Capítulo I
Si un día alguien le preguntara a Janick que era lo que más odiaba en el mundo, él sabía cuál sería su respuesta. Una palabra. Cinco letras. Un nombre.
Chase.
Odiaba a ese tipo, lo odiaba tanto como era posible. Odiaba esa forma de caminar que te congelaba en tu sitio, odiaba esa mirada esmeralda que quitaba el aliento, odiaba como su cabello azabache le daba un toque descuidado y masculino, odiaba el cuerpo bien formado del maldito, y el cómo su cara quemaba cuando lo veía
¡Como lo odiaba!
Chase era todo lo que él quería ser y que, definitivamente, nunca sería. Janick sabía cómo todos lo veían, el pequeño príncipe, ese pequeño iba por tres cosas: por ser el menor de su familia, por su baja estatura y por su comportamiento infantil, aunque estaba seguro que el noventa y nueve por ciento de las personas encontraba su personalidad tierna, el uno por ciento restante era Chase. Humillandolo y menospreciándolo, tratándolo como a un niño de cinco años en vez de un joven de dieciséis, pronto diecisiete años, aunque no los aparentaba. Y por supuesto eso había generado un odio mutuo que siempre terminaba en una discusión o con Chase yéndose con una última palabra porque el maldito a adoraba tener la última palabra y dejarlo con la boca abierta.
Cuando lo vio por primera vez, en la ceremonia de mayoría de edad (diecisiete años) de Corey, su hermano mayor, él quiso acercarse. Siempre había admirado a su hermano y el amigo de su hermano estaba al mismo nivel, para su mentalidad de, en ese entonces, doce años, Chase era algo así como un héroe. Alto y fuerte, alguien más, aparte de su familia, para admirar. Lo abrazó porque siempre saludaba con abrazos, y le sonrió porque había crecido escuchando que su sonrisa era hermosa, nadie nunca se quejó ni lo alejó, tal vez por eso le dolió tanto cuando el bastardo lo empujó haciéndolo caer de bruces y le dijo:
— ¡¿Pero qué mierda Corey?! Dijiste que tenías un hermano tierno, pero este niño es una jodida hada.
Por supuesto a esa edad él no entendió que ese era un insulto, incluso siguió sonriéndole confundido, no fue hasta que Corey le dio un buen golpe a su amigo, y le gritó que nadie insultaba a su familia y mucho menos a su hermano que entendió, que se estaban riendo de él. Fue Glenn, el hermano del medio (tres años mayor que él), que le explicó lo que significaba hada, y aprovechando esa ocasión le había dicho medio llorando su miedo a ser una porque le gustaba demasiado su amigo Kanye, Glenn lo había consolado y apoyado, y junto con su padre y Corey le habían explicado que la homosexualidad no era nada de lo que debiera sentirse mal, y que por nada del mundo permitiera que nadie lo pasara a llevar o lo insultara. Algo que grabó en su memoria.
Suspirando sacudió su cabeza y regresó a la realidad mientras recorría el castillo, buscando un rincón para leer. Aunque había ciertas desventajas de ser príncipe, él adoraba serlo y más que nada amaba el castillo de su padre, era espacioso y había dedicado mucho tiempo al jardín, y Janick amaba sentarse entre el pasto y las flores, y así relajarse.
Sly, su padre, era un hombre inteligente, siempre haciendo buenos negocios y que la riqueza familiar se extendiera, podía no estar entre los mejores reinos del mundo, pero para Janick era el mejor sin importar las encuestas y datos comerciales.
Corey, su hermano mayor, había heredado el cerebro de su padre, y era el más apto para ascender a ser rey, y él no parecía tener ningún problema con serlo, se esforzaba mucho para llegar a ser un gobernador tan bueno como su padre. Era el hermano más cercano, casi un segundo padre para él.
Glenn, su otro hermano, era la oveja negra de la familia, o como Corey decía el lobo negro, siempre cortejando mujeres y metiéndose en problemas con la gente del pueblo, incluso hubo un intento de asesinato por una mujer despechada. Últimamente estaba más tranquilo, pero a pesar de ser el lobo negro, era un joven sabio que siempre tenía tiempo y unas palabras de consuelo cuando Janick se sentía mal.
Meg, su madre, era la bondad en persona, siempre atenta a sus hijos y cuidando a su marido, a veces era un poco obsesiva, pero de buena manera, mimando y sobreprotegiendo a sus "retoños"-como ella los llamaba-
Janick tenía que reconocerlo, era infantil por culpa de los mimos de su madre, pero no diría nada porque él amaba ser mimado.
Se sentó en el tronco cortado que estaba oculto detrás de la enredadera y abrió su libro, una sonrisa instantánea apareció en sus labios, amaba leer, no cualquier libro, era un poco exigente con la trama y con los personajes, pero siempre encontraba algún buen texto para leer.
Solo llevaba veinte páginas cuando su pesadilla en persona apareció, tan atractivo como siempre.
—Pero si es el príncipe mimoso. Que sorpresa —Chase saludó con una sonrisa de medio lado que solo a él podía vérsele bien.
Príncipe mimoso era el apodo que Chase había elegido para él, y Janick no se quejaría porque encajaba perfectamente.
— ¿Qué sucede, Chase? — Cerró su libro preguntándose cómo era que siempre se encontraba con él aun cuando estaba tan lejos del castillo—. ¿Qué te trajo aquí? Corey no está por aquí, por si no lo ves.
— ¡No estoy ciego, Mimoso! Solo me sorprende ver al príncipe menor escondido de la vista de todos.
—Caramba, gracias por preocuparte por mí, pero no necesito tu preocupación.
— ¿Preocupado? — Chase bufó—. ¿Y por ti? Solo venía a burlarme de tu falta de sentido común, no sé si tiene alguna clase de amnesia temporal pero creo recordar a Corey gritarte "No te alejes de los guardias", será divertido cuando se enteré de esto.
Janick recién recordó eso, junto con la amenaza de que iban a quitarle los libros si lo pillaban lejos de la vista de nuevo.
—Uh...
— ¡Vaya, tu memoria regreso! Que aburrido, así no puedo acusarte.
— ¡¿Qué se supone que significa eso?!
—Significa que me voy, estoy perdiendo mi tiempo contigo — Chase se fue dando su última palabra, como siempre.
—Imbécil.
Dándose cuenta que estaba lejos de la vista de los guardias, dio una patada a una piedra descargando su rabia, y se encamino a la hamaca que estaba a unos metros de la puerta trasera, asintió hacia los guardias y se acomodó para seguir leyendo.
Una fugaz idea de darle las gracias a Chase pasó por su mente, pero la descarto rápidamente.
─── ❖ ── ✦ ── ❖ ───
— ¿Qué?— Chase miró a Corey que tenía una disimulada sonrisa en su rostro. Estaban en una de las habitaciones del segundo piso, mirando justo donde Janick estaba acostado leyendo. Corey solía hacer eso, vigilando silenciosamente a su hermano menor a la distancia, Chase estaba acostumbrado a eso.
—Nada....bueno... algo, gracias por preocuparte por mi hermanito.
— ¿Preocuparme? ¡No estoy preocupado! El mimoso es un imbécil, solo va y olvida todo así que me gusta burlarme de esa falta de sentido común, eso es todo.
—Como digas amigo, de todas formas gracias.
Chase soltó un gruñido, Corey adoraba insinuar cosas que no eran, como que molesta a Janick por otra razón más que odio. Algo, francamente, estúpido.
Hubo un tiempo, específicamente cuando conoció a Janick, que se habían peleado, pero seguían siendo buenos amigos, pero odiaba cuando su amigo concluía cosas equivocadas.
¿Cómo explicarle que era solo odio hacia el mimoso?
Odiaba todo de ese niño, comenzando porque aparentaba unos tres años menos de los que tenía y terminado por su actitud infantil, en medio de eso había muchas más que odiaba.
