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Capítulo IV

— ¡Por los Dioses! ¿Quieres hacer el favor de quedarte quieto? — Gritó Ayleen sobresaltándolo.

Chase miró a su hermana y se dio cuenta que estaba en medio del salón.

¿Cuándo se había levantado de la mesa?

—Lo siento— Volvió a sentarse pero sus pies siguieron moviéndose, creando una mala melodía con el suelo.

Ayleen sonrió.

— ¿Qué te preocupa tanto? Solo es la fiesta de compromiso.

Chase suspiro.

— Te lo dije, en un arrebato dije una tontería e invite a Loick, ahora no sé qué hacer si el bastardo va a la fiesta.

— Y yo te dije por ese motivo la ceremonia será aquí y ahora estarán mis guardias, la seguridad aumentará, si intenta hacer algo lo detendremos... de todas formas no sabía que ese sujeto estuviera detrás de Janick.

— ¿Por qué crees que me comp... — Cerró la boca a tiempo y se tragó la pregunta «...Comprometí con el mimoso?»

— ¿Comp, qué?— Preguntó su hermana.

— ¿Por qué....crees que estoy tan nervioso?

— No era eso lo que ibas a decir.

— Iba a decir "complicado" pero creí que nervioso era más adecuado — Mintió y retuvo el aire, su hermana lo miró unos segundos y luego suspiró.

— Si, nunca has sido bueno con las palabras.

— ¡Hey! No necesito esos ánimos.

— No te estaba animando.

— Joder, gracias, entonces.

— Solo cálmate, todo estará bien, y después de anunciar la boda pueden actuar tan acaramelados como quieran.

«Eso» era lo otro que le preocupaba, actuar con su familia era una cosa, actuar para todos era distinto.

Miró a su alrededor para distraerse, los sirvientes arreglaban los últimos detalles.

La ceremonia de compromiso sería en el reino de Arysta, a solo pocos kilómetro del reino de Krusma. La cercanía era por el comercio, pero había facilitado muchos las cosas entre sus frecuentes visitas de un reino al otro, Chase recién se dio cuenta que esas visitas siempre era de él a Krusma para visitar a Corey -y molestar a Janick de paso- esa idea dio vueltas en su cabeza unos minutos, hasta que la voz de Mathis lo interrumpió.

— ¿Qué es este aire tan tenso?— Dio un casto beso a Ayleen y se sentó cerca de ellos.

—Chase está nervioso— Dijo Ayleen con una sonrisa—, y no sé si esto es tierno o solo divertido.

Esa fue la gota que rebalsó el vaso, estaba con mil problemas en su mente, el miedo a que Loick hiciera algo -sobre todo a Janick- , con un matrimonio que nunca planeó pisándole los talones, sentimientos que no comprendía confundiendo su mente y ahora, su hermana se reía de él.

Se levantó enfadado.

— Bien, ríete, al fin y al cabo siempre soy un chiste para ti— Salió enfadado del salón y fue al balcón.

No había querido decir eso, pero no pudo evitarlo, odiaba como su hermana veía todo de un lado divertido y chistoso, era buena en el trono, igual que Mathis, pero siempre que algo le preocupaba aligeraban el ambiente riéndose de él.

Se quedó mirando el paisaje intentando calmarse, la ceremonia cambiaría su vida, lo sabía. Era solo para ayudar a su amigo, solo para frustrar los planes de Loick, solo para salvar al mimoso, pero sentía que nada sería lo mismo después de esta ceremonia, para bien o para mal este trato iba a cambiar su vida y no podía evitar estar inquieto por eso, odiaba los cambios.

Unos minutos después sintió a alguien a su espalda, sabía quién era pero no se giró.

—Lo siento— Susurró su hermana—. Sé que esto debe ser importante para ti, sabes que me gusta tirar bromas y reír para hacer sentir cómoda a la gente... no siempre resulta—Se puso a su lado y dio palmadas en su hombro—. Es normal que estés nervioso, va a ser un paso para tu futuro matrimonio.

"Uno falso" Pensó. Últimamente su mente se llenaba de todo lo que podía salir mal, había investigado al consejo y las pruebas parecían complejas, un error podría echarlos al agua y condenar al mimoso.

"No, no puede salir mal, no puedo dejar que Loick lo tenga"

—Yo lo siento, no quise decir lo que dije, sabes que reaccionó mal cuando me siento aprisionado o muy inquieto.

—Realmente debes amarlo para estar así de nervioso, nunca te vi así.

Chase suspiró, su hermana había intentado sonsacarle el cómo había comenzado su romance con Janick con frases indirectas, la mayoría no se daría cuenta pero él la conocía.

—Es el mimoso— Susurró, últimamente esa frase funcionaba, a cada pregunta respondía eso y su hermana sonreía.

Hoy no fue la excepción.

— Sí, él es especial.

Chase suspiro, agradeciendo los encantos de Janick, se había ganado a su hermana y a Mathis como ningún negociador lo había logrado.

— Por cierto— Ayleen lo miró con sonrisa cómplice— ¿Quien se confesó primero?

Chase abrió los ojos y comenzó a pensar una mentira, sabía que un día llegarían las preguntas pero ¡Cielos! ¿Tenía que ser hoy? Estaba demasiado nervioso como para pensar en algo.

—Reina, príncipe—Interrumpió un sirviente—. El reino de Krusma ha llegado.

Chase dio un suspiro aliviado y fue a la puerta mientras su hermana agradecía al sirviente.

Bajó rápidamente sus escaleras y vio a Mathis estrechando la mano de Sly. Janick estaba entre Corey y Glenn, y no era justo. No parecía ni la mitad de nervioso que él, eso le dolió un poco.

"Estoy comiéndome las uñas por anunciar nuestro compromiso y tu está como si nada"

Después de reflexionar esa frase se dio cuenta que no había razón para pensar así, mejor dicho no había verdadera razón para nervioso dado que el compromiso ni siquiera sería real.

Llegó al primer piso al tiempo que Mathis terminaba de saludar a Meg y se quedó inmóvil, un momento, sin saber qué hacer.

—Uh...hola, llegan temprano—Mordió su labio por la estúpida frase, pero vio sonrisas en la familia de Janick así que agradeció que su estupidez pudiera pasar como unos nervios por la ceremonia de compromiso.

Todos saludaron y vio a Janick dar un paso vacilante, luego miró a Corey y al asentimiento de éste, dio los pasos faltantes y lo abrazo.

Como siempre no podía evitar la parálisis -de segundos- que sufría su cuerpo y luego el calor que lo recorría de pies a cabeza cada vez que Janick lo abrazaba.

Apenas logró reaccionar movió sus brazos y aparento un abrazo cariñoso, escuchó el ruido de los pasos de su hermana reuniéndose con ellos.

— ¿Cómo estás?—Preguntó al mimoso.

—Bien, nervioso, pero bien ¿Y tú?.

Que el mimoso también estuviera nervioso lo hizo sentirse menos estúpido, al parecer era mejor ocultando cosas de lo que creyó.

— Igual.

Tragó sin saber qué más hacer, la idea de lo que quería hacer paso por su mente, pero se contuvo, si había necesidad de un beso debían guardarlo para cuando fuera necesario, o Corey iba a matarlo.

O eso estaba pensado.

Como siempre su mente y su cuerpo discutieron, mientras su mente pensaba su cuerpo había elevado el mentón del mimoso para que se miraran de frente.

Reaccionó a tiempo para no hacer una locura. Detuvo sus labios en el puente de la nariz del menor, depositando un pequeño beso allí. Vio los grandes ojos azules mirarlos sorprendidos, pero luego sonrió y sus ojos brillaron alegres. Acostumbrado a ser mimado, Janick no encontraría mal ningún beso mientras fuera algo que pasara por fraternal. Eso fue un alivio, porque no sabía como explicar lo que hizo.

"Pero casi no lo hago así, ¿Qué demonios iba a hacer? Fueron los nervios, son los jodidos nervios, ya no sé qué debo y no debo hacer"

Contento de tener algo a que culpar elevó la mirada a todos los presentes y se dio cuenta, horrorizado, que eran el centro de atención. Meg, Mathis y su hermana lo miraban con ternura, Sly y Glenn elevaban las cejas sorprendidos, pero no cuestionaban nada. Y Corey, bien, si las miradas mataran estaría enterrado en este mismo momento.

— ¡Bien! ¿Por qué no ven como quedo el auditorio?— Dijo Ayleen distrayendo a todos—. Lo arreglamos lo mejor que pudimos, después de todo es para anunciar la boda de mi hermano.

Guió a todos al auditorio, Janick no se movió de su lado, en algún momento ambos se acomodaron para que el brazo de Chase medio abrazara al mimoso, esperaban seguir a los demás, pero cuando Corey paso por su lado se separó del grupo avisando que iría después, supo que había problemas.

Se quedaron de pie, mirándose, Janick entre ellos sin entender qué pasaba. Ninguno habló hasta que todos estuvieron fuera de vista.

— ¿Es seguro hablar aquí?—Preguntó mirando alrededor.

—No— Chase quería mentir y decirle que no había lugar seguro para escapar del que ya sabía sería un regaño—. Vamos al balcón.

Cuando llegaron al balcón, los tres estaban en silencio, Janick corrió a la baranda y se inclinó para ver el paisaje. La vista de Chase vagó, involuntariamente, por el cuerpo del mimoso, tenía que reconocerlo, podía aparentar menos edad, pero su cuerpo estaba más que bien proporcionado. La palmada poco amistosa de su costado lo obligó a apartar la vista.

— ¡Auch!

— Agradece que no te golpeo en la cara, y solo es para que el anuncio salga bien.

— ¿Por qué estás enojado?— Preguntó Janick preocupado.

— ¡¿Por qué?!— Corey parecía alterado—. Él iba a...—Se calló un momento dándose cuenta que estaba hablando con Janick, su muy querido hermano menor y calmó su voz—. Él no tenía por qué besarte, un pequeño abrazo hubiera sido suficiente para la farsa.

—Tú también besas mi nariz— Janick frunció el ceño como intentando comprender el problema.

Chase abrió los ojos y miró a Corey. Cuando Janick había dejado pasar el beso en la nariz había creído que era porque Meg, su madre, lo hacía...pero ¿Corey también? Eso era un poco divertido.

Podía imaginar a Corey besando la cabeza e incluso frente y mejillas del mimoso, lo otro era demasiado tierno para alguien de actitud tan seria como Corey, aún con su complejo de hermano.

Corey lo miró de reojo y juró ver un poco de rubor en las mejillas, una risa casi se le escapa.

—Soy tu hermano.

—Lo sé— Janick inclinó la cabeza pensando, y Chase encontró eso extrañamente tierno—, pero para la farsa él será mi esposo, si no puede besar mi nariz nadie creerá que es verdad....

Corey apretó los labios, y Chase supo que no quería gritar y asustar a su hermano, mucho menos decirle y hacerle darse cuenta que el beso había tenido otra intención, intención que Chase no reconocería y que solo Janick podía pasar por alto.

"Pareja perfecta" No pudo evitar pensar.

—Bien, está bien, Janick tiene razón—Se giró a Chase—. Nada innecesario, te estoy mirando— Salió de allí a paso rápido.

— ¿Por qué está alterado?— Preguntó Janick preocupado. Chase lo sabía pero mintió:

—Déjalo, está más nervioso que nosotros.

─── ❖ ── ✦ ── ❖ ───

Loick no se presentó y eso alivió a Janick, mientras él no se presentará todo estaba en orden, lo demás era solo actuar.

Corey y Glenn lo habían ayudado a darse cuenta que su actitud cariñosa pasaba fácilmente como amor inocente a los ojos del resto de la gente, ya que en las fiestas mensuales de los reinos nunca había actuado como él era realmente y solo su familia y amigos cercanos del reino conocían su actitud, nadie cuestionaba nada.

Era fácil actuar cariñoso con Chase, después de todo él estaba salvándole el pellejo, lo difícil era evitar abrazar a su familia, pero después de un rato se dio cuenta que podía hacerlo.

Comió un pequeño bocadillo y se giró dándose cuenta que Chase no estaba,

Busco alrededor y lo vio en un rincón hablando con algunos nobles. Titubeó un poco, si fuera una fiesta familiar y a quien buscaba sus hermanos o padres no habría dudado en correr y abrazarlos, pero era Chase y aunque intentaba evitarlo seguía recordando el empujón que lo había hecho sentir humillado y confundido.

Y entonces Chase se giró como buscando algo, y cuando lo vio sonrió, no era la típica sonrisa burlona, sino una extrañamente tierna que hizo que su estómago diera un vuelco, movió su mano a su estómago rápidamente, preocupado de que algo le hubiera caído mal, y se alejó de la mesa, tal vez era mejor no comer más bocadillos por el momento.

—Ya va a ser hora— Habló Corey desde detrás de él, asustándolo—. Lo siento, no quise asustarte.

— No pasa nada, estoy distraído.

Corey caminó un poco hacia el estrado y Janick lo siguió.

—Chase hablara, lo hará bien, reacciona bien cuando hay presión y mucha gente— Corey habló mientras caminaban—, pero no esperes que hable frente a una muy pequeña multitud porque se le traba la lengua, no sé porqué pero así es-Se encogió de hombros—. Más de veinte personas y es todo un orador, un grupito y hace el ridículo.

Janick rió.

— ¿A ti nunca te ha pasado?

— ¿Trabarme frente a una multitud? Nunca, padre insistió en practicar para controlar los nervios....lo sabes, tú también tienes esas clases.

Janick asintió e iba a decirle que sería buena idea que Corey tomará clases para controlar la rabia, pero prefirió callar. Ya hablaría después con Corey sobre sus arranques de ira.

—Te digo esto por el consejo de ancianos, son pocos, y algo me dice que si dejamos eso en manos de Chase no podremos hacerlo bien, he estado investigando, hay una prueba que es difícil, lo demás es solo actuar.

—Oh...supongo...que yo puedo hacerlo.

—Lo harás bien, tendremos todo lo suficientemente planeado para que todo salga bien.

—Ya va siendo hora— Se escuchó la voz de Chase haciendo respingar por segunda vez—. Lo siento.

—No pasa nada.

—Recuerda— Corey puso su rostro más serio—. La boda es pronto, solo habla si puedes evitarlo, sé que te pones nervioso, y no hagan nada innecesario— Con la última frase frunció el ceño hacia Chase, quien dio un corto asentimiento de cabeza.

— Vamos arriba, mi hermana ordenara silencio en unos segundos— Chase tomó su mano y caminaron al estrado, subiendo la pequeña escalera.

Allí, en el estrado, frente a toda la gente, Janick se dio cuenta que eran muchos más de los que creía, deberían ser mínimo unas quinientas personas, sus manos se movieron inquietas por su ropa. Agradeció estar vestido normalmente, claro, era formal, pero no un maldito traje.

Una fuerte voz habló desde un rincón.

—Su majestad, la Reina Ayleen y su esposo, el Rey Mathis les piden silencio.

La multitud se calló rápidamente, y Janick vio maravillado como la gente miraba con respeto a los reyes de Arysta, él quería que la gente de Krusma viera así a sus padres, claro, había respeto, pero no se comparaba con los de Arysta.

Ayleen y Mathis estaban en unas sillas reales a la derecha del estrado, desde donde disfrutan los espectáculos del auditorio.

— Les pido que miren el estrado, y escuchen con atención esta noticia.

