Casi cuatro malditas semanas.

Eso ha pasado, estoy bastante cabreado, he ignorado sus llamadas, no quiero hablar con el puto mentiroso italiano.

¿Solo serán unos días? Casi un puto mes en su maldita Italia.

Pero lo peor de todo es que cree que calentandome el oído logrará disipar mi ira incontenible.

Sus "Te extraño dulzura" "Te necesito" "Estoy loco por verte y tocarte" me  valen mucha mierda, si fuera real estaría aquí conmigo.

— ¿Señor Park? - Agito mi cabeza y miro sobre mi hombro, la doctora tiene la jeringa en su mano lista para insertarla en mi nalga.- ¿Está listo?

— Si, lo siento estaba distraído.

— No se preocupe.- Es lo único que escucho antes de sentir el pinchazo y luego el dolor que fluye lentamente como una corriente desde mi nalga hasta mi pierna, los jodidos anticonceptivos inyectables duelen como el demonio.— Listo, pasará en unos segundos.

Estoy acostumbrado así que asiento respiro y me levanto de la camilla casi cojeando.

— Bueno, nos vemos el próximo mes, es usted muy responsable con sus horarios, lo felicito señor Park.

Si bueno lo último que quiero son sorpresitas en pañales, eso sería todo un desastre.

Después de la consulta finalmente puedo ir a la empresa, la obra hasta ahora va muy bien y ya han levantado varias paredes de la planta baja, es increíble en dos meses quizás podrán empezar finalmente con el primer piso y desde ahí serán varios meses más, si corremos con suerte menos de un año, aunque eso sea un poco imposible.

Mi teléfono empieza a sonar y lo tomó sin ver el remitente.

— ¿Si?

— ¿Debo hacer una cita para verte? ¿Acaso hice algo malo para merecer tu desplazamiento?

— ¡Taehyung!

— ¿Dónde estás?

— Camino a la empresa.

— Te espero en mi oficina ¡Y tráeme una puta soda!

Sonrio, me he pasado de la raya, no estuve al pendiente de Taehyung, por estar pendiente del hijo de... Del italiano.

Odio sentir que cometo imprudencias cuando se trata de el, dejo de ser yo y de hacer cosas que... Solía hacer.

Al llegar a la empresa no me detengo y voy directamente a la oficina de mi mejor amigo que posiblemente me arrancará la cabeza.

Es algo estúpido ni siquiera había hecho a un lado a Taehyung en toda mi vida, ha sido un mes realmente extraño es como si apaciguara mis demonios, como si tratara de moldearme a el. ¡Y no quiero ser como el!

Abro la puerta una vez saludo a la recepcionista y Taehyung está demasiado concentrado en su escritorio.

— Una soda fría ¿Quién la pidió?

Levanta su mirada, lleva gafas y eso solo significa que está trabajando y muy concentrado.

— Dame, siento que moriré.

Ruedo los ojos, cierro la puerta y le doy la bolsa con sodas y aperitivos, porque ama comer y más porquerías cero nutritivas como esas.

— Lo siento Taehyung he estado ocupado.

— Lo ví, follandote a un cliente.

Mis ojos se abren y me atoro con la saliva ¿Cómo se ha enterado?

— Los ví, fui a verte bailar y quería que bebieramos algo, bailaste un poco ¿Distraído? Así que cuando termino el show fui por tí pero el entro a tu camerino y luego los ví salir juntos.- Abre la lata de soda y se la lleva a la boca gimiendo con satisfacción cuando el sabor inunda su paladar.- Realmente te entiendo, el italiano está buenísimo.

Dejo caer mi cara en mis manos, ni siquiera quiero hablar del tema, pero me ha llamado para esto, seguramente se ha cansado de esperar que venga por cuenta propia a contárselo.

— No es nada serio, solo es una aventura.

— ¿Yo dije que era algo serio?- Se ríe de mi y deja la lata a un lado mirando el catálogo en sus manos.

— ¿Qué es?

