Narra Vegetta

Cuando vi que Rubius había sido mordido nuevamente mis sentidos se pusieron alerta, escuchaba sus gritos que poco a poco se fueron apagando y me asuste, así que rápidamente me puse en pie y corrí en dirección a los vampiros.

Con un fuerte golpe aleje al de capucha de mi chico y gruñí al notar que Rubius estaba inconsiste, tomé mi espada y la empuñe con fuerza, mirando fijamente a Trollmask.

-Vaya... El niño bonito quiere jugar- Dijo él con burla y yo fruncí el ceño

-No soy un niño, así que deja de hablar y peleemos- Dije enojado, aunque estaba más preocupado por Rubius

El chico vampiro hizo una mueca que parecía ser una sonrisa y silbo, al instante una horda de zombies se acerco a nosotros.

-No soy idiota, solo tengo que distraerlos hasta que Rubius muera por la mordida- Dijo Trollmask mientras subía al tejado de una casa

-¡Fargan, necesito que te lleves a Rubius con Thomas y le den la pocima!- Dije mientras comenzaba a pelear con los zombies

Eran muchos y algunos iban potenciados, pero, mientras Rubius saliera con vida no importaba si yo tenía que dar la mía a cambio.

El chico búho se levantó con algo de dolor y corrió por su compañero, tomandolo en brazos. Yo me puse delante de ellos para cubrir su espalda y que las bestias no llegaran a ellos.

-Eres un idiota, no necesitas gastar fuerzas, ya no pueden hacer nada por él- Y con un movimiento de su mano, los zombies fueron sobre Fargan

-¡Vegetta!- Escuche gritar a Fargan, los zombies estaban demasiado cerca de ellos

Pero de repente una espada atravesó a los zombies, Willy estaba defendiendo al búho y al oso.

-¡Corre Fargan, yo te cubro!- Dijo mientras peleaba con esos zombies

Me enfoque entonces en pelear con los de mi lado, pero en verdad eran demasiados. Llegó un punto donde mis músculos ardían por el esfuerzo que hacía con ellos para mantenerme con vida.

-Willy... Salgan de aquí, ve con ellos y sacalos del pueblo, llevalos a Karmaland- Dije, ya tenía algunos arañazos y golpes por el cuerpo

-Estas mal de la cabeza, no te dejaré, eres mi mejor amigo- El peliblanco lucia igual de cansado que yo

-Por favor Willy, necesito que los protejas... No soportare mucho más- Dije con voz baja

-Entonces caeremos juntos, no voy a dejarte- Dijo molesto y siguió peleando

De la nada unos seres muy extraños comenzaron a atacar a los zombies, parecían esos animales con alas que eran las gargolas, pero estas eran reales y no de piedra.

Un estruendo se escucho detrás de nosotros y nos giramos, un hombre de... Al menos 50 años estaba ahí, vestía una larga capa negra, pero por sus colmillos, podría decir que era un vampiro.

-¿Dónde está el chico?- Dijo mirándonos a Willy y a mi -¡Vamos ¿Dónde está?!- Dijo rápido

Rápidamente corrí hacia la torre donde estaba mi osito, el señor me siguió y subimos rápidamente, al llegar Rubius estaban sobre el sofá y Thomas lo miraba preocupado.

-¡Vegetta! Le... Le di la pocima, pero los efectos de la segunda mordida no se detienen- Señalo el cuello de Rubius, donde delgadas lineas moradas comenzaban a extenderse

-Es obvio que no funcionará- Dijo el hombre y se acercó a Rubius

Movió su cabeza y enterró sus colmillos en su cuello, no sabía que hacer, no sabía si dejarlo o quitarlo, estaba demasiado precionado.

Luego de unos momentos se alejo del castaño y yo lo mire, las lineas moradas habían desaparecido y su piel lentamente volvía a tomar su pálido color. El hombre me miró y suspiro levemente.

-¿Por qué nos ayuda?- Dijo Fargan con algo de miedo

-Antes de explicarles, debemos asegurarnos de que ya no hayan zombies- Dijo y se dirigió a la puerta para bajar

Yo lo seguí, los zombies estaban acabados en el suelo y las gargolas acercaron a Trollmask con el hombre, que miró mal al chico.

-Jamás pensé que al salvarte la vida harías algo como esto- Dijo mirándolo de mala manera

-No estoy... No estoy entendiendo nada, ¿Quien es usted? ¿Por que nos ayudo?- Dije confundido, no estaba entendiendo absolutamente nada

¿Qué acaba de pasar?