La mayoría más o menos sabía de qué era la ceremonia, sobre todo los de Krusma que habían asistido a su fiesta de mayoría de edad, pero otros solo sabían que Arysta iba a hacer una celebración especial.

Los ojos de todos se giraron hacia ellos, y Janick tragó nervioso. Miró de reojo a Chase y se sorprendió de verlo con una postura cómoda, como si no viera mil ojos o más mirándolo, o tal vez, había algo en ser observado que lo hacía actuar así.

Chase esperó unos segundos antes de hablar, cuando lo hizo, su voz salió fuerte y clara.

— Pueblo, y hablo tanto para los de Arysta como para la gente de Krusma, hoy es una celebración importante para ambos reinos, hoy es el día oficial en que anuncio mi compromiso. Yo, príncipe de Arysta, he decidido unir mi vida con Janick, príncipe de Krusma.

Unos pocos murmullos asombrados seguidos por aplausos llenó el auditorio, aun así, Janick distinguió en los ojos de una buena cantidad de gente, desaprobación e incluso disgusto.

El miedo de ser despreciado lo llenó, lo que menos quería era formar parte de un reino donde su pueblo dudara de él, la comprensión de que tal vez ellos lo despreciaran no por ser dos hombres, sino porque era un extraño entrando al reino más poderoso del mundo lo hizo olvidar sus nervios.

Sabía que para cada pueblo era difícil aceptar los compromisos de su familia real, formar uniones con otros reinos los llenaba de duda, él lo entendía, se sentiría igual si alguien de otro reino repentinamente obtenía cierto poder sobre el suyo.

Chase iba a seguir hablando, pero el reproche en esas miradas, que venía en gran parte de la gente de Arysta, quitó su nerviosismo y lo impulsó a hablar.

— S-sé que muchos no me conocen, no suelo presentarme en las fiestas reales— Vio a Chase sorprendido que parecía no saber si interrumpirlo o no, y también divisó a su familia. Todos parecían sorprendidos, pero lo animaban, excepto Corey, que tenía el pánico escrito en toda su cara—, pero me gustaría poder llamarlos mi pueblo, no puedo asegurar hacer un bien a ambos reinos, pero sí puedo asegurar que cuando Arysta se convierta en mi gente, dedicare mi vida en su bienestar— Unas miradas de disgusto desaparecieron, y eso lo animó a seguir—. Para Arysta: no quiero que este compromiso los haga sentir obligados de aceptarme como parte de este reino, les invito a que evalúen mis acciones ustedes mismos, recién, hace pocos días, he cumplido mi mayoría de edad, recién entró a formar parte de este mundo, y puede que sus propias observaciones me ayuden a avanzar, no quiero inmiscuirme de más en su reino, no piensen que voy a insistir en cambiar algo. Si, alguna vez, hago una sugerencia o una recomendación ustedes están facultados a criticarla. Y a mi pueblo, no quiero que crean que los dejaré de lado, ya que ustedes son los que han estado conmigo y me han enseñado a ver que no existiría ningún reino si no fuera por su pueblo, y no habría ningún pueblo si no fuera por cada uno de ustedes, y es labor de nosotros, los que forman parte de la realeza, velar por el bienestar de cada uno de los que están aquí presente— Iba a continuar, tenía más que decir, pero los aplausos eufóricos de la multitud lo detuvieron, sorprendido buscó con la mirada a su familia, vio a Corey viéndolo orgulloso, y supo que había hecho lo correcto, espero que la multitud se calmara un poco y hablo—. Por último, espero que todos vayan a la boda, no saben lo que me alegraría de verlos a todos allí, y por supuesto saber que ambos pueden llevarse bien y volverse uno solo ¡El mejor reino!

Más gritos y aplausos.

Buscó el reproche de alguna mirada, y se sorprendió, y alegró, de no ver ninguna.

Chase susurró muy bajito a su lado:

—En serio, mimoso, si esto fuera un momento de elegir un Rey, te juro que te has ganado el voto de todos.

— ¿Qué? Yo solo quería....

— Lo sé, todos lo saben— Cuando la multitud volvió se calló, Chase hablo—. Creo que aquí, mi prometido, lo ha dicho todo, no tengo el don de la palabra como él, pero les pido también a los de Krusma su aceptación, sé que esta unión beneficiara a ambos, y también espero a todos en nuestra boda, nada sería mejor que ver a nuestros pueblos animándonos.

Janick iba a girar e irse, pero solo alcanzó a darse media vuelta cuando vio que la multitud no solo aplaudía y vitoreaba, estaba gritando algo, algo que hacía eco en el gran auditorio y le impedía entender.

Janick miró hacia Chase confundido, el cual parecía mirar a la multitud hipnotizado y un poco asustado.

— ¿Que pasa? ¿Qué dicen?

Chase dio un respingo, y pestañeó hacia él.

— ¿Qué? ¿Dicen algo malo?

Chase se encogió de hombros, y susurró con voz vacilante:

— Piden el beso.

─── ❖ ── ✦ ── ❖ ───

Chase siempre supo que estaba la gran posibilidad de que la multitud pidiera un beso, es más, era seguro que lo pedirían.

Corey le había advertido «Nada innecesario» Solo que ahora era necesario. Tragó viendo la reacción del mimoso, se había quedado allí mirándolo con sus grandes ojos azules, procesando la pequeña frase.

Sus cejas se curvaron mientras entendía el significado, y entonces dio un rápido giro a la multitud, como intentando encajar lo que Chase dijo con los gritos, cuando lo hubo hecho se volvió hacia él, su rostro estaba sorprendido, pero no parecía más nervioso que él.

— Corey no me avisó de esto.

— Lo imaginaba.

Unos silbidos inquietos comenzaron.

— Se están aburriendo de esperar— Susurró, tenía en mente una disculpa para bajar sin hacer nada, pero era demasiado estúpida y aseguraba muchas dudas, si realmente iban a casarse el beso no debería significar mucho, solo que para ellos si lo hacía, y estaba seguro que lo peor era para él, tenía unas extraños sentimientos encontrados, quería correr y olvidar lo que la multitud gritaba, y una parte, muy grande, de su mente quería que siguieron gritando para así tener una excusa para besar al mimoso.

"Puedo hacer esto — Se decía —, luego diré que hice lo que debía, además no es nada extraño, tal vez si lo beso se acabaran estos pensamiento extraños y diré con seguridad que Corey está equivocado y lo sigo odiando"

Pero la última palabra la tenía Janick, Chase no era muy reservado en estas cosas así que no tenía mucho problema besando a alguien frente a mucha gente, pero el mimoso...quien sabe, tal vez ni siquiera haya dado su primer beso, la repentina idea de alguien besando a Janick llegó a su mente. Enojándolo, y luego confundiendolo.

¿Qué tenía de malo que el mimoso haya besado a alguien?

No lo sabía, pero había algo malo en esa imagen mental, de eso estaba seguro, había algo erróneo en el mimoso besando a alguien sin rostro.

—Entonces, hagámoslo— Las palabras de Janick lo sorprendieron.

— ¿Qué?— Algo muy cercano a la esperanza se encendió en su pecho.

—Digo, si no te molesta, si ellos dudan, hay que hacerlo, soy yo el que puede morir.

Tan rápido como la llamita de la «Esperanza» se encendió, el mimoso la apagó con esas palabras.

"Eso no debería molestarme...no es como si quisiera que el mimoso quiera besarme... ¿verdad? pero me molesta, eso hirió mi orgullo"

Su auto-excusa era estúpida, pero echarle la culpa al orgullo dejaba de lado su propio deseo de querer besar a Janick, así que se contentó con ella y asintió.

Janick se giró para estar frente a él, podía ver la plena confianza en sus ojos, aunque también divisaba nerviosismo danzando detrás, estaba serio como si fuera una obligación que requería mucho esfuerzo, y eso le saco una sonrisa.