Como por ejemplo, que él mimoso oliera a algo floral y dulce ¡Joder, era un hombre y olía flores! Bueno, pasaba rodeado de las plantas en el jardín pero... ¿dónde estaba el sudor?, odiaba esos grandes ojos azules que lo miraban con rabia cuando lo veía, y esa maraña de rizos castaños que hacen destacar aún más sus ojos, odiaba los movimientos del mimoso, siempre suaves que destacaban su carácter dulce, y por encima de todo, odiaba la inocencia del principito que hacía sentir su cuerpo extraño.
—De todas formas —Chase se acomodó en la silla aun mirando la hamaca donde Janick estaba leyendo—. ¿Para qué mierda me llamaste? — Miró a su amigo dándose cuenta del rostro cansado de este.
—Tengo un problema, y padre me dio una idea...pero necesitaba hablar contigo antes de poner en marcha el plan.
Chase frunció el ceño.
—Creí haberte dicho que no me gusta meterme en problemas de otros reinos, eres mi amigo, y estoy dispuesto a ayudarte si es algo personal...pero si aquí entró tu padre... es algo político ¿cierto? Lo siento, no puedo ayudarte.
—Lo sé, siempre tan frío, solo déjame arreglar la frase, no es precisamente mi problema, es más de Janick.
— ¿El mimoso?— Chase decidió poner atención.
—Si, tu mimoso tiene algunos problemas.
El cuerpo de Chase se estremeció en el tú de esa oración, Corey había comenzado a usar ese apodo con Janick cuando hablaban, iba a discutir, siempre iba a discutir, pero realmente no podía quejarse, el mimoso era algo así como su juguete, al que molestaba siempre que veía, así que la frase no estaba del todo incorrecta, así que ¿Para qué reclamar?
— ¿Qué tipo de problema?—Por el cansancio de Corey esperaba que no fuera algo grave.
— ¿Recuerdas a Loick?
Oh, él recordaba muy bien a Loick, el hermano menor de su cuñado se había suicidado por el maldito, o eso dijeron los médicos, el tipo era el primogénito del reino de Theo, un rey que era un hombre cruel e indiferente con su gente, y su hijo era mil veces peor, había tomado a unos diez amantes, todos hombres, y cada uno de ellos estaba enterrado a metros bajo tierra, por un motivo u otro, siempre eran suicidios o accidentes, pero los rumores no decían eso, Loick era un amante cruel y sádico, al punto en que en sus juegos no había límites. Ya que su reino era uno de los más poderosos en el mundo, casi el más poderoso, nadie le reclamaba nada y los rumores nunca han tenido evidencia, a veces parecía haber, pero siempre desaparecía convenientemente.
—Claro que lo recuerdo... ¿y que tiene que ver Loick en esto?
—A mandado un mensaje...Janick está a punto de cumplir su mayoría de edad—Chase asintió, lo sabía—, y él ha pedido la mano de Janick en matrimonio.
El cielo se derrumbó y Chase sintió el peso cayendo sobre sus hombros.
— ¿¡Estas jodiendo verdad?! ¡¿Al mimoso?! ¡Van a negarse ¿cierto?! ¡Va a matarlo! — No pudo evitar levantarse agitado.
El mimoso era demasiado inocente y frágil como para soportar las manos del bastardo encima, y el solo pensar en eso encendía una furia que lo hacía ver todo rojo.
—Claro que nos negamos, incluso mandamos la respuesta.
— ¿Y?
—El maldito dijo que a no ser por una buena razón quería a Janick o comenzaría una guerra, no hay pruebas en su contra y no podemos pelear, son fuertes.
—Si quiere guerra puedo mandar el ejército de mi reino, puedo convencer a mi hermana, con nuestro reino y el de ustedes podemos contra ellos.
—Eso no es el problema, la idea es evitar una guerra, tú sabes que Loick es un bastardo pero su pueblo no, no merece muertes por culpa de su mal rey....lo raro es que ha pedido matrimonio... ¡Jamás mostró indicios de querer casarse! Siempre son parejas temporales.
—Bueno, tal vez quiere un juguete permanente— Se estremeció de miedo por esa idea.
"El mimoso es MI juguete" El pensamiento se instaló en su mente, firme y seguro.
— ¿Y cómo es que Loick se interesó en el mimoso?
Corey negó.
—Los vi hablando algunas veces en las fiestas mensuales...lo regañe y se supone que dejó de acercarse a él...pero no lo sé realmente.
—Creí que el mimoso no asistía a esas fiestas.
—Dejó de ir...dijo que no le gustaban...—Corey frunció el ceño—. Hay que preguntar bien sobre ese tema...no quiero pensar que me ha estado ocultando algo. De todas formas padre me dio una idea para evitar ese matrimonio, y necesito tu ayuda.
—Escucho.
—Mira, la única forma de evitar ese matrimonio, es hacer que Janick se comprometa con alguien de un reino más poderoso... solo hay un reino más fuerte que el de Loick— Le dio una mirada extraña.
Eso lo confundió.
— ¿y?
Corey abrió los ojos y golpeó su cara con la palma de su mano.
—A veces olvido que por muy inteligente que seas en los negocios eres muy denso en cosas que involucran sentimientos.
— ¿Ese fue un insulto?
—No, es un halago— Respondió sarcástico mientras rodaba los ojos, luego suspiró— Chase... ¿Cuál es el único reino más fuerte que el Theo?
—El mío por supuesto.
— ¿Entonces a qué reino debemos unir a Janick para que no se case con Loick?
—Al mío por su pues... ¿uh?... Esp... ¿Qué? ¡¿Quieres que me case con el mimoso?! ¿Yo?
— ¡Claro que tú! ¿O quieres que se case con la reina, tu hermana?
—Ella ya está casada.
— ¡Por eso lo digo, imbécil!
— ¡No me llames imbécil!
—Entonces no te comportes como uno, ¡Por los dioses, Chase! Es obvio, si te casas con Janick hay una buena razón para rechazar a Loick...piénsalo ¿Sería tan malo?— Corey dio una sonrisa y esperó, aunque había algo tenso en su rostro.
Chase pensó sus opciones. Definitivamente no quería a Janick casado con el bastardo, nunca se perdonaría que esos ojos perdieran su alegría e inocencia, Loick lo rompería, en todo el sentido posible, y posiblemente Janick terminaría muerto. La primera opción: Janick casándose con Loick, estaba tachada.
Podía odiarlo, pero no lo quería muerto.
Por otra parte, él casándose con Janick era más aceptable, Janick se iría a su castillo, como ordena la ley según la comparación de poderes de sus reinos. Podría burlarse de él tanto como quisiera, estaría seguro y lo mejor es que vería al mimoso todos los días, por supuesto había más cosas después, pero no quería pensar en eso, no aún. Si, la segunda opción, él casándose con el mimoso, era la mejor.
Miró a su amigo y ocultó la sonrisa que quería salir, intentando no pensar el porqué de su alegría.
—Está bien, lo acepto— Vio la sonrisa de Corey agrandarse, aliviado, y se apresuró a decir—, pero me debes una, mi mejor opción no es casarme con el mimoso.
Corey le dio una mirada extraña, como si supiera que mentía.
—Lo que tú digas, pero que quede claro que casándote con él debes cuidarlo, hazlo llorar y yo mismo hago una guerra en tu contra—Corey dejó fluir su voz de amenaza.
—Tranquilo, primero no me ganaras en una guerra y segundo, bien, lo odio, pero es más divertido verlo enojado que llorando.
Corey asintió lentamente y salió en busca de su hermano menor.
─── ❖ ── ✦ ── ❖ ───
— ¿Janick, puedes venir un momento?— Su hermano mayor lo llamó desde la puerta trasera.
Levantó la vista y cerró su libro marcando la página donde quedo.
—Voy— Se bajó de la hamaca y corrió hacia su hermano, le dio un abrazo y un beso en la mejilla. Sabía que a sus dieciséis años, algunos veían eso extraño, pero su familia estaba acostumbrada a eso. Todos los que conocía estaban acostumbrados a eso. Casi todos.
— ¿No estuviste lejos de la vista de nuevo, verdad?
Janick desvió la mirada, para él mentir era imposible.
— ¿Un poco?
Corey dio una falsa mirada enfadada y le dio una caricia en su cabello que lo hizo sonreír
—Lo dejaré pasar, esta vez, tenemos que hablar, vamos a la sala principal.
Viendo la preocupada cara de su hermano decidió obedecer en silencio, pero cambió de opinión cuando Corey se movió y dejó a Chase a la vista.
— ¡Yo no quiero hablar con él aquí! — Se quejó elevando la voz más de lo que quería.
—Janick, por favor, ven conmigo, es algo en que Chase está ayudando.
—Y me estoy arrepintiendo— Murmuró Chase mirándolo de arriba abajo, haciéndolo sentir como si estuviera bajo un examen y estuviera reprobando—. ¡El mimoso va a cumplir 17 pero es tan pequeño! Tal vez deba empezar a llamarlo enano.
— ¡Eres tan molesto! No es que sea pequeño ¡Tú eres muy grande!— Inmediatamente después de decir eso se dio un regaño mental, había sonado tan infantil.
—Sí, el enano mimoso culpa a los demás.
— ¡Paren ya! — Corey puso sus manos entre ellos—. Ven, vamos a hablar, Janick escucha primero y luego veras que Chase puede ser de ayuda a veces, y tu Chase, tienes veintidós años, deja de pelearte como un mocoso— Corey avanzó por los pasillo indicándoles con un gesto que lo siguieran.
—Claro, el único mocoso aquí es el mimoso.
Janick ignoró el comentario y corrió hasta estar al lado de su hermano.
En la sala los tres tomaron asiento alrededor de la mesa y un incómodo silencio cayó sobre ellos, Janick se removió incómodo.
— ¿Qué sucede? Están muy serio.... — Movió sus manos y jugó con sus dedos bajo la mesa intentando calmar sus nervios.
—Mira.... —Corey miró un punto en la mesa pensando un poco—. Primero....después de que te dijera que no te acercaras a Loick... ¿Hablaste con él?
Un estremecimiento pasó por su espalda, y no era bueno.
— ¿Janick?—Insistió Corey.
—Uh...— Miró a Chase inseguro, preferiría hablar a solas con su hermano.
—Habla, mimoso— La voz de orden lo ayudó a soltar lo que debió haber dicho hace mucho tiempo.
—Bueno...después de eso... igual... hable con él unas veces en las fiestas.
Bajó su mirada viendo sus manos.
— ¡¿Hiciste que?!— Gritó Chase de repente.
—Chase, déjame hablar a mi— Corey calló a Chase y lo miró—. ¿Te acercaste a él, a solas, incluso cuando te hemos advertido ser cuidadoso con él?
— ¡No! Todos me dijeron que tuviera cuidado con él, nunca los desobedecería, no iba a hablarle de nuevo pero él me atrapó en la balcón cuando salí a leer....y bueno, me hablo un poco, siempre se acercaba a mí, yo intentaba evitarlo, aunque al principio no parecía malo hasta que empezó a mirarme de una forma que me daba miedo... y luego... bueno... sus acciones realmente daba miedo así que intente evitarlo.
— ¡¿Por qué no nos dijiste?! — Corey parecía ofendido.
—Yo no quería preocuparlos, por eso pedí quedarme en mi habitación en las fiestas.
— ¡Yo creí que solo querías leer! Debiste habernos dicho algo, Janick, él es peligroso y tú lo dejaste acercarte a ti y ahora ha pedido tu mano en matrimonio—Corey dijo casi en un grito.
— ¿Q...que? — Sacudió la cabeza mientras las palabras se filtraban por su mente.
Loick siempre tenía una mirada extraña, siempre intentaba tocarlo, aunque a él no le molestaba la cercanía ajena algo en Loick no le gustaba, era primera vez que conocía a alguien a quien definitivamente no quería tocar, la forma en que Loick intentaba tocarlo le daba asco.
— Pero yo no quiero... papá no puede dejar.... tú sabes los rumores, todos los que están con él mueren, y casado con él yo...
—Lo sé, nos negamos, pero él ha dicho que empezara una guerra.
— ¡No! No podemos permitirnos una guerra— Janick evaluó su opción, preferiría morir antes de saber que había condenado a su pueblo a una guerra—. Yo preferiría casarme, no quiero una guerra.
—Lo sé— Corey lo miró con una sonrisa—. Por eso pensamos en un plan.
— ¿Un plan?
—Exacto, que prefieres ¿Casarte con Loick...—Movió su mano apuntando a Chase—.... O casarte con Chase?
Retrocede un segundo.
¿Qué?
No esperaba esas opciones, definitivamente no.
Comenzó a evaluar las cosas, en la primera moría, y no quería pensar en qué otras cosas peores pasaría y en la segunda sería molestado de por vida...pero ser molestado no era morir así que no había duda de cuál era mejor.
Miró a Chase, dándose cuenta que sin importar que eligiera, Chase no iba a querer ayudarlo, sabía, por su hermano, que Chase era gay, por eso mismo él debería estar buscando un hombre y no un niño como él.
Chase sostuvo su mirada y suspiró.
—Mira, mimoso, te odio pero no tanto para quererte muerto—Chase siempre leyéndole la mente—. El hermano de mi cuñado murió por culpa del bastardo, no quiero eso para nadie—Terminó Chase, mirándolo.
—Oh... ¿Entonces estarías dispuesto a casarte conmigo? ¿En serio?
—Solo si quieres, si eliges morir no me incumbe— Movió su cabeza apartando la mirada, Corey le dio una sonrisa.
—Es un bastardo pero es un buen tipo—Corey miró a ambos—. ¿Entonces, estamos de acuerdo con el plan?
Janick asintió agradecido con Chase cuando él también asintió.
—Perfecto— Corey se levantó y todos hicieron lo mismo—. Entonces está decidido, hablaré con padre para arreglar todo, solo intenten no matarse entre ustedes y esto funcionara.
En realidad, Janick no estaba escuchando, sus pensamiento estaban en cómo, tal vez, se había equivocado con Chase. Bien, era un bastardo que lo insultaba y maltrataba en todas las oportunidades que tenía, pero a pesar de eso, a pesar de que Chase lo odiaba con todo su ser, no lo quería muerto, eso hablaba bien de él. Tal vez, Chase solo lo estaba haciendo por su amistad con Corey, pero aun así era algo que Janick sabía apreciar, después de todo era su vida la que estaba en juego, y que la persona que más odiaba le tendiera la mano era inesperado y extrañamente agradable.
Se acercó a Chase hasta quedar frente a él.
— ¿En serio no te molesta? Sé que me odias.
—Oye, puede odiar pero eso no significa que vaya dejando morir gente.
Janick apretó los labios para no llorar y lo abrazó, sintió el cuerpo de Chase tensarse.
— ¡¿Qué estás haciendo?! Suéltame—Gritó Chase en pánico.
—Gracias...— Murmuró ya no deteniendo las lágrimas, aguantarse las lágrimas no era para él—. De verdad gracias, Loick me da miedo, no quiero casarme con él... muchas gracias.
Sintió unas torpes caricias en su cabello. Al menos no estaba siendo empujado.
—Entiendo, no llores— La voz de Chase sonaba confundida, y eso le sacó una sonrisa, pero estaba demasiado cómodo como para soltarlo.
─── ❖ ── ✦ ── ❖ ───
Chase vio la cara divertida de Corey. Le dio la mejor mirada asesina, pero eso solo hizo que Corey se tapara la boca conteniendo la risa.
El pequeño cuerpo de Janick se moldeaba perfectamente contra él, sus brazos los apegaban aún más, y el rostro escondido en su pecho, justo bajo su mentón, parecía que lentamente se calmaba, sentía el rastro húmedo de las lágrimas, pero por una razón que prefería no pensar todo su cuerpo estaba caliente.
Dio otras caricias al cabello del menor, le daban ganas de dejar allí su mano y acariciar las suaves hebras de cabello rizado con calma, pero se vería raro así que quitaba su mano tan rápido que parecía estar dando golpecitos más que caricias.
Corey por fin se apiadó de él y tosió.
—Vamos, Janick, dejaras su ropa llena de lágrimas.
Janick se separó demasiado rápido para su gusto, y tuvo que apretar sus manos por el extraño impulso de volver a jalarlo a sus brazos, se sentía extrañamente vacío ahora.
Era segunda vez que Janick lo abraza, y sentía que había metido la pata la primera vez. Esa primera vez, su boca se movió antes de darse cuenta, ignoraba porque, fue más un reflejo para evitar las extrañas sensaciones que tuvo su cuerpo.
"Momento ¿Qué estoy pensando?"
Janick se secó el rostro con el pañuelo que Corey entregó, la cara llorosa de Janick le daba un extraño dolor en su pecho. Corey miró del uno al otro y sonrió.
— ¡No puedo creerlo aún! Pero con suerte, pronto ustedes estarán casados—Corey camino a la puerta—. Ahora vamos a hablar con padre.
— ¿Ahora? — Janick miró a su hermano dudando.
—Claro que ahora, además este plan es gran parte idea de él, vamos, hay que avisarle para que le mande una carta a Loick informando de esto.
—Me gustaría ver la cara del bastardo cuando escuche que el mimoso no se casara con él, será tan divertido— Chase dijo mientras salían de la sala.
—De todas formas—Janick murmuró llamando la atención de los dos— ¿Por qué quiere casarse conmigo? El no parece del tipo de persona que se casaría con alguien, incluso me dijo en una ocasión que él disfrutaba ser libre...— justo antes de darme un agarrón en el trasero.
Se sonrojó y se dio cuenta que su hermano lo miraba con las cejas elevadas y Chase con el ceño fruncido.
— ¿Qué más dijo o hizo? — Ambos dijeron al mismo tiempo.
Soltó una risa nerviosa y desvió la mirada.
"¿Además de agarrar mi trasero en muchas ocasiones? Intentó besarme en la boca pero falló y me dejo chupón en el cuello que tardó días en desaparecer, me lamió y mordió la oreja, me agarraba la cintura y alineaba su duro pene contra mi trasero, incluso se frotó un par de veces contra mí, siempre devorándome con esa mirada sádica. ¡Definitivamente no puedo decirles eso!"
—N-no....no importa eso ¡Vamos a hablar con papá!—Solo faltaban 10 pasos ¿Siempre fue tan largo el corredor?
—Janick— Corey elevó la voz un tono y Janick supo que no podía escapar.
—En serio....no importa... solo....me toco de forma rara en muchas ocasiones.
— ¡¿Hizo que?!—Chase gritó.
— ¿Cómo? ¿Tocar sobre la ropa o tocar bajo ella? Porque si fue la segunda lo mato, si fue la primera solo le daré una buena paliza— Corey tenía un frío brillo sincero en sus ojos grises.
Janick tragó.
—Solo sobre ella...— Vio como Chase soltaba una maldición y Corey apretaba las manos en un puño.
—Janick, por favor, prométeme que la próxima vez que te sientas incómodo con el toque de otra persona, no lo aguantaras. Puedo entender que corras a tu habitación, pero también debiste decirlo inmediatamente, no esconderlo de nosotros.
Chase soltó un suspiro.
—Pero... ¿Estás seguro de que era ese tipo de toques?— Chase habló con los dientes apretados, como si le costara hablar, pero Janick estaba demasiado impactado por la frase como para percatarse de eso.
Podía ser lento en algunas cosas, podía ser todo lo infantil que pensaran, pero no tan idiota para no entender que Loick quería otra cosa aparte de hablar con él.
— ¡Bueno, perdón, tal vez lo malinterprete y solo era una linterna en su pantalón frotándose contra mi trasero y no su duro pene! ¡Y tal vez solo quería susurrar algo en mi oreja y accidentalmente la lamió y la mordió!
Inmediatamente después de soltar eso se arrepintió, la expresión de Corey estaba contraída con enfado y Chase dio un golpe en la pared dejando una pequeña marca en el tapiz, eso no pareció calmarlo, porque mantuvo su puño apretando el mismo punto.
Janick sintió las lágrimas acumulándose en sus ojos, se tapó el rostro con torpeza. Esto era humillante.
—Era muy vergonzoso decirles eso, le tenía miedo, así que me comencé a encerrar en mi habitación, sus toques no me gustan, me dan tanto asco, si intentaba no verlo me arrastraba al balcón, no quise hacer un escándalo, se lo importante que son las fiestas mensuales y lo que se ha esforzado papá...
Corey se acercó y lo abrazó. El toque tan familiar y cálido lo calmó rápidamente.
—Está bien Janick, todo está bien. Nunca más deberás aguantar a ese bastardo, pero prometeme que si algo así pasa de nuevo, me lo dirás.
Janick asistió abrazando a su hermano.
—Lo prometo, te lo diré.
—Bien.
La puerta del estudio de su padre, a unos metros de distancia se abrió y Sly se asomó mirando la escena preocupado.
Su rostro correctamente afeitado y el inicio de canas en su cabello castaño oscuro podía dar un toque duro, pero todo el pueblo y, por supuesto, su familia sabía que solo era respeto, él jamás sería injusto o cruel con alguien.
— Bueno, uh-hu ¿Alguien podría explicarme por qué Corey tiene una cara de miedo, Janick está llorando y Chase se está desquitando con mi pared? Porque yo no entiendo nada.
Corey habló sin dejar de abrazarlo. Una voz fría y dura que no recordaba haber escuchado muchas veces, o tal vez nunca.
—Supimos que el bastardo de Loick tocó indebidamente a Janick durante las fiestas mensuales. Ahora si puedes, agradecería que le dijeras al maldito que Janick se comprometió con Chase en matrimonio y que no vuelva a tocarle un pelo a Janick porque me asegurare de que se trague sus pelotas.
Su padre parpadeó unos segundos y asintió. Caminó hacia Janick, acariciando su cabello, susurrando frases cariñosas a su hijo menor, luego se volvió hacia Corey.
— ¿Qué hizo Loick?
—Nada muy grave—Tranquilizo Corey—. Luego te cuento— Se giró a Chase que seguía con el puño en la pared— . Chase ¿puedes dejar la pared en paz y dejar a Janick en su habitación? Y no lo dejes solo hasta que se calme ¿Bien?
Chase asintió y tomó la mano de Janick, parecía un acto tan natural que Janick no se quejó, siguió a Chase obedientemente.
Se alejaron tomados de la mano por el pasillo.
—Aquí— Chase abrió la puerta de su habitación, sacando una sonrisa de Janick, si no supiera que era su palacio y su pieza pensaría que estaba en el palacio de Chase—. Vamos, mimoso, entra a la cama y duerme un poco ¿Quieres que te traiga algo?
Janick miró a Chase confundido, preguntándose cómo alguien a veces tan odioso podía ser tan amable a veces.
—Estoy bien, me están tratando como si estuviera enfermo.
—Eres demasiado inocente Mimoso, eso debe haber sido una mala experiencia para ti, y que hayas escondido eso es peor aún, ya sabes, tú que lloras porque te pinchas un dedo con una rosa.
Janick curvó sus labios molesto, él odioso Chase estaba de vuelta.
—Yo ya estoy bien, puedes irte si quieres— Se giró enfadado y se tapó hasta la cabeza con la sabana.
No podía discutir eso porque él realmente había llorado cuando una espina se incrusto en su dedo, le había dolido mucho y había corrido hacia Corey gritando asustado porque la sangre no paraba de salir.
Eso había sido meses después del primer encuentro con Chase, levemente se preguntó cómo Chase lo recordaba.
"Bueno, una ridícula escena como esa es difícil de olvidar, Dioses, ahora que lo pienso siempre hago el ridículo frente a él, no es sorpresa que se burle de mi"
—Lo siento— Chase dijo en una voz suave que nunca había escuchado antes—. No quería decirlo como burla, solo intento decir que para alguien tan honesto como tú debe doler mucho todo esto. Solo debes calmarte, Corey y yo impediremos que ese tipo se te acerque, estarás seguro conmigo.
Janick sintió caricias calmantes en su espalda, y cerró los ojos entregándose al sueño.
Antes de dormir, sonrió. Elegir la opción de casarse con Chase fue lo mejor. Solo esperaba no destrozar los nervios de Chase antes de la boda.
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