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Narra Rubius

Los besos húmedos eran levemente audibles por la habitación, era su tan esperada luna de miel.

Habían rentado una cabaña alejada de Karmaland y prácticamente del mundo en general.

-Mierda, de verdad tengo ganas- Susurre al sentir las caricias del contrario en mi piel

No era el primer día que estamos aquí, la cabaña se rento por 7 días y llevabamos 2, pero habíamos estado explorando y demás que prácticamente olvidamos que era nuestra luna de miel.

-Esa boquita amor- El mayor mordió suavemente mis labios y yo solte un suspiro

-Debes estar de broma, deja de quejarte de eso- Bufé suavemente al sentirme regañado

Él simplemente soltó una suave risita y volvió a besarme mientras me acorralaba contra la pared. Acaricie sus brazos y me separe un poco, tome su mano y rápidamente lo jale hacia la habitación.

Lo tire en la cama y me subí a su regazo con una sonrisilla traviesa, me arquee para poder besar su cuello mientras Vegetta acariciaba mi cabello.

-No me tortures más, por dios- Susurro con la voz un poco más ronca

Mordí mis labios al sentir que mi miembro se comenzaba a poner duro. Con algo de torpeza comencé a sacar mi ropa mientras sentía la mirada atenta de Vegetta sobre mi. Me quite la ropa, dejándome solamente los boxers y baje mis manos para ayudarle a quitar su ropa.

Una vez ambos en boxers nos volvimos a besar, pero en un rápido movimiento Vegetta me dejó debajo de él mientras tomaba mi cintura. Yo pase mis brazos por su cuello e hice que el beso se volviera más profundo. No pude evitar el mover mi cadera para sentir un roce entre nuestras partes íntimas.

-Rubius...- Gimió al sentir mis movimientos y me sentí afortunado

-Por favor, hagamos el amor ya- Mi voz temblorosa sonó como súplica

Él simplemente sonrió y se separó un poco, con cuidado sacó su boxer y seguido me quito el mio. Se acerco para poder besarme, esta vez un poco más delicado. El tacto de sus manos en mi cuerpo era como si quemara, sentía que cada parte de mi cuerpo que el tocaba se encendía.

Abrió suavemente mis piernas y se coloco entre ellas, de no se donde saco una pequeña botellita que reconocí, era lubricante. Sentí una fría sensación cerca de mi miembro y no pude evitar gemir.

-V~Vegetta- Mi voz se hizo un poco más aguda

-Voy a prepararte cariño, solo relajate, ¿Si?- Dejo un besito en mi frente

Sentí su mano en mi miembro, lo envolvió desde la base, sacándome un nuevo gemido al sentir como su mano subía y bajaba sobre mi sensible miembro. Bajo sus besos desde mi frente hacia mi cuello, luego pecho y por último mis pezones. Estaba tan metido en gemir que el dolor fue ligero cuando uno de sus dedos se abrió paso en mi.

-D~duele... Vegetta, duele- Me quejé levemente y me aferré a sus hombros

-Tranquilo cariño, ya pasara, solo relajate- Habló contra mi cuerpo y nuevamente sentí mi piel arder

Mi atención se desvío de el dolor al placer, al sentir que sus movimientos en mi hombría se hacían más rapidos y su dedo comenzaba a moverse. Suspiré de placer al sentir todos esos tactos, que prácticamente no sentí cuando el segundo dedo ya estaba dentro, mucho menos cuando el tercero entró.

Estaba más perdido en sentir ese delicioso placer, que sentir el horrible dolor. Gruñí cuando sentí los dedos de Vegetta salir de mi, pero sabía que finalmente se acercaba algo mejor.

-Cariño, yo... Voy a entrar, pero necesito que me avises si te duele, no quiero lastimarte- Me miro levemente preocupado

-Tranquilo, prometo avisarte si duele- Dejé un beso en sus labios

Mire como lentamente esparcia lubricante sobre su miembro y bombeaba un poco el mismo, yo mordí mi labio al ver eso. Se acerco a mi y se alineo a mi entrada, yo jadee al sentir su hombría tan cerca de mi y finalmente sentí como se presionaba suavemente contra mi, abriéndose paso poco a poco en mi interior.

Debía admitir que dolía, si, pero rápidamente mientras entraba, la mano de Vegetta volvió a sus movimientos sobre la base de mi miembro, haciendo así que mi atención nuevamente vuelva al placer. Cuando estuvo completamente dentro se quedo quieto un rato.

-Ya puedes moverte... Joder- La nube en mi mente me bloqueaba los pensamientos

-Te hiciste un guarro ahora- Su sonrisa se hizo más grande y comenzó a moverse

-Ca~callate- Mis uñas se enterraron más en su espalda

Los movimientos cada vez se hacían más rapidos y fuertes, nuestros gemidos y jadeos inundaban la habitación, realmente sentía que estaba tocando el cielo en esos momentos, no podía pensar con claridad.

Finalmente terminé sobre mi abdomen y solte un último y fuerte gemido con su nombre.

-¡Vegetta!-

-¡Rubius!-

Ambos habíamos soltado un fuerte gemido con el nombre del contrario. Vegetta cayó sobre mi, ambos con la respiración agitada.

Me dedique a acariciar su cabello. Finalmente salió de mi y se levantó, me cargo con suavidad y nos dirigimos al baño para asearnos.

¿Para que mentir? Habría una segunda ronda, posiblemente una tercera, cuarta y más.

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Hola hola
Solo pasaba a decir que todas aquellas personas que querían a Rubius activo, tal vez les tenga una sorpresa más adelante.

L@s amo 💜