empiezo mi danza lenta encima de el, se incorpora inclinándose un poco para tomar mi otro pezón entre sus labios, mis caderas se mueven más rápido cuando su lengua traza círculos en mi nueva zona demasiado erógena, y cuando me muerde siento que muero del placer, grito apretando mis piernas y el no lo soporta más. Me toma por los muslos, se levanta conmigo encima y me lleva a la cocina, específicamente al comedor donde deja mis pies en el suelo, me da la vuelta y me recuesta de la mesa, abre mis piernas y me lo mete haciéndome gemir.
— ¿Te gusta que muerda tus pezoncitos mi niño? Están tan hinchados. ¿Estás embarazado dulzura?
Sus manos toman mis caderas y me atrae hacia el, me lo da tan duro que me sostengo de la madera intentando no darme tan duro contra ella.
Su pelvis choca con mis nalgas, es embriagante, es excitante, su mano se desliza por mi silueta y termina en mi cabello, lo toma con fuerza y me endereza, pegando mi espalda contra su pecho, su otra mano se desliza desde mi viente donde se rie al sentirse a su mismo, hasta mi cuello, suelta mi cabello apretando mi vientre y me ahorca haciendome sentir demasiado sofocado y abrumado, me folla con fuerza mordiendo mi hombro.
Gimo duro y me dejó llevar por el orgasmo arrasador, aprieto su polla dentro de mi y el no se resiste dejándome lleno de su tibio semen.
Suelta mi cuello y me abraza desde atrás completamente sudado y extasiado, respira fuerte besando su mordida y mi cuello en el proceso.
Y aunque estoy demasiado agotado no puedo evitar preguntar...
— ¿Cuando te vas?
— Mañana.
Bien, porque quiero su cariño y atenciones por lo queda de día. El sale de mi y me da la vuelta sentandome en la mesa, siento que semen se desliza por mis muslos, llevo mi dedo al lugar y tomo un poco de ello llevándolo a mi boca.
— Descarado.
Sonrió, el se inclina hacia mi y me besa, me dejó besar agradecido con que su boca anhele a la mía, mi hombre me encanta y me hace sentir en las nubes.
Pero no estoy dispuesto a esperar más meses por saber la puta verdad, así que el día se nos va en sexo y atenciones, amo tener sexo con el y también se que me ha llenado de sexo para que pueda quedarme muy quieto en casa sin salir.
No tiene ni idea.
Cuando la mañana llega sus maletas están listas en el suelo, mientras el se alista.
— ¿Todo estará bien? - El se da la vuelta y me sonríe terminando de abrochar su chaleco.
— Quiero saber, ¿Vas a esperar pacientemente por mi?
Asiento, el se inclina y me besa.
— ¿Volverás a mi?
— Siempre.
Muy bien, es todo lo que necesito, realmente es todo lo que quería escuchar.
Aunque...
Después de verlo irse me debato mentalmente, quizás estoy siendo demasiado paranoico, exagerado y para nada confiado.
Miro en mi teléfono aquella dirección.
" Me he encargado de investigar un poco, esto no debería salir de mi boca, necesitas verlo por ti mismo, así que esa es la dirección de tu italiano en Italia, la decisión es tuya".
Taehyung me había confirmado hace días que Jungkook estaba escondiendo algo, era mi decisión, podía esperar meses para saber la verdad o podía darme el golpe de realidad.
Miro el otro mensaje en mi teléfono.
"Señor Park espero este cuidándose muy bien, se ha pasado la inyección por una semana".
Yo decido...
Darme ese golpe de realidad ahora.
Llamo a Taehyung y tras unos segundos su voz se escucha a través de la línea.
— ¿Si?
— Esperaré dos semanas, si no llega en dos semanas, tu y yo iremos a Italia.
Lamento cualquier error.
¿Están listas para el final de la primera parte?
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