Su confirmación nunca llega, no recibo un correo suyo, al contrario el único correo que recibo es de su asistente informándome que mi proyecto ha quedado en manos de otro arquitecto por petición del mismísimo Park Jimin.

Soy irracional, soy un hombre desesperado y jodido.

Y eso me lleva al momento que estoy viviendo justo ahora, porque mientras lo veo bailar yo pienso en todas las locuras que estoy cometiendo por el. Enloquecí al verlo bailarle a otro hombre, insinuandole que su cuerpo es cualquier cosa que puede tocar y besar.

¿Quién se cree ese hijo de puta coreano? ¿Tocarlo, besarlo? Que bese al doctor que le coserá la cabeza.

Y si me he metido en problemas, pero nadie va a tocarlo. Nadie.

El parece no saber que soy yo quien lo mira y eso me enoja aún más, es que cree que está bailandole al hombre.

¿Tanto lo desea?

¿Cómo se atreve a rechazarme, a dejar mi proyecto y encima bailarle a un extraño?

Park Jimin me está sacando de mis casillas y estoy tan lleno de furia, de celos, de locura que no se de dónde sale esa parte de mi. ¿Es mi Karma?

Fumo un tabaco, lo hago cuando estoy demasiado estresado, miro como se mueve, como se exhibe y es realmente precioso, Jimin lo sabe, sabe lo hermoso, sexy y provocativo que es.

Me jode pensar que lo tengo tan cerca y al mismo tiempo tan lejos.

Termino de fumar, dejo el tabaco a un lado, una mujer me ha traído agua, no importa que tan desesperado este, no importa lo frustrado o molesto que este yo simplemente no beberé ni una gota de alcohol. Nunca lo he hecho y nunca lo haré esa mierda destructiva no es lo mío.

Pero mi destrucción en persona se ve muy contento con el espectáculo que me ha dado en ese tubo y se acerca moviendo sus caderas hacia mí. Quiero que siga jugando sin saber que soy yo realmente quien está aquí.

Quiero saber a dónde es capaz de llegar, sobre todo antes de la reprendida de Nam por haber hecho un show de gran magnitud en el negocio de su pareja.

Se sube encima de mi, empieza a moverse en mi regazo con sus profesionales movimientos ¿Hace esto todas las noches en este lugar?

Me vuelvo loco con solo pensarlo.

No le dejo ver mi cara y dejo caer mi cabeza hacia atrás, aprieto mi mandíbula, no puede ser que me esté excitando, esa siseando cuando roza conmigo y mueve sus caderas de una manera tortuosa.

Mis manos cobran vida, van a ese culo exhuberante pero delicado que tiene, se puede notar por encima de la ropa pero no exageradamente, el tiene la proporción perfecta de cada parte de su cuerpo.

Y cuando siento que sube de nivel la música para y el jadea esperando verme, claro que lo dejaré verme.

Así que cuando fijo mi mirada en la suya el abre exageradamente sus ojos, se queda perplejo y luego intenta safarse de mi agarre en su culo. Oh pero si fuera aquel hombre estaría encantado ¿No?

Aprieto mi mandíbula mientras veo el desconcierto en sus ojos.

— ¡Suéltame!- Su grito llega a mi pero refuerzo el agarre en sus nalgas, no lo voy a soltar.

— ¿A quién esperabas, eh? ¿A ese maldito al que has seducido frente a tantas personas?.-  Sueno estúpido, no vine a este lugar a reclamar algo así, pero me es inevitable después de verlo.

— Pues si, esperaba a ese hombre para bailarle y luego clavarme su polla hasta los putos intestinos ¿Algún problema?

Maldita sea.

Me ciega, si antes me sentía colérico ahora voy a explotar, agarro su cintura me levanto con el rodeandome con sus muslos y lo llevo al pequeño escenario donde ha bailado, no se que haré, no se que esta pasando por mi mente, lo único que tengo claro es que me ha sacado de mis casillas, realmente lo ha hecho.

Pero no sé lo mostraré, por lo tanto con burla le digo que tal hombre no llegará porque lo he enviado al hospital de un botellazo.

— Suéltame pedazo de maniático! ¡ESTÁS LOCO!

— ¡Tu también! ¿Cómo te atreves a abandonar el proyecto y referirme con otro arquitecto? He pedido que mi proyecto sea hecho exactamente por ti.

— Me importa una mierda, no voy a trabajar con alguien tan arrogante como tú.

Alguien como yo.

Alguien como yo.

No sabe un carajo de mi, me tilda de arrogante, no soy un arrogante, no es mi verdadero yo todo lo que ha visto de mi, no sabe cómo soy en realidad, no sabe nada de mi vida y sus palabras nuevamente me han dejado fuera de base.

¿Por qué has sido tu Park Jimin? He venido a corea por el hotel Pero desde que ví su foto yo... Todo a girado en su entorno.

— Alejate de mí, Señor Jeon está pasando una linea.

Mis ojos vuelven a los suyos, debería alejarme, debería dejar su vida en paz, pero no quiero hacerlo, realmente no quiero hacerlo. Cuando toco su sexo veo como se sorprende, Pero más allá de la sorpresa en su mirada el... Realmente quiere esto.

Lucha por quitar mis manos Pero sus pupilas están dilatadas y el está tan erecto que sus actitudes y sus anhelos no van de la mano.

Entonces me arrodilló frente a el, necesito que el vuelva al proyecto de la manera que sea, necesito que lo haga, incluso si tengo que dar más que solo mi dinero para que así sea.

De un tirón quitó su pantalón, el jadea, deja de luchar y ahora se dejará llevar por mí.

Tiene unas piernas preciosas, las beso disfrutando su textura, disfrutando mucho como se eriza ante mi tacto, mis manos recorren su piernas al mismo tiempo que mis labios, Jimin es una dulzura, es el elixir mas delicioso que existe.

Y aunque quiero que sea solo mío no puedo obligarlo cuando no puedo ser solo suyo por ahora.

Jamás le había hecho sexo oral a ningún hombre, mi sexo no era igual, se basaba en mi placer, en coger duro para sentir que tenía el control por lo menos en ese aspecto.

Pero ahora estoy arrodillado frente a mi chico chupandole la polla y pidiéndole que no abandone mi proyecto, porque realmente lo necesito como nunca he necesitado a nadie.

Sus gemidos me dan el mejor placer auditivo, levanto sus nalgas metiéndolo de lleno en mi garganta, mis dedos tientan su entrada palpitante, los dejo ir el arquea su espalda gimiendo tan duro que ya me imagino la paja que me espera en el hotel.

— Acepta mi proyecto dolcezza, voy a hacerte venir así de rico muchas veces. forza, fallo.

Dejo de chuparlo y miro como se regodea de placer, gime, aprieta sus manos, sus piernas tiemblan y cuando llega al orgasmo, su cuerpo se contrae con un grito que me eriza, creo que mis boxers están llenos de semen sin haberme tocado.

Me inclinó hacia el, veo como respira con fuerza, lamo su abdomen y me llevo su deliciosa escencia en mi boca, mi chico me mira, se ha sonrojado y su mirada brilla como nunca antes.

— Eres un desastre.- Quiero besarlo, quiero besarlo tanto...- ¿Y bien?

— Lo tienes, pero yo quiero esto, y no puedes negarmelo nunca.

Firmo mi sentencia, es lo único que me mantendrá cerca de el, es lo único que necesito para finalmente liberarme de la jodida vida italiana.

Lamento cualquier error.