— Muestras de las alfombras para el hotel Italiano.

Mierda.

— Tae... El señor Jeon no quería los servicios de diseño.

— ¿De que hablas? Ha pagado mis servicios, pidió que fuera yo específicamente quien diseñara su hotel, estás muestras han sido mandadas desde italia por un diseñador que me ayudara.

¿Jungkook hizo eso? Jodido problematico hombre.

— Estoy... Wow.

Taehyung baja sus lentes a la punta de su nariz y me sonríe.

— ¿Te gusta?

— Es demasiado pronto para eso.

— Jimin, ¿Cómo te atreves a mentirme? Tu nariz se arruga cuando lo haces.

— ¡Que no estoy mintiendo! Solo la estamos pasando bien, es todo.

— Oh bueno, solo quiero que sepas querido amigo mío y que debes dejar de ser tan imposible con los demás, la vida se te ira mientras tu sigas poniéndote barreras, deja de preocuparte y disfruta realmente.

¿Por qué siempre tiene las palabras correctas? Es terapéutico.

— No voy a enamorarme de el.

— Si aja.

Ruedo los ojos y decido no abordar más el tema, no necesito una charla profunda sobre el , necesito saber cómo está mi amigo y compartir tiempo con el.

Porque cuando la noche llega me veo en la obligación de llegar a mi oscura y sola casa, ni siquiera he tenido contacto constante con mi padre estos días, se que está bien y muy bien acompañado, duro años para superar la muerte de mi mamá y me alegra que sea feliz incluso muchos años después.

Dejo las llaves sobre el mesón de mármol de la cocina y arrastro mis pasos al sofá en la sala, es completamente inestable lo que el y yo tenemos, como un juego.

El gato y el ratón tal vez.

Me pide que deje de bailar, pero el se va y me deja por casi cuatro semanas, dos más que la vez pasada y no puedo evitar sentir angustia al pensar que todo pueda ser así todos los meses que quedan.

¿Se irá cuando el hotel esté listo?

Tampoco soy tonto y mi mente no borra esa llamada, ese tono de voz.

Para no ser importante la tal victoria, parece sacarlo de sus casillas e incluso lo hace ir a Italia inmediatamente.

Debo dejar de pensar en el.

De todas formas estoy seguro de que no es el único hombre que puede hacerme sentir tan... Lleno sexual y emocionalmente.

Aún asi es frustrante.

Paso las manos por mi cara y me levanto, necesito un baño, una pizza, un momento de skincare, alguna película y dormir cómodo y oliendo delicioso.

Llevo una vida terriblemente monótona, aburrida y en cierto modo triste, tras independizarme y trabajar para papá, me he dedicado a ello sin mirar atrás, incluso si al final del día después de bailar quedó en la cama con una mascarilla un nudo en la garganta y jodidamente solo.

Nuevamente escucho el teléfono, su nombre aparece en pantalla y estoy harto de sus llamadas, debe darse por vencido, no quiero hablar con el.

— ¡Deja de llamar! No quiero saber nada de tí.

Cuelgo tirando el teléfono en el sofá, para mí fortuna deja de llamar y puedo respirar tranquilamente, aunque mi mente siga divagando en cosas sin sentido que me hacen sentir vulnerable.

Victoria.

Tengo que dejarlo ir, estoy seguro de que diría algo si fuera así de grande, odio a los hombres casados que actúan como si no lo fueran, si Jungkook tuviera una pareja entonces debería haberlo dicho ¿No? Además sus actitudes no coinciden con las de un hombre enamorado o enlazado, es un saco de romanticismo con un toque de dominación que jodeeer. Debo dejar de pensar en esas cosas que me hacen sentir tan expuesto.

El dijo que no era importante, y yo le creo.

No tiene un anillo.

No importa igual ni siquiera somos una pareja y estamos lejos de serlo, quiera o no el día de que nuestra aventura acabe llegará y para entonces me encargaré de que mi corazón no esté involucrado.

Es lo mejor.

Lamento cualquier error.