Capitulo Dos.
Luego de cenar el joven esqueleto se dirigió hasta su habitación tenia deseos fuertes de pintar sobre un lienzo así que de entre sus materiales escogió varias cosas para poder realizar un cuadro precioso y colgarlo en la sala de la mansión, como siempre antes de dar la primera pincelada comenzó a imaginarse las cosas maravillosas que podría plasmar en dicho lienzo miro por el enorme ventanal, se podía apreciar un hermoso paisaje estrellado el cielo nocturno simplemente era hermoso, tomo todas sus cosas y las coloco a la par de la ventana antes de abrirla dudo ya que sus padres le decían que estaba prohibido a esas horas abrir cualquier acceso hacia el exterior... pero el impulso fue mayor abrió dicha ventana, de inmediato comenzó a realizar su pintura, escucho como la puerta de la habitación era tocada y detrás de ella se encontraban sus padres cosa que lo asusto cerro la ventana para así abrirle a los que esperaban.
-Buenas n-noches mama...- dijo nervioso mientras le daba paso a sus padres.
-Te sientes bien hijo te ves algo alterado- pregunto la dama por sentir la respiración alterada provenir del menor.
-Si estoy bien-
-Ok, mira tu padre y yo tenemos que salir a última hora para una reunión familiar y estuvimos pensando que tal vez, nos acompañaras-
-No es un poco tarde- pregunto el joven algo preocupado por ver la hora.
-Es solo un viaje de media hora, estaremos aquí en una hora y media-
-Ahora no tengo deseos de salir, solo quiero pintar aquí en mi habitación-
Los nobles se miraron mutuamente era extraño que su hijo no quisiera salir ya que amaba poder ver distintas cosas pero de inmediato entendieron que tal vez quería estar a solas unas cuantas horas, así que con un beso se despidieron del esqueleto albino... luego le dirían la sorpresa que se le fue preparada después de cumplir mayoría de edad... caminaron hacia la puerta principal ahí los esperaban las sirvientas que tenían todo preparado, ellas al ver a sus señores les entregaron unos abrigos por el evidente frio que estaba haciendo en esos momentos luego salieron hasta los establos donde el carruaje esperaba... el joven espero hasta que sus padres se fueran, vio por sus alrededores noto que ya no había nadie con emoción salió abrió las puertas del balcón con sus cuencas aprecio lo hermosa que era la noche... eso era lo que pintaría en su lienzo.
En otro lugar para ser exactos en los dominios de los vampiros uno en especial no dejaba de molestar a una sirvienta, acosándola sin parar realmente fastidioso para la pequeña Fibi que se encontraba en la cocina lavando platos que habían bastantes, ese quien la acosaba tenía el nombramiento de Charlos un vampiro pelirrojo que estaba enamorado de esa sirvienta y haría lo que estuviera en sus manos para enamorarla... las horas pasaron absolutamente rápido ya eran las ocho y media el rey se estaba preparando para su paseo nocturno Fallacy quien ya estaba listo salió de su oficina al caminar por los pasillos comenzó a oír los gritos de Fibi el vampiro solo rodo sus pupilas ya que consideraba eso como una pérdida de tiempo al estar en la entrada del castillo se encontró con su primogénito quien estaba viendo por la ventana deseando salir a estirar sus alas.
-Estoy muy aburrido...- sintió la presencia del mayor de inmediato giro su cabeza y ahí vio a su padre –Papa a dónde vas- pregunto con algo de interés.
-A dar un paseo...- respondió seco e indiferente.
-¡Puedo ir contigo!- dijo con entusiasmo ya que quería salir un rato.
-No, Jasper es muy peligroso para ti-
-Pero yo quiero...-
-¡Dije que no! ¡Ve a tu habitación ahora!- grito con autoridad ahora no estaba de humor para los caprichos de ese niño malcriado.
-¡No es justo! ¡Siempre estoy encerrado!- se cruzó de brazos realmente enojado.
-¡No me levantes la voz jovencito! ¡Largo de aquí!-
-¡Te odio!- grito para así salir corriendo escaleras arriba.
El joven vampiro enojado salió corriendo a su habitación, Fallacy no le dio importancia sabía que luego se le pasaría ese berrinche sin demora extendió sus alas para alzar vuelo, todo en su camino parecía muy aburrido no habían casi personas en los senderos donde los obreros trabajaban, por no ver casi nada interesante le apeteció ir al pueblo no quería armar un alboroto así que decidió caminar un poco con una capucha puesta opto por ir al casco antiguo del pueblo pero aun así no había nada hasta que noto a lo lejos una mansión, su mente comenzó a rebobinar un viejo recuerdo y ahí se acordó que esos dueños de esa enorme mansión le debían mucho con un semblante serio se dirigió hasta la morada, debía recolectar todo lo que debían.
