Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

27

Ya han pasado dos semanas desde que Yami se fue, y no lo he vuelto a ver. Ni siquiera tengo una llamada, lo cual no entiendo. En los primeros cinco días no me pareció extraño que no me llamara o mensajeará, pero creo que ya ha pasado el tiempo suficiente como para estar incomunicados. Sé que dijo que tenía que hacer algo importante, pero no es para que me tenga preocupado por él. 

<<¿Qué estará haciendo?>>, me pregunto. Incluso a mi madre le ha parecido muy raro, pero siempre trata de decir algo para aliviar mis nervios y para calmar mis ansias. Por fortuna, siempre lo consigue. Y fue cuando me puse a pensar que él es muy fuerte. Pese a todo lo que pasó, está tratando de vivir feliz con Heba y, aun así, está tratando de que tenga una buena relación de padre e hijo con Yami pese a que no acabaron su relación en unos términos tan buenos.

Tal vez esa es una de las cosas de las que me arrepiento del pasado, y es no haber valorado todo su esfuerzo por mí. La mayor parte de mi vida creí que mi madre nos había abandonado, pero estaba equivocado. Y aunque termine equivocándome, aun así debí ser mejor hijo por él, porque aunque mi madre "no estuviera", él aun así me crío e intento darme todo lo que necesite, y más por todo lo que tuvo que pasar.

Una vez, sin mucho contexto, de niño, yo le había preguntado a él por qué no tenía abuelos o tíos, ya que siempre veía a unos compañeros irse a sus casas con otros miembros de sus familias al salir de clases. Algunos les daban dulces, o les compraban helados y otros eran tan serios y amargados que terminaban haciéndolos llorar sin querer, entre ellos abuelos, tíos y tías, y en otros una que otra rara ocasión sus primos. Y fue cuando me pregunte si tenía a un tío o a un abuelo, o a un primo lejano que me pudiera comprar dulces o dar regalo; porque sí, de niño siempre me sentía frustrado por siempre recibir UN solo regalo de navidad y de cumpleaños. A lo que él me respondió... de una forma un tanto peculiar.

- Lo siento, hijo. Los tienes, pero... yo no sé nada de ellos.

- ¿Nada?

- No -dijo, pensativo y algo serio mientras miraba unos papeles en la mesa del comedor. 

- ¿Por qué?

- Pues... digamos que es porque no les agrado mucho.

- ¿Por qué? -insistí inocente.

- Por un tema personal, hijo.

- ¿Qué tema?

- ¿Por qué tan interesado de repente en tu padre? -inquirió, sonriéndome-. Seguramente quieres algo, ¿No?

- Quiero helado. Pero quiero que me lo dé uno de mis tíos, como los otros niños en el colegio.

Después de lo que dije, solo se quedo en silencio por un rato, pensativo. Y de a partir de ahí no recuerdo más, solo recuerdo un pequeño salto en un determinado lapso de tiempo hasta que dijo que me compraría helado. Yo solo pensaba en eso de niño y, ni bien dijo que me compraría uno, mi concentración volvió a él.

Ahora me doy cuenta de que quería cambiar de tema para que no siga preguntando imprudentemente. Y, en uno de estos días que estuve pasando tiempo con él y con Heba, decidí preguntarle más al respecto. Sobre él, sobre los otros miembros de nuestra familia que conozco y, sobre todo, por la condición que él tiene para poder dar a luz a un niño. Todo eso cuando Heba no estuviese presente.

- Entonces, ¿te despreciaban por tu condición? -pregunté.

- Un día tuve un accidente y me hicieron un chequeo médico completo, ya que mi madre era muy sobreprotectora y ahí descubrieron la condición que tenía. Desde entonces me han tratado diferente y mi madre dejó de preocuparse tanto por mí, y... digamos que comencé a ser el bicho raro de la familia. Simplemente, no soporté por mucho tiempo ser tratado con indiferencia. Así que ahorré y me escape de casa. Y sí, pensaba que no duraría por mucho tiempo... Pero, fue ahí cuando conocí a tu padre.

- ¿Mi padre?

<<¿A Yami?>>

- Sí.

- En el primer día, luego de escapar, inmediatamente supuse que debía hacer algo para ganar dinero porque si no, no duraría mucho. Así que decidí quedarme en un hotel para pasar la noche. Creo que ahí fue cuando todo comenzó. Nos hablamos y contamos nuestras historias y... extrañamente él decidió ayudarme. Me ayudó a seguir estudiando, con mis gastos, me dio un lugar para vivir, entre otras cosas que... siendo sincero aun pude ni creer.

<<Que suertudo...>>

- Y no creas que no me pareció raro. Es decir, nadie te da nada gratis y yo era un total desconocido para él. Y, por un accidente, descubrí que era un vampiro, y que por eso no le importaba qué llegará a hacer o gastar dinero en mí, porque podía cuidarse solo. Su familia tenía dinero y él podía hacer lo que quisiera al ser hijo único, al menos hasta que su padre se casó con otra mujer.

Eso fue lo que me sorprendió.

- Entonces, ¿Yami tiene una madrastra?

- Y un hermanastro también. Un día tuve la oportunidad de conocerlo y... vaya sí que era alguien... extravagante y... hasta cierto punto irritante.

- ¿Entonces tengo un tío?

- No de sangre, pero, técnicamente, sí.

- Ya veo. Pero... una pregunta más.

- ¿Cuál? -preguntó, tomando su bebida fría recién hecha de mi restaurante favorito, Burger World.

- ¿Cómo es eso de que nací muerto?

Sin duda, tuve muchas cosas que procesar durante toda esa semana, y no supe como asimilarlas por unos días, pero no me distancie de mi madre por eso, ya que yo había regresado para pasar tiempo con ella y para resolver las dudas que tenía. Debía aprovechar.

Durante todo mi estancia aquí aproveche para saber más de mi madre, de Yami, de heba, de como mis amigos la pasaron en el tiempo que estuve fuera, y de mí... Sobre todo de mí. No obstante, he podido asimilarlo todo con calma.

- ¿Y mi padre lo sabe?

- Sí, le dije todo, y también quién fue quién me ayudo a revivirte.

<<Con que soy un esclavo liberado, eh... Que extraño.>>, <<Pero... si se eliminó la conexión sanguínea que tengo con él, y desde antes ya era mitad vampiro..., ¿No debería ser un vampiro completo... o algo así?>>

- Perdona por no decírtelo antes. La verdad es que... no quería tocar el tema porque... quería olvidar todo lo relacionado con los vampiros de mi vida, y pensé que sería también mejor para ti, para que vivieras en paz. Pero, eso sí, creo que debí haberte advertido de su existencia, aunque no sé si me habrías creido.

- Creo que no lo hubiera hecho.

Mi madre ahogó una risa.

- Sí, creo que no lo hubieras hecho.

- No te preocupes, ¿sí? -dije, sonriendo leve, sosteniendo su hombro-. Puedo entenderlo. No estoy enojado o, mejor dicho, trató de no ser el Yugi de antes. Pero, eso ya quedo atrás. Después de todo, estoy aquí, ¿No? 

Él me sonrió y posó su mano sobre la mía.

- Gracias, hijo.

Yo le asentí.

- Pero, algo que no entiendo es que, ¿No soy en realidad un vampiro completo? Porque, yo no tengo apetito de sangre y... tampoco he visto con hambre ehm... morder a alguien.

- Eso sí no lo sé, hijo. Mahad me explicó solo lo que te dije, yo no soy muy conocedor de los vampiros. Pero siempre te he visto tener un comportamiento más humano.

- ¿Habrá sido una especie de error?

- Tal vez. Solo recuerdo que Mahad me dijo que los asuntos con los cuerpos de los vampiros son algo desorganizados e impredecibles en algunas ocasiones. Unos tienen más regeneración que otros, más resistencia, fuerza, velocidad al volar y... bueno... sus fluidos pueden hacer raros efectos en los animales o personas. De hecho, según de lo que me pudo contar, existen algunos híbridos de vampiros humanos y de otras criaturas. Es como si sus genes siempre buscarán vivir independientemente de donde estén, pero solo pueden hacerlo en cuerpos orgánicos, como el nuestro. Es por eso que siguen existiendo pese al paso del tiempo, pero no se sabe ni siquiera el origen de todo debido a las distintas mezclas que ha habido con el paso del tiempo, tanto que la original se ha perdido. Por eso es que es indescifrable y es la razón por la que los vampiros y humanos no conviven juntos.

<<Entonces..., ¿Yami de verdad es hijo de un vampiro y de un murciélago? Que cosa tan escalofriante... La sangre de un vampiro sí que es espeluznante...>>, pensé con nervios.

No sé que es más atemorizante ahora.

- Tal vez tú eres uno de esos casos. La sangre de un vampiro se adapta bien a la mayoría de cuerpos, por lo que... no sería tan raro que algo así pasará contigo.

- Entiendo...

Sin duda, fueron días en los que tuve mucho que asimilar. Prácticamente ya sabía toda la verdad, y la confianza que tengo con mi padre sin duda se ha fortalecido. Ahora tengo más miedo de decirle en la cara que se equivocó con Yami, si es que verdaderamente se equivocó... 

En serio estoy muy asustado.

Tenía que pensar un poco, a solas, y eso hice. Pero admito que pasear por las calles no está resultando como imaginé. Aun sigo pensativo y preocupado, y eso solo hace que ansié más la llegada de Yami.

Para calmar los nervios, decidí ir a Burger World a tomar una bebida fría, a ver si así me tranquilizó un poco. Sin embargo, no fue posible. No sé por qué, pero tuve una extraña sensación, como si me estuvieran observando, o como si fuera un raro instinto que tengo el que me lo dijese. Y tenía razón. 

No sé si tuve suerte o algo por el estilo, pero solo moví mi cabeza unos centímetros hacia adelante para tomar del sorbete de mi bebida, y, de pronto, sentía como una pequeña corriente de aire acarició mi nuca, viniendo acompañada por una explosión de cristales rotos de la ventana que estaba a la par de la mesa en la que me había sentado. Rápidamente, pese al susto, me cubrí la cabeza y el rostro con mis brazos. Agradezco al cielo haber salido con mi abrigo con capucha.

Seguido del estruendo, hubo muchos gritos a mi alrededor. Alguien me había disparado cerca del cuello y, para mi suerte, había impactado contra el un lateral del respaldar de la silla en la que me senté.

<<¿Qué acaba de pasar?>>, pensé asustado. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro