"Oh, ya veo, entonces estás aquí para cumplir tu sueño."

Cumplir mi sueño... claro que sí, se supone que estoy aquí por un sueño, pero..., ¿Por qué no siento la satisfacción que quería?

Es cierto que escribir me gustaba de joven, y que... literalmente me esforcé mucho para escribir un libro que me dio un pasé seguro a esta universidad, pero para ser sincero... "Yo no conocía Oxford", solo lo conocí por el premio del concurso y ahí me informé de él. Es decir, sin este concurso creó que jamás me habría enterado de esta universidad, o si quiera... ¿Hubiera tenido ganas de entrar a una?

Jaden tiene motivos propios y él se ve muy seguro por situaciones sólidas, pero yo... solo seguí haciendo algo por querer intentarlo y por recomendación de Yami.

Suspiré.

No lo negaré, me encanta escribir y crear, y sentir esa satisfacción de haber logrado un objetivo mayor de lo que esperaba, pero... ¿Habré hecho bien?

Llegué a mi cuarto de hotel y ahí estaba Yami, sacudiendo su ropa.

Él me vio y sonrió prosiguiendo.

- Hola Yugi, ¿Cómo te fue?, ¿Te gusto tu primer día? -° preguntaba curioso. °-

- Eh sí, sí. Estuvo muy bien, el lugar es más que impresionante, la verdad tendré que tener cuidado de no perderme. -° dije intentando bromear. °-

- Ya veo, tranquilo, pronto se te hará costumbre, tienes muchos años por estudiar ahí.

Años...

- Sí. -° reí un poco fingiendo ilusión. °- Es verdad.

Yami me miro confundido y con incertidumbre.

- No te ves tan entusiasmado, ¿Se te agotaron las emociones de está mañana? -° Preguntó tratando de bromear un poco. °-

Me tensé.

- Bueno, la verdad es que sí, había mucho que hacer y podría decir que tienen un nivel de exigencia más alto.

- Como en cualquier universidad. Ya te acostumbrarás, es apenas el primer día.

Tiene razón...

- Bueno, es cierto. Ya me acostumbraré.

Supongo...

Estoy sacando conclusiones demasiado rápido, y apenas es el primer día, tal vez..., solo debo esperar a que el tiempo pasé, quizás con el tiempo me de por pensar un poco mejor las cosas, con más claridad; ver si estudiar en una universidad de gran prestigio la carrera que tanto deseo es lo que me ayudará a cumplir mi propósito, o que siento que es mi propósito.

- Mira. ¿Qué te parece si mejor te invitó a comer y me platicas más? -° Propuso. °-

Aun se siente un poco incómodo de mi parte que él me este tratando de está manera, sobre todo considerando lo que pasó entre nosotros..., pero él... de verdad se está esforzando por actuar como un padre, y me ha estado respetando, y mucho menos me ha metido el tema de lo sucedido...

Entonces, sería un problema menos, ¿verdad?

Lo mejor es que también ponga de mi parte en considerarlo un.... padre.

- Claro. -° Acepté y él me sonrió. °-

- Vamos entonces, mientras no estabas vi otros restaurantes o cafeterías por ahí. A este país si que le encantan las infusiones de té. -° Comentaba mientras tomaba su abrigo para irnos. °-

En el camino fuimos hablando un poco más y le hablé de Jaden y de mi clase mientras nos encaminábamos a la cafetería por la cual nos terminamos decidiendo, usando el GPS del celular para guiarnos e intentar no perdernos, pero esto también me ayudaría a ir conociendo más las calles para cuando salga por mi cuenta.

- Entiendo, Jaden. -° Mencionó sonando un poco serio. °-

- Sí, él estudia psicología, creo que solo nos podremos reunir en el recreo, pero con los trabajos propios que tendremos quizás no nos veamos mucho.

- Ya veo.

Su tono de voz se había puesto muy serio y empecé a sospechar o pensar que quizás eran celos, cuando se supone que debíamos estar tratándonos como familia. Decidí no darle importancia, e intente engañarme a mi mismo de que son celos de padre, no voy a hacer un escándalo, ese Yugi ya murió.

Lo mejor sería cambiar el tema, iba a hablar sobre las clases, pero entonces crucé miradas con la maestra Izinski al cruzar la pista. Me puse tenso cuando pasó a mi lado con su hombro rozando el mío.

Sentí un escalofrío y traté de hacer como si no la hubiera visto y ella por lo visto también lo hizo. Aun tengo en mente que ella quería hablar conmigo, y no entiendo el motivo, solo se que siento incomodidad con ella, y ahora más que nada le tengo pavor, porque al cruzar miradas con ella, solo veía oscuridad y odio en su mirada, como si tuviera ganas de decapitarme o algo peor.

Tragué en seco nervioso cuando nos fuimos alejando, ya que ella se iba por el lado contrario a nosotros.

Me calmé cuando ya habíamos caminado una cuadra más adelante.

- ¿Te sientes bien? -° Preguntó Yami. °-

- S-sí, sí, sigamos. -° Dije, intentando sonar lo menos nervioso posible. °-

- ¿Seguro? -° preguntó dudoso y mirando escéptico. °-

- Sí, ya sigamos. -° Afirmé nuevamente sin dejar de caminar, intentando evitar sus ojos. °-

- Como digas... -° Sonó serio. °-

Y seguimos nuestro camino hasta llegar a la cafetería, que era algo pequeña pero se veía muy hogareña y acogedora. Nos sentamos en una de las mesas de madera negra fina en una silla hecha del mismo material con almohadas blancas para el respaldar y para el asiento, para poder ver que pedir.

No me pude concentrar mucho en decidir que pedir, porque si tengo que ser totalmente abierto, utilicé el silencio para decidir como un espacio de reflexión. Esa maestra si que es rara, y por lo visto, tiene algo contra mí.