Narra Rubius

Lentamente abrí mis ojos, me encontraba en una habitación que se me hacía conocida, cuando mis ojos se acostumbraron a la luz de la habitación pude reconocer que era donde había dormido la primera noche con Vegetta... Vegetta, probablemente esté con esa mujer... Un momento, ¿Cómo llegué aquí?

Me fui levantando de la cama hasta quedar sentado y quité las cobijas de encima, puse mis descalzos pies sobre la madera del suelo y me levanté, salí de la habitación caminando de manera lenta y fui a donde escuchaba ruido.

-¡Rubius! Tío, que todavía no debes levantarte- Fargan se acercó rápidamente a mi y me sostuvo

-Tranquilo Fargan, estoy bien- Intenté calmarlo, pero al parecer fue en vano

-¿Cómo vas a estar bien? ¡Estás todo herido y golpeado!- Se quejó y me ayudó a sentar en el sofá -Espera aquí, no te vayas a mover- Acarició mi cabello y salió rápidamente de mi campo de visión

A los segundos Willy y Thomas aparecieron, Thomas tenía un botiquín de primeros auxilios en sus manos.

-Rubius, tío, que deberías estar en la cama- Dijo Willy y se acercó a mi, puso su mano en mi frente para verificar que no tuviese fiebre

-Willy, me siento mejor- Le sonreí al peliblanco, el cuál negó de inmediato

-Tonterías, Thomas te va a curar y volverás a la cama, así también me da tiempo de buscar los ingredientes de la pocima- Willy y Fargan se sentaron en el sofá de enfrente a la vez que Thomas se posaba frente a mi para comenzar a curarme

No lograba ver a Vegetta por ningún lado, así que suponía que se encontraría con aquella chica de lindos ojos azules. Mi mente viajo a aquel no tan lejano recuerdo y suspiré levemente, escuché una risita de parte de Fargan, así que lo miré curioso.

-Estás buscándolo, ¿Verdad?- Mis mejillas ardieron al saber que había sido descubierto -Tranquilo, fue a la tienda a comprar comida para cuando despertaras, dijo que estarías hambriento- Y efectivamente, mi estómago rigió para reclamar alimento

-A veces me da miedo lo bien que llega a conocerte- Dijo Willy bromeando

Luego de unos pocos minutos la puerta fue golpeada y Willy fue a abrir, se escucharon unas voces en la entrada y luego pude divisar a Vegetta, Willy y la chica de lindos ojos.

-Volví- Avisó Vegetta mientras dejaba una bolsa en la mesa

-Vaya, pensé que te habías ido solo- Dijo Fargan, mirando mal a la chica

-Fargan, dejalo en paz- Le regaño Willy

Yo solo atiné a ver mis manos mientras jugaba nervioso con estas, no quería ver al mayor por que probablemente terminaría llorando. Fargan se pegó más a mi y Willy se sentó al otro lado.

-Si... Bueno, las heridas de Rubius están sanadas, su pie está esguinsado, tardará unos días en poder caminar bien, así que no lo uses de momento- Thomas guardaba sus cosas y fue a la planta alta a dejarlas -¿Puedo saber en que estabas pensando? Se te advirtió que salir al busque era muy peligroso- Escuche atento y baje mis orejas al sentirme regañado

-Lo se pero... Salí a dar una vuelta, encontré un pequeño lago y me metí a nadar pero cuando salí perdí la orientación y me perdí- Mentí, no iba a decirles que salí huyendo por que vi a Vegetta con esa chica

-¿Si querías dar un paseo porque no llevaste a alguien contigo?- Esta vez fue Willy quien habló - ¿Sabes que pasa si un vampiro de sangre pura te hubiera mordido? De seguro serias oso muerto aho...- Una voz no lo dejó terminar su regaño

-Basta, dejenle tranquilo, apuesto a que ya se siente cansado con eso de estar huyendo para que ustedes lleguen a sermonearlo- Fue Vegetta quien "me defendió" de lo que Thomas y Willy decían -Ven chiqui, te llevo a tu cama- Se acercó a mi, pero inconscientemente me pegué a Fargan, no quería estar solo con el ojimorado

-Tranquilo, yo lo llevaré arriba- Fargan alejó la mano de Vegetta de mi y se levanto, lentamente me subió a su espalda y comenzamos a subir

-Gracias- Agradecí avergonzado de como era llevado por mi hermano oscuro

-No es nada Rubius, pero que sepas que en algún momento deberás hablar con él- Suspiré y di un leve asentimiento, sabiendo que lo que decía era cierto