—Relájate, no voy a comerte— Acarició la mejilla de Janick elevando un poco más su rostro, debido a la diferencia de alturas tenía que inclinarse un poco.

La frase hizo a Janick sonreír, y aprovechando eso, acortó la distancia entre ellos. No sin antes cerrar sus ojos.

Tenía planeado un beso casto y corto, después de todo era solo lo necesario para acallar la multitud, multitud que extrañamente ya no escuchaba ni le importaba.

Los labios del mimoso eran suaves, demasiado, y se sentían muy tibios. Solo estaba presionando sus labios juntos, nada más, pero se sentía bien, y correcto, y no quería alejarse.

Y entonces sintió la mano la de Janick subir por su brazo y tirar su manga, entreabrió sus ojos, y vio los ojos azules más cerca que nunca, sorprendido, se separó solo unos milímetros.

Su mente estaba en blanco, ya no sabía porque estaba besando al mimoso pero sabía que se sentía bien hacerlo, menos sabía que era o no necesario, y entonces Janick abrió sus labios, justo a milímetros de los suyos.

—Creo que es suficiente—Susurró el menor, y la voz salió un poco más baja de lo normal, aun así era la misma voz dulce y amable.

Los labios entreabiertos, los ojos confundidos y con un pequeño brillo, casi imperceptible, de deseo, junto a esa dulce voz, tiró su cuerpo hacia adelante volviendo a besarlo.

Ni siquiera se preocupó de cerrar los ojos, disfrutando de cómo esos ojos azules mostraban confusión y luego se rendían ante él. Y por los dioses, no hubo ninguna buena resistencia, parecía disfrutar del contacto de sus labios tanto como él.

Aprovechando la oportunidad, impulsó su lengua para saborear los labios del menor, satisfecho de sentir aún los labios entreabiertos, sin perder tiempo, empujó dentro degustando por primera vez al menor. Un pequeño gemido se formó en su garganta, había aceptado que el mimoso olía bien, pero, cielos, ¿Tenía que tener también un buen sabor? El sabor a frutos secos llenó su boca, y lo degustó al máximo ¿Alguna vez mencionó que se peleaba con Ayleen para conseguir frutos secos de los reinos lejanos? Pues lo hacía, y ahora tenía una buena fuente en su boca, la mejor que había tenido.

Movió su lengua para acariciar la del menor, y entonces sintió a la rica fuente separarse de él, podía ver los ojos confundidos de Janick mirarlo, y también podía ver allí un brillo de deseo, pero tan pronto como lo divisó, Janick se giró a la multitud que se había callado.

Chase lamió su labio guardando el último rastro del sabor del mimoso, su mente se sentía en una neblina y ya no sabía ni donde estaba, pero entendía una cosa: quería besarlo otra vez, y todas las veces que fuera posible.

—Bajemos—Murmuró el mimoso y él lo siguió aún con su mente en las nubes.

Cuando llegaron abajo fue rodeado de gente que lo felicitaba y palmeaba su espalda, murmurando buena suerte, sonrisas alegres llenaban su vista, haciéndole perder a Janick en la multitud. En medio de esas felicitaciones su mente volvió en sí, y la comprensión de lo que había hecho lo llenó.

Ese beso desesperado ante sus pueblos, ante su familia, ante la familia del mimoso.

Santa jodida.

¿Qué mierda había hecho?

─── ❖ ── ✦ ── ❖ ───

Janick corrió fuera del auditorio apenas sintió que no lo veían, corrió por los pasillos, por la escalera y salió al patio disfrutando del aire fresco.

Su mente aún se sentía confundida y lenta. Jamás había sido besado así, jamás había sido besado y punto.

No sabía que después de anunciar un compromiso había que besarse, pero sin importar que supiera o no, sabía que Chase se había pasado de la raya.

— ¡Janick!— Corey le agarró el brazo y parecía agitado— ¿Estás bien?

Janick asintió ausente, aun juntando las ideas, y cuando hubo terminado la rabia lo inundó, sí Chase quiso hacerle quedar en ridículo lo había logrado, justo frente a quinientas personas.