-Vamos a cobrar lo que me deben los Comyet...-
En sigilo se escabullo entre las sombras, asomo su cabeza por los ventanales observo que los nobles no se encontraban en casa pero eso no se quedaría así estaba determinado a entrar dio la vuelta ahora se encontraba en la parte trasera de la mansión pudo apreciar que el balcón de una habitación estaba abierta junto con las luces encendidas supuso que el noble Comyet se encontraba en la mansión... pero quedo algo pensativo por ver a un chico joven pintar en un lienzo, no era el noble Comyet era un esqueleto albino... vio sus movimientos agraciados... su dulzura... la ternura que portaba... la belleza de esos huesos albinos.... era perfecto, simplemente perfecto, quería tenerlo.
-Creo que ya sé cómo me pagaran esos nobles...- dijo con una sonrisa traviesa, se colocó entre la oscuridad vio que a la par de él había un florero y con malicia lo tiro al suelo.
-¡¿Ehhh!?...- escucho como algo grande se quebró, por la curiosidad salió hasta el balcón vio que en el suelo estaba el florero totalmente roto –Que fue lo que paso...- se preguntaba en susurros hasta que escucho como las puertas del balcón se cerraron de golpe.
-...- estaba en frente de ese joven con lentitud caminaba hacia el... -Quien eres tú, niño...- pregunto de forma fría amaba poder sentir el miedo de ese frágil mortal.
-Y-yo...- con cautela se arrastraba hacia atrás –Quien eres.... Que quieres...-
-Dije... ¡Quien eres!...- agarro de forma brusca el brazo del joven pintor.
-En-Encre me lla-llamo Encre...- tenía mucho miedo ese sujeto era muy grande e intimidante.
-Cuál es tu ocupación aquí...- con fuerza agarro ambos hombros del joven para así mirarlo fijamente a las cuencas.
-Ninguna... señor yo soy el hijo de los nobles Comyet- no pudo evitarlo tuvo que decir la verdad, no quería hacer enojar a ese sujeto que parecía impredecible.
-Esto es perfecto...- una sonrisa perversa apareció en su rostro de inmediato pensó en lo que haría... y valla sería muy divertido –Tu vienes conmigo...- sentencio lo quería como un trofeo por las evidentes deudas que la familia tenía.
Encre abrió sus cuencas totalmente como era posible que un total desconocido dijera algo así, pues claro que no iría con el comenzó a forcejear pero era inútil el contrario tenía más fuerza intento zafarse pero no podía ese hombre lo abrazo con fuerza, provocando que quedaran cara a cara... en ese momento una chispa de deseo creció en el vampiro como amaba tener a esa pequeña presa entre sus garras, tan indefenso de cualquier cosa que podría hacerle esos minutos que pasaron de esa forma parecían horas a poco ambos se acercaban sus bocas sentían la necesidad de juntarse, antes de que ese acto siguiera un sonido en los establos los interrumpieron ahí Encre pudo zafarse del agarre para poder ver por encima del balcón el carruaje de sus padres había llegado, no dudo en gritar el padre del albino miro que su hijo estaba muy alterado ahí pudo apreciar al que gritaba por ayuda... por que su hijo gritaba, en una fracción de segundo noto que era lo que pasaba su corazón dio un vuelco al notar el causante de ese problema.
-Fallacy...- fue lo único que pudo pronunciar, su cuerpo tembló de forma violenta al ver como ese vampiro abrazo a su hijo desde las caderas.
-¡Encre!- grito la madre al ver como su hijo era tocado por ese asqueroso ser de oscuridad, miro a su marido para así comenzar a caminar deprisa hacia el interior del hogar pero la voz de ese demonio impidió que siguieran con esa acción.
-Si dan un paso más lanzare a su amado hijo desde este balcón...- una idea pervertida paso por la mente del vampiro azabache... y si hacia algo nuevo.
-Ahhh...- tapo su boca por ese sonido tan obsceno que acababa de hacer, también se sonrojo de forma fuerte ya que eso fue muy vergonzoso... si ese vampiro había lamido descaradamente el cuello del joven.
-¡Déjalo en paz, él no te ha hecho nada!- grito realmente enojado el noble que en esos momentos no podía hacer nada para ayudar a su hijo.
-Oh pero si este joven... podrá pagar su deuda, es tan perfecto que no necesito de nada mas- abrazo más fuerte al esqueleto albino –Por eso me lo llevare...-
A ese demonio no le importó ni en lo más mínimo secuestrar a alguien, lo hacía constantemente y por diversión le encantaba matar mortales él decía que los mortales eran débiles e incompetentes que no debía existir mientras criaturas poderosas como el caminaran por la tierra, solo lo mataría para beber su sangre lo habitual en alguien como Fallacy... los padres del joven al ver como ese vampiro se lo llevaba no evitaron gritar de una forma que le fascino a ese demonio, como le encantaba ver sufrir a los demás el chico al ver que era separado de los suyos intento liberarse pero como lo supuso, todo era en vano... ahora sería prisionero de un total desconocido que le tenía un odio profundo a sus padres... solo se hizo una pregunta mental.... Por qué los hizo sufrir de esa forma tan cruel...
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