30
Nuestros labios se movían en un vaivén desenfrenado. Lo había extrañado tanto que no pude evitarlo. No lo quería lejos de mi nunca más, y menos en estos momentos.
-Como lo siento, Yugi. No pensé que algo así podría pasar otra vez -dijo Yami, viéndome con preocupación y dolor en sus ojos-. De a partir de ahora, no volveré a alejarme de ti, al menos hasta que descubramos por qué quieren hacerte daño.
-¿No piensas que estoy siendo paranoico? -pregunté. Ya le había contado todo, incluso mis teorías más descabelladas, pero la verdad es que me gustaría pensar que todo fue una coincidencia.
-Si no te sientes cómodo hasta averiguarlo, entonces no dejaré de buscar al culpable de tus intentos de homicidio, para que te quedes tranquilo.
Sonreí enternecido y conmovido con esas palabras.
-Gracias, Yami.
Yami, sonriéndome, acarició mi mejilla. Yo solo cerré los ojos y pose mi mano sobre la suya.
-¿Y qué tal te fue? -pregunté, viéndolo-. ¿Lograste... lo que querías? -proseguí, intrigado por saber como le fue.
Con esas palabras, Yami me miró un poco serio.
-Sí.
Unos escalofríos me estremecieron la piel por su tono de voz más serio.
-Yugi, ya podremos saber la verdad -dijo, mirándome fijamente a los ojos.
-¿Eh?
-Sé que no es buen momento para decirlo, pero...
Yami tomó una pausa para sentarse a mi lado en la cama, y fue tiempo suficiente para hacerme entender a lo que se estaba refiriendo.
-De mi viaje traje a un conocido, y él puede ayudarnos a saber la verdad.
Yo lo escuché con intriga.
-¿De verdad? -pregunté.
-Sí, él es como una especie de médico y puede hacernos las pruebas de sangre a los dos.
Con esas palabras, no pude evitar sorprenderme.
-Y...,si quieres, mañana podemos ir a su departamento para que nos diga los resultados -dijo Yami, tan calmadamente posible, como si supiera que todo iba demasiado rápido. Y sí, todo estaba yendo demasiado rápido.
íbamos a poder saber la verdad. Los nervios hicieron que mis manos temblarán por las ansias de saber la respuesta. ¿Será cierto que no soy hijo de Yami?, ¿Entonces... quién es?, ¿Qué pensaría mi madre sobre esto?, ¿Cuál sería su reacción? Eran demasiadas preguntas para mí. Tenía miedo y el latir de mi corazón no me dejaba respirar.
Volteé a ver a Yami al sentir que me estaba mirando mucho y, por las facciones de su rostro, creo que llegó a comprender como me sentía.
-No tiene que ser ahora, solo que sea antes de que acaben tus vacaciones. Me informé gracias a un conocido que él estaba de vacaciones, pero luego volverá a estar en Estados Unidos a trabajar y no sé si siga teniendo contacto con él después de eso, ya que a veces viaja a otros sitios cuando tiene que tratar a otros vampiros.
Abrí mis ojos con sorpresa.
<<Entonces... ¿Solo tengo una oportunidad hasta dentro de mucho tiempo?>>
-Además, me gustaría que coordinemos primero para hablar con Atem. Creo que...
Yami, de pronto, calló, y me intrigué.
-¿Qué?
La mirada preocupada de Yami hizo que me preocupará por mi madre.
-Tú... sabes algo más que yo no..., ¿cierto? -pregunté, algo tenso.
Tardó un poco, pero al final Yami asintió.
-Yo... sé quién es tu padre, Yugi.
Me sorprendí. Eso me agarró desprevenido. Sin duda, había mucha información por digerir.
Tragué en seco y con algo de dificultad.
-¿Lo sabías desde el principio?
-Solo era una suposición. No me gusta actuar sin pruebas. Por eso, me gustaría que también que Heba sea un gran apoyo para Atem ahora mismo.
-Pero... Heba no sabe sobre los vampiros -dije.
-Preferiría que no se enterara, pero eso ya lo podemos pensar después.
La duda y la preocupación no dejaron de invadirme.
-¿Y bien, Yugi?
Lo miré de soslayo al escuchar mi nombre de sus labios.
-¿Cómo quieres que hagamos esto?
"Estoy indeciso", eso me gustaría decirle.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro