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Capítulo 15

Estoy pasmado, mientras el agua cae por mi cuerpo mi mirada está en las baldosas blancas del baño.

Tengo pensamientos inquietantes que lo rodean y sigo preguntandome ¿Por qué no quería hacerlo? Lo ha disfrutado pero aún así siento que está desconcertado, lo supe cuando se levantó una vez se aseguro de que yo estaba bien.

Cierro los ojos y levanto la cara dejando que el agua caiga por mi rostro, mi cuerpo siente un hormigueo y a pesar de que me duele un poco, estoy ansioso por tener más de el.

— ¿Está buena el agua? ¿Necesitas algo?- Su voz me trae a la realidad, miro a través de las puertas corredizas pero no está en el baño, me habla detrás de la puerta.

— ¿Quieres averiguarlo?

Soy descarado, demasiado quizás, pero necesito llegar al fondo de mi incertidumbre o mi cabeza explorará por pensar demasiado.

— Entraré.- Me doy la vuelta y espero pacientemente por el, escucho como abre la puerta y luego sus pasos, hasta que ese cuerpo alto y tonificado queda frente al mío. Entonces levanto la mirada y su sonrisa me descoloca.- Estás todo mojado, dejame ayudarte a quitar mi rastro de tu piel.

¿Qué? Ni loco.

Retrocedo y no dejo que su mano me alcance.

— ¿Por qué? - Frunce el ceño y da un paso adelante.- Quieto Jeon.

— ¿Qué tiene de agradable estar lleno de semen? Dejame ayudarte.

— No me respondas con otra pregunta, ¿Por qué actúas así? ¿Qué sucede con el sexo?

El respira profundo, levanta su cara y se mete bajo la regadera, toma mi cintura y me pega a su firme cuerpo.

— Soy apasionado, quería formar parte de tu vida de una manera única y excepcional, cuando agregas el sexo pasa a ser una parte importante y fundamental de una... De cualquier tipo de unión, no quería que esto dependiera del sexo ¿Lo entiendes?

Creo entender.

— ¿Qué buscas de mi?- Sus manos bajan a mis nalgas y aprieta mi piel abriéndolas para que el agua limpie los rastros de semen que ha dejado.

— Quiero formar parte de tu vida.

— ¿De que manera? No quiero una...

— No quieres una relación, no quieres nada sentimental, lo sé solo busco tu compañía, estoy solo en este país me has llamado la atención, es todo, solo quiero estar a tu lado de la manera que sea.

Su dedo entra en mi, mis manos se aferran a sus hombros y gimo cerrando los ojos. Está limpiandome por dentro.

— Hombre déjalo, quiero que se quede ahí.- Consigo murmurar metiendo mi cara en la curva de su cuello y el saca su dedo dejando ambas manos en mis nalgas.

Nos quedamos un minuto en silencio mientras el agua nos toca, su respiración es calmada y sus manos calientes tocan mis nalgas.

— Eres precioso.

Suspiro dejo un beso en su cuello y levanto la cara mirando la leve barba que le ha empezado a crecer, paso mis dedos por la misma y el no deja de mirarme con esos pozos sumergidos en oscuridad.

— Deberíamos cortarla, me gusta ver tu cara limpia, te hace ver más... Guapo.

Su sonrisa es arrebatadora y asiente.

— ¿Quieres quitarla?

— Si.

Me da una leve nalgada y se aleja de mi saliendo de la ducha hacia los muebles de madera que adornan el lavabo, en sus manos toma una espuma para afeitar y una afeitadora, se acerca a mi, me da ambas cosas y vuelve a tomar mis nalgas pegandome a su cuerpo.

No soy consciente de lo que estoy haciendo, mientras sonreímos y compartimos un momento tan íntimo fuera del sexo, no pensé que podía caer tan profundo por el, incluso si somos prácticamente desconocidos, me siento...

Me siento muy a gusto.

Y así pasa un mes entero.

Jeon se ha vuelto parte de mi vida, una placentera y agradable parte de mi vida.

Mientras miro los avances de la estructura, las enormes vigas han sido colocadas y el piso está siendo rellenado para poder iniciar con las paredes, tengo a más de quince albañiles en esto. Los primeros días se basaron en las tuberías y electricidad que estaban debajo del suelo y que se extenderán por todo el hotel, no es sencillo ni siquiera se si podré tenerlo listo antes del año pero realmente lo estoy intentando.

Mientras miro como trabajan me doy cuenta de que lo hacen perfectamente bien y yo debo escoger las baldosas que irán en los baños. Mi teléfono suena y veo su número reflejado en pantalla.

Dolcezza.

— Señor, ¿Está usted ocupado ahora?

— Para ti, no. Estoy completamente libre.

— Muy bien porque debe escoger las baldosas que se usarán en los baños del hotel. ¿Lo veo en la empresa?

— Ahí nos vemos.

Lo curioso es que el sexo de verdad es algo mínimo entre nosotros, a pesar de que ese hombre me pone al mil, siempre consigue otra distracción que evada mis putas ganas.

En un mes hemos tenido sexo dos veces y una de esas fue la primera vez.

Las cenas juntos no faltan, los encuentros y paseos por la ciudad tampoco, se ha vuelto algo demasiado casual y sorprendentemente me siento cómodo con eso.

Sin embargo, no es lo que buscaba exactamente.

Me hace sentir acompañado y alegre, pero no deseado y eso es jodido para alguien que disfruta tanto del sexo como yo.

¿Soy demasiado quisquilloso? Si.

Dejo la obra a manos de uno de mis chicos y me voy al auto, quitó el casco protector de mi cabello y lo sacudo, ha crecido un poco y cae ligeramente por la frente como una mata de cabellos castaños.

Tomo rumbo a la empresa y en el camino me dedico a pensar en los últimos momentos de mi vida y...

No he ido a bailar.

Mierda.

Necesito llamar a Jin, necesito explicarle que he olvidado ir, que cierto hombre me ha mantenido ocupado con sus cenas extravagantes y no es que me molesten, realmente me gustan, pero estoy dejando tanto de mi a un lado que me da miedo lo que está pasando.

Jeon esta cambiando mi vida.

¡Y no de la manera que me gusta! Me está haciendo a su manera.

No, no,no.

Me invaden los pensamientos pero finalmente consigo llegar a la empresa, estoy un poco frío con las conclusiones de mi cerebro y me mantengo callado mientras me dirijo a mi oficina.

Ha pasado el tiempo y no me he dado cuenta de esas cosas hasta ahora ¿Es que acaso soy imbécil?

Y no es una mierda sentimental, no es amor ni un romance, es su compañía que llena de alguna manera mi vacío pero mantiene otro abierto, no es cien por ciento lo que deseo y no había sido consciente de eso hasta hace unos instantes.

Cierro la puerta de mi oficina ignorando a Jisoo, estoy nervioso y necesito sentir que tengo nuevamente el control de mis decisiones.

Busco mi teléfono y llamo a Jin.

— ¡Mi algodon de azúcar!

Siento mi respiración volver a la normalidad y ¡Dios! Soy un exagerado.

— ¡Jin! ¿Cómo has estado? ¿Como han estado las cosas?

— Muy decadentes sin tí, lo sabes, ¿Que sucedió, eh? ¿Alguien especial?

¿Es alguien especial?

— ¡Que dices! Te he llamado para decir que iré hoy, quiero... Ya sabes, sentirme...

— Un puto deseado, ¡Ese es mi chico! Preparare un traje espectacular.

— Gracias Jin.

— Nos vemos.

Si, necesito hacerlo, vamos no es nada no somos una pareja y solo compartimos la compañía del otro, puedo continuar con mi vida sexual mientras el no quiera hacerlo conmigo, no soy un adolescente, disfruto su compañía pero mi cuerpo también anhela no sentirse tan... Solo.

Escucho la puerta ser tocada, me siento nervioso asi que tomo asiento y le doy el permiso que necesita para ingresar a mi oficina.

Su presencia es increíble, está tan fresco y varonil como tanto me gusta, es un hombre en todo el sentido de la palabra y el lo sabe.

Se sienta frente a mi con una sonrisa y yo se la devuelvo.

— ¿Cómo van las cosas en la obra?

— Muy bien, están terminando el relleno del piso, así empezarán con el primer piso.- El asiente y se cruza de brazos.- Bien me ha llegado esta carta con muestras.

Se inclina hacia mi y la cadena dorada en su cuello se asoma por los primeros botones sueltos de su camisa. Trago grueso y abro la carta de nuestras.

— Suponiendo que la decoración se base en tonos crema con detalles dorados, más los cristales, candelabros y el alfombrado en color vinotinto, te recomendaría que los baños sean de colores claros, quizás un crema claro.

El asiente mientras mira los trozos de baldosas.

— Algo como esto.

Miro el trozo de baldosa, es de color champagne, rugosa con pequeños detalles, es perfecta.

— Si, exactamente así.

El sonrie y yo tomo nota del encargo para que puedan ser enviados pronto.

— Te invito a cenar, he encontrado un lugar cerca de....

— Hoy no podré, lo siento.

Frunce el ceño y me mira extrañado.

— ¿Algún plan?

Me siento nervioso, no sé porque carajos pero tengo la necesidad de no decirle la verdad ¡Carajo!

— Saldré con Taehyung.

— Ah, tu amigo.- Siento su tono molesto pero no digo nada más.- Bien, supongo que está bien. 

Necesito el orden de mi vida.




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