—Dioses, como olvide mencionarte esto— Corey se quejó—. Lo siento ¿Estás bien?

Janick volvió a asentir y Corey frunció el ceño.

—Bueno, si lo estás habla, podría haber sido un beso intenso, pero estoy seguro que no te comió la lengua ¿O lo hizo?

Janick se sonrojo recordando la lengua de Chase entrando en su boca, era una sensación extraña, pero placentera.

—No digas eso ¿Sabes lo avergonzado que estoy? Me dio ese beso frente a tanta gente— Tapó su rostro en un obvio gesto de esconderse, Corey lo comprendió y los abrazó, apoyando el mentón en su cabeza—. Me humilló, de nuevo, siempre lo hace.

— ¡Shh! El no quiso humillarte, te lo aseguro. Se pasó un poco lo sé...pero toda la gente se lo creyó, hubieras visto sus caras, no cabe duda de que se creen su compromiso.

— ¿Por qué ahora que yo estoy enfadado, tú no te oyes enfadado? Enloqueciste cuando beso mi nariz y ¿Esto te parece bien?— Levantó la vista y se sorprendió al ver a Corey serio.

—No digo que esté de acuerdo, pero esto vino en el momento perfecto.

— ¿Qué?

— ¿Qué te pareció su beso?

Janick gruñó.

— ¿No esperas que te lo diga, verdad?

— Por favor.

Janick rodó los ojos y volvió a esconder su rostro en el pecho de su hermano.

— Se sintió bien.

— Exacto.

— ¿Exacto, que?

— He descubierto la manera de pasar la compleja prueba de pareja del consejo de ancianos.

— ¿Uh?

— Por alguna razón su oráculo reacciona no sólo al amor...también al sentimiento de placer.

— ¿Qué?

—Si recuerdas algo que te haga sentir bien, pasarán la prueba.

─── ❖ ── ✦ ── ❖ ───

Chase dio disculpas vacías y salió del auditorio, no vio al mimoso en ningún lado y no es como si lo buscara, en este momento quería estar solo.

Pasó los pasillos de memoria y cuando se vio lo suficientemente lejos se apoyó en la pared y se dejó caer hasta quedar sentado en el suelo.

"Mierda, mierda, mierda"

Esto no podía estar pasándole, era el mimoso ¡Por los dioses! Era como un niño, de seguro ahora estaba todo frenético por el beso, solo que el mimoso no era el único enloquecido por el beso.

Aún no entendía que lo había invadido ¿Cómo rayos se descontroló tanto para dar ese tipo de besos frente a todos, en medio del estrado y con una multitud mirando? Y a Janick, por los Dioses, de entre todas las personas...

¿Tenía que ser él por quien perdiera el control?

"¡Hice el jodido ridículo!"

Sabía que muchos no lo apreciaban, había tenido una buena etapa de aventuras y esos rumores lo sabía todo su pueblo, era gracias al mimoso que muchos habían aceptado su matrimonio, porque tenía que reconocerlo, para algunas personas que él, Chase, el promiscuo príncipe de Arysta, se casara era casi tan descabellado como Loick casándose ¿Y que había hecho él? comportarse como un perro en celo frente a ellos.

Dio un suspiro frustrado y restregó sus manos en su rostro.

Era culpa de Corey, culpa de su plan, culpa de sus palabras, como siempre el bastardo sabe-lo-todo no estaba equivocado.

No odiaba a Janick.

El bulto en sus pantalones no dejaba duda.

"Dioses, sabía que este matrimonio iba a cambiar mi jodida vida ¡Mierda!"

*****

Sigo la edición de esta historia gracias a las personas que la recuerdan de mi blog, de todas formas vuelvo a explicar que está siendo levemente modificada, porque no me convencen ciertas partes y no puedo "darla por terminada" si no estoy segura de ella.

Los anteriores capítulos recién han sido modificados también.

Nos vemos pronto

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